jueves, 16 de mayo de 2019

Empresarios o emprendedores (1ra parte)

Por Reinaldo Tamaris:

Hacia la Patria Socialista del siglo XXI  

La Venezuela del siglo XXI, presenta en la actual coyuntura política-social-económica-cultural, condiciones objetivas y subjetivas que posiblemente propicien cambios en sus estructuras que vayan de la mano con los cambios que en la estructura financiera-comercial internacional están gestando otros países potencia caso concreto el gigante asiático China, quien probablemente emerja como el nuevo hegemon en el comercio internacional.


Dentro de este contexto, es necesario aclarar que el desarrollo histórico económico, social, político y cultural que ha acaecido en Venezuela y posiblemente en sus vecinos de Suramérica, Centroamérica y el Caribe, no se corresponda  exactamente a la manera en como ocurrió y continua ocurriendo, en los países europeos, asiáticos, euroasiáticos y en Norteamérica. De ahí la necesidad de pensar desde “América Latina”, tal como lo plasmo el filósofo Juan José Bautista; premio Libertador al pensamiento crítico 2014, en donde advierte la necesidad de analizar la historia del continente americano bajo una nueva óptica, bajo unos nuevos parámetros y con una perspectiva totalmente propia, sin rasgos eurocentristas.

En consecuencia, existe una extensa literatura de autores (as) venezolanos (as) que han aportado mucho material y análisis al respecto, dando claras evidencias sobre la evolución del capitalismo en Venezuela y de cómo se conformaron las estructuras de poder, en los ámbitos políticos y económicos y las clases o sujetos que se mueven en esas estructuras. Intelectuales como Araujo. O, Ludovico Silva, Pérez Luzardo, Mieres. F, Quintero. R, Salvador de la Plaza, entre otros, a través de sus ensayos y trabajos de investigación, han aportado material suficiente para comprender que la evolución del Modo de Producción Capitalista en Venezuela tiene características propias y en consecuencia estructuras y actores complacientes a esas características, razón por la cual su desenvolvimiento o trasformación hacia otro modo de producción; de acuerdo a la teoría de Carlos Marx, tendrá un desarrollo propio y reciproco a su génesis.

Todo lo anterior, se puede subscribir en algunos trabajos elaborados por los autores antes descritos, pero muy particularmente en el ensayo “Venezuela violenta” del economista y filósofo Orlando Araujo, publicado en el año de 1968 pero que viene muy acorde a la coyuntura que actualmente atraviesa Venezuela. Este trabajo presenta una muy bien elaborada síntesis acerca del trayecto histórico venezolano, que va desde la colonia hasta nuestros días; siglo XX para el momento de su elaboración, en donde el autor presenta los problemas del sector agrario, industrial y petrolero presentes en el país e igualmente exhibe un análisis muy riguroso acerca de la “burguesía venezolana”. Expone Araujo:

“…Ya no se trata solamente del conflicto entre latifundistas y campesinos, ni del contraste entre la explotación extensiva feudal del campo y las formas avanzadas de la producción agrícola capitalista; sino de la oposición y conflicto de intereses entre la nación venezolana, dueña de recursos fabulosos en petróleo y minería, y la nación norteamericana, dueña mayoritaria de los grandes capitales que explotan aquellos recursos.” (1968, Pág. 119).

“…Y, finalmente, el gobierno no es otra cosa que el reflejo de los intereses dominantes, en otras palabras, es la expresión política del poder económico (sistema capitalista extranjero y oligarquía interna) y está dirigido por representantes de los sectores dominantes o, como en el caso presente, por una combinación contradictoria de tales representantes y elementos de la pequeña burguesía que ha dado la espalda a su compromiso con las clases populares.” (1968, Pág. 129)

Como puede apreciar el lector, este pequeño fragmento de dos citas del mencionado libro, se observa la vigencia del mismo. Por supuesto haciendo la salvedad que desde hace veinte años, el Gobierno, a diferencia de aquella época, es un Gobierno progresista, revolucionario, antiimperialista y con una ideología que propicia la construcción del socialismo y que busca gobernar para el pueblo.

Hecha la observación anterior, se puede establecer que posiblemente parte de la problemática en el ámbito económico, obedece en gran medida al cambio en las estructuras de poder político y económico que vienen generando las políticas implementadas por el Gobierno Revolucionario, en donde la redistribución de la riqueza se ha hecho más equitativa, privilegiando a los más necesitados (misiones sociales). Por otro lado, las políticas fiscales, cambiarias, monetarias y comerciales, apuntan hacia el fortalecimiento de los pequeños y medianos empresarios y hacia la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos y ciudadanas de Venezuela, situación que afecta los intereses de las grandes transnacionales asentadas en Venezuela desde hace décadas y al gremio de empresarios que han vivido del intercambio y la importación (renta petrolera).

Como resultado de todos estos esfuerzos del Gobierno Revolucionario, en los ámbitos político, social y cultural los cambios; objetivos y subjetivos, se observan claramente. A continuación se detallan algunos avances en esta materia; bajo aspectos objetivos y subjetivos, descritos en el Plan de la Patria 2019-2025:
  • “Haber ocupado el Pueblo, por primera vez en la historia, el poder político en Venezuela. 
  • Haber generado la primera Constitución aprobada popularmente en la historia del país, de profunda condición bolivariana, que asume la visión integral de la democracia plena en lo político, social, económico y cultural.
  • Haber liberado al país de analfabetismo.
  • Tener más de un tercio del país en el sistema educativo nacional, tres veces más que en el pasado, con un récord en este momento más de 10,5 millones de personas estudiando a nivel nacional.
  •  Restituir la gratuidad de los servicios públicos, así como el alcance y cobertura de los mismos. Solo en educación y salud la cobertura del sistema público es superior a 80%, rompiendo con la tendencia a la privatización neoliberal de los servicios.
  • Haber logrado que más de 4 millones de trabajadores del país tengan título de técnico superior o universitario.
  • Haber construido, en 18 años, más de 2 millones de viviendas, 43% más que el total de viviendas construidas en toda la IV República.
  • Haber pasado la inversión en relación con el ingreso de 39,1% en los últimos 18 años de la IV República a 74,1% en Revolución. Solo como ejemplos por sectores: se incrementó en 1.086% la inversión social en salud y en 3.125% la inversión social en seguridad social.
  • Elevar la cobertura de las personas en edad de pensión. Antes de la Revolución existían cerca de 350 mil pensionados, con una cobertura de 19,6% de las personas con edad para ello. En la actualidad, este valor supera los 3,5 millones de personas, alcanzando la cifra de 93,1% de cobertura.
  • Haber democratizado el acceso a la tecnología, con más de 5,3 millones de Canaima distribuidas a los niños y niñas del país.
  • Haber generado la primera plataforma de satélites del país, en telecomunicaciones y percepción remota.
  • El Coeficiente de Gini muestra las mejoras en la distribución de la riqueza. Este indicador mejoró significativamente, al pasar de 0,469 en 1999 a 0,381 en 2017.
  • En Venezuela existen hoy más de 10,5 millones de personas estudiando. Solo en el sector universitario se ha multiplicado por más de tres veces el número de estudiantes en relación con1998. Más de 75% de la educación nacional es pública y gratuita.
  • Mediante el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se atendió en 2017 un total de 4.176.193 niños y niñas.
  • Se han entregado 120 millones de textos escolares de la Colección Bicentenario, desarrollados por docentes investigadores venezolanos, que presentan al estudiante una visión integral de la historia, la realidad y los valores nacionales.
  • La esperanza de vida al nacer se incrementó a 75 años en 2017, mientras que en 1998 era de 72 años.
  • El porcentaje de hogares en pobreza extrema estructural, medida por necesidades Básicas insatisfechas (NBI), disminuyó a 4,4% en el año 2017, mientras que en el año 1998 era de 10,8%.
  • El incremento del acceso a servicios de recolección de aguas servidas subió a 84% en 2015, habiendo estado en 62% en 1998.
  • La atención de la salud ha implicado un nuevo paradigma con Barrio Adentro. No solo se ha tratado de la territorialización, sino, adicionalmente, del incremento de médicos y personal de la salud. El programa de Médicos Integrales Comunitarios (MIC) está duplicando, en 10 años, el total de médicos existentes en el país antes de la Revolución, contando además con el posgrado en Medicina más grande de América Latina.
  • Se ha logrado la certificación del territorio nacional como estados 100% de cobertura de Barrio Adentro, conformando adicionalmente equipos básicos de salud.
  • En el país, 82% de las escuelas son públicas, gratuitas y de calidad. En 2016 la tasa de escolaridad se incrementó, alcanzando 90% de matriculación para la educación inicial, 100% de matriculación para la educación primaria y 99% de matriculación en educación media.
  • En educación universitaria se están formando más de 2,6 millones de estudiantes en los niveles de pregrado y posgrado.
  • En total, más de 10,5 millones de personas –un tercio del país– están estudiando.
  • En medio de la guerra, con el esfuerzo del Gobierno revolucionario y los CLAP, se han creado los programas especiales de morrales gratuitos a todos los niños y niñas, así como un kit de útiles escolares requeridos para sus clases, compuesto por cuadernos, lápiz y borrador, entre otros.
  • Según datos de la Unesco, Venezuela es el quinto país del mundo y el segundo en América Latina en matrícula universitaria”.

 Ahora bien, es necesario para continuar y pasar a la idea principal de este primer vértice, que se tome en consideración que en la actualidad todos estos programas sociales se han visto disminuidos; tanto en su ejecución como en sus resultados, producto de la guerra económica impuesta por la potencia hegemónica de los EE.UU y sus aliados europeos y por supuesto la oligarquía venezolana, quienes se resisten a perder sus privilegios y beneficios económicos que tanto han disfrutado; muy particularmente, a lo largo del último medio siglo a expensas de los gobiernos de la IV república.
Sin embargo, hoy día el Gobierno Revolucionario a pesar de la baja en los ingresos petroleros; fuente de riqueza usada para llevar a cabo estas políticas, mantiene la inversión social y dentro de sus políticas propicia en su gestión el “hacer más con menos”.

No obstante, esta resistencia por parte de la clase económica dominante internacional y nacional, es probablemente la razón por la cual aún el cambio en la estructura económica no se haya presentado, a pesar de los esfuerzos de la dirigencia política que actualmente tiene el poder político en el país. Es claramente evidente que la estrategia llevada a cabo a través del Plan de la Patria 2013-2019 y ahora 2019-2015; solo por nombras estas dos últimas, y además de las políticas fiscales, cambiarias, monetarias y comerciales, no han sido suficientes para transformar las bases económicas de Venezuela, y transcender de un sistema económico rentista o economía de puerto a un sistema económico productivo de bienes y servicios, sustentados en la gran fortaleza del país como lo es, el ser  un gran productor de recursos mineros y energéticos, un gran productor de materia prima.

Finalmente, es necesario que los actores económicos, tal como lo establece la literatura clásica económica, asuma su responsabilidad en la situación que se presenta en el sector económico venezolano, como el gran actor que es. Ya como anteriormente se indicó, el problema económico, la falta de crecimiento económico y por ende del desarrollo del país, no tributa solo al Estado, como un actor del sistema económico, sino, también es un asunto que implica la intervención del empresariado venezolano y extranjero. Desde la visión de Carlos Marx, o como lo decía Ludovico Silva, desde la visión de los marxianos, se estaría ante la polémica de un cambio en la estructura de las relaciones sociales de producción, situación que posiblemente generaría; según esta teoría, un cambio en el modo de producción, o más claramente, se pasaría del sistema capitalista al sistema socialista de producción.

De ahí, la importancia en tener claridad en cuanto a que tipo de empresario realmente se necesita en el país, que tipo de empresario estará dispuesto a tomar las riendas económicas de Venezuela y junto al Gobierno y el pueblo procurar el crecimiento y desarrollo económico que tanta falta hace, para realmente mejorar la calidad de vida de la población. Venezuela amerita de un empresario que anteponga sus intereses antes lo de la Nación. ¿Sera posible? 

reytamaris@gmail.com

1 comentario:

  1. Buenas tardes.

    Complacido de la publicación. He realizado análisis con respecto al tema, uno de ellos. "Fabricación de medios de producción como instrumento de poder en la geopolítica" Ciertamente se requiere un salto exponencial al tema de la producción. Fabricar los medios para producir. desde lo mas primitivo: Machetes, picos, palas, escardillas, martillos, hachas. Hasta que construyamos un tractor, con un motor SIDOR, tratándose de la agricultura específicamente. Es transformar la materia prima en producto terminado, es competir en el mercado, es generar patentes y marcas, es hacer del emprendimiento el desarrollo de la invención que esta inmerso en la población, es buscar esas capacidades y entregar los recursos para que sean desarrollados, es la verdadera revolución del pensamiento y la idea, es la verdadera libertad del hombre. En fin es pulverizar la cultura del ensamblaje y la economía de puerto, importar, importar e importar. Carlosellis1@gmail.com

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