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miércoles, 30 de octubre de 2019

América Latina: Entre la restauración neoconservadora y la soberanía nacional



Por: Tony López R (*)
Muchos son los artículos, análisis y editoriales de la prensa, y de los medios alternativos de comunicación social, que sustentan la tesis de que el ciclo progresista que se abrió con los triunfos electorales del presidente Hugo Chávez en Venezuela, en 1999, de Luis Ignacio Lula da Silva y Dilma Ruseff en Brasil, de Néstor y Cristina Kissner en Argentina, de Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia, y Daniel Ortega en Nicaragua ha terminado, nada más alejado de la verdad.


Nicaragua, Venezuela y Bolivia, dónde se acaba de producir la reelección de Evo Morales Ayma, continúan exitosamente dando su batalla contra la injerencista política de Estados Unidos y sus aliados en la región y la promesa del presidente Donald Trump, de que eliminará de nuestro hemisferio a los gobiernos de carácter socialista, incluida la Cuba, revolucionaria, contra la cual está aplicando una genocida política de bloqueo y aislamiento, pero todas sus leyes y medidas a causado el efecto contrario a lo que el desea, la resistencia y la unidad del pueblo cubano, se ha hecho más fuerte y sólida la idea de continuar la construcción  del socialismo.

Mientras que el descontento y la oposición al gobierno de Jair Bolsonaro es cada vez más creciente y con un alto repudio a sus políticas represivas, neoliberales y subordinadas a Estados Unidos. La grave crisis ecuatoriana aún no está normalizada como tratan de presentar los voceros del gobierno de Lenin Moreno y los hegemónicos y derechistas medios ecuatorianos e internacionales. En Argentina estamos a horas de conocer cuál será el resultado de los comicios presidenciales, de acuerdo a las informaciones y las encuestas dan como seguro ganadores a la formula peronista Alberto y Cristina Fernández, quienes ya reiteraron que su gobierno revisará la política de subordinación económica al FMI y se alejaran de la política exterior del actual gobierno, incluyendo su salida del Grupo de Lima.

Es claro que para entender lo que está sucediendo hoy en Suramérica, debe ser objeto de análisis profundo y riguroso y no simplista, como los que señalan este fenómeno como un nuevo radicalismo en América Latina y la lucha entre dos polos: los neoconservadores y neoliberales y las fuerzas de izquierda y nacionales. El tema no es por una disputa política, no se trata de eso, se trata de lograr gobiernos que se dediquen a llevar a sus países a consolidar un modelo económico, social y político que pueda satisfacer las crecientes necesidades de sus ciudadanos y que nunca podrá alcanzarse con un modelo neoliberal y neoconservador, que solo privilegia a las grandes trasnacionales y al gran capital industrial y financiero nacional, en detrimento de sus pueblos.

Los problemas son otros, ni tampoco es la existencia de un nuevo radicalismo, se trata de que las fuerzas de izquierda, lejos de unirse en los problemas cruciales de la sociedad, se pierden en debates internos algunos por vanguardistas  y otros por sectarios y dogmáticos, se dividen, como sucedió con la decisión de la cúpula de la CONAIE, de aceptar el diálogo con Lenin Moreno y darle la espalda al resto de los sectores que iniciaron el paro y las movilizaciones, incluido a los integrantes del Compromiso Social/Revolución Ciudadana, que lidera Rafael Correa, una decisión que tuvo  un importante costo político, porque Moreno, como pronostiqué en mi artículo anterior, no cumplió con la CONAIE  y el movimiento indígena rompió el diálogo con el Gobierno.

El conflicto ecuatoriano no ha concluido y pendiente a las decisiones y medidas que tome el gobierno, será a partir de allí, que se podrá evaluar cual será el rumbo que tome la oposición, incluyendo al movimiento indígena. Lo cierto es que, por el momento, la impunidad y la confusión en la sociedad ecuatoriana, es la que está ocupando el escenario político, económico y social.

Lamentablemente la izquierda, frente a los problemas cruciales de la sociedad, se sumerge en temas que la fracciona, algunos en luchas por el poder y el vanguardismo y otros por diferencias ideológicas, cuando lo importante es la sólida unidad de los sectores de izquierda frente al tema central, como por ejemplo en Chile hoy, lo central es lograr la Asamblea Constituyente, la renuncia de Piñera y la convocatoria a unas nuevas elecciones.

Marchar unidos y lograr estos tres objetivos sería un triunfo estratégico, para que Chile salga del pantano putrefacto del pinochetismo y, se logre así, honrar a Salvador Allende y todos los patriotas chilenos que fueron desaparecidos y cayeron combatiendo la dictadura de Augusto Pinochet, impuesta por Estados Unidos, cualquier otra salida  y aceptar lo  que propone Piñera de pedir la renuncia a sus ministros, cuando es él quien debe renunciar, sería como traicionar a los hombres, mujeres, jóvenes y niños, que han marchado, se han manifestado y una grave  ignominia con los  muertos, heridos, torturados, desparecidos y prisioneros.

Los sucesos en Chile, país que era mostrado por los neoconservadores  como la joya del modelo neoliberal, son viva expresión de la decadencia y muerte de un modelo socio-económico y político que sembró de miseria y exclusión  nuestra región, como  se está apreciando en Argentina, con el gobierno de Mauricio Macri, que ha provocado en ese rico país, el mayor desastre económico en la historia de ese  pueblo y que mañana domingo 27 de octubre será el pueblo el que decida, cuál será el nuevo rumbo político y económico que tomará esta nación,  con la casi segura elección de la fórmula presidencial de Alberto y Cristina Fernández, que enfrentará a Mauricio Macri y al actual modelo neoliberal.

Por otra parte, el triunfo y relección del presidente Evo Morales Ayma, con el 47.08 por ciento de los votos y con la diferencia del 10 por ciento de su más cercano adversario, como lo establece la Constitución boliviana, el Tribunal Superior Electoral que lo declaró ganador, es amenazado por una derecha que no acepta perder y promueve la desobediencia civil e incluso en la preparación un golpe de Estado, alentado por Estados Unidos y el Secretario General de la OEA, según denunció el propio presidente Morales.

Los lectores deben conocer que esas posiciones de los sectores más reaccionarios en Bolivia, están recibiendo el apoyo del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, conocido y descarado operador político del gobierno de Donald Trump en la OEA, quien está tratando de jugar la misma carta, que ha venido jugando con Venezuela.  En Bolivia quiere promover la ilegitimidad de Evo Morales, por eso la reacción del recién electo presidente de invitar a EE: UU, Brasil, Argentina y Colombia cuyos gobiernos se han hecho eco de las posiciones de Almagro, para que realicen una auditoria y deja abierta la invitación a cualquier país que se quiera sumar.

Era de prever las posiciones de los países que han asumido la orientación de Estados Unidos a través de Almagro, la catadura moral de esos gobiernos y su subordinación a Estados Unidos, es bochornosa y los graves problemas que le aquejan lo quieren tapar con cumplir lo que le dictan desde Washington, que moral tiene el presidente Iván Duque de descalificar las elecciones en Bolivia, si en las elecciones de medio término a celebrarse mañana 27 de octubre las denuncias de fraude, pero  más grave aún,  siete candidatos  alcaldías  opositores al gobierno de Duque  en Colombia,  han sido asesinados.

Por otra parte, no puedo dejar de mencionar a Luis Almagro y a Michele Bachelet, en el tema de la violación a los derechos humano en Chile y Ecuador y el silencio de estos funcionarios de la OEA y la ONU, donde se cuentan decenas de muertos, miles de heridos y detenidos, pero Almagro y la señora Bachelet, solo tienen ojo y oídos para denunciar a Venezuela, Bolivia y Nicaragua. 

Los sucesos en Ecuador, Chile y Perú, en estas últimas semanas, están demostrando que el fin de la restauración neoconservadora en América Latina y el Caribe está en estado terminal.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com

miércoles, 16 de octubre de 2019

Suramérica vive una nueva crisis en manos las derechas fascistas


Por Diego Olivera Evia:
Lenin Moreno un criminal del pueblo para favorecer al FMI
  
La nuevas crisis social y humanista ha creado en Suramérica, una nueva realidad en varios países de la región, creada por los acuerdos de un grupo denominado Grupo de Lima, impulsado por EEUU, a través del misógino presidente Donald Trump, que ha intentado ataques a Venezuela, Cuba, Nicaragua, como contra Bolivia, bajo su concepción del fascismo, encubierto en la nación área, creando efectos de un modelo neoliberal, impulsada por los fascistas de Brasil Bolsonaro, de Chile con un presidente derechista,  Sebastián Piñera, actualmente investigado por la justicia de esta nación, de la misma manera la derecha Colombia criminal, ha creado un estado de violencia y muerte, en lo indígenas, los luchadores sociales y ex guerrilleros, estos amnistiados, mientras grupos paramilitares libres de control, y la droga de los grupos autorizados por el estado colombiano, como el presidente Duque, incapaz al afirmar que la droga es el mayor ingreso de esta nación, importados a EEUU para una sociedad enferma.


 Los componentes social  del fascismo pretende ser interclasista y anti individualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español.

El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida en una crisis, en el marco del  proteccionismo autocrático de EEUU y mas ahora impulsado por el misógino

No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpliera lo que el Estado dictaminara como «función social», ni alteraciones radicales del sistema capitalista convencional

Más allá de una, fuerte intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales. Estas características sirven como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo para un sector importante de la burguesía, para lograr controlar una economía capitalista, con grupos de choque contra los movimientos alternativos, con propuestas  de modelos socialistas, como lo realizan en Brasil, Chile, Argentina, Perú, Colombia, y ahora Ecuador con Moreno un traidor, vinculado a la CIA, ahora demostrado por la presencia de grupos de EEUU (CIA), para protegerlos ante  huelgas, y los movimientos indígenas.

En ese sentido la misma OEA se han convertido en un hervidero de derechistas, donde el Secretario General Luis Almagro, hoy financiado por la CIA, como de la misma Bachelet  al servicio de la CIA,  traicionando  a los gobiernos alternativos, han creado un división en América latina a favor de EEUU y la Unión Europea (UE), creando un modelo de control y sanciones a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y a las naciones del Caribe, creando una crisis y obligando a la misma a ser maniatados por Trump y su pandilla de asesinos de su gabinete.
Lenin Moreno un criminal del pueblo para favorecer al FMI
Al llamar a radicalizar las protestas contra el gobierno del presidente Lenín Moreno, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), advirtió ayer que esto no para hasta que el FMI (Fondo Monetario Internacional) se vaya del país, en momentos en que se reportó que a raíz de la represión murieron cinco civiles, entre ellos dos indígenas.

En un comunicado firmado por Jaime Vargas, presidente de la organización indígena, se convocó a la población a ir a la lucha, renovar fuerzas y sostener los bloqueos de vías, las tomas de gubernaturas y edificios públicos y realizar asambleas en todas las comunidades y alianzas con todos los sectores del pueblo.

Además, la Conaie consideró que el diálogo que plantea Lenin Moreno es una fantochada; aseguró que sólo negociará con la autoridad si se recuperan las subvenciones al combustible y cesa a los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y al de Defensa, Oswaldo Jarrín, a quienes responsabilizó de la violencia desmedida de policías y militares durante las protestas iniciada desde el jueves de la semana pasada, y en particular las de antier.

Nada de diálogo con un gobierno asesino, hasta que se cumplan los mínimos requisitos, sostuvo la organización, que exigió la derogación del decreto que eliminó los subsidios a combustibles.
Al caer la noche, miles de personas continuaban en las calles en rechazo al paquetazo, a la violencia ejercida por las fuerzas del orden, y en demanda de la renuncia de Moreno.

El gobierno informó que, con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Conferencia Episcopal de Ecuador, se reunió con representantes indígenas y sindicatos para llegar a acuerdos que permitan amortiguar el impacto de la subida del precio de la gasolina y el diésel en los sectores más vulnerables, si bien reiteró que no hay vuelta atrás en la eliminación de subsidios al combustible.
La ONU confirmó que apoya una serie de conversaciones preliminares con las autoridades y sectores de la sociedad civil para reducir las tensiones.

¡Lenin Moreno, con los indígenas no se juega; con la Connie no se juega, ¡carajo!, proclamó Vargas antes miles de personas en la Casa de Cultura, epicentro de las protestas de ayer.
Con la sangre de nuestros hermanos no vamos a negociar, no hay ningún negocio con este gobierno nefasto, mentiroso y ladrón, sentenció el dirigente.

La multitud concentrada en este punto recibió los cuerpos de dos indígenas –uno de ellos líder de la provincia andina de Cotopaxi, Inocencio Tucumbi– que murieron en los enfrentamientos durante el paro nacional de este miércoles. Al grito de ¡Moreno, asesino!, dolientes cargaron en hombros los ataúdes cubiertos con la bandera de Ecuador, desde la Avenida 12 de octubre, en su intersección con la calle Patria, hasta la Casa de la Cultura para velarlos.

El detonante de las protestas, que iniciaron hace una semana, fue un acuerdo de Moreno con el Fondo Monetario Internacional para acceder a préstamos por 4 mil 209 millones de dólares, a cambio del despido de miles de trabajadores y la eliminación de subsidios a los combustibles, vigentes desde hace 40 años, y que provocó aumentos hasta de 123 por ciento. Desde hace una semana, el galón (3.79 litros) de diésel, pasó de 1.03 a 2.30 dólares y el de gasolina regular de 1.85 a 2.40.

Tras la aplicación de la medida, el gobierno autorizó un incremento de 10 centavos de dólar en el pasaje del transporte público, suspendió el traslado de petróleo por el principal de sus dos oleoductos, y aseguró que la ocupación de varios pozos petroleros en la Amazonia ha tenido pérdidas por 12.8 millones de dólares, lo que representa 31 por ciento de su producción.

Moreno, quien trasladó la sede de gobierno a la ciudad de Guayaquil, respondió a los disturbios con un estado de excepción y un toque de queda parcial de las ocho de la noche a las cinco de la mañana, que se aplica en los alrededores de instalaciones gubernamentales clave y en edificios del Estado.

El mismo día del anuncio de las medidas, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas cuestionaba al Estado ecuatoriano sobre la adopción y el impacto del ajuste estructural propiciado por el FMI en el goce de los derechos humanos. Al día siguiente, de manera inusual, el Comité emitió un fuerte comunicado en el cual señala que la reducción de la institucionalidad y presupuestos del Estado a través de la implementación del acuerdo con el FMI son incompatibles con las obligaciones internacionales del Ecuador y afecta negativamente el goce de los derechos económicos y sociales.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional
diegojolivera@gmail.com


miércoles, 2 de octubre de 2019

Paraguay de nuevo el ejercito



Por José Antonio Vera Arena:
Las cárceles del país, donde hay alrededor de 20 mil personas encerradas, apenas un cuarto condenadas, coexistiendo en penosas condiciones por excesivo hacinamiento, malos tratos, pésima alimentación, y falta de material y espacios básicos de higiene y sin ningún programa de formación profesional, desde el pasado fin de semana están bajo custodia militar, con armamento de guerra y vehículos blindados, en un dispositivo que anuncia controles más severos de la población.


EL Parlamento paraguayo, con aplastante mayoría colorada, debería tratar esta semana un proyecto de ley presentado por el presidente Mario Abdo Benítez, para que las fuerzas armadas tomen a su cargo la seguridad ciudadana, es decir, ocupen las calles, para impedir las protestas contra el gobierno, y también de los edificios públicos y privados que escojan las autoridades estatales, en comunión con las unísonas cámaras empresariales.

La presencia militar, junto con una secundona policía, desde hace más de una década, es protagonista en la ocupación de las regiones campesinas donde hay más resistencia a la política rural del Estado, con un colosal acaparamiento de tierra que mantiene el 85 por ciento de los 400 mil kilómetros cuadrados del territorio nacional, en manos del apenas 2.5 % de la población, de siete millones de residentes, con cerca de tres millones más emigrados a diversos países, es especial Argentina y España.

Ambiente espeso, sembrador de miedos, rememorando los horrores de la tiranía de 35 años del General Alfredo Stroessner, de quien es confeso admirador Abdo Benítez, homónimo e hijo de quien fue un cuarto de siglo secretario privado de ese tenebroso socio de la Operación Cóndor, asociado con los sátrapas Pinochet de Chile, Videla de Argentina, Banzer de Bolivia, Álvarez de Uruguay y muchos brasileros y otros criminales y ladrones que ensangrentaron Suramérica entre 1964 al 1998.

La expulsión policial violenta, con apoyo de fiscales, de miles de familias asentadas en tierras públicas, que carecen de títulos de propiedad privada, constituye un trauma social desde hace muchos años, en particular en los departamentos más rebeldes a la tenencia ilegítima de la tierra por personeros del régimen, drama que se ha ido trasladando a la periferia de Asunción después del derrocamiento de Fernando Lugo, en junio del 2012, fenómeno peligroso, cuya agravación es inminente, porque el parlamento acaba de eliminar una normativa que permitía cierta tolerancia con los humildes ocupantes.

Seis militantes políticos de izquierda, suman 13 años de cárcel en dos períodos, con breve paréntesis, acusados de un secuestro que siempre han negado. Su impotencia ante los tribunales judiciales que poca amistad tienen con la justicia, los impulsó a refugiarse en Argentina desde donde fueron repatriados bajo los gobiernos de Cristina Fernández y Fernando Lugo.

Entre los miles de presos, no hay ningún delincuente importante, pero sí muchos humildes, jóvenes hijos de familias campesinas expulsadas de sus chacras, heredadas de sus padres o abuelos, que hoy pueblan los cordones de miseria de las ciudades.

Por obra de cientos de ciudadanos que conforman el movimiento “escrache” que durante meses vienen denunciando en sus propios domicilios a narcotraficantes, contrabandistas y a parlamentarios con influencia en los estrados judiciales para proteger sus fechorías, un diputado y tres senadores han perdido sus bancas. Ninguno de ellos está condenado, al igual que jueces y fiscales probadamente implicados. Varios más están denunciados, pero todavía logran mantenerse lejos de los tribunales, fruto de la probidad del Poder Judicial.
La mayoría de presos, sin condena y por hechos de poca monta, también deberían ser considerados presos políticos, pues son víctimas del sistema político y económico, injusto y desigual que impera. Cuando salen, sin dinero y sin profesión, no encuentran posibilidad de reinserción y buen porcentaje reinciden. El antecedente policial les dificulta hallar empleo, en medio de una acelerada desocupación laboral y empobrecimiento general.

Otra injuria estronista, llamada oficialmente reforma agraria, que enarbolan los acólitos del régimen como uno de los grandes aportes al desarrollo nacional de Stroessner, en asociación con el Partido Colorado y las Fuerzas Armadas, fue la entrega de miles de hectáreas (la Comisión Verdad y Justicia enumeró hace 20 años entre nueve y doce millones) a las familias más allegadas al tirano, cuyos herederos, entre ellos Abdo Benítez, conforman el tejido latifundista actual.

Los campos de la Patria registran un tenebroso historial del accionar de los uniformados, y son numerosos los testimonios que confirman el horror de los abusos cometidos por agentes al servicio de los potentados contra el campesinado pobre y pueblos nativos desde la mitad del siglo pasado, crímenes prolongados en la década y media última, con la incursión de las Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC), asesoradas por expertos de Colombia, EE.UU., Israel y de algunos otros países y servicios de inteligencia extranjera, con la misión de combatir la guerrilla, el narcotráfico y el contrabando.

Abundan las denuncias de las organizaciones campesinas y de aborígenes, contra el comportamiento de grupos militares y policiales que irrumpen en las viviendas para sembrar terror y robarles los pocos animales que poseen e, incluso, comidas y otras pertenencias, además de consignarse violaciones de mujeres y el asesinato de más de cien dirigentes, mayoría jóvenes emergentes, sólo en los últimos 30 años. En los 35 del totalitarismo que condujo Stroessner, suman miles.

El costo diario de las FTC, con su arsenal de guerra, burocracia, prostitución y fraudes administrativos,  absorbe un elevadísimo porcentaje del presupuesto nacional de la nación y, a través de los años y de los cambios de gobiernos, transita por el más absoluto fracaso, salvo para el grueso de sus jerarcas que engrosan sus cuentas bancarias, muchos travestidos en jefes paramilitares, protectores de los geófagos y de las diversas organizaciones narcotraficantes, mezcladas con el contrabando más diverso.

El poder de esas fuerzas delictivas ha llegado con su matonaje a Asunción y a otras ciudades importantes del país, convertidas en teatros de asesinatos entre hampones, que superan la vocación de poder de los cabecillas del Estado y de su propio arsenal de guerra, lo cual no aparece en la interpretación de Abdo Benítez y su argumentación ante el parlamento al presentar el proyecto de librar el control ciudadano al Ejército.

Aparato “ocioso”, dice, olvidando que esas tropas bien podrían efectuar obras sociales, en primer lugar, alfabetizarse, y cultivar los miles de hectáreas que las FFAA poseen, buena parte alquiladas a extranjeros, que bien deberían servir para cosechar alimentos para esa misma masa uniformada. Numerosas escuelas y hospitales se caen a pedazos.

La realidad desmiente los informes oficiales, los discursos del enjambre jerárquico del país y de la prensa funcional, cuando hablan de combatir la lucha armada, en referencia al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), entelequia guerrillera que no pasó de una ilusión hace década y media y hoy sólo sirve como pretexto para mantener presos y cubrir las fechorías de la delincuencia institucionalizada, que lo utiliza como una mecha que le da lumbre mediático o apaga, según ordene  la Embajada de Estados Unidos.

Por lo demás, el contrabando, al igual que el narcotráfico, gozan de muy buena salud, alimentando un grosero lavado de dinero que permite llenar el país de vehículos suntuosos, con escasísima venta, como se observa en los miles playas de venta que hay por todos los terrenos, de lujosas e inmensas torres de apartamentos y locales comerciales, vacíos, de small, convertidos en paseos familiares y de expendedores de combustible, cada 500 metros, donde jamás hay una fila esperando atención.

Un informe del Banco Itaú, difundido desde su sede en San Paulo, Brasil, ha revelado en las últimas horas que la economía paraguaya está en -1.5 (0-1.5), la más baja caída desde el 2000, agravando esa situación un generalizado descreimiento ciudadano de la política, de cuyos actores oficialistas no esperan ninguna solución, abriéndose paso la idea de que la salida del caos nacional sólo será posible si el pueblo se organiza, al menos para frenar esta escalada partidaria irresponsable, absolutamente insensible al hambre de cientos de miles, en un país con inmensas riquezas.

Esa distorsión de la realidad social aparece en cuanto discurso pronuncian los voceros del Banco Central que citan 1.5 por ciento de crecimiento del PIB y, como no van nunca a las góndolas de los supermercados, niegan la tremenda inflación del costo de los productos básicos, cuyos propietarios, un pequeño número, casi todos dueños, además, de las empresas de comunicación, se benefician con la ausencia de control ministerial de precios y de calidad de las mercaderías, buena cantidad ingresada ilegalmente.

Junto a unas decenas de familias oligárquicas, el único sector que, más o menos, acepta la política del gobierno, aunque le exigen extremar las medidas para aumentar sus ganancias, es el que está empotrado en el agronegocio, en particular las transnacionales exportadoras de soja y otros transgénicos, exoneradas de impuestos, y los grandes ganaderos, sobresaliendo poderosos capitalistas extranjeros, mayoría brasileros que, según diversas fuentes cuasi oficiales, ya estarían ocupando 33 por ciento del territorio nacional.  A nivel de restaurantes y otros negocios, conviene falar.
arguruco@gmail.com

jueves, 16 de mayo de 2019

Empresarios o emprendedores (1ra parte)

Por Reinaldo Tamaris:

Hacia la Patria Socialista del siglo XXI  

La Venezuela del siglo XXI, presenta en la actual coyuntura política-social-económica-cultural, condiciones objetivas y subjetivas que posiblemente propicien cambios en sus estructuras que vayan de la mano con los cambios que en la estructura financiera-comercial internacional están gestando otros países potencia caso concreto el gigante asiático China, quien probablemente emerja como el nuevo hegemon en el comercio internacional.


Dentro de este contexto, es necesario aclarar que el desarrollo histórico económico, social, político y cultural que ha acaecido en Venezuela y posiblemente en sus vecinos de Suramérica, Centroamérica y el Caribe, no se corresponda  exactamente a la manera en como ocurrió y continua ocurriendo, en los países europeos, asiáticos, euroasiáticos y en Norteamérica. De ahí la necesidad de pensar desde “América Latina”, tal como lo plasmo el filósofo Juan José Bautista; premio Libertador al pensamiento crítico 2014, en donde advierte la necesidad de analizar la historia del continente americano bajo una nueva óptica, bajo unos nuevos parámetros y con una perspectiva totalmente propia, sin rasgos eurocentristas.

En consecuencia, existe una extensa literatura de autores (as) venezolanos (as) que han aportado mucho material y análisis al respecto, dando claras evidencias sobre la evolución del capitalismo en Venezuela y de cómo se conformaron las estructuras de poder, en los ámbitos políticos y económicos y las clases o sujetos que se mueven en esas estructuras. Intelectuales como Araujo. O, Ludovico Silva, Pérez Luzardo, Mieres. F, Quintero. R, Salvador de la Plaza, entre otros, a través de sus ensayos y trabajos de investigación, han aportado material suficiente para comprender que la evolución del Modo de Producción Capitalista en Venezuela tiene características propias y en consecuencia estructuras y actores complacientes a esas características, razón por la cual su desenvolvimiento o trasformación hacia otro modo de producción; de acuerdo a la teoría de Carlos Marx, tendrá un desarrollo propio y reciproco a su génesis.

Todo lo anterior, se puede subscribir en algunos trabajos elaborados por los autores antes descritos, pero muy particularmente en el ensayo “Venezuela violenta” del economista y filósofo Orlando Araujo, publicado en el año de 1968 pero que viene muy acorde a la coyuntura que actualmente atraviesa Venezuela. Este trabajo presenta una muy bien elaborada síntesis acerca del trayecto histórico venezolano, que va desde la colonia hasta nuestros días; siglo XX para el momento de su elaboración, en donde el autor presenta los problemas del sector agrario, industrial y petrolero presentes en el país e igualmente exhibe un análisis muy riguroso acerca de la “burguesía venezolana”. Expone Araujo:

“…Ya no se trata solamente del conflicto entre latifundistas y campesinos, ni del contraste entre la explotación extensiva feudal del campo y las formas avanzadas de la producción agrícola capitalista; sino de la oposición y conflicto de intereses entre la nación venezolana, dueña de recursos fabulosos en petróleo y minería, y la nación norteamericana, dueña mayoritaria de los grandes capitales que explotan aquellos recursos.” (1968, Pág. 119).

“…Y, finalmente, el gobierno no es otra cosa que el reflejo de los intereses dominantes, en otras palabras, es la expresión política del poder económico (sistema capitalista extranjero y oligarquía interna) y está dirigido por representantes de los sectores dominantes o, como en el caso presente, por una combinación contradictoria de tales representantes y elementos de la pequeña burguesía que ha dado la espalda a su compromiso con las clases populares.” (1968, Pág. 129)

Como puede apreciar el lector, este pequeño fragmento de dos citas del mencionado libro, se observa la vigencia del mismo. Por supuesto haciendo la salvedad que desde hace veinte años, el Gobierno, a diferencia de aquella época, es un Gobierno progresista, revolucionario, antiimperialista y con una ideología que propicia la construcción del socialismo y que busca gobernar para el pueblo.

Hecha la observación anterior, se puede establecer que posiblemente parte de la problemática en el ámbito económico, obedece en gran medida al cambio en las estructuras de poder político y económico que vienen generando las políticas implementadas por el Gobierno Revolucionario, en donde la redistribución de la riqueza se ha hecho más equitativa, privilegiando a los más necesitados (misiones sociales). Por otro lado, las políticas fiscales, cambiarias, monetarias y comerciales, apuntan hacia el fortalecimiento de los pequeños y medianos empresarios y hacia la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas de Venezuela, situación que afecta los intereses de las grandes transnacionales asentadas en Venezuela desde hace décadas y al gremio de empresarios que han vivido del intercambio y la importación (renta petrolera).

Como resultado de todos estos esfuerzos del Gobierno Revolucionario, en los ámbitos político, social y cultural los cambios; objetivos y subjetivos, se observan claramente. A continuación se detallan algunos avances en esta materia; bajo aspectos objetivos y subjetivos, descritos en el Plan de la Patria 2019-2025:
  • “Haber ocupado el Pueblo, por primera vez en la historia, el poder político en Venezuela. 
  • Haber generado la primera Constitución aprobada popularmente en la historia del país, de profunda condición bolivariana, que asume la visión integral de la democracia plena en lo político, social, económico y cultural.
  • Haber liberado al país de analfabetismo.
  • Tener más de un tercio del país en el sistema educativo nacional, tres veces más que en el pasado, con un récord en este momento más de 10,5 millones de personas estudiando a nivel nacional.
  •  Restituir la gratuidad de los servicios públicos, así como el alcance y cobertura de los mismos. Solo en educación y salud la cobertura del sistema público es superior a 80%, rompiendo con la tendencia a la privatización neoliberal de los servicios.
  • Haber logrado que más de 4 millones de trabajadores del país tengan título de técnico superior o universitario.
  • Haber construido, en 18 años, más de 2 millones de viviendas, 43% más que el total de viviendas construidas en toda la IV República.
  • Haber pasado la inversión en relación con el ingreso de 39,1% en los últimos 18 años de la IV República a 74,1% en Revolución. Solo como ejemplos por sectores: se incrementó en 1.086% la inversión social en salud y en 3.125% la inversión social en seguridad social.
  • Elevar la cobertura de las personas en edad de pensión. Antes de la Revolución existían cerca de 350 mil pensionados, con una cobertura de 19,6% de las personas con edad para ello. En la actualidad, este valor supera los 3,5 millones de personas, alcanzando la cifra de 93,1% de cobertura.
  • Haber democratizado el acceso a la tecnología, con más de 5,3 millones de Canaima distribuidas a los niños y niñas del país.
  • Haber generado la primera plataforma de satélites del país, en telecomunicaciones y percepción remota.
  • El Coeficiente de Gini muestra las mejoras en la distribución de la riqueza. Este indicador mejoró significativamente, al pasar de 0,469 en 1999 a 0,381 en 2017.
  • En Venezuela existen hoy más de 10,5 millones de personas estudiando. Solo en el sector universitario se ha multiplicado por más de tres veces el número de estudiantes en relación con1998. Más de 75% de la educación nacional es pública y gratuita.
  • Mediante el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se atendió en 2017 un total de 4.176.193 niños y niñas.
  • Se han entregado 120 millones de textos escolares de la Colección Bicentenario, desarrollados por docentes investigadores venezolanos, que presentan al estudiante una visión integral de la historia, la realidad y los valores nacionales.
  • La esperanza de vida al nacer se incrementó a 75 años en 2017, mientras que en 1998 era de 72 años.
  • El porcentaje de hogares en pobreza extrema estructural, medida por necesidades Básicas insatisfechas (NBI), disminuyó a 4,4% en el año 2017, mientras que en el año 1998 era de 10,8%.
  • El incremento del acceso a servicios de recolección de aguas servidas subió a 84% en 2015, habiendo estado en 62% en 1998.
  • La atención de la salud ha implicado un nuevo paradigma con Barrio Adentro. No solo se ha tratado de la territorialización, sino, adicionalmente, del incremento de médicos y personal de la salud. El programa de Médicos Integrales Comunitarios (MIC) está duplicando, en 10 años, el total de médicos existentes en el país antes de la Revolución, contando además con el posgrado en Medicina más grande de América Latina.
  • Se ha logrado la certificación del territorio nacional como estados 100% de cobertura de Barrio Adentro, conformando adicionalmente equipos básicos de salud.
  • En el país, 82% de las escuelas son públicas, gratuitas y de calidad. En 2016 la tasa de escolaridad se incrementó, alcanzando 90% de matriculación para la educación inicial, 100% de matriculación para la educación primaria y 99% de matriculación en educación media.
  • En educación universitaria se están formando más de 2,6 millones de estudiantes en los niveles de pregrado y posgrado.
  • En total, más de 10,5 millones de personas –un tercio del país– están estudiando.
  • En medio de la guerra, con el esfuerzo del Gobierno revolucionario y los CLAP, se han creado los programas especiales de morrales gratuitos a todos los niños y niñas, así como un kit de útiles escolares requeridos para sus clases, compuesto por cuadernos, lápiz y borrador, entre otros.
  • Según datos de la Unesco, Venezuela es el quinto país del mundo y el segundo en América Latina en matrícula universitaria”.

 Ahora bien, es necesario para continuar y pasar a la idea principal de este primer vértice, que se tome en consideración que en la actualidad todos estos programas sociales se han visto disminuidos; tanto en su ejecución como en sus resultados, producto de la guerra económica impuesta por la potencia hegemónica de los EE.UU y sus aliados europeos y por supuesto la oligarquía venezolana, quienes se resisten a perder sus privilegios y beneficios económicos que tanto han disfrutado; muy particularmente, a lo largo del último medio siglo a expensas de los gobiernos de la IV república.
Sin embargo, hoy día el Gobierno Revolucionario a pesar de la baja en los ingresos petroleros; fuente de riqueza usada para llevar a cabo estas políticas, mantiene la inversión social y dentro de sus políticas propicia en su gestión el “hacer más con menos”.

No obstante, esta resistencia por parte de la clase económica dominante internacional y nacional, es probablemente la razón por la cual aún el cambio en la estructura económica no se haya presentado, a pesar de los esfuerzos de la dirigencia política que actualmente tiene el poder político en el país. Es claramente evidente que la estrategia llevada a cabo a través del Plan de la Patria 2013-2019 y ahora 2019-2015; solo por nombras estas dos últimas, y además de las políticas fiscales, cambiarias, monetarias y comerciales, no han sido suficientes para transformar las bases económicas de Venezuela, y transcender de un sistema económico rentista o economía de puerto a un sistema económico productivo de bienes y servicios, sustentados en la gran fortaleza del país como lo es, el ser  un gran productor de recursos mineros y energéticos, un gran productor de materia prima.

Finalmente, es necesario que los actores económicos, tal como lo establece la literatura clásica económica, asuma su responsabilidad en la situación que se presenta en el sector económico venezolano, como el gran actor que es. Ya como anteriormente se indicó, el problema económico, la falta de crecimiento económico y por ende del desarrollo del país, no tributa solo al Estado, como un actor del sistema económico, sino, también es un asunto que implica la intervención del empresariado venezolano y extranjero. Desde la visión de Carlos Marx, o como lo decía Ludovico Silva, desde la visión de los marxianos, se estaría ante la polémica de un cambio en la estructura de las relaciones sociales de producción, situación que posiblemente generaría; según esta teoría, un cambio en el modo de producción, o más claramente, se pasaría del sistema capitalista al sistema socialista de producción.

De ahí, la importancia en tener claridad en cuanto a que tipo de empresario realmente se necesita en el país, que tipo de empresario estará dispuesto a tomar las riendas económicas de Venezuela y junto al Gobierno y el pueblo procurar el crecimiento y desarrollo económico que tanta falta hace, para realmente mejorar la calidad de vida de la población. Venezuela amerita de un empresario que anteponga sus intereses antes lo de la Nación. ¿Sera posible? 

reytamaris@gmail.com

martes, 12 de febrero de 2019

Lo que oculta el Pentágono

Por José Negrón Valera:


Sobre una posible intervención militar en Venezuela
  
La visceralidad con que Donald Trump maneja su política exterior, lo ha llevado a un callejón sin salida en Venezuela. Arrastrado por sus operadores político-militares en el eje Miami-Bogotá-Madrid, se encuentra a las puertas de una nueva derrota diplomática que hundirá aún más su precario liderazgo internacional.

Una guerra, librada a través de sus aliados en Suramérica parece ser la única opción, pero una cosa es el marketing mediático y otra muy distinta la realidad operacional.

 Lo que no quieren que sepas

La Fuerza Armada Bolivariana se mantiene cohesionada en torno a la Constitución del país y del liderazgo de su Comandante en Jefe, Nicolás Maduro. A pesar de individualidades sin ningún peso real dentro del aparato militar, no existe nada que nos indique que el bastión que define la estabilidad del sistema político en Venezuela, vaya a derrumbarse.

Gina Haspel, experta en operaciones encubiertas, ha sido el gran artífice de la campaña para intentar quebrar la voluntad de la Fuerza Armada Bolivariana. Su objetivo es organizar y alimentar al ejército paralelo que se está preparando en Colombia y que ya ha sido denunciado por el Gobierno venezolano. Para tal fin, cuenta con amplios perfiles de los oficiales que han sido dado de baja por actos ilegales o anti éticos, además de información sobre aquellos que poseen dinero, familiares y propiedades fuera de Venezuela. Cualquier elemento es usado como punto de presión.

Haspel necesita una vanguardia mediática, pues no puede mostrar a las cámaras de televisión el grueso del ejército paralelo, conformado mayoritariamente por paramilitares y elementos de bandas criminales ligadas fundamentalmente al narcotráfico. Sin embargo, a pesar de la cruenta guerra de intimidación, no se ha logrado más que puntuales y tímidas declaraciones desconociendo a Nicolás Maduro. Si pensamos en que la FANB cuenta con más de 500.000 efectivos y en estos momentos, se aproxima a incorporar más de dos millones de milicianos a la defensa del territorio, lo que ha logrado Haspel luce absolutamente insignificante.

Otro aspecto se corresponde con la realidad interna de cada uno de los países que serán usados como punta de lanza para la agresión bélica.

Colombia vive en guerra desde hace más de cincuenta años. En estos momentos, fracasadas las conversaciones con Ejército de Liberación Nacional (ELN) y con el incumplimiento de los acuerdos de paz firmado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército colombiano reconoce que dejaría amplias vulnerabilidades en su propio territorio si se comprometiera en un conflicto fuera de sus fronteras.

A ello, le sumamos la imposibilidad que tiene Colombia para hacerle frente a los desplazados que provocaría un conflicto militar con Venezuela.

Brasil, no se encuentra mejor. En estos momentos se especula muchísimo sobre el verdadero estado de salud del presidente Jair Bolsonaro. La narrativa oficial, atribuyen la operación a la que fue sometido hace más de una semana, al evento aún no aclarado del todo, en el que fue apuñaleado mientras era candidato presidencial. Una lucha por la sucesión del poder parece abrirse paso en Planalto. Si le agregamos a esta tensión, los señalamientos de corrupción que ha recibido Flávio Bolsonaro y la negativa del ejército brasileño a aceptar una base militar norteamericana en su territorio, podemos atestiguar que las condiciones políticas en Brasil no son del todo propicias para quienes desean involucrarlo en la guerra.

¿A qué le teme Estados Unidos?

El 3 de octubre de 1993, rebeldes somalíes derribaron dos helicópteros Black Hawk, asesinando a más de 18 soldados de las fuerzas especiales e hiriendo a otros 73. Las imágenes transmitidas por cadenas de noticias como CNN, en la que se podían apreciar como los rebeldes desfilaron por las calles de Mogadiscio con los cuerpos de los soldados, generó tal rechazo en la opinión pública de Estados Unidos, que la Administración de Clinton tuvo que verse forzado a retirar sus tropas de Somalia unos meses después.

En una época de amplísima interconexión digital, Estados Unidos no puede darse el lujo de someterse a más derrotas que serán viralizadas instantáneamente. Por esta razón, ha optado por subsidiar la guerra a través de mercenarios, como lo hizo en Siria y Libia, pero además, en hacer que otros países la peleen por ellos. No obstante, el problema sigue latente: ¿está dispuesta la población brasileña y colombiana, ver a sus soldados morir por un conflicto cuyo único beneficiario, tal y como lo ha expresado abiertamente John Bolton, serán las empresas petroleras estadounidenses?

A través de la propaganda mediática, se ha querido vender la idea de que una guerra contra el país suramericano, sería una especie de "operación quirúrgica" al mejor estilo de las películas hollywoodenses. Sin víctimas, más allá de los combatientes militares y civiles que se opongan a que Nicolás Maduro sea apartado del poder, y con los partidarios de la oposición escondidos cómodamente en sus casas, siguiendo todo en tiempo real a través de las redes sociales.

El Pentágono ha hecho un análisis exhaustivo de las capacidades armamentísticas venezolanas, y sabe que miente cuando afirma que la intervención será corta y que además no encontrará resistencia.

Yuri Liamin, experto militar, considera que la prioridad de Estados Unidos es fracturar las Fuerzas Armadas Bolivarianas, para no tener que enfrentarse al armamento ruso que incluye sistemas de defensa aérea de largo alcance S-300VM Antey-2500, Buk-M2E y el Pechora-2M de mediano alcance, así como un gran número de tanques T-72B1V, BMP-3, BTR-80A, SAU Msta-S, armas autopropulsadas Noah-SVK, MLRS Grad y Smerch.

Liamin, apunta especialmente al poder aéreo del Estado venezolano, que cuenta con aviones de combate Su-30MK2, lo cual lo ubica como uno de los primeros de Suramérica.

Otra complejidad para Estados Unidos, son las fuerzas terrestres venezolanas, equipadas con sistemas Igla-S MANPADS y ZU-23 / 30m1-4, así como los comandos de operaciones especiales, especialmente los grupos de francotiradores altamente entrenados y apertrechados con fusiles Dragunov SVD, capaces de detener por sí solos a un contingente entero de soldados enemigos.

Pero quizá, el mayor de los obstáculos de aquellos que claman por un desenlace militar en Venezuela, es precisamente la propia doctrina militar de defensa integral del país, que contempla "la guerra de todo el pueblo", así como un ágil y poderoso sistema de adiestramiento conocido como el Método Táctico de Resistencia Revolucionaria.

Si se cumplen las expectativas del Gobierno venezolano de fortalecer la Milicia Bolivariana con dos millones de miembros antes de abril, y de organizarlos en unas 50.000 unidades de defensa a lo largo de todo el territorio nacional, es posible generar un poderoso elemento de disuasión (y quizá de conciencia) para quienes no quieren un desastre militar de escala continental.

El asedio psíquico como último recurso

Entendiendo la realidad operacional, Estados Unidos ha optado durante las últimas horas por mantener saturadas las redes sociales, de noticias falsas y rumores sobre la entrada de la 'ayuda humanitaria' en Venezuela. La intención es tratar de quebrar la unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y del propio pueblo venezolano que apoya el proyecto bolivariano.

Mientras los partidarios de la oposición se encuentran aterrorizados en sus casas, presos de los últimos audios o mensajes que proclaman el fin del mundo, quienes desean la paz del país deben comprometerse a una opción que libere la 'mente colectiva' del asedio que se le quiere imponer.

Esto no implica tomar un camino pasivo o desatender la amenaza, sino dotarla de nuevos significados: repolarizar a la población en torno a la necesidad del proyecto político, organizarla y formarla para la defensa del territorio, lograr el mayor consenso y diálogo entre todos los sectores que se opongan a la guerra y a la intervención militar; y por último, vencer la agresión económica a la que se ha sometido al pueblo venezolano.

En estos momentos, el enemigo se llama desesperanza y su arma más potente es la que busca hacernos creer que Venezuela es un país aislado, desvalido, sin posibilidad de respuesta ante una agresión y que espera de manera resignada el apocalipsis que le ofrecen. Nada más ajeno a la verdad.

Recuérdese que hace 200 años, este mismo país venció para el momento al que era el imperio más poderoso de la tierra. Ojalá, no haya que demostrar, de nuevo, de qué es capaz y se le permita, al igual que lo piden los versos de la poeta palestina, Suheir Hammad, una vida lejos de la tragedia bélica.

"No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
No prestaré mi alma y mis huesos a su tambor de guerra.
No bailaré a su ritmo.

Conozco ese ritmo, es un ritmo sin vida.

Conozco muy bien esa piel que usted golpea.
Estuvo viva aún después de cazada, robada, expandida.
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
Yo no voy a odiar por usted, ni siquiera voy a odiarlo a usted.

No voy a matar por usted. Especialmente, no moriré por usted.
No voy a llorar la muerte con asesinato ni suicidio.
No bailaré con bombas porque todos los demás están bailando.
Todos pueden estar equivocados.

La vida es un derecho, no un daño colateral o casual.
No olvidaré de dónde vengo. Yo tocaré mi propio tambor.
Reuniré a mis amados cercanos y nuestro canto será danza.
Nuestro zumbido será el ritmo. No seré engañada.

No prestaré mi nombre ni mi ritmo a su sonido.
Yo bailaré y resistiré y bailaré y persistiré y bailaré.
Este latido de mi corazón suena más alto que la muerte.
Su tambor de guerra no sonará más alto que mi aliento".


sábado, 27 de octubre de 2018

El sionismo israelí que representa David Smolansky busca escalar en la supuesta crisis migratoria venezolana, para legitimar la intervención de tipo “humanitaria” contra el país


Por Juan Martorano:

A la víspera de unas importantísimas elecciones presidenciales y regionales en Brasil, en la que se debate entre el retorno del fascismo y el socialismo, y una semana después, la realización de las elecciones de “medio tiempo”, en Estados Unidos; los planes de recolonización de lo que ellos consideran su “patio trasero” no cesan, y los planes de retomar el control de Venezuela forman parte de la agenda que los personeros de la administración Trump no obvian ni por un instante.

Hemos podido observar durante las últimas semanas, como el problema del éxodo de migrantes de Honduras, que ha atravesado totalmente Centroamérica para poder llegar a los Estados Unidos ha sido parte importante de las agendas de los medios de comunicación de varios países del mundo. No obstante, ha tratado de ser invisibilizado y dado un tratamiento distinto al tema referido a la supuesta crisis de migrantes venezolanos a países vecinos de Suramérica.

No en balde, en la próxima Feria Internacional del Libro de Caracas, a escenificarse en su casco histórico del 8 al 18 de noviembre de 2018, además de que Turquía será el país invitado, de que se llevará la imprenta con el que fue editado los primeros ejemplares del Correo del Orinoco, artillería del pensamiento de la autoría del Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar, de la conmemoración de los 100 años del natalicio de esa gran poetisa como lo sigue siendo Ana Enrique Terán (aun cuando cambio de paisaje el año que viene), el tema de la migración venezolana estará presente en esta fiesta de la cultura.

Y es en ese sentido, que de acuerdo a las investigaciones y al seguimiento que se ha venido realizando, que el diario Clarín de Argentina, como parte de los conglomerados mediáticos internacionales que impulsan campañas para legitimar la injerencia e intervención contra la República Bolivariana de Venezuela, recientemente publicó un trabajo con el ex alcalde del municipio El Hatillo del estado bolivariano de Miranda, y uno de los cinco que conforma el área metropolitana de Caracas, David Smolansky, la cual debe ser objeto de estudio y alerta para nuestro país.

Smolansky no es cualquier portavoz de cualquier lobby ni de cualquier grupo. Además de su fascismo militante que profesa como integrante de la organización Voluntad Popular, es parte del sionismo israelí, muy interesado en intervenir a Venezuela. Incluso en publicaciones de medios estadounidenses lo han catalogado como uno de los posibles líderes de un proceso de transición política, en el supuesto de que se logré la caída de Nicolás Maduro al frente de los destinos del país y se concretase el cambio de régimen.

Importante es de destacar que Smolansky fue designado en el mes de septiembre del presenta año como coordinador de un Grupo de Trabajo para abordar la “crisis regional de migrantes y refugiados venezolanos”, una unidad de “investigación” dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la cual se busca seguir apuntalando y construyendo el relato legitimador de una intervención de tipo “humanitaria” contra nuestro país.

Para poder ponernos en contexto, es importante realizar algunas definiciones, para poder entender las implicaciones de las declaraciones de Smolansky, y lo peligrosas que son dentro del actual contexto geopolítico para Venezuela.

No es lo mismo hablar de figuras como el asilo político, de migración y refugiados. Pasó de seguidas a compartir las definiciones de cada una de ellas, dentro del contexto internacional.
El asilo político es la figura jurídica de Derecho Internacional Público consistente en la ayuda y protección concedida por un Estado a un ciudadano extranjero o ciudadana extranjera que es perseguida en su país por motivos políticos. Es lo que en su oportunidad algunos estudiosos definían como “delitos políticos”, que tienen una naturaleza profundamente ideológica.

La migración tiene que ver con el movimiento de la población consistente en dejar el lugar de residencia para establecerse en otro país o región, generalmente por causas económicas o sociales.
Los refugiados o refugiadas son las personas que se encuentran fuera de su país de origen o donde reside habitualmente, debido a un temor fundamentado de persecución por razones de etnia, religión, nacionalidad, grupo o clase social u opiniones políticas y que no puede o no quiere reclamar la protección de su país para poder volver.

En lo que concierne a estas tres figuras, son reconocidas amplia y expresamente en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (artículo 50 en lo que concierne al libre tránsito de personas y bienes y 69 en lo referido al asilo y refugio) además de prohibir la extradición de venezolanas y venezolanos. Esto porque las implicaciones jurídicas de estas figuras en el Derecho Internacional no son las mismas.

Pero volviendo al tema de esta nota, en la referida entrevista, Smolansky señaló que están en un proceso de redacción de un informe sobre la supuesta situación de crisis migratoria venezolana. Smolansky plantea que “millones de venezolanas y venezolanos” se han ido del país “en contra de su voluntad”, lo cual es totalmente falso, y “brindar un panorama de la situación de los países receptores”. Es evidente que busca plantear este asunto como un problema regional, a fin de legitimar el relato de tutela e intervención, derogando de facto los principios de soberanía y de no injerencia en los asuntos internos de los países que no se pliegan a los intereses hegemónicos de EEUU e Israel.

Smolansky apunta en sus aseveraciones a una declaratoria de “crisis de refugiados” en Venezuela, ante “violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos, alteraciones del orden público y peligro a su seguridad personal”. Es parte del guion que le dieron, por lo que debemos esperar en las próximas semanas que ocupe las primeras páginas y de que sea noticia, ante este tema. Además de contribuir a invisibilizar el éxodo de los migrantes provenientes de Honduras, y el que se iniciará próximamente con ciudadanos guatemaltecos.
Smolansky plantea la situación migratoria de los venezolanos y venezolanas como la peor crisis migratoria de la región, y no como parte de las operaciones psicológicas desplegadas por EEUU y el sionismo israelí, y superando ampliamente la diáspora de países como Somalia y Afganistàn. Según sus estimaciones, al final de 3.000.000 millones de venezolanas y venezolanos estarán fuera del país (no resta los ciudadanos venezolanos y ciudadanas venezolanas que han retornado a través del “Plan Vuelta a la Patria”). Además de continuar impulsando la retórica de “dictadura” en Venezuela que no permite el ingreso de alimentos y medicamentos, obviando las imposiciones de medidas coercitivas unilaterales que se han traducido en un brutal bloqueo comercial y financiero contra Venezuela.

El objetivo de estos señalamientos de Smolansky es la de aumentar las presiones internacionales sobre el país, la reactivación de una agenda violenta, tratando de consolidar un frente interno en el país (aprovechándose de la situación real de descontento de gremios laborales ante las dificultades económicas que atravesamos producto de la hiperinflación inducida). Todo ello para afectar el inicio del próximo período gubernamental del Presidente Nicolás Maduro 2019-2025, el cual de conformidad con el artículo 231 constitucional, debería iniciar el 10 de enero del año entrante.

Igualmente, Smolansky sea alinea con las declaraciones de William Brownfield y Miguel Henrique Otero, de impulsar el colapso económico y cambio de régimen en Venezuela. Es un actor muy activo en los planes y conspiraciones tendientes a destruir nuestra forma republicana y el Estado-Nación venezolano, por instrucciones de sus amos imperiales.
Debemos estar preparados para las próximas semanas (finales de 2018 o comienzos de 2019) con la generación del informe que la comisión dirigida por Smolansky puede producir, a fin de que se estreche aún más el cerco político y económico contra Venezuela, que devenga en una implosión social o una acción armada de carácter internacional contra nuestro país.

Smolansky no es cualquier portavoz, sino que detrás de él, grandes poderes facticos se articulan y apuestan todas sus fichas para colocarlo como una figura de primera línea para encabezar una eventual transición política en el país. Apoyado con figuras del denominado “chavismo originario” a fin de potabilizar y hacer digerible su figura.

Alerta todos y todas. Nuevamente nos corresponderá navegar sobre aguas turbulentas.
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!

jmartoranooster@gmail.com, j_martorano@hotmail.com

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Una vez más hemos derrotado al imperio en el seno de la OEA


Por Carlos E. Lippo:

“En relación a Venezuela hay una narrativa que se quiere imponer, es la narrativa del estado fallido.
Fabrican el problema de la migración para “securitizar” un problema social y económico, esa es la nueva narrativa”
Samuel Moncada, representante permanente de Venezuela ante la OEA

La existencia de una crisis humanitaria en Venezuela ha venido siendo una profecía autocumplida  compartida por el general John Kelly, anterior jefe del Comando Sur de los Estados Unidos y por el almirante Kurt Tidd, actual jefe de ese comando unificado de seguridad que es responsable de velar por los intereses del imperio en 31 de las naciones que conforman la América del Sur, la América Central y el Caribe; siendo oportuno recordar que una profecía autocumplida o autorrealizada es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad.



La intensificación de la guerra de cuarta generación en sus variantes económica, financiera, monetaria y psicológica que el imperio nos viene aplicando desde hace más de una década, al haber asumido niveles de altísimo impacto desde finales del 2015, cuando el general Kelly lanzase su profecía, así como la emisión de sanciones económico-financieras sobre Venezuela que representan un auténtico bloqueo, después de que el almirante Tidd también la hiciese suya, demuestran bien a las claras los extremadamente grandes esfuerzos que ha venido haciendo el gobierno del imperio por cuidar la reputación de estos dos de sus grandes operadores militares, en lo que a Venezuela se refiere.

En fecha ya tan lejana como el 27 de enero de 2016, la Asamblea Nacional de Venezuela de abrumadora mayoría opositora, actualmente en condición legal de desacato sancionado por el Tribunal Supremo de Justicia, siguiendo el guion impuesto por su verdadero jefe, que no era otro que el general Kelly, decretó la crisis humanitaria en Venezuela en el sector salud (1), con base en una proposición del médico y diputado José Manuel Olivares, como si una crisis de cualquier alcance y mucho menos una de esta naturaleza pudiese ser instaurada en un país por medio de un decreto parlamentario.

Afortunadamente, a poco menos de 3 años del lanzamiento de la profecía de Kelly, aún no se ha producido la anunciada y promovida crisis humanitaria en nuestro país, y ello no por falta de empeño de las autoridades del imperio, ya que: en agosto de 2017 emitieron una serie de sanciones de carácter financiero que en opinión de Peter Koening (2), economista y analista geopolítico de origen estadounidense, ex funcionario del Banco Mundial, “… son las más amplias sanciones económicas de la historia, son representativas de una guerra financiera directa que prácticamente debería paralizar a Venezuela y constituyen además un crimen de guerra, ya que ponen en peligro y amenazan las vidas del pueblo venezolano”; paralelamente coordinaron un brutal ataque a nuestro signo monetario que casi ha logrado pulverizarlo por completo, obligando a convertir nuestro Bolívar Fuerte en el Bolívar Soberano, resultante de la eliminación de cinco ceros; emitieron nuevas sanciones económico-financieras el 21 de mayo de este año, al día siguiente de la reelección del Presidente Maduro (3); y finalmente, han presionado descaradamente a media humanidad para que también nos sancionase. A pesar de todo lo cual siguen acusando impúdica y falazmente al Gobierno Revolucionario de ser el causante de esta curiosísima situación de “no crisis”.

Sin embargo, el impacto de estas agresiones ha sido tal que aun no habiendo podido generar la buscada crisis humanitaria, debido fundamentalmente al altísimo grado de conciencia alcanzado por el pueblo revolucionario y no en mucho menor grado a las medidas proteccionistas dictadas por nuestro gobierno, se ha producido un innegable deterioro del nivel de calidad de vida que habíamos alcanzado después de 17 años de revolución, lo cual ha llevado a algunos exponentes de las capas medias opositoras a emigrar hacia los países vecinos.

Aun cuando las autoridades de Colombia y en menor grado las de Brasil, países limítrofes con Venezuela, así como las de Perú, Ecuador y Chile, no paran de hablar abiertamente de que se trataría de una verdadera avalancha de refugiados venezolanos la que está cruzando sus fronteras, ninguna de ellas ha aportado cifras oficiales de tan inusitado movimiento migratorio y ello a pesar de habérseles solicitado en más de 40 notas en las últimas semanas, según lo ha señalado esta semana Delcy Rodríguez, vicepresidenta ejecutiva de la república en unas declaraciones (4) en las cuales señaló además que Venezuela es el segundo país receptor de migrantes de Suramérica, mientras  que Colombia, nuestro mayor detractor en ésta y otras muchas materias, sigue siendo el país suramericano con el mayor número de desplazados internos y migrantes de la región.

Lo que realmente está ocurriendo es que desde hace meses, y con mayor intensidad durante las últimas 4 semanas, Venezuela ha venido siendo víctima de una poderosísima campaña propagandística desarrollada por el imperio y sus aliados, dirigida a imponer la narrativa de la existencia de una "crisis de refugiados" como producto de la inusitada emigración venezolana que se encuentra en desarrollo. Siendo tan corrosiva y falaz esta campaña que se ha llegado al extremo de asegurar impúdicamente, sin la más mínima ponderación, que la “crisis migratoria” venezolana podría llegar a superar a la de Siria, el hermano país árabe que desde el 2011 está resistiendo estoica y exitosamente los desmanes de una guerra mercenaria, de naturaleza y composición terrorista, financiada por los Estados Unidos y la OTAN.

Unos datos aportados a comienzos de esta semana por el vicepresidente de comunicación, cultura y turismo, Jorge Rodríguez, servirán para ilustrar suficientemente esta situación; a este respecto ha dicho Rodríguez (5), que durante los últimos 30 días la frase “crisis humanitaria”, relacionada con Venezuela ha sido mencionada en la red social Twitter, sólo en sus versiones en español e inglés, en unas 140.599 oportunidades; mientras que en relación a Siria, la misma frase sólo ha sido mencionada 29.989 veces, algo que el mismo funcionario ha calificado de "brutal, absurdo e increíble".

Algunos datos estadísticos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y de la Organización Internacional para las migraciones (OIM), recogidos por el prestigioso portal web misionverdad.com (6), habrán de servirnos para colocar el supuesto “éxodo masivo” de venezolanos, en una más justa dimensión.

Es el caso que un reporte de ACNUR fechado en junio de 2018 refleja que sólo 5.661 venezolanos habían sido reconocidos como "refugiados" por los principales países receptores de la región; si se compara este dato con el de la migración venezolana en general reconocida por la misma ACNUR desde el año 2014 (1,5 millones de venezolanos en promedio), quedarían satisfactoriamente despejadas todas las dudas sobre si Venezuela se encuentra inmersa en una "crisis de refugiados" similar a la de Siria, Libia o Myanmar, como se ha querido hacer ver con la funesta campaña orquestada por el imperio, ya que estaríamos hablando de que sólo una cantidad mucho menor del 1 % de los migrantes totales habría sido reconocida como refugiados en los países de acogida.

Otro informe situacional presentado a mediados de agosto de 2018 por la OIM, refleja que desde 2015 hasta 2018, sólo 600 mil solicitudes de visados temporales u otros mecanismos de regularización han sido presentados por los venezolanos en los países receptores de América Latina y el Caribe; dato que conduce a pensar que las cifras anteriormente presentadas por ANUR y la ONU sobre la cifra total de emigrantes venezolanos (de 1.5 millones a 2.3 millones, aproximadamente) podrían ser mucho menores, echando por tierra la narrativa de un "éxodo masivo" de venezolanos, que se quiere implantar.

Pero lo más resaltante es que tanto ACNUR como la OIM, reconocen que la migración venezolana está motivada por razones económicas, factor que poco o nada tiene que ver con la condición de "refugiados" que se intenta proyectar hacia el mundo.

Antes de entrar en el tema medular del presente trabajo debo decir que otro tema compartido por el anterior y el actual jefe del Comando Sur, es el de que la pretendida intervención militar multilateral sobre Venezuela debería ser ejecutada bajo los auspicios de la Organización de Estados Americanos (OEA) y/o de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), siendo en procura de tal apoyo que el departamento de estado gringo ordenase la celebración durante esta semana de una sesión extraordinaria del consejo permanente de la OEA, el día miércoles 5, con el propósito de declarar la “crisis migratoria” venezolana como un caso violatorio de la seguridad regional y la de los propios Estados Unidos, que ameritaría una  intervención militar conjunta.

Previa a la reunión del consejo permanente de la OEA, el ahora “modocito” Ecuador de Lenin Modero accedió por órdenes del imperio a convocar una supuesta reunión de carácter técnico bautizada con el más que pomposo nombre de "Reunión regional sobre movilidad humana de ciudadanos venezolanos en las Américas", a la cual asistieron además del anfitrión nueve de los más conspicuos miembros del Cartel de Lima (Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, Chile, México, Panamá, Paraguay y Perú), países amigos como Bolivia, y otros como la República Dominicana y Uruguay, que han venido siendo al menos neutrales en los últimos tiempos. Después de dos días de “cantinfléricas” deliberaciones, no pudieron abordar a conclusión práctica alguna, pues los representantes del Cartel, cual mesa redonda de borrachos peleándose por una botella vacía, no pudieron ponerse de acuerdo en la cuantía de la ayuda a solicitar al imperio para poder echarse al hombro el “bacalao” de la “migración venezolana”; y es que a estos redomados cipayos se les olvida que sólo países totalmente incondicionales como Israel y Colombia, califican para recibir una ayuda de esta naturaleza.

Unas destempladas declaraciones del Carlos Trujillo, el mandado incondicional del senador “Narco” Rubio y representante permanente de Estados Unidos ante la OEA, referidas el día lunes 3 por nuestro representante permanente, Samuel Moncada (7), en las cuales este pichón de halcón ofendía a los hermanos gobiernos del Caribe, miembros del ALBA-TCP y signatarios del acuerdo Petrocaribe, tildándolos de corruptos sólo porque se siguen negando a aceptar las órdenes de agresión dictadas por el imperio, daba a conocer que el imperio, por enésima vez, no contaría con los 24 votos necesarios para condenarnos.

En lo adelante la sesión extraordinaria convocada por el secretario Almagro para condenarnos, esta vez con la excusa de que la supuesta crisis “migratoria venezolana” comportaba un severo peligro para la seguridad regional perdió toda su importancia, al punto de que el inefable Trujillo ni siquiera se hizo presente en ella para no ser testigo de la clamorosa victoria venezolana apuntalada en las firmes convicciones antimperialistas y en la lealtad de nuestros valientes aliados del ALBA-TCP  y Petrocaribe.

La derrota del imperio fue de tal magnitud que no le fue posible proponer resolución alguna en contra de Venezuela; siendo necesario señalar que tal hecho tuvo su principal causa, a juicio de William Castillo,  viceministro de comunicación internacional de nuestra cancillería, en las profundas diferencias surgidas entre los miembros suramericanos del Cartel de Lima sobre la forma de manejar los fondos a ser aportados por EE UU y Europa para la gestión de la supuesta “crisis migratoria” (8). Y es que entre los gobiernos de estos países no existe nada en común como no sea el odio hacia la Revolución Bolivariana, existiendo además profundas diferencias inspiradas por los celos en sus relaciones con el imperio.

Finalmente y para intentar no perderlo todo, al secretario Almagro no le quedó más remedio que nombrar, a título personal, un “grupo de trabajo sobre la migración venezolana” (9), con la pretendida misión de elaborar un informe y captar fondos para el “auxilio” de los supuestos migrantes. El dichoso grupo habrá de ser dirigido por David Smolansky, el exalcalde terrorista del municipio El Hatillo (Caracas) que se encuentra prófugo de la justicia y es agente del sionismo internacional, siendo uno de sus miembros el diputado José Manuel Olivares, el mismo que intentó decretar la crisis humanitaria en el sector salud a finales de enero de 2016. En relación a dicho grupo nuestro representante permanente en la OEA, Samuel Moncada, ha dicho que se trata de un grupo intervencionista con el cual se estaría tratando de imponernos la aceptación de un “canal humanitario”, iniciativa que hemos rechazado y seguimos rechazando por considerar que facilitaría la invasión al permitir la entrada de fuerzas militares extranjeras en nuestro territorio.

Esta nueva victoria diplomática no debe envanecernos, pues si bien debe servir para posponer por algún tiempo la inminente invasión, al haber evidenciado la falsedad de la supuesta crisis migratoria venezolana y sus supuestas implicaciones sobre la seguridad regional, no la conjura en modo alguno, ya que seguirán insistiendo con el mismo tema en el seno de la OEA y también en la ONU, donde el tema será llevado por Estados Unidos de manera informal al consejo de seguridad el próximo lunes 10, según ha declarado Nikki Haley (10). Y es que en el caso de que se llegase a agotar el tema, gracias a iniciativas como la de la  promoción de la vuelta a la patria de los migrantes que lo soliciten, adelantada exitosamente por el Gobierno Revolucionario en los últimos días (11), el imperio tiene a mano otros temas para intentar justificarla, como lo es el del “falso positivo colombiano”, ampliamente referido en trabajos anteriores.

Que la amenaza de invasión está muy lejos de haber sido conjurada es algo que queda demostrado por unas declaraciones del representante permanente de los Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, el día de ayer, cuando trataba de hacer “control de daños” en relación a la derrota y a unas más que infelices declaraciones que hiciese a comienzos de la semana, en el marco de una entrevista concedida a la agencia France Press. El caso es que al ser interrogado sobre si está descartada la opción de una intervención militar en Venezuela, este “pichón de halcón” disfrazado de diplomático respondió casi automáticamente: “La Casa Blanca y el presidente han dicho en varias ocasiones que todas las opciones están sobre la mesa”.

Es por ello que aprovechando esta aparente tregua no declarada y aun estando plenamente convencido de la mayor capacidad y disposición del pueblo revolucionario y la FANB para enfrentar la invasión, me voy a permitir hacer las siguientes recomendaciones:

             A los partidos integrantes del Polo Patriótico y los Movimientos Sociales de la Revolución: que coordinen con sus homólogos de los países aliados el alistamiento de unas brigadas de voluntarios internacionales dispuestos a venir a nuestro territorio para acompañarnos en la lucha.
             Al más alto gobierno: que aun entendiendo que nosotros podemos no tener la misma importancia estratégica que Siria para la Federación de Rusia, se gestione el apoyo militar de ese país amigo al más alto grado posible; gestiones que deben hacerse extensivas también al resto de las potencias amigas, tales como China, Irán y Turquía.
            
¡Ha llegado la hora de luchar para defender la integridad de la Patria!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!

(1)    http://www.asambleanacional.gob.ve/noticias/_olivares-parlamento-decret-la-crisis-humanitaria-en-el-sector-salud-
(2)    https://www.aporrea.org/tiburon/a251765.html
(3)    https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article211604569.html
(4)    http://albaciudad.org/2018/09/delcy-rodriguez-hemos-manifestado-a-antonio-guterres-nuestra-preocupacion-por-actitud-de-algunos-funcionarios-de-la-onu-sobre-venezuela/
(5)    https://www.aporrea.org/actualidad/n330869.html
(6)    http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/cifras-de-acnur-y-la-oim-desmontan-la-crisis-de-refugiados-venezolanos
(7)    http://albaciudad.org/2018/09/moncada-denuncia-amenazas-de-eeuu-contra-maduro-y-planes-guerreristas-entre-latinoamericanos-video/
(8)    https://www.laiguana.tv/articulos/329680-oea-venezuela-resolucion-grupo-de-lima/
(9)    http://www.ecuadortv.ec/noticias/actualidad/9/venezuela-intervencion-oea
(10)  https://es.panampost.com/sabrina-martin/2018/09/05/aumenta-presion-en-onu-consejo-de-seguridad-discutira-crisis-en-venezuela/?cn-reloaded=1
(11)  https://www.primicias24.com/primicias-nacionales/presidente-maduro-plan-vuelta-a-la-patria-garantiza-regreso-de-migrantes-venezolanos/
(12)  https://www.aporrea.org/economia/n331091.html

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