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miércoles, 18 de noviembre de 2020

¿Qué ha pasado con la guerra comercial de Estados Unidos contra China?

 Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:

En marzo del próximo año se cumplirán tres años desde que el presidente Donald Trump desatará la llamada “guerra económica” contra China. Los resultados están a la vista y no son halagadores para Estados Unidos. El fracaso del gobierno es ostensible.

Esta “guerra” que ha sobrepasado lo estrictamente comercial para adentrarse en un espectro más totalizante que incluye las áreas de desarrollo científico, militar y tecnológico, oculta en realidad el trasfondo político e ideológico que conlleva y que es expresión de un choque de modelos de sociedad de carácter antagónico.

Por otro lado, el análisis de los énfasis y las prioridades presupuestarias en Estados unidos y China son expresión de la orientación más general que le quiere dar cada país a su economía y en último término, de su proyección al futuro. En este sentido, mientras el gasto militar anual de China en 2019 fue de $178 mil millones, el de los Estados Unidos fue de $658 mil millones.

A comienzos de este año, se verificó una fuerte disputa en el Congreso de Estados Unidos para dirimir el proyecto de ley para el gasto del Departamento de Defensa en 2021 que pretendía ser reducido por un sector demócrata mientras que una alianza de otro grupo de demócratas con republicanos y liderada por estos últimos se proponía incrementar el gasto para “mantenerse competitivos” ante las aparentes amenazas de Rusia y China.

Al final, el 21 de julio, la Cámara de Representantes con mayoría demócrata aprobó su versión de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés) del año fiscal 2021, con un incremento en el gasto en defensa que pasó de $738 mil millones en 2020 a $740 mil millones para 2021. El Senado bajo control republicano apoyó la medida el 23 de julio. Como referencia, en 2019 Estados Unidos gastó más dinero en su ejército que los nueve países combinados que le siguen. Mientras eso ocurre, en el presupuesto general del país se produjo un drástico recorte del gasto social.

Por otro lado, mientras Estados Unidos se enfrenta a un rebrote de la pandemia de Covid-19 que se manifiesta en cifras récords de contagio, China camina en sentido inverso tras haber controlado al virus, lo cual le ha permitido tomar rápidas medidas para el restablecimiento del funcionamiento económico del país. En su informe “Perspectivas de la Economía Mundial” de octubre, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que la economía mundial se contraerá drásticamente en un 4,4% este año. Al mismo tiempo, estableció que la economía de China crecerá 1,9%, 0,9% por encima de su pronóstico de junio. A este respecto, el influyente periódico londinense The Times opinó que: “Después de relajar sus confinamientos durante el verano, los rivales occidentales están luchando para proteger sus economías de una segunda ola del virus. Sin embargo, China implementó un confinamiento severo y un sólido régimen de pruebas para contener el virus la primera vez”, agregando que no obstante que “su economía se contrajo a un ritmo récord a principios de año, la recuperación posterior aún no se ha visto amenazada”.

La centenaria publicación británica informó que los proyectos de infraestructura y las exportaciones contribuyeron al crecimiento económico del país. En este sentido, resalta el impulso otorgado por el Estado a la realización de nuevos proyectos de infraestructura como “carreteras y líneas de trenes de alta velocidad que han conducido a un fuerte repunte de la producción industrial”. Por otra parte, señala que las exportaciones han ampliado su espacio en el mercado mundial aprovechando que las restricciones globales por la pandemia han obstaculizado la producción y el transporte.

Sin embargo, en este contexto, China ha adoptado una serie de medidas para estimular aún más la economía y enfrentar los efectos de la guerra comercial y la pandemia. En primer lugar, además de haber aprobado una nueva normativa que comenzó a tener efecto  el 1° de enero de este año, a fin de regular de forma integrada las inversiones extranjeras, China está considerando un plan piloto de reforma para su programa de Sociedad Limitada Extranjera Cualificada (QFLP) para relajar aún más las reglas para la inversión extranjera, según lo afirmó el pasado 23 de octubre  el  subjefe de la Administración Estatal de Divisas (SAFE).

En fecha más reciente, se ha aprobado la política de "doble circulación” como nueva estrategia económica que marca un giro casi total de la economía china y que tendrá importantes efectos en la economía mundial.

A través de esta política, el país –sin cerrarse a las inversiones occidentales o renunciar a las exportaciones- ha decidido poner el énfasis de manera integral (producción, distribución y consumo) en su mercado interno con el objetivo de reducir su dependencia de la tecnología y de los mercados financieros exteriores.

Al mismo tiempo, China incrementará las importaciones y dejará de buscar un superávit alto, para balancear el comercio exterior mientras aplica esta nueva estrategia de desarrollo, en la que –como se dijo antes- tendrá más peso el consumo doméstico, según afirmó Huang Qifan, vicepresidente del Comité de Asuntos Económicos y Financieros de la Asamblea Popular Nacional de China. De esta manera, China se propone acelerar las negociaciones y promover el uso del yuan en transacciones globales. A juicio de este funcionario: “…la meta de convertirse en un Estado autosuficiente en materia tecnológica será beneficiosa para estimular la innovación nacional y fortalecer al mismo tiempo la cooperación en ese terreno con otras naciones del mundo”. Según estimados oficiales, el país asiático podría importar al menos 22 billones de dólares en la próxima década, porque necesita satisfacer las crecientes demandas de una clase media compuesta por al menos 400 millones de individuos, que además está creciendo.

Por otra parte, el anuncio estadounidense de desacoplamiento de China no parece viable porque los beneficios mutuos de economías interconectadas son mucho mayores que las diferencias. En este sentido, se podría argumentar que Estados Unidos necesitará a China más que nunca en la era posterior al COVID-19 toda vez que su economía en crisis, que se espera que se contraiga en más del 5% en 2020, requerirá un reinicio en la relación entre China y Estados Unidos si éste espera lograr un crecimiento positivo en 2021 y más allá. Así mismo, China tendrá una mayor incidencia en la economía estadounidense toda vez que si se cumplen las predicciones del FMI, el gigante asiático crecerá 8,2% en 2021.

En un marco más amplio, la semana pasada se hizo público el lanzamiento de La Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) que agrupa a los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) así como a Australia China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda. India se retiró de las conversaciones en noviembre del año pasado, pero los firmantes han dejado la puerta abierta en caso de que decida unirse.  La RCEP significa el 30 % de la economía mundial y el 30 % de la población llegando a alrededor de 2.200 millones de consumidores, convirtiéndose en  el mayor tratado de libre comercio del mundo, un bloque con China a la cabeza, que deja fuera a Estados Unidos aunque incorpora a algunos de sus principales aliados de Asia y Oceanía

Este acuerdo entre países asiáticos y oceánicos podría poner en una posición de desventaja a las empresas estadounidenses que se encuentran fuera de esta zona de libre comercio, en especial tras la salida del país norteamericano del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) decidida  por el presidente Trump en 2017. De la misma manera, hay que resaltar la trascendencia resultante del hecho de que potencias rivales de estas dos regiones, además de otros países de la ASEAN que tienen conflictos políticos y de delimitación fronteriza con China participen en un mismo acuerdo de libre comercio. Hay que valorar que es la primera vez que China y Japón alcanzan un acuerdo bilateral de reducción arancelaria.

En el plano político interno, China ha avanzado hacia la institucionalización de estas medidas tras la realización entre los días 26 y 29 de octubre del el 5to. Pleno del XIX Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).

El pleno realizó una evaluación del quinquenio que concluye (2015-2020) destacando entre las principales metas logradas que el próximo año -tal como se lo propusieron- el pueblo chino podrá considerar que ha conseguido construir una “sociedad modestamente acomodada”. En el período, 55.75 millones de ciudadanos salieron de la pobreza, eliminando ese flagelo del país. Este año, el PIB del país alcanzó aproximadamente 16 billones de dólares. Así mismo, fueron creados 60 millones de nuevos puestos de trabajo y la producción anual de cereales va a cerrar en 650 millones de toneladas. De la misma manera es de resaltar que hoy, 1.3 mil millones de ciudadanos tienen acceso al seguro médico básico y mil millones al seguro básico de pensiones.

El nuevo Plan Quinquenal (2021-2025) se plantea el objetivo de reducir la dependencia del comercio exterior y aumentar el consumo interno para lograr una mayor autonomía de la coyuntura externa previéndose una tasa de crecimiento inferior al actual período. Hay que mirar estas cifras en perspectiva estratégica, el PIB per cápita de China era de 128 dólares en 1978, este año cerrará en alrededor de 10.400, dólares y se proponen llegar a un poco más de 20.000 dólares en 2035.

Finalmente, si intentamos comparar las dos mayores economías del mundo deberíamos considerar que -como afirman los analistas económicos Max Keiser y Stacy Herbert- estamos asistiendo al inevitable “hundimiento geopolítico" de Estados Unidos en favor de China ya que "todos los imperios acaban así", por sus "propias decisiones erróneas".

 Al citar medios especializados Herbert señala que a raíz de los estímulos económicos que el gobierno estadounidense ha entregado a sus ciudadanos por la pandemia del coronavirus, "se han disparado" los envíos de productos de China a Estados Unidos con lo cual el gigante asiático "va a salir beneficiado" de esta crisis ya que el volumen de mercancías que envía al país norteamericano "se sitúa en niveles récord, lo cual hará que la balanza comercial se desequilibre aún más”, generando un efecto contrario al que se proponía el presidente Trump al imponer las sanciones y elevar los aranceles.

Herbert recuerda que: "Antes de la pandemia, China y Estados Unidos mantenían una relación de simbiosis en la que la primera aportaba los puestos de trabajo y la capacidad productiva, mientras que el segundo los consumidores y el crédito, lo cual hacía que ambos salieran beneficiados. Pero ahora, Pekín ha decidido romper con Washington, al que no cree ya necesitar para hacerse con el dominio económico del planeta".

miércoles, 12 de agosto de 2020

Uribe un preso de excepción en el reino del Ubérrimo




Por Manuel Humberto Restrepo Domínguez:

El expresidente Uribe, fundo al partido Centro Democrático el 20 de enero de 2013, como resultado de la confluencia de “disidentes” liberales, conservadores y otros seguidores y adherentes personales desconocidos forjados como alcalde de Medellín (designado por Belisario Betancourt), gobernador liberal de Antioquia y presidente reelegido.


El partido se identifica como de centro derecha, aunque sus prácticas demostradas son de extrema derecha, con un brazo político de militancia férrea y sectaria compuesto por un entorno de congresistas que integra intereses de sectores económicos, ganaderos, terratenientes y otras expresiones regionales y apoyo de estructuras de tipo militar-paramilitar, según las confesiones de paramilitares y narcotraficantes, que identifican a militares activos y retirados en calidad de asesores, comandantes o en ejercicio de operaciones de intimidación o bloqueo a investigaciones especialmente en casos de corrupción, espionaje político, elaboración de listas y configuración de enemigos (rfi.fr; Masacres del Aro, san Roque y la Granja, testimonios de ex paramilitares contra Uribe Vélez, telesur.net; Fantasma del paramilitarismo ronda a Uribe Vélez, semana.com; Los militares el último bastión del C.D, Las2orillas.com; verdadabierta.com, otros).

El partido C.D existe mientras haya “Lealtad a Uribe” con la lógica probada de “Lealtad al Furher”, lo demás es adjetivo. La unidad no es con un partido o un programa de poder, es en torno al hombre, al líder, a Uribe. El C.D se sostiene en los tres pilares esenciales de la Seguridad Democrática, guiada por el todo vale, que sobrepone una idea de patria a los derechos de las personas y de la sociedad misma, que subordina la acción humana a la militarización de la vida, y hace primar la guerra sobre la paz; La confianza inversionista centrada en la defensa del capital de empresarios y grandes inversionistas y; La cohesión social, que descansa en el llamado estado de opinión, que coloca a la sociedad como subalterna del estado y la mantiene sometida al interés propio del gobierno. El partido refuerza su identidad con la silueta del cuerpo de Uribe entre colores celeste, amarillo y rojo. 

 Sobre la negación del conflicto armado y la estigmatización de la lucha social, el C.D creó a su enemigo (insurgencia) y junta odios y desesperanzas para mantener su inmodificable oposición a toda negociación política, por doctrina retrasan y entorpecen cualquier esfuerzo de paz o consolidación de los acuerdos pactados. El odio en un país de violencias incontrolables ha creado para desgracia común una polarización que difícilmente va a desaparecer en varias décadas, porque sus seguidores no están dispuestos a aceptar nunca jamás que su líder se equivoca, falla o delinque. Así ocurrió con Franco y Hitler de quienes a sus muertes sus seguidores guardaron sus fetiches, se reacomodaron y no cesaron de urdir entre sombras hasta alcanzar pactos del olvido, con amnistía para todos y afirmación de leyes de olvido, que les permitieron luego volver otra vez a tratar de repetir esa historia, en eso están. 

El C.D hace esfuerzos de todo tipo por crear una cultura de negación y olvido, para que los jóvenes nunca sepan lo que ocurrió guiados por su líder, las familias que vivieron el horror no lo cuenten y los colegios y universidades no lo enseñen. Así lo indica su desprecio por el Centro de Memoria, la Comisión de la Verdad, la JEP, los libros e investigaciones y los intelectuales. Así lo expresan con su clamor las victimas que están siendo obligadas a silenciarse, esconder su dolor y sus heridas. Se impide que la verdad florezca, sea un bien público y al odio y la venganza las supere la justicia. 

Lo que acaba de ocurrir con el líder, no es un triunfo judicial de la corte, es un primer destello de justicia, leve, pero significativo, no es un momento para verter triunfalismos ni victorias, pero sí para tener presente que no es tiempo de olvidar el horror ni de pasar la página, si no de buscar justicia. Hasta ahora nadie ha juzgado al líder por uno solo de los señalamientos de innumerables crímenes cometidos con su arbitrio, determinación, apoyo, connivencia o directriz. La actual detención se ejecuta en su domicilio del Ubérrimo, una finca de más de 1230 hectáreas, convertida hace varias décadas en una especie del “Berghof” del Furher, que servía de segunda casa gubernamental. El Uberrimo es casa y refugio, lugar de descanso y residencia, en la que Uribe ha exhibido sus dotes de caballista y estratega, ante ilustres dignatarios, políticos y empresarios decididores de la real politik, allí se han configurado los mapas de poder.

Es deducible que allì está el “Centro del Reino”, donde puede dejar de ser el “líder” y convertirse en Álvaro. Conforme al derecho penal allì pagará el castigo de la pérdida de su libertad, de manera “preventiva y excepcional”, por lo que ha hecho, por su equivoca conducta social y no por lo que es o piensa. La sentencia solo aduce a los delitos de fraude procesal y soborno a testigos. El origen de la investigación ni siquiera vino de denuncia en su contra, si no que resultó de la reorientación hecha a una denuncia interpuesta por el mismo Uribe en febrero de 2012, que lo incriminó en febrero de 2018. La sentencia proferida es una pieza procesal impecable, que en 1554 folios desnuda al detalle cada uno de los componentes del delito cometido por Uribe como determinador, sin dejar duda ni fisura, que permita invocar racionalmente sesgo alguno. 

La providencia no lo ha asociado a los crímenes contra la humanidad, de los que ha sido ampliamente denunciado, como masacres, asesinatos selectivos, ejecuciones extrajudiciales o espionaje, por los que miles de víctimas que han denunciado esperan una justicia que persiga en todo tiempo y lugar cada delito, porque más allá de la ofensa a sus adversarios, son una ofensa contra la humanidad, por lo que no podrán caer en el olvido y al contrario animar a desvelar el pasado, recordar la tragedia, hacer memoria, decir la verdad e imponer castigo a los responsables para sanar heridas.  

Por los delitos de lesa humanidad, no se ha juzgado a Uribe, las denuncias están ahí, no prescriben, no pueden ser tapadas, ni justicia alguna negarse a investigar. Por tales delitos nadie ha “tocado” a Uribe, ni a su entorno todopoderoso, arrogante y retador, que opacó el día destinado a recordar la libertad ganada en el puente de Boyacá y la gesta del ejército de Bolívar, con manifestaciones prohibidas por pandemia, himnos, banderas, odios y cláxones, pedían la libertad del líder, siempre dispuesto a trazar el camino y definir con su palabra el destino de lo que se debe olvidar o recordar. 

mrestrepo33@hotmail.com

miércoles, 10 de junio de 2020

Las catástrofes y los cambios profundos. El nuevo orden mundial. (Parte I)



 Por Rubén Alexis Hernández:
A lo largo de la historia diversas catástrofes de todo tipo, con o sin intervención humana, generaron sin duda algunos cambios en el ámbito social, demográfico, sanitario, político, económico, religioso, militar, científico y pare de contar de todas las entidades político-territoriales que los padecieron. En ocasiones las catástrofes o crisis fueron de tal magnitud, que constituyeron puntos de inflexión o coyunturas para la ocurrencia de cambios estructurales, tal como en los casos, por ejemplo, de las pandemias de ‘peste negra’ en la Europa del Siglo XIV y de  ‘gripe española’ en Europa, América, Asia y África en la segunda década del siglo XX; de la epidemia de viruela en territorio incaico en el siglo XVI; de los terremotos de Venezuela en 1812 (estudios recientes refieren que hubo más de un terremoto con epicentros diferentes el 26 de marzo de ese año); y de múltiples emergencias económicas y hambrunas derivadas de guerras y grandes transformaciones medioambientales de corto y mediano plazo, antrópicas o no.
En la actualidad somos testigos de la famosa pandemia por COVID-19, de muy probable responsabilidad humana, y del cambio climático global, que ya tiene unos cuantos años amenazando a la existencia misma del Homo Sapiens. Las consecuencias negativas de estas crisis, de origen natural, pero con intervención del hombre, perversa por decir lo menos, no se han hecho esperar para la casi totalidad de la población mundial, y serán peores en los años venideros. Un brutal desempleo, una pobreza y miseria mayores, y hambre y desnutrición quizá sin precedentes están a la vuelta de la esquina, lamentable realidad de un nuevo orden mundial corporocrático-totalitario en construcción, mal llamado globalización, en el que la minoría a la cabeza de las transnacionales va acumulando cada vez más dinero a pesar del “terremoto” capitalista prolongado, es especial la élite financiera, en gran parte improductiva-parasitaria.

Minoría que, aunque cueste creer, han recibido todo el apoyo de los Estados y de los principales bancos centrales en plena recesión económica, que en realidad prefieren estimular al gran capital que ayudar a pequeñas y a medianas empresas, y al ciudadano común, asalariado y desempleado. Tristemente así funciona la lógica capitalista, según la cual los grandes empresarios son imprescindibles para el funcionamiento regular de la economía mundial, y en este sentido los ricos se benefician de cualquier situación, sin importar lo terrible y catastrófico que sea para la casi totalidad de la humanidad.

 Dicho nuevo orden o imperialismo mundial se caracteriza por el liderazgo cada vez más evidente de ciertas corporaciones transnacionales con matriz en un puñado de potencias, que por cierto ahorita mismo están en dura pugna por la hegemonía en el orbe, que incluso podría derivar en una guerra convencional mundial, con países como China, Rusia y Estados Unidos a la cabeza. Estamos en el tiempo de la corporocracia, o Gobierno de las corporaciones, totalitario por naturaleza en cuanto a que no es democrático, sometiendo a la totalidad de la sociedad y al Estado a los altos intereses económicos. 

Y es de carácter supranacional, global, con la tendencia a la expansión y unificación de amplios mercados y a la supremacía de organismos internacionales en todo ámbito sobre la institucionalidad de los países; más aún, con toda seguridad se irá desmembrando la casi totalidad de las naciones, dando paso a nuevas realidades político-territoriales, más favorables para los intereses mega capitalistas, en parte por la eliminación progresiva de trabas burocráticas. Para el gran capital no importan los intereses nacionales ni mucho menos la soberanía, y con el nuevo orden mundial criminal en vías de consolidación el poder de la minoría adinerada estará más que nunca por encima de cualquier realidad geopolítica y marco legal, sin fronteras ni límites que le estorben. Ya alianzas como la Unión Europea y otras en el globo han dado pasos enormes en este contexto.
ruhergeohist@yahoo.com



sábado, 30 de mayo de 2020

El lado más oscuro de las sanciones



Por Jesús A. Rondón:
Esta discusión para que sea saludable, debemos comenzarla cuestionando la idea socialmente instalada de sanciones, de manera que permita de identificar lo que en realidad son y su propósito real. 

I) En el marco del derecho contemporáneo de occidente, hablar de sanciones implica afirmar del posible resultado de un proceso en el sistema de justicia, el cual debe garantizar una serie de derechos para quienes son imputados. En el campo político nada más alejado de este axioma. Lo que socialmente se ha venido entendiendo como sanciones son en realidad medidas coercitivas unilaterales de un Estado contra otro Estado, que incluye sus instituciones, las personas que lo representan y empresas estratégicas bajo su control o que operan en su territorio, de las cuales se sospecha una relación con este o con una determinada política que desarrolle.


Estas medidas son por naturaleza arbitrarias y discrecionales, adecuándose a una orientación –política- diseñada por quien dirige el Estado, digamos emisor; y que solo son posibles gracias a que este asume que tiene una posición de ventaja en alguno o varios campos, como el geopolítico, económico, militar o político.
 
La motivación para imponer medidas coercitivas unilaterales son variadas, pero en los últimas décadas estas han sido implementadas cuando el Estado que las promueve, cuenta con pocos apoyos de otros Estados y su capacidad para influenciarlos es baja o supone altos costos, en función de sus objetivos. También se utiliza cuando las posibilidades de oposición -política, económica o social- en el terreno son limitadas, en relación al actor político que gobierna parte o la totalidad del Estado agredido; bien sea por sus propias capacidades o las del contexto donde opera.

La implementación de medidas coercitivas unilaterales busca –entre otros fines- criminalizar al oponente político y por ello es complementada con una narrativa política, que es masificada por las empresas de comunicación, que obviamente tienen que estar bajo la influencia del Estado emisor. En síntesis, son medidas políticas, que pueden tener un sustento legal en el territorio Estado que las promueve, pero en el derecho internacional carecen del mismo, pues violan un principio vital: la soberanía nacional de los pueblos.

El propósito fundamental de las medidas coercitivas unilaterales es afectar la gobernabilidad de un actor político en un sistema social determinado, por lo cual son variadas, encontramos las políticas y las económicas, que contemplan las financieras y las comerciales. En general se van implementando de manera escalada, hasta el bloqueo como forma superior.

En efecto las medidas coercitivas unilaterales afectan la gobernabilidad, pues limitan las capacidades de relación de los Estados de los países que son objeto de ellas, quienes en concreto ven disminuidos los ingresos y con ello la disminución de las condiciones de vida de la población en general, que se constituye en el gran afectado en todos los escenarios.

II) En el caso venezolano las medidas coercitivas unilaterales vienen siendo impulsadas fundamentalmente por el gobierno de los Estados Unidos de América, secundado por la Unión Europea y Canadá. De manera marginal encontramos a los ejecutivos gubernamentales de los países que conforman el “Grupo de Lima” (Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Chile). El gobierno estadounidense ha implementado estas medidas desde 2006, según Manuel Sutherland (2020:17), y de acuerdo a Oscar Shemel ya sumas más de 300 acciones, las cuales han evolucionado de políticas, a financieras y ahora a comerciales, sin excluir las acciones diplomáticas de intervención en asuntos nacionales.

Estas medidas son repudiadas por la población venezolana, de hecho, la empresa encuestadora Hinterlaces ha revelado que el 81 % de las venezolanas y los venezolanos rechaza los que socialmente, se entiende por sanciones, que como se insiste, debe denominarse como medidas coercitivas unilaterales. Mientras una parte de la oposición venezolana al chavismo reitera la necesidad de que continúen, lo que evidencia de manera expresa, su incapacidad de avanzar políticamente con sus propias capacidades, además de su desconexión con la percepción generalizada de la población.

A nivel global muchas empresas de comunicación, forman parte del aparato propagandístico al servicio de esta política de agresión contra Venezuela, logrando construir un relato que criminaliza al gobierno bolivariano, y dentro de él, una justificación para desarrollarlas. Para contrarrestar esta situación la Cancillería del gobierno bolivariano de Venezuela ha sostenido estrategia de denuncia en todos los foros mundiales, sobre las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales, exponiendo desde los costos en ingresos, hasta las consecuencias en la vida de las personas.

Unos de los aspectos en debate, es la magnitud del impacto de las medidas coercitivas unilaterales. Quienes las emiten reducen su letalidad, relativizan el impacto en quienes son afectados (el gobierno bolivariano, sus representantes y las empresas con las que tienen relaciones comerciales) e invisilizan los costes sociales. Quienes son objetos de ellas, tienden discursivamente a sobredimensionar los efectos y usarlos como justificación para muchos otros problemas. En síntesis, es otro aspecto en el debate político, veamos algunos datos.

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celad) emitió un informe que calcula el costo económico para Venezuela de las medidas coercitivas unilaterales entre 2013 y 2017, estimando que alcanza los 350.000.000.000 de dólares americanos o el equivalente a año y medio del producto interno bruto aproximadamente.

En términos sociales según el experto independiente en derechos humanos, Alfred de Zaya “Se puede decir que a la fecha más de 100 mil venezolanos han fallecidos producto de las medidas coercitivas unilaterales, decenas de miles de venezolanos han fallecido por no tener acceso a las medicinas".
Manuel Sutherland, en un informe realiza para Provea, que titula “Impacto y naturaleza real de las sanciones económicas impuestas a Venezuela”, minimiza las consecuencias de las acciones de los Estados Unidos de América y concluye que ya la crisis económica estaba gestada y que el impacto de las mismas solo la agrava. 

El ejecutivo venezolano, representado por el Canciller Jorge Arreaza; recientemente ha acudido a la Corte Penal Internacional y ha presentado una querella contra el ejecutivo de los Estados Unidos de América. Igualmente se promueve en Venezuela desde hace poco se desarrolla la campaña “Las sanciones son un crimen”, con el fin de proponer un relato alterno al dominante, sobre este asunto.

Las consecuencias de las medidas coercitivas unilaterales implementadas fundamentalmente por los Estados Unidos de América contra Venezuela, son terribles, pues se expresan cotidianamente en las vidas de las personas; pero no son las únicas. Afirmar lo anterior no desconoce los errores de gobierno bolivariano en el manejo de la crisis, desde una perspectiva histórica, lo cual no exime de responsabilidad al Estado agresor.

III) Hay un lado más oscuro de las medidas coercitivas unilaterales y este es, la existencia de todo un entramado en el sistema financiero internacional, que con cierta permisibilidad de quienes las promueven; está dispuesto a sortear las dificultades para realizar operaciones comerciales, a cambio de comisiones, que en condiciones normales sería imposible de pagar.

Las medidas coercitivas unilaterales son el escenario propicio para que la proliferación de empresas buitre se conviertan en los operadores por excelencia. La consecuencia práctica es, que el bien que el país puede vender por un dólar, por ejemplo; debe rematarlo y acceder a una fracción del valor de mercado y con esta debe ir a comprar lo que necesita y por el contrario debe pagar un alto precio. En decir, la pérdida neta es increíble. No se cuestiona esta práctica, ni las entidades que se lucran con ellas. Esto nos revela otra dimensión de esta agresión contra nuestro pueblo, en forma de robo de nuestras riquezas.
En este escenario la labor de contraloría se hace más difícil, pues muchas operaciones se asumen con discrecionalidad y muchas veces al margen de sistema institucional, ya revelar sus detalles permite al Estado emisor afinar las medidas coercitivas que implementa.

Sobre este último elemento podemos referir los acuerdos con el gobierno iraní para adquirir combustibles, así como refacciones para las refinerías y aditivos para la fabricación en Venezuela. Se mantuvieron en secreto y una vez hechos públicos, el gobierno de los Estados Unidos de América comenzó a proferir amenazas a la operación. ¿Cuánto costó la operación? , ¿Cómo se pagó? Y otras preguntas, no tienen, ni tendrán respuesta.

Asimismo, apunto que en los últimos meses se ha hecho público que hay empresas que están implementando acuerdos que buscan cambiar petróleo por alimentos, frente a las limitaciones que tiene el ejecutivo venezolano para comercializar su recurso fundamental. Por ahora no hay confirmación oficial de voceros del gobierno bolivariano.

De estarse dando esta práctica, es conveniente apuntar que incluso programas como “Petróleo por alimentos”, que se ofertan como medidas “humanitarias”, terminan sucumbiendo a esta macabra lógica, como ocurrió en Irak, en el año 2003, que solo fue posible conocer gracias a las denuncias del ahora reportero y escritor Michael Soussan.
@JesusRondonVen
jesusalbertorondon@gmail.com

viernes, 22 de mayo de 2020

Nuevo plan mercenario contra nuestro país se prepara en Colombia



Por   Iván Oliver Rugeles:

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, denunció este jueves que en Colombia se han conformado nuevos grupos mercenarios para atentar contra la paz de la República.

Desde el Salón Ayacucho del Círculo Militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, ubicado en el Paseo Los Próceres de Caracas, el Jefe de Estado, aseguró que aunque los sicarios de la política que pretendían ejecutar magnicidio, asesinatos selectivos y derogar la Constitución Bolivariana, fueron derrotados política, moral, espiritual, militar, policial y jurídicamente por el pueblo, no descarta que continúen en su empeño de querer desestabilizar al país con acciones violentas.


“Nuevos grupos mercenarios se están conformado en Colombia. Tenemos los datos, nombres, apellidos, tenemos los lugares donde están, quiénes lo conforman, quiénes los protegen y todo apunta a Iván Duque otra vez”, denunció.

Aseguró que en los próximos días se revelarán los datos de este nuevo intento de agresión contra la Patria. “Pequeños grupos de sicarios, terroristas y mercenarios ya están conformados a esta hora”, puntualizó

Hagamos Memoria

Es importante que recordemos que la Agencia Reuters reveló el pasado año, poco antes del intento de golpe del 30 abril del pasado año de 2019, luego de obtener información de cuatro fuentes, según lo resaltó esa Agencia, que durante el mes de mayo, el dueño de la empresa de mercenarios Blakckwaters, la que fue contratada durante el gobierno de George W. Bush para adelantar las operaciones militares de agresión a Afganistán e Iraq, Erik Prince, propuso un plan para derrocar al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mediante una fuerza militar compuesta por unos 5.000 mercenarios contratados en Colombia y otras naciones latinoamericanas, por lo que -decimos nosotros- que nada de extraño resultaría que para estos nuevos planes mercenarios, sea ésta la empresa que asuma el compromiso de reeditar otro intento de profanar nuestro suelo Patrio, pero desde ya les auguramos, si se atreven a dar ese paso, que de nuevo la  la indestructible Unión Cívico Militar Bolivariana y Chavista, les propinará otra aplastante derrota...

Decía Reuters sobre esa información que recibió de fuentes que no identificó, que Erik Prince fue el “fundador de la controvertida firma de seguridad privada Blackwater y un destacado partidario del presidente estadounidense Donald Trump, que ha estado impulsando un plan para desplegar un ejército privado para ayudar a derrocar al presidente socialista de Venezuela.” 

Agregaba la Agencia de Noticias que, durante los últimos meses, le confiaron las fuentes, “Prince ha buscado inversiones y apoyo político para tal operación de los partidarios influyentes de Trump y los ricos exiliados venezolanos. En reuniones privadas en Estados Unidos y Europa, Prince esbozó un plan para desplegar hasta 5.000 soldados a sueldo en nombre del líder opositor venezolano Juan Guaidó.”

Una de las fuentes, reseñaba Reuters, le informó que Prince había realizado reuniones sobre el tema tan recientemente como a mediados de abril y añadió que consultado el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Garrett Marquis, éste declinó hacer comentarios cuando se le preguntó si Prince había propuesto su plan al gobierno y si sería considerado. Una persona familiarizada con el pensamiento de la administración Trump le dijo a la Agencia que la Casa Blanca no apoyaría dicho plan.

Consultados voceros de la oposición venezolana, añadía Reuters, concretamente con el portavoz de Juan Guaidó, Edward Rodríguez (su Jefe de Prensa), éste aseguró no han discutido las operaciones de seguridad con Prince y se negó a responder otras preguntas adicionales sobre el tema.

Seguía informando Reuters, que algunos expertos en seguridad, estadounidenses y venezolanos, informados sobre el plan de Erik Prince, lo consideraron políticamente exagerado y potencialmente peligroso porque podría desencadenar una guerra civil. Un exiliado venezolano cercano a la oposición, a quien no identificó, estuvo de acuerdo, pero dijo que los contratistas privados podrían resultar útiles, en caso de que el gobierno de Maduro se derrumbe, al proporcionar seguridad para una nueva administración después.

Añadía Reuters que el director de la firma Frontier Resource Group, Lital Leshem, vinculada a la empresa Blackwater, confirmó el interés de Prince en las operaciones de seguridad de Venezuela, "Él tiene una solución para Venezuela, así como tiene una solución para muchos otros lugares", dijo, y no quiso abundar en detalles sobre su propuesta.

Esas dos fuentes, concluía la Agencia de Noticias, “con conocimiento directo del discurso de Prince también dijeron que él sostiene que requiere comenzar con operaciones de inteligencia y luego desplegar de 4.000 a 5.000 soldados a sueldo de Colombia y otras naciones latinoamericanas para llevar a cabo operaciones de combate y estabilización.”

Con la fallida operación terrorista y mercenaria del tres de mayo pasado, se hizo evidente que la oposición rastrera y su mandante Trump, descartaron en aquella ocasión la propuesta de BlackWater, quizás -como se ha venido murmurando- porque presupuestó por sus servicios una cantidad mucho mayor a los honorarios que Juan Guaidó acordó con la firma de Jordan Goudreau, la Compañía Silvercorp.

De manera que, reiteramos, es muy posible que, para estos nuevos planes, el presidente Trump, ante el fracaso de la Operación Gedeón, le haya ordenado a su títere Guaidó, finiquitar acuerdos con la empresa Blackwater, para estos nuevos intentos de acabar con el Chavismo, que ha denunciado nuestro presidente Maduro.               


Entérese aquí lo que hace esta empresa de mercenarios gringa:

EEUU. Blackwater, el ejército del terror del Pentágono
http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/01/22/eeuu-blackwater-el-ejercito-del-terror-del-pentagono/
rioliverr@gmail.com

sábado, 21 de marzo de 2020

“Tejer vínculos entre nosotras es lo más potente que tiene la revolución”

Por Leandro Albani:

La revolución en el Kurdistán sirio sigue su curso, pese a los ataques militares de Turquía. Una internacionalista catalana relata en primera persona su experiencia.

Cuando llegó a Rojava, eligió el nombre de Aurora Picornell, la costurera y reconocida militante del Partido Comunista de España (PCE), oriunda de Palma de Mallorca, fusilada por los falangistas en octubre de 1937. Con ese nombre-homenaje, que prefiere elegir a la hora de contar su experiencia junto a los pueblos del norte y el este de Siria, el relato de esta joven catalana que se encuentra desde hace meses en Rojava se expande por temas, reflexiones, vivencias y sentimientos como si fuera un mar calmo y profundo. Pese a la invasión militar que, por estos días, encabeza Turquía contra el territorio controlado por la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), Aurora cuenta su historia eligiendo palabras que recoge de la profundidad de ese mar de experiencias que crece desde hace más de ocho años y se conoce como la Revolución de Rojava.


Imagen: Inauguración de una Casa de las Mujeres en Rojava / Aurora Picornell
Hasta hace poco en la ciudad de Kobane –conocida mundialmente por haber resistido durante más de dos meses los ataques del Estado Islámico (ISIS o Daesh) en 2015-, Aurora habla sobre las transformaciones que viven los y las internacionalistas que llegan a Rojava para sumarse a un proceso revolucionario novedoso para Medio Oriente, pero, al mismo tiempo, jaqueado por diferentes poderes de la región. Sus reflexiones, algunas de las cuales se pueden leer en El Salto Diario, navegan por la autonomía de las mujeres, su autodefensa –a través de las Unidades de Protección de las Mujeres (YPJ)-, la construcción de una educación liberadora, los desafíos de la solidaridad internacional en medio de una guerra cruenta y un futuro cargado de esperanzas y luchas. Las palabras de Aurora ahora navegan sobre las olas de la revolución.

Conocer y llegar
Milito desde hace años en un movimiento comunista que lucha por el socialismo, el feminismo y la liberación de los países catalanes. A partir de ahí, conocí la lucha del movimiento kurdo, especialmente, desde los debates y el trabajo tanto ideológico como práctico para la liberación de la mujer. Empezamos a leer perspectivas que se planteaban desde el Movimiento de Mujeres de Kurdistán y comencé a conocer la cuestión kurda. Como a mucha gente nos pasó, después de la resistencia y la batalla en Kobane contra ISIS, fue que empecé a investigar, a leer más y a interesarme por el tema de la liberación del pueblo kurdo, poniendo el foco en cómo se planteaba la lucha de liberación de las mujeres tanto a nivel ideológico como práctico. Quería ver cómo se estaba desarrollando y empezar a conocer la revolución de Rojava, que es conocida como la revolución de las mujeres. Para muchas mujeres, fue una gran dosis de esperanza y motivación al observar lo que estaban haciendo las mujeres aquí. Eso fue lo que, poco a poco, me llevó a interesarme y a conocer más la lucha del pueblo kurdo. Y eso, finalmente, me trajo a Rojava.

Imagen: Movilización de mujeres en Rojava / Aurora PicornellAl llegar a Rojava, a muchas personas nos sorprende su cultura de la hospitalidad. Nos sorprende que seamos tan bien recibidas, que se abran tantas puertas, que se ofrezca cobijo, comida y lo poco que tienen. Y ver cómo te reciben, como una compañera, como una persona. A veces, nos pasa, en otros contextos en Occidente, que vamos dejándonos de tratar como personas y desconfiamos las unas de las otras, y, entonces, juzgamos. Pero aquí te encuentras con lo opuestos: te reciben con los brazos abiertos, con confianza y tratándote como una compañera más. En ese sentido, la relación con la población siempre ha sido una experiencia positiva, al ver cómo personas que están en el caos creado en Medio Oriente, con toda la guerra que viven desde hace tantos años -y con todo lo que eso supone, no solo en el impacto de la guerra a nivel económico, ecológico, etc.-, aun así, te reciben en su casa con una sonrisa, se ponen a hablar contigo mientras tomas té y con todas las buenas maneras que el liberalismo, de algún modo, nos intenta hacer perder en otras partes del mundo.

Ahora, estoy participando de la campaña #WomenDefendRojava, que desarrolla el Kongra Star y se inició un poco antes de la nueva invasión turca en octubre del año pasado. La campaña trata de organizar, activar e impulsar la solidaridad y el internacionalismo de todas las mujeres en el mundo, no solo para la defensa de Rojava, sino para construir una revolución de las mujeres. Es una campaña que se realiza desde los últimos meses y se articula por medio de comités, de grupos de mujeres que se reúnen para llevar adelante acciones, formaciones, explicaciones de la situación en Rojava, participación en manifestaciones en sus propios pueblos o ciudades. Es una campaña para juntarnos como mujeres y que cada una pueda actuar de manera local, pero pensando de manera global, pensando en las mujeres de Rojava y el mundo, que ahora mismo están resistiendo frente a la invasión de Turquía y sus aliados yihadistas. La campaña está presente en diferentes países y la intensión es seguir desarrollándola desde el norte y el este de Siria, y en todo el mundo. Que sea una manera de unirnos y vincularnos como mujeres, y defender la revolución. Los avances que aquí se han dado no solo son importantes para las mujeres de la región, sino que son un paso adelante para las mujeres de todo el mundo. Tanto por nuestra responsabilidad de internacionalistas, pero también para nuestra propia libertad como mujeres, vivamos donde vivamos, tengamos religión o no, y hablemos la lengua que hablemos, defender la revolución de Rojava es defender nuestra propia libertad.

Mujeres y liberación
En Rojava, las mujeres son el auténtico motor de la Revolución. Lo son desde el planteamiento más teórico, más ideológico, que se hace a la cuestión de la liberación de la mujer, como también en la práctica y en cómo se desarrolla. Se entiende que, sin la liberación de las mujeres, la liberación de la sociedad no es posible. Haciendo un repaso histórico, y cómo se materializa hoy en día, la opresión de la mujer, relegándonos a la casa, por fuera del espacio público, negándonos la independencia económica o siendo mano de obra barata o de reproducción gratuita, al final, es una herramienta que ha servido de base para la explotación de la sociedad entera, para romper la comunidad y para legitimar, de alguna manera, toda la explotación que se hace.

Es imposible plantear una liberación de la sociedad si no somos capaces de reconstruirnos y liberarnos como mujeres. No podemos ser libres como sociedad cuando la mitad de la población está oprimida. Como pueblos, no podemos ser libres si oprimimos a otros pueblos. No podemos ser libres si estamos oprimiendo a miembros de la sociedad. Aquí, se pone mucho en valor la figura de la mujer, precisamente, por su papel en la sociedad, por su papel en la gestión más comunitaria y en la reconstrucción de la vida. Se plantea la necesidad de romper con esta explotación y opresión contra las mujeres, y con esta mirada patriarcal que el mundo ha tenido a lo largo de su historia. La historia es una historia de explotación, de dominación, de conquistas de territorios, de asesinatos y genocidios. Todos estos valores fueron legitimados a través de la opresión de la mujer. Por eso, es necesario que rompamos con ellos si queremos realmente romper con la opresión del sistema.

Ahora mismo, y a lo largo de toda la historia, el sistema capitalista depende de las mujeres y de nuestro trabajo, pero no importa si nos asesinan a miles cada año. Para construir realmente una vida en libertad, es necesario que las mujeres seamos libres, si no, no será posible. Porque no podremos cambiar la mirada con la cual estamos construyendo el mundo y porque seguirá existiendo la mitad de la población mundial oprimida. Por lo tanto, desde ese punto, no podemos ser capaces de construir otro mundo.

Autonomía y autodefensa
Aquí, puedes ver cómo las mujeres son el motor de la Revolución, ya que son las más activas, las más ilusionadas, las más fuertes, no sólo en los espacios autónomos de mujeres, sino también en las estructuras y proyectos mixtos. Las mujeres son las que están ahí, tirando del carro, desarrollando los proyectos y haciéndolo con ganas y con la ilusión de aportar realmente el esfuerzo que sea necesario para llevar a cabo esta revolución. Lo ves en todas las mujeres de la sociedad. A nosotras, en el resto del mundo, tal vez nos llegó solo una parte de esta defensa, pero es una parte importantísima y, sin duda, es todo un símbolo de la revolución, que ha tenido un impacto súper-positivo.

Están las YPJ, pero la revolución también se desarrolla en muchos otros ámbitos. La desarrollan las madres de la asociación de mártires, lo que hacen las jóvenes -con una potencia y una fuerza increíble-, y que se lleva adelante desde todos los ámbitos con mujeres de todas las edades, con diferentes procedencias, religiones. Lo desarrollan en el día a día, en las instituciones, haciendo acciones, en el frente con la autodefensa ante el Estado turco y sus aliados yihadistas. Pero a la revolución también la impulsan las madres con su trabajo incansable cuidando a las familias, las estudiantes generando la autoeducación en los diferentes institutos y así lo hacen todas las mujeres en todas las facetas de la vida. Las mujeres no sólo hemos tomado el ámbito militar, sino que hemos continuado en todos los ámbitos, también aquellos que son invisibles, como es el trabajo a nivel social y que es imprescindible para que se desarrolle la revolución. Las mujeres aquí son realmente la vanguardia de la revolución. Y esto pasa por una cuestión muy simple: al final, las más oprimidas somos las que más vamos a luchar por defender esto. Y, especialmente aquí, sobre todo, mujeres que han vivido bajo el Daesh, como las mujeres de Raqqa.

Hay que destacar la autonomía de las mujeres. Eso es algo que se ha intentado destruir, destruir nuestros vínculos, porque, precisamente, el potencial que tienen estos vínculos es lo que puede hacer de una revolución que sea victoriosa y que se mantenga, como vemos aquí, ocho años después de que comenzara. Tejer vínculos entre nosotras es uno de los puntos más potentes que tiene la revolución. La otra parte es la autodefensa. Si queremos llevar a cabo una lucha por la vida, vamos a tener que defenderla. En una de las partes donde se materializa la autodefensa es en lo militar. No olvidemos que estamos en un territorio donde tropas fascistas turcas y con diferentes bandas de yihadistas ocupan regiones e intentan avanzar.

También es importante la autodefensa en todos los aspectos de la vida, en cómo defendemos nuestra manera de pensar, para no pensar como aquellos que nos quieren sumisos. ¿Cómo protegemos nuestro territorio, la naturaleza, a nuestras vecinas, a los niños y niñas, a toda la sociedad? ¿Cómo nos protegemos de todo lo que pasa? Desde la perspectiva de las mujeres, es muy interesante ver cómo se desarrolla, desde un lado, con las YPJ, pero, por otro, con las cooperativas de mujeres para defender su independencia económica o el vínculo que hacen entre ellas las madres de mártires para protegerse de esta guerra. La lucha de las mujeres en Rojava es lo que da más esperanza de que la revolución pueda ser victoriosa por muchos años y se extienda por muchos territorios. Si existe alguna esperanza, o si hay algo potencialmente ganador en todo este gran cambio que tenemos que hacer en el mundo, es precisamente la lucha de las mujeres. En el momento en que nos encontremos entre nosotras y nos empecemos a organizar, la ilusión por cambiar este mundo y por recuperar nuestras vidas en libertad va a ser demasiado fuerte y no la va a poder parar ni el Estado turco ni toda la OTAN.

Crítica y autocrítica
Sobre Rojava, hace falta una mirada mucho más profunda, más amplia, que tenga en cuenta el contexto en el que nos encontramos. Hay un proyecto claro. En algunos ámbitos, se han podido dar más pasos y, en otros, no. Pero la dirección hacia la que caminamos es clara. El problema, en gran medida, es el contexto en el que nos encontramos. No podemos olvidar que la revolución se encuentra en medio de una guerra no sólo militar. Desde hace unos meses, la invasión de Turquía continúa expandiéndose por el territorio de Rojava, después de la invasión de Afrin. En octubre, tomaron por la fuerza militar otros territorios. Es también una guerra económica, porque Rojava sufre un embargo. Es una guerra mediática, con toda la contrainformación y la propaganda que se hace desde Turquía y del resto de los estados miembros de la OTAN y de otras potencias. Contra Rojava, se lleva a cabo una guerra mediática, económica, militar, psicológica, que hace que el desarrollo de la revolución se encuentre con bastantes dificultades, por lo que, en que muchos momentos quizá, no se den los pasos que querríamos o que haya dificultades para dar esos pasos más rápidos.

Sería interesante ver cómo se puede desarrollar esta revolución sin todas estas fuerzas contrarrevolucionarias en contra de la autoadministración del norte y el este de Siria. Aun así, hay algunos aspectos que considero muy importantes, que marcan la diferencia en cómo se está construyendo este proyecto a pesar de todas las dificultades. Una es la voluntad de mejora constante, de revisión a través de la práctica. Es revisar todo constantemente: qué es lo que funciona, lo que no, con qué posibilidades se cuentan, qué dificultades nos encontramos y cuáles no. Esas son las herramientas que se utilizan de manera sistemática, a través de la crítica y la autocrítica, precisamente, para señalar aciertos y errores, modificarlos e ir mejorando poco a poco. Y, así, salir de posiciones dogmáticas y entender que no tenemos una receta mágica para hacer la revolución, sino que aprendemos haciéndola desde la práctica y la autocrítica constante. Así, vamos a ir avanzando. Uno de los grandes valores que aporta la revolución en Rojava es entenderse como un proyecto en constante desarrollo y mejora, con los aportes de todo el mundo.

Historia y educación
Otro punto importante es la mirada global que aquí se plantea en la lucha. Al final, la revolución de Rojava es una lucha en defensa de la vida en común y con sentido. Ahora mismo, nos encontramos en un mundo en que el sistema capitalista y patriarcal no tiene ningún sentido. Es un sistema que destruye el planeta, un sistema en que unos pocos tienen mucho y el resto trabaja miles de horas, pasa hambre y no puede pagarse una casa. Es un sistema en el que las mujeres somos asesinadas a diario en todo el mundo. Como sociedad, tenemos una manera de vivir que no tiene ningún sentido y lo que se plantea en Rojava es una reconstrucción de la vida en todos sus ámbitos: desde la liberación de las mujeres hasta implicar a las personas mediante sistemas democráticos para autogobernarse; en la manera en que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno natural, con la tierra de donde nos alimentamos y nos abastecemos de los recursos que genera. Esta mirada global es muy importante para plantear una enmienda al sistema en el que vivimos.

Uno de los aciertos es el foco que se pone en la educación de las personas, en educarnos y hacer las cosas diferentes, porque siempre hemos sido educadas con las herramientas del sistema liberal, entonces, no vamos a ser capaces de crear un sistema diferente. También tenemos la responsabilidad, si queremos hacer las cosas diferentes, de aprender a hacerlas de otra manera. Eso se hace con la formación y con la práctica, ir viendo los errores que cometemos y señalarlos entre nosotras en un proceso colectivo para construir un mundo nuevo. La importancia de la educación en todas sus facetas, tanto de las jóvenes como de la gente mayor, de cualquier procedencia y profesión, es para hacer las cosas diferentes, para aprender de nuestra historia. Aquí, tienen presente que es necesario conocer su propia historia como kurdas, asirias, árabes, conocer su propia historia para saber qué nos ha traído hasta este punto en el que estamos y poder ver cómo hacemos para ir a otro punto nuevo que deseamos.

Se puede ver cómo se implica a toda la sociedad en el desarrollo de la revolución. No es un grupo de personas que desarrolla una revolución, sino que es realmente el pueblo el que impulsa la revolución, porque, al final, es el pueblo el que impulsa la sociedad. Al haber tantas instituciones sociales, desde las organizaciones de jóvenes a las de estudiantes, o a las organizaciones de autodefensa civiles de las comunidades, las asociaciones de diferentes etnias o religiones, de familiares de las personas caídas en la lucha, implica que toda la sociedad se organice para llevar a cabo esta revolución, para llegar a cada ámbito del desarrollo social. De lo que se trata es cómo gestionar y compartir un territorio, y vivir en él.

Internacionalismo y aprendizajes
Como internacionalista, un punto que destacaría es que la revolución no se queda en Rojava. Por ejemplo, cuando se dio la lucha contra Daesh, esa lucha no se frenó en las fronteras de Rojava, sino que continuó hasta Manbij, Raqqa, hasta zonas que no son el territorio de Rojava. La lucha que se plantea aquí es por la liberación de la humanidad. ¿Cómo vamos a ser libres si la revolución y la lucha contra Daesh se hubiera detenido, si, en el pueblo de al lado, está Daesh martirizando, asesinando a las personas y explotando el territorio?

Hay que entender que la lucha es por toda la humanidad y, más aún, en un mundo globalizado como el actual, en el que nos liberamos todas o ningún pueblo va a poder ser libre. Ese es un valor importantísimo y la revolución no es solo por Rojava. Esto lo puedes ver, porque no sólo se desarrolla en zonas donde vive población kurda. Ahora, ya hablamos de los territorios del norte y el este de Siria, porque esta revolución propone un modelo de autogestión colectiva, un modelo de vida, de vivir en comunidad, y de gestión comunal del territorio, que es una propuesta que no se queda en los límites de ninguna frontera.

A menudo, tenemos una perspectiva poco internacionalista del internacionalismo. Es una perspectiva de la solidaridad, pero no desde una perspectiva internacionalista real. Esa es una de las cuestiones que más profundamente me han cambiado: poder sentir que luchar aquí, o allá, o en cualquier parte del mundo, se debe hacer por los mismos valores. Si estás en un sitio u otro, estás en la misma lucha. Son diferentes golpes que le estamos dando al sistema desde diferentes partes, pero es una sola lucha y por la humanidad entera. Muchas de nosotras tenemos la perspectiva de separar las cosas, de clasificarlas, a ponerlas a cada una en su recuadro exacto y no pensar en general, en lo más grande, más allá de las propias fronteras que nos imponemos por conceptos o ideas preconcebidas que tenemos. Una de las cosas que más me ha cambiado es entender -y ya no desde lo más racional- y poder sentir lo que es la lucha internacionalista desde una perspectiva verdaderamente internacionalista. Cuando partí de mi territorio, tenía muchas flaquezas, en el sentido de entender las cosas de manera separada, de analizar desde una perspectiva poco global.

Tradicionalmente, en mi territorio, y en toda Europa o en todo Occidente, los vicios que tenemos a la hora de la lucha son más para sentirnos revolucionarias que por hacer la revolución. Esto fue muy influenciado por el neoliberalismo, por sentirnos mejor que los otros, que tu organización es mejor o que eres más listo. Hay que aprender a valorar a cada una de las compañeras desde sus puntos fuertes y débiles, y aprender que el proceso es colectivo. El proceso que hacemos hacia adelante solo puede ser colectivo y plantear las luchas desde una perspectiva mucho más global con el resto de compañeras y compañeros. De algún modo, al llegar aquí, pude ver cómo la gente participa en la revolución desde otros lugares, que no es la militancia política en organizaciones con una ideología desarrollada, sino que la lucha se lleva adelante desde la madre que te está diciendo que ella se va a quedar a defender su casa y que, de ahí, nadie la va a mover, o la que va al entierro de uno de los compañeros que caen y sus familias no están, y entonces van a acompañarlo. Es poder aprender más y valorar más a todas las compañeras, y entender que el proceso es colectivo.

Momentos y recuerdos
Me resulta difícil quedarme con algunos momentos y recuerdos… Ver a mujeres jóvenes que han tenido que marcharse de Afrin luego de ser ocupada por los turcos y que llevan meses esperando para defender Kobane en el caso que se produzca una invasión. Ver que esa fortaleza que tienen, con escasos 19 o 20 años, después de abandonar su tierra, de enterrar a varios amigos o familiares, ver esa entereza que tienen, y cuando una compañera está mal, hacen el esfuerzo para bailar o para animarla. Esa fuerza de estas mujeres tan jóvenes que son realmente la esperanza de la revolución y están dispuestas a llegar al final, y que entienden que su vida no puede tener sentido si no la ponen en riesgo para la defensa de su pueblo y de su tierra.

Una de las cosas que más tengo presente es ver a tantas personas dispuestas a entregarse en el frente, pero también cada día, las 24 horas, entregarse a la lucha por la libertad de su pueblo. La otra es cuando una compañera kurda nos explicaba que su lucha no era solamente por las mujeres de Rojava, sino que era por todas las mujeres del mundo, y que la lucha de las mujeres no entiende ni va a entender de fronteras. Y aquí, realmente, tiene este potencial. En las miradas de estas mujeres, puedes ver que no van a parar de luchar ni un solo momento hasta que en todo el mundo seamos libres. Una de las cosas que más fuerza me dio en estos meses en Rojava fue vivir ese entendimiento absoluto de la libertad colectiva de todas las mujeres.
leandroalbani@gmail.com

miércoles, 4 de diciembre de 2019

El retorno de la DEA como política de sometimiento del gobierno transitorio



Por Liliam Ergueta:
Quienes a gritos piden el regreso del mayor cártel de droga en el mundo como es la DEA; no están pidiendo que vuelva para luchar contra el narcotráfico, ya que ése es su negocio exclusivo, por lo que si la DEA vuelve será para que haga lo que siempre hizo cuando la derecha gobernó el país. Vale decir, para que la DEA sea quien gobierne el país.


Así acaba de publicar un artículo el cobarde y prófugo genocida Carlos Sánchez Berzain, bajo el título: “La confrontación en Bolivia es Narcotráfico contra la Democracia”, en el que al final del mismo señala que se “restituya la cooperación de la DEA…”. Vale decir que está tendiendo la cama para que sea la DEA la que someta la soberanía; y la democracia del país a sus designios.

Cabe aclarar que Carlos Sánchez Berzaín tiene un frondoso currículo como abogado defensor de narcotraficantes, entre ellos el famoso “Techo de paja”, sentenciado por narcotráfico en EE.UU., y Bolivia, por lo que está descalificado moralmente para plantear ese falso debate entre narcotráfico y democracia, que en el fondo encubre la verdadera intención intervencionista del imperialismo yanqui.

Y es que durante este periodo de transición es cuando se está disimuladamente diseñando toda una política de sometimiento de la soberanía nacional hacia los intereses estadounidense, a través de un brazo operador -además  armado- como es la DEA (Drug Enforcement Agency), y que tiene por objeto “luchar”; no contra las drogas, como denunció el ex agente de ese organismo Michael Levine, tipificando como una “Guerra Falsa” la DEA, sino que no es más que un pretexto para no sólo controlar el negocio del narcotráfico; pero además el control geopolítico y militar de la región.

Vale decir que para la DEA regresar al país le significará un negocio redondo pues no sólo que recuperará este territorio para el control del negocio del narcotráfico, sino que a la vez podrá los EE. UU controlar geopolíticamente la región, como ha sido la larga historia intervencionista con la coartada de combatir el narcotráfico.

La verdad es que para las fuerzas reaccionarias ésta es la oportunidad de oro de reconstituir el orden reaccionario; y no a partir de nuevas elecciones sino de ese carácter tramposamente transitorio del nuevo gobierno que está decidida a someter la soberanía del país al mayor cártel de droga como es la DEA con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.

livoner@yahoo.com

sábado, 5 de octubre de 2019

En defensa de la autonomía universitaria



 Por Manuel Humberto Restrepo Domínguez:

Solo la fuerza de los argumentos podrá sostener vigente la movilización en defensa de la universidad pública, con garantías de financiación, autonomía y democracia, ante el aparente regreso de ambientes de turbulencia, similares a los de la seguridad democrática, basados en la lógica de amigos y enemigos, que dejó decenas de estudiantes lisiados, muertos y desterrados. La razón que impedirá caer en la trampa anunciada con tambores de guerra, es no claudicar a mitad de camino, en la búsqueda de cobrar políticamente lo construido en la movilización de 2019, que le dejó claro al país entero, que no hay un estudiantado rabioso, ni violento, ni con ganas de autodestruir sus conquistas por derechos.



La llamada a centrar la agenda universitaria, que enfrente los retos que le plantean el poder político y las reglas del mercado, es la autonomía que se define como la independencia política y administrativa de las universidades, para impedir la injerencia de factores externos y mantenerse al margen de disputas originadas en naturalezas distintas a las de la cultura, la ciencia y el saber.

El derecho a la autonomía universitaria ya está ganado y consagrado como derecho fundamental en el art. 69 de la C.N, que reafirma las dimensiones Interna, que supone el autogobierno y la cogestión docente-estudiantil en la formulación de sus reglas y normativas y; Externa que supone la realización de un servicio crítico-liberador hacia la sociedad. Ejercer la autonomía evita que el Estado, a través de sus distintos poderes, intervenga de manera ilegítima en los procesos académicos de creación y difusión del conocimiento o pretenda determinar sus modos de acción, a la vez que impida que los campus sirvan como trincheras de guerra o lugares de retaguardia táctica de agrupaciones políticas, religiosas o culturales especificas o sean usados como simples zonas francas abiertas a todo mercado. 

Dos hechos recientes de intervención estatal, muestran embates contrarios a la autonomía, uno fue la entrada y hostigamiento policial y militar a los campus, con expresiones de fuerza desbordada y puesta en riesgo de su comunidad universitaria e instalaciones y; el otro de tipo legal, a través del decreto 1740 de 2014, que plantea la creación de una superintendencia de la educación superior, que altera las condiciones de inspección y vigilancia, orientada por el aseguramiento de  la calidad referida a la formación moral, intelectual y física de los estudiantes, para dirigirla hacia el control y la sanción externa, ampliando de facto.

La presencia intimidatoria que ya hacen los organismos de control, que convirtieron el término “hallazgo” en una poderosa arma de intimidación, que reduce la capacidad de decisión de los gobiernos universitarios y merma su eficacia. Adicional a este decreto, un partido político, pretende mediante el proyecto de ley 077 de 2019, crear efectivamente dicha superintendencia, bajo los supuestos propósitos de mejorar la evaluación y fomentar y dignificar la educación superior, lo que no requiere ninguna ley adicional porque estas funciones están incorporadas en su ethos y compromiso con la sociedad. La ley propuesta distorsiona la autonomía y reduce el papel del MEN.

La autonomía, está basada en el reconocimiento del principio sustancial y valor esencial de la universalidad del conocimiento y del acceso a teorías, prácticas y maneras metodológicas de presentar, cuestionar y asumir el saber cómo parte de la riqueza humana construida en la historia por los pueblos y en la que reside la base de sus actuaciones libres de injerencia y presiones sociales y mediáticas, que quieren convertirlas en lugares equiparables a empresas de servicios o fábricas de títulos, carentes de compromiso con la formación crítica y humanística, que resulte útil a la construcción de pensamiento propio, emancipado, anti patriarcal y anticolonial.

La autonomía como derecho tiene capacidad para aglutinar la agenda universitaria porque abarca desde el ser humano en particular hasta el colectivo general y se detiene en acciones de protección al ser humano y al quehacer de las universidades. Es ahí donde cobra mayor fuerza la exigencia de no intervención política mediante las pretendidas nuevas leyes de control y de desactivación del SMAD, declarado responsable de agresiones directas contra la autonomía en los campus, con consecuencias de vulneración a derechos humanos de estudiantes y vulneración a la dignidad del colectivo universitario.

El derecho a la autonomía universitaria, en síntesis, proclama la independencia de la Universidad frente al poder político del Estado y aunque no resulte fácil encontrar su reconocimiento de forma explícita, sin embargo, se pueden considerar analogías a través del reconocimiento de los siguientes principios, valores y derechos: 1. derecho a la libertad. 2. derecho a la seguridad personal. 3. Derecho a la igualdad. 4. Derecho a la educación. Y complementariamente en las declaraciones adoptadas tanto por el Art. 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Art. 12 de la Declaración Americana de Derechos del Hombre.  De igual modo se consagran referencias directas en el Art. 2 del Protocolo Adicional Nº 1 al Convenio para la protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.  El Art. 3.1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.

El Considerando 5 del Convenio sobre Política Social de 1962. El Art. 16 Declaración de los derechos y Libertades fundamentales del Parlamento Europeo de mayo de 1989. El Pacto Internacional de Derechos económicos, sociales y culturales. El Art. 13. Art. 17.1 y 25 de la Carta Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos y; 5 Mediante el reconocimiento   del derecho a la participación en la cultura y;6. Derecho a las libertades de Investigación y cátedra.

mrestrepo33@hotmail.com

miércoles, 25 de septiembre de 2019

El Tratado TIAR – un análisis.



 Por Gabriele Kuehnle:

¿Qué hay detrás de este tratado? Los Estados Unidos elaboraron el TIAR luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, reunieron a los estados americanos en 1947 para firmarlo en Río de Janeiro. La ONU se creó en 1945, la OTAN en 1949. https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-29.html
Un TIAR reformado fue ratificado de nuevo por los estados miembros en 1975. 

El TIAR transfiere competencias de la ONU a la OEA

El TIAR crea para EEUU un campo de acción independiente del Consejo de Seguridad de la ONU en caso de conflictos con otros estados americanos. Pero también asegura el respaldo latinoamericano en conflictos con países extracontinentales.  Para ello proporcionaron a la OEA, históricamente manejada por EEUU, competencias similares y paralelas a las de la ONU y su Consejo de Seguridad. Dichas competencias se mantienen incluso en la versión renovada del TIAR de 1975. Son, en última instancia, el eje del Tratado.



Leyéndolo superficialmente, parece ser casi un instrumento de paz. El artículo primero de la constitución del TIAR dice que "Los altos estados contratantes no solo condenan formalmente la guerra sino se comprometen a no utilizar en sus relaciones internacionales cualquier amenaza o violencia, en cualquier forma, que sea incompatible con la Carta de la ONU o este tratado”.

Obliga a sanciones – no puede obligar a acciones militares

En repetidas ocasiones se refiere a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, enfatizando especialmente en la no injerencia en los asuntos internos de otros estados, y en la primacía de resoluciones pacíficas de conflictos. Lo único cierto que se desprende de ello es que el Tratado no puede forzar a los Estados signatarios a tomar medidas militares. Todas las demás acciones adoptadas por la OEA, como sanciones de todo tipo, pueden ser obligatorias según decida.

Hay una condición para su aplicación: se ejecuta solamente, si un estado ataca a otro país americano, ya sea militarmente o con otras acciones agresivas, pero si la agresión tuvo lugar en un "área extracontinental", el tratado también entraría en vigor.

El artículo 8 indica las medidas a ejecutar de manera obligatoria. Que son:
"La renuncia de los Jefes de Misión (ante la OEA); la ruptura de las relaciones diplomáticas; la ruptura de las relaciones consulares; la interrupción parcial o completa de las relaciones económicas, ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas o de radiotelegrafía y otros medios de comunicación, y el uso de las fuerzas armadas ".

El artículo 20 de ese contrato establece que las decisiones que requieran las medidas a que se refiere el Artículo 8 serán vinculantes para todos los signatarios de este Tratado que lo hayan ratificado, con la única excepción de que no se requiere que ningún Estado utilice la fuerza de armas sin su consentimiento. En la versión reformada de 1975, el Consejo de la OEA decidirá caso por caso qué medidas son obligatorias y cuáles no. El uso de armas sigue siendo a criterio libre de cada estado.

La profunda contradicción interna del pacto

El contrato es ambiguo y se presta a amplias interpretaciones. Asegura que no restringiría los derechos y obligaciones relacionados con la ONU, como el derecho a la no-intervención y el derecho de cada estado a elegir libremente su organización política, económica y social. Pero el TIAR podrá obligar a sanciones económicas contra un estado, medida represiva que contradice a la Carta de las Naciones Unidas.

La oposición venezolana, siguiendo el libreto de Washington, se fijó en el TIAR buscando ampliar las sanciones estadounidenses y europeas con otras latinoamericanas a través del TIAR, quizá en desconocimiento de que la Carta de las Naciones Unidas se incorporó en la mayoría de las constituciones latinoamericanas, por lo tanto sería inconstitucional imponer sanciones a otro estado vecino.

Así lo dice en el Art. 9.1 (texto reformado): "La agresión es el uso de la fuerza por parte de un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de otro estado, o de otro modo incompatible con la Carta de las Naciones Unidas o la Carta de la Organización de los Estados Americanos".

La realidad venezolana suma amenazas constantes de intervención militar, ataques organizados contra el suministro de electricidad del país y sanciones económicas, abarcando hasta alimentos y medicamentos, y financiera, además del robo millonario de fondos del Estado bloqueados y pirateados por EEUU y bancos internacionales.

Al TIAR no lo aplicaron nunca  al contrario, lo pisotearon.

Lo cierto es que Estados Unidos violó el tratado TIAR con cinco intervenciones militares en América Latina, con golpes de estado y dictaduras. Debería enfrentar cargos de violaciones múltiples del tratado ante la OEA y la Corte Penal Internacional en La Haya, violentando a todos los derechos humanos y democráticos.

Pero los demás estados americanos tampoco cumplieron, ya que nunca tomaron ninguna medida en defensa de los países vecinos agredidos.
El TIAR obligaría teóricamente a todos sus integrantes a tomar medidas inmediatas contra EEUU, exigiendo poner fin a las sanciones contra Venezuela y su intromisión en el país. Sobre todo porque Venezuela nunca ha atacado a los Estados Unidos. Lo mismo ocurre con el bloqueo de 60 años contra Cuba.
Los ejemplos ilustran la gran contradicción interna del TIAR, un instrumento dormido que intentan ahora utilizar para imponer las estrategias estadounidenses en la región.

El supuesto derecho a la acción "inmediata".

En el Art. 3.2 se deja incluso de lado el órgano de decisión de la OEA, justificándolo con reacciones "inmediatas", necesarias en respuesta a un ataque (de diversa gravedad y carácter). Por supuesto, el Consejo de la OEA debe reunirse de inmediato, pero hasta que eso suceda, cada parte contratante puede tomar las medidas que considere adecuadas, sin estar sujeto a una decisión colectiva ni de la OEA ni de la ONU.

El argumento es el lapso de tiempo, lo que demore el tomar decisiones en el seno de las instituciones. Se trata del "derecho a actuar en la primera hora de la agresión".

La legítima defensa en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU, sin el Consejo de Seguridad

El texto se refiere varias veces al artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que garantiza el derecho a la autodefensa individual o colectiva de los estados. Sin embargo, en virtud del derecho internacional, el artículo 51 está expresamente atado a la decisión del Consejo de Seguridad.

El art. 3.4 dice: “Podrán aplicarse las medidas de legítima defensa de que trata este Artículo en tanto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales.

El TIAR pretende establecer una alternativa al Consejo de Seguridad de la ONU, donde EEUU no ha podido imponer sus intereses a ultranza. Si la OEA y los estados contratantes no estén conformes con una determinada decisión del Consejo de Seguridad, o su demora en tomarla, puedan actuar por su cuenta bajo un paragua jurídico de derecho internacional otorgado por el TIAR.

TIAR y la ocupación estadounidense de Afganistán

El TIAR solo se aplicó una vez, en 2001, después de los ataques contra los edificios de las torres gemelas en Nueva York. El presidente Bush necesitaba un respaldo internacional para su ataque de venganza contra Afganistán, que no recibió la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
En muy poco tiempo, 23 estados miembros del TIAR lo apoyaron con una declaración presentada en un gran escenario público: su ataque militar, pasándose por el costado del Consejo de Seguridad de la ONU, obtuvo así la apariencia de una legitimidad internacional.

El TIAR como puerta de entrada de la OTAN

Particularmente problemático es que el TIAR se refiere no solo a una agresión ubicada en el territorio del continente americano contra un estado signatario del Tratado, sino también a ataques ejecutados en el "área extracontinental" (art. 6) o "fuera del Área americano" (Art.4).  Es donde la OTAN entra en acción.

Pero en todo esto hay una pregunta central: ¿El TIAR es compatible con el derecho internacional? En sus elementos más importantes contradice a la carta de la ONU, que prohíbe sanciones y la intervención en asuntos internos de un país.

El TIAR sí podría servir para desencadenar situaciones hacia lo bélico, aprovechándose de la “libertad de acción de los estados signatarios en la primera hora de un ataque”
Cabe recordar que México se retiró en 2002 del TIAR, mientras que los integrantes de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) renunciaron a la membrecía entre 2012 y 2014. Estos fueron Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.

https://www.oas.org/xxxivga/spanish/reference_docs/Tratado_AsistenciaReciproca_Protocolo.pdf
periodista independiente
Gabriele.Kuehnle@outlook.com