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viernes, 23 de octubre de 2020

La crisis global del capitalismo de EEUU y la UE

 Por Diego Olivera Evia:

Luego de décadas de propuestas de los estados nacionales, surgen los monopolios y las trasnacionales como centro de poder, relacionados con EEUU y la Unión Europea, estos mecanismo de dominación han creado no solo una crisis capitalista, sino que han ampliado el carácter guerrerista de la expansión, creando un concepto de un poder imperial, claramente esta realidad se refleja en América Latina, con la obsecuencia de los líderes de derecha y la sumisión a EEUU, manejados por el presidentes de EEUU, Donald Trump, para crear gobiernos títeres capaces de destruir las naciones Estado, tratando de borrar los avances en varias etapas del progresismo.

Pero en esta nueva década del fascismo, surgen los estados capitalistas, en una maquina de explotación y una crisis social, política en las ex naciones Argentina, Chile, Brasil, Perú, Colombia, Panamá, Ecuador, donde los trabajadores, obreros y jubilados, sufren los efectos del capitalismo.         

Las compañías multinacionales han pasado a controlar la mayoría de los sectores estratégicos de la economía mundial: la energía, las finanzas, las telecomunicaciones, la salud, la agricultura, las infraestructuras, el agua, los medios de comunicación, las industrias del armamento y de la alimentación. Y la crisis capitalista que hoy vivimos no ha hecho sino reforzar el papel económico y la capacidad de influencia política de las grandes corporaciones, que tan pronto hacen negocio con los recursos naturales, los servicios públicos y la especulación inmobiliaria, como con los mercados de futuros de energía y alimentos, las patentes sobre la vida o el acaparamiento de tierras.

Las enormes ganancias acumuladas por las empresas transnacionales tienen su origen en los mecanismos de extracción y apropiación de la riqueza económica que están en la base del funcionamiento del capitalismo. La creciente explotación de trabajadores y trabajadoras y la constante devaluación salarial, la presión ilimitada sobre el entorno en busca de materias primas y recursos naturales, la especulación financiera tanto con el excedente obtenido como con todo aquello que pueda ser comprado y vendido, la mercantilización de cada vez más esferas de las actividades humanas y la absoluta prioridad de la que gozan los mecanismos de reproducción del capital frente a los procesos que permiten el sostenimiento de la vida han servido, efectivamente, para que los principales directivos y accionistas de las grandes corporaciones se conviertan en multimillonarios.

Pero, del mismo modo que Amancio Ortega es el tercer hombre más rico del mundo a la vez que Inditex produce sus prendas en fábricas textiles con pésimas condiciones laborales en Bangladesh y en talleres que utilizan trabajo esclavo en Brasil y Argentina, estos extraordinarios beneficios empresariales no serían posibles sin la generación de toda una serie de impactos socioambientales que afectan directamente a las poblaciones y los ecosistemas de todo el planeta. 

Dice David Harvey que, en el nuevo imperialismo, “para mantener abiertas oportunidades rentables es tan importante el acceso a inputs más baratos como el acceso a nuevos mercados”. Por eso, en los últimos años, ante la caída de los niveles de consumo, el progresivo agotamiento de los combustibles fósiles y la rebaja de las tasas de ganancia del capital transnacional en los países centrales, las grandes corporaciones han puesto en marcha una fuerte estrategia de reducción de costes y, a la vez, han intensificado su ofensiva para lograr el acceso a nuevos negocios y nichos de mercado.

Es lo que el geógrafo británico ha denominado acumulación por desposesión: “Muchos recursos que antes eran de propiedad comunal, como el agua, están siendo privatizados y sometidos a la lógica de la acumulación capitalista; desaparecen formas de producción y consumo alternativas; se privatizan industrias nacionalizadas; las granjas familiares se ven desplazadas por las grandes empresas agrícolas; y la esclavitud no ha desaparecido” En este agresivo contexto, como no podía ser de otra manera, los conflictos socio ecológicos y las violaciones de los derechos humanos se han multiplicado por todo el globo, con el consiguiente crecimiento de las luchas sociales frente a todos estos impactos empresariales.

Caracterizando los impactos socio ecológicos de las multinacionales

Las escuelas de negocios y los think tanks vinculados a las compañías multinacionales, por su parte, han elaborado estudios y análisis para vincular la presencia internacional de las empresas transnacionales con el logro de los objetivos de desarrollo y bienestar que se prometieron para justificar su llegada a los países periféricos. Ante el aumento de la pobreza y las desigualdades a nivel mundial y el creciente rechazo social que han ido generando, las grandes corporaciones pretenden construir un relato con el que no pueda cuestionarse su centralidad en la economía global: “Estoy convencido de que las empresas más que parte del problema son parte de la solución. En términos generales, las empresas, más que los gobiernos y la sociedad civil, están mejor preparadas para ser catalizadoras de innovación y transformación hacia un mundo sostenible”, afirma el presidente del BBVA.

Así, con objeto de aumentar su legitimación social y posicionarse como un actor imprescindible para “salir de la crisis”, presentan teorías revestidas de objetividad y neutralidad que pretenden demostrar los impactos positivos de sus actividades en aspectos como la transferencia de tecnología, la mejora de la provisión de bienes públicos y privados, el incremento del empleo, el acceso de las mujeres al mercado de trabajo y el fomento de la inversión como motor de desarrollo.

Primero, que las empresas transnacionales no han contribuido a una mejora de la cantidad y la calidad del empleo, ni tampoco de la prestación de los servicios que ofrecen, prácticamente no han realizado inversiones en mantenimiento, apenas han favorecido los procesos de transferencia tecnológica y, al fin y al cabo, no han traído de la mano el progreso y el bienestar para las poblaciones de la región, que era lo que se prometía con su llegada después de las privatizaciones y las reformas neoliberales de los años ochenta y noventa.

Segundo, que junto con las consideraciones económicas hay toda una lista de graves efectos sociales, políticos, ambientales y culturales que van asociados a la internacionalización de los negocios de estas empresas.

Y, en tercer lugar, que quienes han salido ganando con ello no han sido precisamente las clases trabajadoras y las mayorías sociales, sino los dueños de esas compañías, los beneficiarios de las rentas del capital y los políticos y empresarios que se han hecho de oro atravesando las puertas giratorias que conectan el sector público y el mundo empresarial.

Ante esta realidad la sociedad humana sufre la agresión en las trasnacionales, de la misma las guerras coloniales, fenómenos creados por las naciones imperiales, siguen creando guerras en Afganistán, Iraq, Siria, la destrucción de Libia, las agresiones de EEUU a Rusia y China, por el control de los mercados, es también parte de una crisis moral y ética de Trump y su combo de funcionarios terroristas.

Esta realidad se ve afectada en la mayoría de los Continentes, la destrucción del eco sistema del Amazonas, atreves de la inmoralidad del presidente  del Brasil Bolsonaro, en una nueva campaña de asesinatos de indígenas del Amazonas, para destruir el pulmón de América Latina, para vender las tierras a los empresarios, de la misma manera sacar a los Sin tierra, la misma expresión del fascista Bolsonaro, que manifestó que los pueblos originarios son sucios y no hablan portugués, son objeto de abuso y muerte, para ampliar una mayor crisis ecológica, similar a la de Paraguay en la destrucción de los sojeros, de las tierras creando un tierra muerta, por los agro tóxicos de Monsanto, creando una soja transgénica con efecto perniciosos para los seres humanos, una realidad de multimillonarios explotando y destruyendo el planeta Tierra.  

Periodista, Historiador y Analista Internacional

diegojolivera@gmail.com

miércoles, 14 de octubre de 2020

La protesta es un Derecho que no debe prohibirse, ni limitarse

 Por Manuel Humberto Restrepo Domínguez:  

El 14 de noviembre del año de 1152 A.C, ocurrió una protesta civil reconocida como la primera huelga de la historia (ngenespañol.com; otras fuentes datan el año 1166), contra el reinado de Ramsés III. Sesenta artesanos se negaron a realizar su trabajo en el Valle de los reyes y se movilizaron ante el faraón gritando que tenían hambre y sed, que no tenían vestidos, ni pescado, ni legumbres. En 1886 más de 350.000 trabajadores en las calles de Haymarket (Estados Unidos) convocados por la Federación del Trabajo denunciaron las jornadas de trabajo de 14 horas y reclamaron por salarios y bienestar. Allí por primera vez ocurrió un final con disturbios, luego que un “desconocido” arrojara una bomba matando un policía, lo que degeneró en una masacre con resultado de 38 obreros asesinados con las armas del estado, más un centenar lesionados y el ahorcamiento de varios dirigentes sindicales al año siguiente, según el dictamen de un cuestionado proceso judicial. 

      En enero de 1905 obreros y campesinos unidos con la clase media rusa protestaron contra el imperio del Zar Nicolás II, hubo tomas de tierras y actos de desobediencia que terminaron con una marcha pacífica que derivo en el “domingo sangriento” provocado con las armas del estado, lo que apresuró la capitulación del Zar (semana.com, 2015). Del final del siglo XX se destacan las huelgas asociadas a líderes, Walesa en Polonia en 1980, le creo fisuras al gobierno comunista de entonces y lo llevó a la firma de un acuerdo para el reconocimiento de derechos consagrados en las convenciones de la OIT y; Lula Da Silva, con los obreros metalúrgicos reclamó por sueldos y garantías, fueron protestas duramente reprimidas con las armas del estado, pero la capacidad organizativa triunfó con la creación del partido de los trabajadores (PT) que en las urnas convirtió a Lula en presidente.  

La protesta es una facultad de la sociedad y la huelga un derecho de los trabajadores, ambos insertos en la declaración de derechos del hombre y del ciudadano de 1789, en la que los ricos y poderosos se reservaron la propiedad y los excluidos del poder la rebelión, civil para demandar garantías y armada para acabar la tiranía. La huelga y la protesta social llegaron mezcladas en 1948 a la declaración universal de derechos humanos y cumplen la misión de indicar el grado de respeto y responsabilidad del estado con los derechos humanos, pero a la vez ponen en evidencia la fortaleza de las instituciones democráticas para evitar y prevenir el uso abusivo o violento del poder público contra sus ciudadanos (manifestación pacífica, civiles DDHH, 2014).  

Protesta y huelga son constitutivas de la libertad y están amparadas por estándares internacionales tales como que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la manifestación pacífica o que la protesta no requiere autorización previa por ser expresión de inconformidad, insatisfacción, indignidad o resistencia ante políticas o conductas de los poderes públicos que afectan derechos. 

Son prácticas de restricción indebidas por parte del estado la prohibición, imposición de obstáculos, exigencia de requisitos innecesarios, penalizar o enmarcar en delitos de terrorismo o desestabilización, como también expedir leyes para dificultarla, tipificarla como delito, interferirla, censurarlas o ejercer amenazas físicas o psicológicas contra sus participantes o presumir de antemano su carácter desfavorable o descalificarlas como actos de desorden público o justificar una respuesta violenta de los cuerpos de seguridad. Prohibirlas es ilegitimo e ilegal, incluso inmoral. Por eso es reiterativo pero necesario repetir mil veces, que los derechos son de los pueblos y la obligación de ofrecerles garantías, respetarlos y hacerlos respetar es del estado sin perder su neutralidad.  

En Colombia la protesta esta consignada en el art. 37 de la constitución, que la reconoce como un medio legitimo para la defensa, construcción y reivindicación de derechos. En ella se integran derechos de reunión, asociación, expresión y movilización y la huelga derechos laborales, a la vida, la dignidad y el bienestar. Protesta y huelga son parte de históricas conquistas sociales y aunque sean afectadas con disturbios ocasionados por “desconocidos” e intervenidas con "brutalidad aprendida”, son una herramienta de dialogo, un punto de llegada luego de haber agotado otras vías de solución.  En ningún disturbio está permitida la fuerza utilizada en la guerra contra enemigos en combate y si ocurre debe ser juzgada a la luz de los derechos humanos y donde hay conflicto armado con las reglas del DIH, que implican la no prescripción de los delitos cometidos con las armas del estado.  

 Para la OIT la huelga y la protesta son medios legítimos fundamentales de los que dispone la ciudadanía para promocionar y defender sus intereses económicos, sociales o culturales.  “La encuesta Global de la CSI 2013, reveló que más del 90% de los ciudadanos defiende los derechos y el 99% de los ciudadanos apoya el derecho a la huelga para defender mejores salarios, condiciones de trabajo y salud y seguridad” (ituc-csi.org) y el pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales de 1966 suscrito y firmado sin reservas por Colombia el 29 de octubre de 1969, obliga al estado y al gobierno a respetar y hacer respetar los derechos allí consignados y lo conmina a establecer mecanismos para su protección y garantía y a no privar al pueblo de sus medios de subsistencia.  

Las ultimas protestas sociales y la del próximo 21 de octubre de 2020, reclaman del estado y del gobierno garantías para proteger y realizar los derechos humanos y en especial el derecho a vivir, a no ser asesinados, a un nivel de vida adecuado con alimento, vivienda, agua, salud, educación, empleo, seguridad, paz y dignidad y una mejora continua de las condiciones de existencia. Pretender reglamentar, condicionar, sujetar o “exterminarla” degenera el orden democrático. Las demandas –cada una en su contexto- son similares a las que enfrentó el Faraón Ramsés III, hace 1800 años y por lo que se conoce, sin ocurrir en democracia, la permitió sin censura ni uso de las armas de su reino para disolverla, ni de amenazas para disuadirla. 

Las huelgas y protestas son una ganancia común, son garantías de convivencia humana para vivir con derechos, están amparadas en la carta internacional de derechos humanos, la declaración universal de derechos humanos y el pacto internacional de derechos civiles y políticos y pretender prohibirlas o limitarlas, sería irracional, ilegal e ilegitimo.  

P.D. Resulta “inconcebible” la incitación al odio e inequívoca afectación de la salud mental en época de pandemia, la aparición de grandes vallas en defensa de “Uribe Libre”, con letreros como: “No permitamos que el comunismo y la izquierda se tomen el estado”. Cada letra incita a otro rio de sangre…  

mrestrepo33@hotmail.com

martes, 2 de julio de 2019

Será reelecto Trump



Por Jairo H. Pertuz Suarez:
El simple sentido común indica que Trump no debería salir reelecto a un segundo período presidencial en los Estados Unidos. Este presidente evidentemente supremacista, inclusionista e intervencionista ha cometido tantos desaciertos, tantas “estupideces interesadas” como dijera un periodista estadounidense, tantas violaciones a las leyes y a la constitución de ese país, tantas violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional y ha dicho tantas mentiras, que la opinión pública internacional y la gran mayoría de los, y las, estadounidenses no votarían a favor de su reelección.


No obstante, gran cantidad de ciudadanos en los USA que piensan que el poder económico, los intereses geopolíticos y su sistema electoral, que permite que sea una institución y no el voto ciudadano el que decida quién es presidente en ese país, dejan serias dudas. Esto es algo absurdo como increíble, pero así viene sucediendo en sus elecciones presidenciales. Para muestra, las últimas elecciones donde los informes divulgados fueron que Hilary Clinton ganó por dos y medio millones de votos sobre Trump y sin embargo él es el presidente.

Durante el proceso electoral también se denunció que fueron borrados miles de nombres de votantes y otros miles aparecieron en el padrón electoral de otras ciudades donde no les correspondía votar lo que les impidió poder hacerlo. Sin embargo, a los Estados Unidos no asisten observadores internacionales de sus procesos electorales. Según informes noticiosos, las grandes mayorías de trabajadores, obreros, afro-estadounidenses, mestizos, auténticos americanos (indios), ejecutivos de nivel medio, jubilados, excombatientes de guerras y en general la gran mayoría de la población, desaprueban un nuevo período para Tump en la presidencia.

El actual período de gobierno ha sobrepasado las muertes por guerras, apoyo para incrementarlas, bloqueos, sanciones, venta de armas, retiro de acuerdos firmados por el gobierno de ese país, todo lo cual ha generado  miles de muertos, enfermedades y discapacidades muchas más que los gobiernos de Andrew Jackson, Monroe y los Bush, por mencionar algunos.

La población de ese país teme que ocurra lo mismo que en otras elecciones ante la persistencia de un sistema corrupto de gobiernos occidentales que solo piensan en sus intereses sobre el derecho a la vida y la equidad. La buena política debe estar al servicio de la paz, no obstante, este funcionario podría ser reelecto. La humanidad no se merece la continuidad de tantos reveces antidemocráticos dolorosos.

- Periodista-Analista Internacional   
jhpertuz@hotmail.com

miércoles, 27 de febrero de 2019

Ningún título garantiza conocimientos y menos honestidad prefiero a honestos sin título



Por Pedro Echeverría V.:
1. Aunque es común en el sistema capitalista o “moderno” el “triunfo” de los títulos, de los privilegios académicos, sobre la población sin estudios escolares, el ejemplo de ayer de cómo la joven Edith Arrieta, usada en un cargo en Conacyt, fue expulsada del trabajo por no tener un título universitario y sólo poseer un título de “diseñadora de modas”, me causó mucha indignación. La colaboración de Arrieta “se dio en el contexto de la elaboración de un diagnóstico preliminar sobre el estado de la agricultura campesina y su agrobiodiversidad en el área de conservación agrícola de Ciudad de México”. Subrayo que nunca nadie podrá asegurar que los títulos académicos sean garantía de conocimientos y mucho menos de honestidad.

2. Ya mis maestros Iván Ilich, Paolo Freire, A.S.Neill,  Everett Reimer y muchos más, me han enseñado en los últimos 60 años el papel de la escuela en la sociedad capitalista. Luego de los grandes movimientos estudiantiles de 1968 la educación escolarizada comenzó a desplomarse al convertirse en simple requisito para lograr un empleo o para ascender en la pirámide política y económica. Pienso que si no leemos a los autores antes señalados jamás nos daremos cuenta que la escuela es una de las formas más efectivas de manipulación de la conciencia. Y no es culpa de los profesores, sino de un sistema social capitalista que crea y fortalece las escuelas para inducir a los estudiantes a asimilar lo que el mercado manda.

3. En el sistema capitalista los trabajadores (sean obreros, campesinos, maestros) siempre luchan por un salario y condiciones menos jodidas de empleo; jamás luchan contra el sistema capitalista que los explota y oprime con el fin de derrotarlo o desaparecerlo. En el caso de los maestros el asunto es más grave porque educan la mente, el pensamiento de sus alumnos. Si sólo lucharan por mejores salarios y prestaciones estarían pidiendo mejores condiciones por ayudar al sistema capitalista para seguir manipulando con las mismas ideas. Por ello los maestros, sino luchan por una escuela liberadora, crítica, participante, continuarían siendo los trabajadores que sólo están en busca de más dinero para seguir haciendo lo que les ordenan.

4. Para comprender que ser funcionario para servir al pueblo no es una cuestión de títulos escolares y que lo más valioso es la honestidad y los deseos de servir, en “Un mundo sin escuelas” señala Illich que “en todo el mundo las escuelas son empresas organizadas y concebidas de modo que copian el orden establecido, ya sea revolucionario, conservador o evolucionista”. Ni los profesores ni los estudiantes deciden nada, todos los planes, programas, asignaturas los dicta el poder en función de la necesidad de la empresa. Freire en su “Pedagogía del Oprimido”, Reimer en “La escuela ha muerto”, Neill en “Sumerhill” y los jóvenes del 68 francés, alemán y de EEUU, en “La rebelión estudiantil y la sociedad contemporánea”, caminan justos en su crítica demoledora.

5. Cuando he escuchado críticas a funcionarios ladrones y asesinos, recuerdo que todos tienen títulos académicos que lucen en la sala de su casa. Recuerdo que en México más del 80 por ciento de la población no posee título alguno buscando adornarse con la honestidad y la solidaridad. El pueblo que votó por López Obrador no tiene títulos académicos, aunque las “modistas”, “diseñadoras” y “costureras” son trabajos artesanales muy comunes en las amas de casa proletaria. Espero que en el nuevo mundo dejemos de rendirle pleitesía a la “ciencia” y la “tecnología” como nuevos dioses que producen muchos privilegios. La gente sencilla es mejor porque no posee privilegios que defender y es gente de servicio. (14/II/19)

alterar26@gmail.com

domingo, 25 de noviembre de 2018

El fascismo ¿qué viene?


Por Jorge Luis Ubertalli Ombrelli:

El recién consagrado presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, decidió visitar el Chile de Piñera antes que la Argentina de Macri. Esta visita, según analistas, no sólo estrecharía lazos comerciales y políticos, sino que conllevará a una nueva división del trabajo en cuanto a aunar el poderío militar brasileño con el chileno en el marco de controlar y hegemonizar la política, la economía y el desarrollo militar en el sur del subcontinente, en consonancia con la nueva administración Trump y su ‘retorno’ al belicismo y la prepotencia fascistas. Chile y Brasil, en el cono sur, son países que han mantenido sus fuerzas armadas funcionando en sintonía con sus ‘necesidades’ de expansión. La antigua OTAS (Organización del Tratado del Atlántico Sur), concebida para neutralizar un supuesto avance de la URSS en el confín atlántico del subcontinente, ahora se remedaría- sui géneris- en el marco de una nueva confrontación de EE.UU. y sus aliados con China, país orientado al Pacífico, pero con aceitadas relaciones con Rusia y Estados europeos. La biooceanidad reaccionaria en el Cono Sur estaría garantizada por el Brasil Bolsonarista y el chile Piñerista.


El fascismo
Movimiento reaccionario y anticomunista por excelencia, el fascismo nació en el marco de una crisis del imperialismo que se había iniciado en el marco de la primera Guerra Mundial. Como lo sostuviera Lenin, las contradicciones y confrontaciones entre los países europeos entre sí, más la participación de EE.UU. en la confrontación Inter imperialista, permitió a la naciente URSS hacerle frente por separado a los enemigos. La crisis imperialista, causa y efecto de la guerra, culminó con una casi bancarrota de los países contendientes y a la par una ascensión del movimiento revolucionario y las luchas obreras en Europa y Asia, que llevaron a las grandes burguesías a extremar cuidados para recomponer las tasas de ganancia necesarias para su funcionamiento, y a la par declarar la guerra a los trabajadores. Así nació el fascismo. Italiano primero, nazi y franquista-salazarista, más tarde, que se caracterizó por:

-una centralización del capital en grado sumo, con la consiguiente liquidación de  los pequeños y medianos empresarios, lo que determinó el control del poder de la gran burguesía en los países donde se instaló, mediatizada por el Estado fascista, que contaba con una base importante de masas.

- una presencia de masas importante que alimentaron al Fascismo, y que fueron utilizadas para reprimir extralegalmente a la clase trabajadora y a los movimientos y partidos revolucionarios. Esta masa de pequeños burgueses furiosos ante la crisis, obreros desclasados y elementos lúmpenes, sirvieron al Estado fascista como soporte político y parapolicial para anatemizar y reprimir al movimiento obrero, a sus organizaciones sindicales y a sus vanguardias, y se fundieron más tarde en el aparato del Estado represor.

-un desarrollo de la industria militar, en la perspectiva de una confrontación con sus ‘enemigos-competidores’ capitalistas por mercados, materias primas y espacios territoriales, mediante la guerra.
- una ideología demagógica y contradictoria, que a la par que blasfemaba contra el ‘capitalismo’, acusaba a comunistas, socialistas y otros revolucionarios de ‘extranjerizantes’, y admitía la centralización y reproducción ampliada del capital en grado sumo por parte de la gran burguesía industrial y financiera.
-la exaltación de los ‘valores’ de la ‘nacionalidad y la tradición’, entremezclándolos con el odio a lo extranjero, el racismo, la religiosidad sectaria y reaccionaria, la consagración de las peores costumbres y tradiciones surgidas del oscurantismo, la ignorancia, la superstición, la superioridad racial, nacional, etc., etc.

- el uso de la violencia paraestatal y estatal contra los trabajadores organizados, a fin de destruir cualesquiera de sus organizaciones que significaran conquistas y derechos.
‘Consecuentemente, el fascis¬mo es un producto del capitalismo monopolista e imperialista. Todas las demás tentativas de interpretación del fascismo en términos puramente psicológicos conllevan la misma debilidad fundamental’. (Ernest Mandel, El Fascismo, 1969).

Cabe destacar una vez más que el fascismo se diferencia de una monarquía o una dictadura militar por la base de masas, que lo hace posible. “Sólo un movimiento semejante puede diezmar y desmoralizar a la franja más consciente del proletariado, mediante un sistemático terror de masas, mediante una guerra de hostigamiento y de combates en la calle y, tras la toma del poder, dejarlo no sólo atomizado, como consecuencia de la destrucción total de sus organizaciones de masa, sino también desalentado y resignado”. (L. Trotsky, citado por E. Mandel en El Fascismo…)
Algunas falacias.

Si bien el Estado fascista es aquel que parece ‘autonomizarse’ en el contexto de la lucha interclasista y que persigue hasta destruir a toda organización de los trabajadores, sea comunista, social demócrata, social cristiana, etc., no es cierto que evite la ‘privatización’ de las grandes empresas de industria pesada y militares. Ante este punto es necesario reproducir un párrafo del trabajo de Mandel, vinculado a la ‘privatización’ de las industrias y materiales de guerra por la Alemania nazi:
 ‘La tendencia fundamental no era la nacionalización, sino la reprivatización, ni la primacía de cualquier “dirección política” sino los superbeneficios de las grandes empresas’- sostiene Mandel.
‘En plena guerra, cuando hubiera podido esperarse de los partidarios de la ”guerra a ultranza” que se mostraran absolutamente despiadados con los intereses privados, tuvieron lugar dos sucesos con las empresas Flick, que aclaran enormemente las relaciones de producción existentes. El 4 de mayo de 1940, una de esas empresas negoció un contrato con altos funcionarios del Estado para la producción de obuses y bazokas. Los funcionarios del gobierno habían calculado que, para obtener un beneficio razonable, Flick debía recibir 24 RM por obús. Pero la compañía exigió 39,25 RM por obús. Finalmente, el acuerdo se estableció en 37 RM, un beneficio suplementario de 13 RM por obús, es decir más del 35%, o sea, más de un millón de marcos suplementarios por todos los obuses fabricados hasta finales de 1943. Haciendo abstracción de la dictadura nazi, la diferencia entre la primera y la segunda guerra mundial no es tan importante, después de todo. En ambos casos, los soldados creían morir por la patria y, en ambos casos, morían por los beneficios suplementarios de los señores de la industria.

El segundo ejemplo es todavía más “precioso”. El ejército había construido sus propias fábricas (con capitales provenientes de fondos públicos, por supuesto). Estas fábricas se alquilaban generalmente a empresas privadas, recibiendo en contrapartida una participación del Estado en los beneficios del orden del 30 o 35%. En 1942, la compañía Flick hizo lo indecible por tomar la dirección de Machinenfabrik Donauwörth GmbH  (Sociedad de Construcción de Maquinaria Donauwörth).

El 31 de marzo, el activo de Donauwörth ascendía a 9,8 millones de RM en el mercado, mientras que su valor contable oficial era de 3,6 millones de RM. Flick compró la fábrica (equipada con el material más moderno) al precio indicado por el valor contable oficial. Klaus Drobisch evalúa sus beneficios en más de ocho millones de RM en ese caso concreto. Cuando se levanta la cáscara política se descubre el verdadero núcleo, la dominación de clase. Si el Estado nazi hubiese nacionalizado sistemáticamente todas las empresas de armamentos, si hubiese reducido despiadadamente los márgenes de beneficios al 5 ó al 6%, si hubiese exigido, por ejemplo, que al menos la mitad de los directores de las fábricas que participaban en la guerra, fuesen representantes directos del Estado y las Fuerzas Armadas (puesto que, sin duda alguna, es lo que exige una guerra eficazmente dirigida), entonces podrían justificarse parcialmente ciertas dudas sobre el carácter de clase de ese Estado. Pero los hechos demuestran con claridad lo contrario: la subordinación brutal de todos los intereses a los de las grandes compañías. Y la subordinación de todas las exigencias sectoriales a la dirección “total” de la guerra, llevada a cabo en el interés de esas grandes compañías, se detiene en el justo punto en que alcanza el alfa y omega: la acumulación de capital por las grandes empresas’.

Cabe aclarar entonces que el fascismo cipayo que caracteriza a Bolsonaro, y su anfitrión, el pinochetista Piñera, no los inhibe de reprivatizar empresas vinculadas a la industria pesada- léase también industria militar- en tanto y en cuanto la sujeción al capital monopolista local, en sintonía con el trasnacional- fundamentalmente el afincado en EE.UU.- los condicionan a tomar cualquier medida tendiente a beneficiar al capital monopolista.
El ‘sub imperialismo’ brasileño y el ‘Israel’ del cono sur iniciarían su periplo hacia la agresión a Bolivia, Venezuela y otros países de la región que no comulguen con el nuevo orden trumpista.
¿Y la Argentina qué?

El Isidoro Cañones que utiliza todavía el sillón presidencial para desde allí orientar el saqueo, la explotación y la humillación al pueblo argentino no es comparable, como ya lo dijimos, a Bolsonaro. Ni tampoco a Piñera. Y no es sólo por su distinto y payasesco sesgo personal ni por su ‘vocación democrática’, sino porque, además de ser un ‘producto político’ de otra era, no cuenta con fuerzas armadas poderosas ni organizadas para participar en el eje reaccionario, contrarrevolucionario y pro imperialista Brasil-Chile, ni siquiera como aliado menor. Y tampoco con una gran base de masas. A pesar de que algunos de sus funcionarios y funcionarias se hacen los ‘malos’, no les dá el cuero para aliarse en igualdad de condiciones con los fascistas brasileños y chilenos. Por lo tanto, la visión posible de sus homólogos de Brasil y Chile sería de la apurarlo a instaurar un Estado afín al de Bolsonaro y Piñera, donde ya se instauran penas contra los que difundan propaganda comunista y se critica abiertamente a los gobiernos socialistas no afines a la ‘democracia’ de EE.UU., o contribuir a su recambio por parte de los conocidos ‘nacionalistas’ de siempre, los fascistas vernáculos, que cuentan, como lo dijimos en otras oportunidades, con base de masas y aspiraciones bárbaras. (ver ‘No hay peor ciego’, del autor, en barometrolatinoamericano.blogspot.com. noviembre 2018).

Se hace necesario aunar a los trabajadores de los países donde el fascismo y el militarismo acechan a los pueblos y gobiernos no afines a los EE.UU. trumpianos en un frente único y encauzar la lucha común para dar vuelta la tortilla. Direccionar las luchas obreras y populares hacia la toma del poder y construir el socialismo es una cuestión de vida o muerte, de supervivencia ante la barbarie.
El fascismo debe ser nuevamente destruido, y con él el sistema capitalista, del cual es una de sus patas.
javierheraud24@yahoo.com.ar

sábado, 20 de octubre de 2018

EEUU Hablando de millonarios estadounidense


Por Néstor García Iturbe:
Recientemente, muchos diarios estadounidenses publicaron el origen de la fortuna de la familia Trump, lo cual fue divulgado por algunos compañeros en Cuba, como si hubiera millonarios buenos y millonarios malos, es decir sin tomar en cuenta que el origen de la fortuna de los millonarios está plagada de crímenes, extorsiones, violaciones de impuestos y  decenas de manejos sucios, llámese el millonario Trump, o tenga otro apellido.


Aunque sobre este asunto ya publiqué el 8 de octubre mi artículo, titulado DONALD TRUMP, EL UNICO MILLONARIO EXISTENTE EN ESTADOS UNDOS, con la información obtenida en el libro “The Rober Barons”, ahora les proporcionaré un poco más de conocimiento sobre el origen de varias fortunas, en este caso fruto de una investigación que realicé y fue publicada en mi libro
“Estados Unidos, de raíz”, del Centro de Estudios Martianos, editado en el 2007.

En el Capítulo X de dicho libro, dedicado a la II Guerra Mundial, en la página 218 hasta la 223 aparece un epígrafe denominado “Vinculación nazi-norteamericana”, que por su extensión no reproduzco en este artículo, pero les ofreceré un resumen de lo tratado en dicho epígrafe.

La Ford Motors Company, propiedad de Henry Ford, estableció una filial en Colonia Alemania, para fabricar autos y camiones, los cuales vendía a Hitler y este los utilizaba para el traslado de tropas.  En las fábricas de la Ford, la mayoría de los obreros eran prisioneros de guerra y judíos que estaban en prisión, por los cuales la Ford pagaba un bajo salario a sus captores alemanes.

En el año 1938, Henry Ford recibió una medalla del gobierno alemán en agradecimiento por los servicios prestados. Se la entregó el propio Gohering. En abril de 1939, la Ford Motor obsequió un millón de marcos a Hitler con motivo de su cumpleaños.

El General Motors Company no podía ser menos que la Ford. Desde su subsidiaria del Adam Opel, también con trabajo esclavo de prisioneros y judíos, fabricó 15,000 camiones para las tropas de Hitler, los cuales posteriormente fueron utilizados en la invasión a varios países europeos.

La firma de abogados Sullivan and Cromwell en 1940 representó la empresa alemana Bosch, fabricantes de bujías. Para que la empresa nazi pudiera retener el control de .las operaciones en Estados Unidos, la firma de abogados creó una empresa fantasma en Suiza. Uno de los principales gerente del bufete Sullivan and Cromwell era John Foster Dulles.

Para poder continuar las operaciones financieras. La banca alemana se vinculó a la estadounidense, para esto adquirieron en 1942, la Sucursal de Paris del Chase National Bank, que posteriormente se convirtió en el Chase Manhattan Bank, propiedad de la familia Rockefeller. En la sucursal de Paris se depositaron fuertes sumas de dinero y valores  frutos del despojo  a los judíos que se hacían prisioneros.

Dentro del sector bancario, los nazi también cultivaron los negocios con la Union Banking Company, donde hicieron fuertes depósitos de dinero. Dentro de los ejecutivos de este banco se encontraban Prescott Bush y George Herbert Walker, ambos de la familia Bush de la que dos miembros fueron presidente de los Estados Unidos.  Este banco financió operaciones de Fritz Thyssen, industrial alemán, fundador del partido Nazi que llegó a ser Consejero de Adolfo Hitler.-

Como consecuencia de los negocios bancarios, Thyssen que controlaba una gran cantidad de dinero, por medio de la Unión Bank Company contactó al magnate ferrocarrilero W. Averell Harriman con el que fundó una empresas bancaria denominada Bank Voor Andel (Banca de Comercio y Navegación). Estas vinculaciones de negocio también fueron aprovechadas por Clarence Dillon, que entró con Thyssen en un negocio de fabricación de acero, básica para la preparación y ejecución de la II Guerra Mundial.  En todo esto participaban también Prescott Bush y George Herbert Walker.

La International Business Machine, más conocida por la IBM, también aprovecho la oportunidad que brindaban los nazis. El fundador de esta empresa, Thomas J .Watson, Aquellos eran los tiempos de las máquinas perforadoras y las impresoras, las cuales se utilizaron para realizar el primer censo racial  de Alemana.  Posteriormente se incluyeron en el censo las informaciones de países ocupados, lo que ayudó grandemente a la localización y encarcelamiento de  judíos y otros peligrosos para la supremacía blanca.  El propio Adolfo Hitler,  entrego a  Watson la Cruz del Mérito del Águila Alemana, con Estrella, una de las más altas condecoraciones de la Alemania nazi.

Cerca de 300 empresas estadounidenses estuvieron colaborando con la Alemania nazi mientras esta invadía los países de Europa.

Después de conocer esta información, a la que pudiéramos agregar otras, el padre de Donald Trump evadiendo impuestos pudiera compararse con el ingenuo de la escuela. 
sarahnes@cubarte.cult.cu

sábado, 23 de septiembre de 2017

¿Qué está pasando en el continente? Algunas claves

Por Juan Martorano:

Una de las segundas causas de este eventual “retroceso” de los logros y conquistas y de los gobiernos progresistas y revolucionarios tiene que ver con lo que algunos denominan el “núcleo hegemónico e irradiación”.


Un gobierno progresista y revolucionario emerge de las clases populares ( obreros, campesinos, estudiantes, indígenas, clases medias pobres, grupo de clase nacional- popular o bloque de clases populares) pero su fuerza de masa, para volverse hegemónica, articuladora y movimiento nacional tiene que articular con otras clases (clase media, articular y subordinar a sectores empresariales locales) enfrentar, dialogar o convivir con la inversión extranjera, es decir, tiene que tener la capacidad de irradiar hacia otras clases, pero sin dejar el núcleo duro popular para no quedar desarticulado de otras clases sociales que pudieran ser nucleadas por la propuesta conservadora.

Atrincherarse protege el núcleo básico, pero deja abandonado a otros sectores que serán el caldo de cultivo de la reconstrucción y reconstitución conservadora.
Pero si te amplias demasiado, si priorizas la irradiación hegemónica olvidando y descuidando tu núcleo articulador popular, acabarás siendo abrazado, felicitado y agradecido por los otros sectores no populares. Harás hegemonía, pero a costa de haber perdido tú base social de apoyo.

Y cuando “las papas queman”, cuando las cosas se pongan malas: ¿Quién te va a defender? ¿El empresario? ¿La inversión extranjera? ¿Clases medias pudientes? No, porque ellos defienden su bolsillo. Si te sonríen un día es porque les conviene, pero no porque estén de nuestro lado.

Es por ello que, la clave de la sostenibilidad y de la legitimidad de un proceso revolucionario es el ejercicio y el equilibrio entre fortalecimiento de tu núcleo popular de los pobres, de los humildes, que son los que salen a la calle y se la juegan, los que pintan las paredes, los que le ponen el pecho a las balas, los que cuidan de nosotros, los que rezan por cada uno de nosotros antes de irse a dormir.

Es por ello, que sin duda no podemos descuidar ni abandonar a las otras fuerzas sociales, debemos mantener hegemonía, pero no debemos confiarnos de ellas. Hay que incorporarlos, jalarlos, desorganizarlos, incorporarlos, derrotarlos, dividirlos e incorporarlos, pero sin confiarnos de ellos.

Porque se confío en los aliados, se descuidó la base, y al final, cuando hay problemas, la base, que está molesta, y los “aliados”, dan la espalda y dejan a los líderes solos. Ahí están los ejemplos de Paraguay, Argentina y Brasil, por sólo nombrar algunos casos.

Esto se va a poner más interesante, pero por ahora lo vamos a dejar hasta aquí.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!

j_martorano@hotmail.com

martes, 19 de septiembre de 2017

El ser humano debe ser el eje de una sociedad socialista

Por Diego Olivera Evia:

Algunas reflexiones sobre el socialismo.

La idea de una sociedad de igualdad y solidaridad, surgió en el marco de muchos pensadores revolucionarios, desde las primeras nociones humanistas de Jacobo Rousseau, sobre el tema de la desigual y su propuesta de contrato social, tratando de dar una explicación a las diferencias entre los hombres, como condenar el poder de las clases económicas. De esa misma manera la Revolución Francesa, en su primeras declaraciones, clamaba una vía humanista, al acuñar su filosofía de “igualdad, fraternidad y solidaridad” en la sociedad francesa de la época., posteriormente fue ahogada por el incipiente desarrollo de la clase burguesa.


La revolución industrial en Inglaterra, generó nuevas formas de industrialización, con maquinarias de vapor, con energía eléctrica, para organizar talleres y fábricas, dando origen a una clase social económica la burguesía, que sustituía en el poder a los nobles y los señores feudales (terratenientes). También en ese contexto surgía,  un nuevo sujeto laboral, el obrero asalariado, denominado en su época siglo IXX proletario (de prole, referido a la participación de familias en estas industrias o talleres), de la misma manera, la explotación de las minas, genero el sector de los mineros, los cuales extraían los minerales para la industrialización.

Las nuevas formas de producción industriales condenaban a la explotación y al hambre a los trabajadores.

En ese marco de una nueva forma de explotación, donde los obreros trabajaban por salarios miserables, en extenuadas jornadas de trabajo, que costaban la vida, por la ausencia de normas de seguridad, como de salubridad, como la falta de una alimentación adecuada. Surgen pensadores, conocidos hoy como socialistas utópicos, Robert Owen fue la figura más notable de los pensadores ingleses, se preocupaba por mejorar las condiciones de los obreros,  trató de llevar a la práctica sus ideas sobre la organización del trabajo y la distribución de la riqueza, estableciendo el seguro social, bibliotecas, escuelas para niños y adultos, y otras prestaciones para los obreros, en una comunidad que llamó New Harmony.

El pensador francés Charles Fourier creo El "phalanstère" o "falansterio" (pequeñas comunidades de hombres y mujeres en los que cada uno elegía su trabajo, en algunos países llegaron a funcionar, pero muchos fracasaron), otros como Saint Símon, abundaron en ideas de comunidades humanas, pero las mismas sucumbían ante el arrollador crecimiento, de una burguesía industrializada, que conquisto el poder en toda Europa y EEUU.

El legado del pensamiento humanista, sucumbía ante una poderosa nueva ideología el capitalismo, donde el ser humano se transformaba en un engranaje más de la industria o los servicios, la explotación y la falta de una conciencia de los obreros, por comprender el nuevo fenómeno de la explotación.

Surge en la mitad del siglo IXX el concepto del socialismo como forma de sociedad.

En esa realidad económica y política que surge, el pensamiento y la filosofía de Karl Marx, como otros pensadores socialistas, sus definiciones económicas y la investigación de las leyes de la dialéctica en el proceso social e histórico, revolucionan la mitad del siglo IXX. Su llamamiento a los trabajadores a organizarse, para defender su derechos, lo transforman en el eje revolucionario, de la Comuna de Paris, su constantes trabajos en revistas, que el mismo dirigía, fueron censurados en Francia y Alemania.

Marx nunca acepto el apodo del padre del marxismo, desestimo en vida una apología a su persona, no se consideraba de ningún modo el fundador del socialismo ni despreciaba a los pensadores anteriores, como puede comprobarse en la siguiente cita: “En cuanto a mí, no me cabe el mérito de haber descubierto ni la existencia de las clases en la sociedad moderna ni en su lucha entre sí”.

El gran aporte económico fue definir en el concepto de plusvalía,  la explotación de los trabajadores, al demostrar que la ganancia del capitalista, no estaba en la venta de la mercancía, sino, en la apropiación del valor real del trabajo, que encerraba cada una de ellas, al pagar menos la fuerza laboral, le quedaba su ganancia, la cual encubría como costo de producción.

Marx en sus estudios, profundizo sobre la historia, trato de sintetizar los mejores aportes del pensamiento humano, desde la antigua Grecia con sus importantes filósofos, como las corrientes humanistas y los pensadores del socialismo utópico. Sobre sus trabajos manifestó “que eran un síntesis de la filosofía y del pensamiento de la humanidad en la historia”

El breve esbozo de algunas ideas humanistas y socialistas dan el marco a algunas reflexiones.

La principal es la vigencia del socialismo, como única alternativa al capitalismo, pero esta definición nos hace reflexionar, sobre como es el socialismo que queremos, las experiencias del siglo XX, no han demostrado, que un modelo vertical de sociedad, donde la concentración de las decisiones, está en pocas manos, nos aleja al sentido de una verdadera participación social, en las decisiones de nuestra sociedad. 

Esto no implica que no haya una organización del estado socialista, ni un partido socialista, los cuales,  son instrumentos imprescindibles en la construcción de la nueva sociedad, pero debemos dotar a todas estas instancias, de un verdadero sentido democrático socialista, de una verdadera integración de los sectores sociales, en las decisiones políticas, económicas, como en los servicios.

El fracaso del socialismo verdadero, se generó en la sustitución del pueblo, por aparatos burocráticos del estado y los partidos comunistas, se hablaba en nombre del pueblo, pero las decisiones no pasaban por las organizaciones populares. Hoy el nuevo modelo de socialismo, debe crear mecanismo de control social, para garantizar el avance de la nueva sociedad, pero estos controles deben tener acceso a las estructuras de la organización del gobierno y el partido, debe ser escuchados sus propuestas, reclamos o denuncias,  solo en un interrelación pueblo e instituciones, se podrá alcanzar un nuevo modelo eficiente, para no caer en burócratas acomodados,  que gozan de privilegios, por encima del resto de la sociedad socialista.

Debemos dotar al socialismo de una visión humanista.

Cuando reflexiono sobre el tema del humanismo, recuerdo una conversación con un destacado intelectual, la misma giraba sobre el comandante “Che” Guevara, yo le manifestaba su carácter humanista, su convicción del humanismo en la revolución. Su respuesta académica a mi punto de vista, fue lacónica “yo te voy a demostrar, que el humanismo es idealismo, no es marxismo”.

Ante esa abrupta respuesta, mi posición fue bien clara, si es más importante son las estructuras, el poder político, que están por encima de las necesidades del ser humano,  entonces nos alejamos  de la esencia de un modelo revolucionario y socialista, Porque creemos en el socialismo, luchamos por una sociedad humanizada, donde todos los ciudadanos puedan disfrutar de igualdad de condiciones, ser humanista no contradice al socialismo, por el contrario lo nutre a la nueva sociedad, de valores éticos y morales, de una visión sensible a las injusticias, como son la  necesidades de todos los seres humanos.

El “Che” siempre decía que “cada acción de nosotros los revolucionarios, tiene un gran dosis de humanismo”, si valoramos que construimos una nueva sociedad, el sujeto principal es el ser humano, son sus necesidades y sus sueños, no podemos pensar por ellos, debemos crearles lo canales, para poder lograr cada día elevar su calidad de vida, como de la sociedad que queremos construir.