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sábado, 18 de abril de 2020

La sociedad humana y las naciones del mundo conta la pandemia


Por Diego Olivera Evia (*):
El terrorismo y el capitalismo son parte de las guerras

La sociedad humana avanza hacia una crisis global, en el marco del capitalismo, el resurgimiento del fascismo en Europa y América Latina, impulsado por el modelo imperial de EEUU, con la presidencia del magnate Donald Trump, que ha impuesto sus reglas del juego, logrando controlar a la Unión Europea (UE), como a la OTAN el brazo militar de la UE, en ese mismo sentido aplica mecanismos, para intentar controlar a la Organización de Estados Americanos (OEA).


La nueva pandemia del coronavirus ya alcanzó el estatus de epidemia, según consideró este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una realidad de una crisis sin control en el planeta, los países europeos y EEUU, hicieron caso omiso al ataque de la pandemia en China, pero en esas condiciones se creó un ataque a España, Italia, Alemania, Inglaterra y EEUU mostraron un desprecio de los efectos de esta mortandad, la actitud de no cubrirse contra el covid-19, demostró que los países desarrollados, mostraron un decidía en la Salud de sus ciudadanos, muchos como el terrorista Trump, no creo condiciones para los afectados por el Covid-19,  sin hospitales públicos y los privados cobran carísimo, y de la misma manera en la calles de Nueva York , muerte los latinos y los afro descendientes, mostrando una realidad inmoralidad.

Pero la ambición de las trasnacionales han creado mecanismos coercitivos, de la concepción una guerra sin cuartel contra Venezuela, pero no han podido, para agredir a Venezuela y apoderar un gobierno de facto en esta nación sudamericana, la imposición de un títere de la Asamblea Nacional (AN), en desacato, ha generado una grave crisis, donde el petróleo, el Oro, el Coltán, las refinerías de CITGO, de propiedad venezolana, son la base de una guerra imperial y sin escrúpulos, bajo la dictadura mundial donde un psicópata intenta, un ataque con su flota de asesinos marines, no han podido crear un mecanismo de los paramilitares colombianos, y los armamentos del Ejército venezolano, con altas tecnologías entregadas por Rusia, bajo las política del presidente Putin. 

Un informe de la CELAC advertía los posibles efectos del modelo gringo desde las promesas de campaña y a partir de la (inesperada) asunción al Gobierno de Donald Trump suenan las alarmas sobre un “retorno al proteccionismo” en Estados Unidos (EE. UU.) como amenaza al orden global neoliberal. Se ha renovado la discusión liberalismo-proteccionismo desde una postura hegemónica que plantea ambas alternativas como contradictorias y en la que el proteccionismo sería un lastre del “populismo de derecha” de Trump que atenta contra los logros del neoliberalismo a nivel internacional.

Sin embargo, hay poca información concreta sobre cuál es el impacto en inversiones y relaciones comerciales con la región, donde las políticas de Trump, paradójicamente, parecen haber profundizado el neoliberalismo por la vía de la expansión de las transnacionales estadounidenses. Además, más allá de si el proteccionismo es “bueno o malo”, los resultados de los lineamientos implementados parecen haber abierto un nuevo ciclo de crisis en la economía de EE.UU.

El capitalismo son parte de las guerras imperiales
La llegada de Trump a la presidencia de EE.UU. auguraba, para la mayoría de analistas, un menor ritmo de comercio y de inversiones con la región. En efecto, varios factores parecían conjugarse en este sentido: la suspensión de acuerdos, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que contemplaban la reducción de barreras no arancelarias, la armonización regulatoria y la creación de nuevos estándares para regular el comercio digital; la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); la idea de renegociar, también, acuerdos bilaterales con otros países como Chile, Colombia, Panamá y Perú, entre otros; las críticas a la OMC por favorecer el libre comercio; y la apuesta por la relocalización de la producción de las empresas estadounidenses hacia EE. UU. Sin embargo, hasta el momento, no se ha verificado esta tendencia.

Absolutamente complementaria con ese obscurantismo supino del mandatario estadounidense, se presenta su inmoralidad en el manejo de las relaciones internacionales. Marco en el cual no duda con expresar opiniones y toma de decisiones, que son abiertamente canallescas. Ha sido así con relación a Palestina y el apoyo incondicional que le ha dado a la entidad sionista contra el pueblo palestino, en materias militares, económicas, concretando aquello que sus antecesores se cuidaron de no hacer: reconocer a al Quds (Jerusalén) como capital del régimen ocupante israelí en Palestina y trasladar su embajada de la ciudad de Tel Aviv a la ciudad santa.

Sume a ello el sostén político en todas las instancias internacionales y la venta multimillonaria de armas a otro de los regímenes acusado de delitos contra la humanidad: la Casa al Saudí, enfrascada en una guerra de agresión contra Yemen. Una campaña que ha dejado ya más de 91.000 muertos A las víctimas de los combates, hay que añadir el enorme costo que ha traído a esta población de 27 millones de habitantes, el hambre y las enfermedades, entre ellas el cólera, en un país donde, según señaló en un informe del año 2019, la organización Save the Children, han muerto 84.701 niños por inanición y 3.000 ante el brote de cólera.

El “América First”, que prometía generar empleo e impulsar la industria nacional, volver al “made in América” vs. el “made in China”, ha mostrado escasos resultados. No parece haberse conseguido un aumento en la competitividad de las industrias locales, pues la mayoría está atada a una cadena de producción invariablemente internacional. A esto se suma la disminución de las ganancias en las industrias manufactureras de EE. UU., como la de producción de alimentos, bebidas y tabaco, las productoras de petróleo, carbón, químicos y otros productos durables que se fabrican en territorio estadounidense. En un análisis reciente se menciona que esa caída de las ganancias podría explicar la política proteccionista al interior y la política

A su vez, las políticas proteccionistas están generando una mayor expansión de las empresas EE. UU. al exterior, expansión que, tal como vienen operando desde hace décadas -si bien por un lado implica aumento de inversiones y puestos de trabajo- también es portadora de una serie de “condicionamientos” a las economías (sobre todo las periféricas), asociados a exenciones impositivas, fuerza de trabajo barata y condiciones laborales “flexibles”, etc.

Cabe recordar que en esta tónica van las reformas laborales y previsionales de los gobiernos de derecha en Argentina y Brasil, por ejemplo-.Los factores por los cuales las políticas proteccionistas podrían generar mayor inversión de las empresas estadounidenses en el exterior son: ( el encarecimiento de los costos de producción derivado del incremento de aranceles para insumos de uso difundido, como acero y aluminio;  la repatriación de capitales puede inducir a una apreciación del dólar que también atente contra la competitividad local y;  las políticas anti inmigratorias pueden atentar contra el “reclutamiento de cerebros” que realizan las empresas estadounidenses en todo el globo para desarrollar las tareas de innovación en su país.
(*) Periodista, Historiador y Analista Internacional
diegojolivera@gmail.com

sábado, 7 de marzo de 2020

El capitalismo y las trasnacionales destruyen a la humanidad


Por Diego Olivera Evia:
Las guerras, la droga, el hambre en el Siglo XXI

La sociedad humana avanza hacia una crisis global, en el marco del capitalismo, el resurgimiento del fascismo en Europa y América Latina, impulsado por el modelo imperial de EEUU, con la presidencia del magnate Donald Trump, que ha impuesto sus reglas del juego, logrando controlar a la Unión Europea (UE), como a la OTAN el brazo militar de la UE, en ese mismo sentido aplica mecanismos, para intentar controlar a la Organización de Estados Americanos (OEA).


Creando mecanismos coercitivos, en una guerra sin cuartel contra Venezuela, pero estas acciones no han podido lograr una mayoría, para agredir a Venezuela y apoderar un gobierno de facto en esta nación sudamericana, la imposición de un títere de la Asamblea Nacional (AN), en desacato, ha generado una grave crisis, donde el petróleo, el Oro, el Coltán, las refinerías de CITGO, de propiedad venezolana, son la base de una guerra imperial y sin escrúpulos.

Un informe de la CELAC advertía los posibles efectos del modelo gringo desde las promesas de campaña y a partir de la (inesperada) asunción al Gobierno de Donald Trump suenan las alarmas sobre un “retorno al proteccionismo” en Estados Unidos (EE. UU.) como amenaza al orden global neoliberal. Se ha renovado la discusión liberalismo-proteccionismo desde una postura hegemónica que plantea ambas alternativas como contradictorias y en la que el proteccionismo sería un lastre del “populismo de derecha” de Trump que atenta contra los logros del neoliberalismo a nivel internacional. Así, desde la prensa hegemónica -que se hace eco de las voces expertas más calificadas- se viene advirtiendo sobre los perjuicios de los lineamientos proteccionistas impulsados por el Gobierno, en particular, los efectos en la economía y geopolítica internacional y, también, para América Latina y el Caribe (ALC).

Sin embargo, hay poca información concreta sobre cuál es el impacto en inversiones y relaciones comerciales con la región, donde las políticas de Trump, paradójicamente, parecen haber profundizado el neoliberalismo por la vía de la expansión de las transnacionales estadounidenses. Además, más allá de si el proteccionismo es “bueno o malo”, los resultados de los lineamientos implementados parecen haber abierto un nuevo ciclo de crisis en la economía de EE.UU., a la vez que están causando un impacto significativo en la geopolítica internacional. Lo que no está tan claro es que se trate de medidas que amenacen la supervivencia del neoliberalismo.

A continuación, expondremos qué es el “proteccionismo à la Trump” (una cosa es lo que se dice, otra es lo que se decide y otra diferente, lo que se logra), dimensionando, en primer lugar, sus efectos en EE. UU. para, en un segundo momento, abordar su impacto en las relaciones con ALC

Las guerras, la droga, el hambre, en el Siglo XXI
En este marco de crisis de guerras monopólicas contra África, Medio Oriente, Asia, América Latina, son avasalladas por la políticas neo coloniales, la sumisión de países latinoamericanos a las presiones de Trump, y su equipo de guerra global, han podido usar a presidentes fascistas e inmorales, como Macri, Bolsonaro, Piñera, Duque, que aplican políticas neoliberales en sus naciones, el ataque al Amazonas, por Bolsonaro, para entregar sus recursos a las trasnacionales, crearía un ataque brutal el ecosistema. Pero lo más peligroso es el ataque a los pueblos originales del pulmón de Sudamérica, donde un militar fascista como el presidente brasileño, considera a estos pueblos, como ignorantes, sucios y que nos hablan portugués, al mejor estilo de la conquista, de los españoles, portugueses e ingleses, que asesinaron a millones de seres humanos.

Otros efectos como las drogas son parte de la acción de EEUU, el principal consumidor de estupefacientes del planeta, la inmoralidad de los gobiernos de Colombia, han creado el mayor imperio de la droga, controlado por presidentes corruptos, el mismo presidente Duque, es parte de la familia de los carteles de la Droga. Siendo Uribe señalado de participar habitualmente en el diseño y ejecución de matanzas perpetradas por los paramilitares colombianos, como el caso de la Matanza de El Aro cometida en 1997.

En esa, según relata el periódico de Miami, El Nuevo Herald informo que, el mismísimo Álvaro Uribe, planeo la matanza con los dirigentes de las Autodefensa Unidas de Colombia y posteriormente acudió personalmente a felicitar a los paramilitares que “brillantemente” habían asesinado, con motosierras, al menos a 15 campesinos indefensos, matanza por la que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Colombia.

Tres parientes del ex presidente colombiano, entre ellos dos primos hermanos, lideraron una banda paramilitar conocida como Los Erre, señalada de haber asesinado a medio centenar de personas en varios municipios del departamento de Antioquia: Carlos Alberto Vélez Ochoa, Juan Diego Vélez Ochoa y Mario Vélez Ochoa, quienes también son familiares del clan de los capos del narcotráfico Ochoa.

La política de Seguridad Democrática de Álvaro Uribe dio lugar al escándalo conocido como falsos positivos, el asesinato de al menos 2 mil 500 civiles inocentes por la fuerza pública colombiana – bajo el mandato de Uribe como presidente y siendo Juan Manuel Santos el Ministro de Defensa – presentados como, guerrilleros dados de baja en combate

En mayo de 2010, el diario The Washington Post, publica la confesión del policía Juan Carlos Meneses, de haber asesinado a miles de campesinos y realizar múltiples operaciones paramilitares junto a Los 12 apóstoles, grupo paramilitar en el que participa Santiago Uribe, hermano de Álvaro.

Esta es la realidad de un modelo capitalista sin escrúpulos, que aplica las políticas de violencia, guerra, habla de ayudas humanitarias, pero en realidad invaden naciones, para adueñarse de los principales recursos, petróleo, oro, minerales, esclaviza a pueblos de África y Asia, para ampliar el papel de las trasnacionales y ampliar el papel El complejo industrial-militar (una de las principales fuentes de empleo en EE. UU).

Esta es la realidad de un modelo criminal, que, en el marco del Grupo de Lima, reorganizada por Trump, como un mecanismo de coerción sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua, el interés de EEUU es controlar a América Latina.

Una nueva realidad en Uruguay
Y ahora en Uruguay el neoliberalismo y el fascismo, se ha manifestado en mentiras, el mismo presidente Lacalle mintió sobres los aumentos de la luz, el agua, la gasolina, el gas familiar, el aumento del dólar de 39 a 43 el costo del peso uruguayo, creando a los ciudadanos ajustes y aumentando los insumos de a los alimentos, como otras medidas para incrementar una crisis en las mayorías de los ciudadanos uruguayos.

También han creado otros mecanismo de coerción, al   aplican la violencia de la policía y la metropolitana, contra los jóvenes estudiantes, los indigentes, a los cuidadores de autos en la calle y acusan a los malabaristas como un peligro, bajo la amenaza de detención y con violencia, a través de las políticas del Ministro del Interior Jorge Larrañaga, quien amenaza al Frente Amplio (FA), como desconociendo a los diputados y senadores, quienes quieren evitar la violencia en la sociedad, y los policías y el Ministerio del Interior, a través de un  modelo de abuso  sobre los sectores marginales de la sociedad.

 Periodista, Historiador y Analista Internacional
diegojolivera@gmail.com

domingo, 10 de noviembre de 2019

El capitalismo destruye la sociedad humana y las naciones



Por Diego Olivera Evia:
Las guerras, la droga y el hambre en el Siglo XXI 

La sociedad humana avanza hacia una crisis global, en el marco del capitalismo, el resurgimiento del fascismo en Europa y América Latina, impulsado por el modelo imperial de EEUU, con la presidencia del magnate Donald Trump, que ha impuesto sus reglas del juego, logrando controlar a la Unión Europea (UE), como a la OTAN el brazo militar de la UE, en ese mismo sentido aplica mecanismos, para intentar controlar a la Organización de Estados Americanos (OEA), creando una crisis en América Latina, con el Grupo de Lima, usando a Colombia contra Venezuela, Cuba, Nicaragua, ahora con Bolivia, contra el triunfo de Evo Morales, de la misma manera los cambios en Argentina, con la derrota de Macri, y la grave situación en Chile, con una nueva dictadura, con asesinatos, violaciones a mujeres y hombres, pero el pueblo no deja las calles, busca una nueva constitución, para derogar la de Pinochet, esta situaciones son parte de la crisis y el terrorismo de Trump. 


Creando mecanismos coercitivos, de los miembros, pero en una guerra sin cuartel contra Venezuela, pero no han podido lograr mayoría, para agredir a Venezuela y apoderar un gobierno de facto en esta nación sudamericana, la imposición de un títere de la Asamblea Nacional (AN), en desacato, ha generado una grave crisis, donde el petróleo, el Oro, el Coltán, las refinerías de CITGO, de propiedad venezolana, son la base de una guerra imperial y sin escrúpulos.

Un informe de la CELAC advertía los posibles efectos del modelo de EEUU, desde las promesas de campañas y a partir de la (inesperada) a través del Gobierno de Donald Trump, pero suenan las alarmas sobre un “retorno al proteccionismo” en Estados Unidos (EE.UU.) como amenaza al orden global neoliberal. Se ha renovado la discusión liberalismo-proteccionismo desde una postura hegemónica que plantea ambas alternativas como contradictorias y en la que el proteccionismo sería un lastre del “populismo de derecha” de Trump que atenta contra los logros del neoliberalismo a nivel internacional. Así, desde la prensa hegemónica -que se hace eco de las voces expertas más calificadas- se viene advirtiendo sobre los perjuicios de los lineamientos proteccionistas impulsados por el Gobierno, en particular, los efectos en la economía y geopolítica internacional y, también, para América Latina y el Caribe (ALC).

Sin embargo, hay poca información concreta sobre cuál es el impacto en inversiones y relaciones comerciales con la región, donde las políticas de Trump, paradójicamente, parecen haber profundizado el neoliberalismo por la vía de la expansión de las transnacionales estadounidenses. Además, más allá de si el proteccionismo es “bueno o malo”, los resultados de los lineamientos implementados parecen haber abierto un nuevo ciclo de crisis en la economía de EE.UU., a la vez que están causando un impacto significativo en la geopolítica internacional. Lo que no está tan claro es que se trate de medidas que amenacen la supervivencia del neoliberalismo.

Proteccionismo a lo Trump en EE.UU.

Trump ha demostrado que EE. UU. auguraba, para la mayoría de analistas, un menor ritmo de comercio y de inversiones con la región. En efecto, varios factores parecían conjugarse en este sentido: la suspensión de acuerdos, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que contemplaban la reducción de barreras no arancelarias, la armonización regulatoria y la creación de nuevos estándares para regular el comercio digital; la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); la idea de renegociar, también, acuerdos bilaterales con otros países como Chile, Colombia, Panamá y Perú, entre otros; las críticas a la OMC por favorecer el libre comercio; y la apuesta por la relocalización de la producción de las empresas estadounidenses hacia EE.UU. Sin embargo, hasta el momento, no se ha verificado esta tendencia.

El “América First”, que prometía generar empleo e impulsar la industria nacional, volver al “made in América” vs. el “made in China”, ha mostrado escasos resultados. No parece haberse conseguido un aumento en la competitividad de las industrias locales, pues la mayoría está atada a una cadena de producción invariablemente internacional. A esto se suma la disminución de las ganancias en las industrias manufactureras de EE.UU., como la de producción de alimentos, bebidas y tabaco, las productoras de petróleo, carbón, químicos y otros productos durables que se fabrican en territorio estadounidense. En un análisis reciente se menciona que esa caída de las ganancias podría explicar la política proteccionista al interior y la política de libre mercado al exterior.

Sin embargo, esta merma no se observa en todos los sectores. El complejo industrial-militar (una de las principales fuentes de empleo en EE.UU.) sigue gozando de buena salud: la venta de armas de EE. UU. al mundo se incrementó en 2019 (en continuidad con la tendencia con los gobiernos de Obama y de acuerdo a lo prometido por Trump). El último ejercicio fiscal (octubre-septiembre 2019) cerró con la venta de poco más de 41.930 millones de dólares, un incremento del 24% con respecto al mismo periodo anterior.

Los departamentos de Defensa, Estado y Comercio plantean diferentes propuestas para mejorar y acelerar el proceso de ventas a otras naciones y, también, estimular el incremento de empleos en el sector. Según datos recientes, EE. UU. realiza el 57.9% de las transacciones mundiales de armamentos, y con América Latina las ventas rebasaron los 343 millones de dólares en 2016, destacando las compras de México (100.899 millones), Colombia (75.990 millones), Brasil (59.310 millones) y Chile (48.798).

A su vez, las políticas proteccionistas están generando una mayor expansión de las empresas EE. UU. al exterior, expansión que, tal como vienen operando desde hace décadas -si bien por un lado implica aumento de inversiones y puestos de trabajo- también es portadora de una serie de “condicionamientos” a las economías (sobre todo las periféricas), asociados a exenciones impositivas, fuerza de trabajo barata y condiciones laborales “flexibles”, etc. -cabe recordar que en esta tónica van las reformas laborales y previsionales de los gobiernos de derecha en Argentina y Brasil, por ejemplo-.Los factores por los cuales las políticas proteccionistas podrían generar mayor inversión de las empresas estadounidenses en el exterior son: ( el encarecimiento de los costos de producción derivado del incremento de aranceles para insumos de uso difundido, como acero y aluminio; la repatriación de capitales puede inducir a una apreciación del dólar que también atente contra la competitividad local y las políticas anti inmigratorias pueden atentar contra el “reclutamiento de cerebros” que realizan las empresas estadounidenses en todo el globo para desarrollar las tareas de innovación en su país.

Las guerras, la droga, el hambre, en el Siglo XXI

Otros efectos como las drogas son parte de la acción de EEUU, el principal consumidor de estupefacientes del planeta, la inmoralidad de los gobiernos de Colombia, han creado el mayor imperio de la droga, controlado por presidentes corruptos, el mismo presidente Duque, es parte de la familia de los carteles de la Droga. Uribe capo de la droga y de los paracos de participar habitualmente en el diseño y ejecución de matanzas perpetradas por los paramilitares colombianos, como el caso de la Matanza de El Aro cometida en 1997.

En esa, según relata el periódico de Miami, El Nuevo Herald en informo, que el mismísimo Álvaro Uribe, planeo la matanza con los dirigentes de las Autodefensa Unidas de Colombia y posteriormente acudió personalmente a felicitar a los paramilitares que “brillantemente” habían asesinado, con motosierras, al menos a 15 campesinos indefensos, matanza por la que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Colombia.

Ahora en la actualidad del gobierno de Duque en Colombia, se mantienen la variables del terrorismo en Colombia, la muerte de luchadores sociales, el desplazamiento de los campesinos, los asesinatos de ex Farc son parte de las políticas de Uribe, como los ataques a Venezuela y los intentos de atentados al presidente Nicolas Maduro, los vínculos del terrorista Guaidó con los rastrojos, quedo al descubierto en corredores para las fechorías, del terrorismo impulsado por Trump, para intentar controlar el petróleo, el oro, el Coltán, la imposibilidad de derrotar al gobierno venezolano, ha creado una histeria del psicótico Donald Trump, no solo en Venezuela sino con Cuba, en su resistencia de más de 50 años, esta es la realidad de las guerras imperialistas contra los pueblos del mundo.

(*) Periodista, Historiador y analista internacional
diegojolivera@gmail.com

miércoles, 16 de octubre de 2019

Suramérica vive una nueva crisis en manos las derechas fascistas


Por Diego Olivera Evia:
Lenin Moreno un criminal del pueblo para favorecer al FMI
  
La nuevas crisis social y humanista ha creado en Suramérica, una nueva realidad en varios países de la región, creada por los acuerdos de un grupo denominado Grupo de Lima, impulsado por EEUU, a través del misógino presidente Donald Trump, que ha intentado ataques a Venezuela, Cuba, Nicaragua, como contra Bolivia, bajo su concepción del fascismo, encubierto en la nación área, creando efectos de un modelo neoliberal, impulsada por los fascistas de Brasil Bolsonaro, de Chile con un presidente derechista,  Sebastián Piñera, actualmente investigado por la justicia de esta nación, de la misma manera la derecha Colombia criminal, ha creado un estado de violencia y muerte, en lo indígenas, los luchadores sociales y ex guerrilleros, estos amnistiados, mientras grupos paramilitares libres de control, y la droga de los grupos autorizados por el estado colombiano, como el presidente Duque, incapaz al afirmar que la droga es el mayor ingreso de esta nación, importados a EEUU para una sociedad enferma.


 Los componentes social  del fascismo pretende ser interclasista y anti individualista: niega la existencia de los intereses de clase e intenta suprimir la lucha de clases con una política paternalista, de sindicato vertical y único en que tanto trabajadores como empresarios obedezcan las directrices superiores del gobierno, como en un ejército. Tal es el corporativismo italiano o el nacionalsindicalismo español.

El nacionalismo económico, con autarquía y dirección centralizada se adaptaron como en una economía de guerra a la coyuntura de salida en una crisis, en el marco del  proteccionismo autocrático de EEUU y mas ahora impulsado por el misógino

No obstante, no hubo en ningún sistema fascista ni planes quinquenales al estilo soviético, ni cuestionamiento de la propiedad privada siempre que cumpliera lo que el Estado dictaminara como «función social», ni alteraciones radicales del sistema capitalista convencional

Más allá de una, fuerte intervención del mercado favoreciendo determinadas áreas de las grandes empresas industriales. Estas características sirven como base a una crítica (de orientación tanto liberal como materialista) que resalta la conveniencia del fascismo para un sector importante de la burguesía, para lograr controlar una economía capitalista, con grupos de choque contra los movimientos alternativos, con propuestas  de modelos socialistas, como lo realizan en Brasil, Chile, Argentina, Perú, Colombia, y ahora Ecuador con Moreno un traidor, vinculado a la CIA, ahora demostrado por la presencia de grupos de EEUU (CIA), para protegerlos ante  huelgas, y los movimientos indígenas.

En ese sentido la misma OEA se han convertido en un hervidero de derechistas, donde el Secretario General Luis Almagro, hoy financiado por la CIA, como de la misma Bachelet  al servicio de la CIA,  traicionando  a los gobiernos alternativos, han creado un división en América latina a favor de EEUU y la Unión Europea (UE), creando un modelo de control y sanciones a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y a las naciones del Caribe, creando una crisis y obligando a la misma a ser maniatados por Trump y su pandilla de asesinos de su gabinete.
Lenin Moreno un criminal del pueblo para favorecer al FMI
Al llamar a radicalizar las protestas contra el gobierno del presidente Lenín Moreno, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), advirtió ayer que esto no para hasta que el FMI (Fondo Monetario Internacional) se vaya del país, en momentos en que se reportó que a raíz de la represión murieron cinco civiles, entre ellos dos indígenas.

En un comunicado firmado por Jaime Vargas, presidente de la organización indígena, se convocó a la población a ir a la lucha, renovar fuerzas y sostener los bloqueos de vías, las tomas de gubernaturas y edificios públicos y realizar asambleas en todas las comunidades y alianzas con todos los sectores del pueblo.

Además, la Conaie consideró que el diálogo que plantea Lenin Moreno es una fantochada; aseguró que sólo negociará con la autoridad si se recuperan las subvenciones al combustible y cesa a los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y al de Defensa, Oswaldo Jarrín, a quienes responsabilizó de la violencia desmedida de policías y militares durante las protestas iniciada desde el jueves de la semana pasada, y en particular las de antier.

Nada de diálogo con un gobierno asesino, hasta que se cumplan los mínimos requisitos, sostuvo la organización, que exigió la derogación del decreto que eliminó los subsidios a combustibles.
Al caer la noche, miles de personas continuaban en las calles en rechazo al paquetazo, a la violencia ejercida por las fuerzas del orden, y en demanda de la renuncia de Moreno.

El gobierno informó que, con la mediación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Conferencia Episcopal de Ecuador, se reunió con representantes indígenas y sindicatos para llegar a acuerdos que permitan amortiguar el impacto de la subida del precio de la gasolina y el diésel en los sectores más vulnerables, si bien reiteró que no hay vuelta atrás en la eliminación de subsidios al combustible.
La ONU confirmó que apoya una serie de conversaciones preliminares con las autoridades y sectores de la sociedad civil para reducir las tensiones.

¡Lenin Moreno, con los indígenas no se juega; con la Connie no se juega, ¡carajo!, proclamó Vargas antes miles de personas en la Casa de Cultura, epicentro de las protestas de ayer.
Con la sangre de nuestros hermanos no vamos a negociar, no hay ningún negocio con este gobierno nefasto, mentiroso y ladrón, sentenció el dirigente.

La multitud concentrada en este punto recibió los cuerpos de dos indígenas –uno de ellos líder de la provincia andina de Cotopaxi, Inocencio Tucumbi– que murieron en los enfrentamientos durante el paro nacional de este miércoles. Al grito de ¡Moreno, asesino!, dolientes cargaron en hombros los ataúdes cubiertos con la bandera de Ecuador, desde la Avenida 12 de octubre, en su intersección con la calle Patria, hasta la Casa de la Cultura para velarlos.

El detonante de las protestas, que iniciaron hace una semana, fue un acuerdo de Moreno con el Fondo Monetario Internacional para acceder a préstamos por 4 mil 209 millones de dólares, a cambio del despido de miles de trabajadores y la eliminación de subsidios a los combustibles, vigentes desde hace 40 años, y que provocó aumentos hasta de 123 por ciento. Desde hace una semana, el galón (3.79 litros) de diésel, pasó de 1.03 a 2.30 dólares y el de gasolina regular de 1.85 a 2.40.

Tras la aplicación de la medida, el gobierno autorizó un incremento de 10 centavos de dólar en el pasaje del transporte público, suspendió el traslado de petróleo por el principal de sus dos oleoductos, y aseguró que la ocupación de varios pozos petroleros en la Amazonia ha tenido pérdidas por 12.8 millones de dólares, lo que representa 31 por ciento de su producción.

Moreno, quien trasladó la sede de gobierno a la ciudad de Guayaquil, respondió a los disturbios con un estado de excepción y un toque de queda parcial de las ocho de la noche a las cinco de la mañana, que se aplica en los alrededores de instalaciones gubernamentales clave y en edificios del Estado.

El mismo día del anuncio de las medidas, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas cuestionaba al Estado ecuatoriano sobre la adopción y el impacto del ajuste estructural propiciado por el FMI en el goce de los derechos humanos. Al día siguiente, de manera inusual, el Comité emitió un fuerte comunicado en el cual señala que la reducción de la institucionalidad y presupuestos del Estado a través de la implementación del acuerdo con el FMI son incompatibles con las obligaciones internacionales del Ecuador y afecta negativamente el goce de los derechos económicos y sociales.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional
diegojolivera@gmail.com


miércoles, 2 de octubre de 2019

El capitalismo destruye la sociedad humana y las naciones



Por Diego Olivera Evia:
Las guerras, la droga, el hambre en el Siglo XXI

La sociedad humana avanza hacia una crisis global, en el marco del capitalismo, el resurgimiento del fascismo en Europa y América Latina, impulsado por el modelo imperial de EEUU, con la presidencia del magnate Donald Trump, que ha impuesto sus reglas del juego, logrando controlar a la Unión Europea (UE), como a la OTAN el brazo militar de la UE, en es mismo sentido aplica mecanismos, para intentar controlar a la Organización de Estados Americanos (OEA). Creando mecanismos coercitivos, de los miembros, pero en una guerra sin cuartel contra Venezuela, pero no han podido lograr mayoría, para agredir a Venezuela y apoderar un gobierno de facto en esta nación sudamericana, la imposición de un títere de la Asamblea Nacional (AN), en desacato, ha generado una grave crisis, donde el petróleo, el Oro, el Coltán, las refinerías de CITGO, de propiedad venezolana, son la base de una guerra imperial y sin escrúpulos.


Un informe de la CELAC advertía los posibles efectos del modelo gringo desde las promesas de campaña y a partir de la (inesperada) asunción al Gobierno de Donald Trump suenan las alarmas sobre un “retorno al proteccionismo” en Estados Unidos (EE.UU.) como amenaza al orden global neoliberal. Se ha renovado la discusión liberalismo-proteccionismo desde una postura hegemónica que plantea ambas alternativas como contradictorias y en la que el proteccionismo sería un lastre del “populismo de derecha” de Trump que atenta contra los logros del neoliberalismo a nivel internacional. Así, desde la prensa hegemónica -que se hace eco de las voces expertas más calificadas- se viene advirtiendo sobre los perjuicios de los lineamientos proteccionistas impulsados por el Gobierno, en particular, los efectos en la economía y geopolítica internacional y, también, para América Latina y el Caribe (ALC).

Sin embargo, hay poca información concreta sobre cuál es el impacto en inversiones y relaciones comerciales con la región, donde las políticas de Trump, paradójicamente, parecen haber profundizado el neoliberalismo por la vía de la expansión de las transnacionales estadounidenses. Además, más allá de si el proteccionismo es “bueno o malo”, los resultados de los lineamientos implementados parecen haber abierto un nuevo ciclo de crisis en la economía de EE.UU., a la vez que están causando un impacto significativo en la geopolítica internacional. Lo que no está tan claro es que se trate de medidas que amenacen la supervivencia del neoliberalismo.

Proteccionismo a lo Trump en EE.UU.
La llegada de Trump a la presidencia de EE. UU. auguraba, para la mayoría de analistas, un menor ritmo de comercio y de inversiones con la región. En efecto, varios factores parecían conjugarse en este sentido: la suspensión de acuerdos, como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que contemplaban la reducción de barreras no arancelarias, la armonización regulatoria y la creación de nuevos estándares para regular el comercio digital; la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); la idea de renegociar, también, acuerdos bilaterales con otros países como Chile, Colombia, Panamá y Perú, entre otros; las críticas a la OMC por favorecer el libre comercio; y la apuesta por la relocalización de la producción de las empresas estadounidenses hacia EE.UU. Sin embargo, hasta el momento, no se ha verificado esta tendencia.

El “América First”, que prometía generar empleo e impulsar la industria nacional, volver al “made in América” vs. el “made in China”, ha mostrado escasos resultados. No parece haberse conseguido un aumento en la competitividad de las industrias locales, pues la mayoría está atada a una cadena de producción invariablemente internacional. A esto se suma la disminución de las ganancias en las industrias manufactureras de EE.UU., como la de producción de alimentos, bebidas y tabaco, las productoras de petróleo, carbón, químicos y otros productos durables que se fabrican en territorio estadounidense. En un análisis reciente se menciona que esa caída de las ganancias podría explicar la política proteccionista al interior y la política de libre mercado al exterior.

Sin embargo, esta merma no se observa en todos los sectores. El complejo industrial-militar (una de las principales fuentes de empleo en EE.UU.) sigue gozando de buena salud: la venta de armas de EE. UU. al mundo se incrementó en 2017 (en continuidad con la tendencia con los gobiernos de Obama y de acuerdo a lo prometido por Trump). El último ejercicio fiscal (octubre 2016-septiembre 2017) cerró con la venta de poco más de 41.930 millones de dólares, un incremento del 24% con respecto al mismo periodo anterior.

Los departamentos de Defensa, Estado y Comercio plantean diferentes propuestas para mejorar y acelerar el proceso de ventas a otras naciones y, también, estimular el incremento de empleos en el sector. Según datos recientes, EE. UU. realiza el 57.9% de las transacciones mundiales de armamentos, y con América Latina las ventas rebasaron los 343 millones de dólares en 2016, destacando las compras de México (100.899 millones), Colombia (75.990 millones), Brasil (59.310 millones) y Chile (48.798).

A su vez, las políticas proteccionistas están generando una mayor expansión de las empresas EE. UU. al exterior, expansión que, tal como vienen operando desde hace décadas -si bien por un lado implica aumento de inversiones y puestos de trabajo- también es portadora de una serie de “condicionamientos” a las economías (sobre todo las periféricas), asociados a exenciones impositivas, fuerza de trabajo barata y condiciones laborales “flexibles”, etc. -cabe recordar que en esta tónica van las reformas laborales y previsionales de los gobiernos de derecha en Argentina y Brasil, por ejemplo-.Los factores por los cuales las políticas proteccionistas podrían generar mayor inversión de las empresas estadounidenses en el exterior son: ( el encarecimiento de los costos de producción derivado del incremento de aranceles para insumos de uso difundido, como acero y aluminio;  la repatriación de capitales puede inducir a una apreciación del dólar que también atente contra la competitividad local y las políticas anti-inmigratorias pueden atentar contra el “reclutamiento de cerebros” que realizan las empresas estadounidenses en todo el globo para desarrollar las tareas de innovación en su país.

Las guerras, la droga, el hambre, en el Siglo XXI
Otros efectos como las drogas son parte de la acción de EEUU, el principal consumidor de estupefacientes del planeta, la inmoralidad de los gobiernos de Colombia, han creado el mayor imperio de la droga, controlado por presidentes corruptos, el mismo presidente Duque, es parte de la familia de los carteles de la Droga.  Siendo Uribe señalado de participar habitualmente en el diseño y ejecución de matanzas perpetradas por los paramilitares colombianos, como el caso de la Matanza de El Aro cometida en 1997.
En esa, según relata el periódico de Miami, El Nuevo Herald en informo, que el mismísimo Álvaro Uribe, planeo la matanza con los dirigentes de las Autodefensa Unidas de Colombia y posteriormente acudió personalmente a felicitar a los paramilitares que “brillantemente” habían asesinado, con motosierras, al menos a 15 campesinos indefensos, matanza por la que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Colombia.

Ahora en la actualidad del gobierno de Duque en Colombia, se mantienen la variables del terrorismo en Colombia, la muerte de luchadores sociales, el desplazamiento de los campesinos, los asesinatos de ex Farc son parte de las políticas de Uribe, como los ataques a Venezuela y los intentos de atentados al presidente Nicolas Maduro, los vínculos  del terrorista Guaidó con los rastrojos, quedo al descubierto en corredores para las fechorías, del terrorismo impulsado por Trump, para intentar controlar el petróleo, el oro, el Coltán, la imposibilidad de derrotar al gobierno venezolano, ha creado una histeria del psicótico Donald Trump, no solo en Venezuela sino con Cuba, en su resistencia de mas de 50 años, esta es la realidad de las guerras imperialistas contra los pueblos del mundo.

(*) Periodista, politólogo y analista internacional
diegojolivera@gmail.com

miércoles, 10 de abril de 2019

El fascismo se enquista en Sudamérica con violencia



Por Diego Olivera Evia:

EEUU aplica guerra tecnológica en Venezuela
Los avances del fascismo en Latinoamérica han creado una crisis social y humana, la violencia de las fuerzas armadas de Brasil, han creado varios asesinatos contra luchadores sociales, como a los partidos de izquierda, bajo las políticas nazis del mandatario Bolsonaro, que ha caracterizado a los indígenas, como parias sin patria, que desconocen el idioma portugués y por tanto no son brasileños, a los cuales se pueden asesinar o desplazar a zonas del amazonas, para lapidar el pulmón natural de América del Sur, entregando esta selva a las trasnacionales y a los hacendados para devastar los arboles y las reservas naturales, dejando de la lado el proteccionismo de la ONU, como reservorio mundial.


En una reciente declaración de los movimientos de los nativos del Amazonas, se presentó una carta de los indígenas guaraní-Kaiowá, anunciando lo que fue interpretado por muchos como una amenaza de suicidio en masa, lo que ha generado conmoción, pero también incertidumbre sobre el significado real del documento, que está firmado por líderes de la tribu brasileña.

La misiva, que tuvo amplia repercusión en las redes sociales y en portales de noticias de Brasil y el mundo, fue considerada un anuncio de suicidio colectivo por parte de Pyelito Kue, una comunidad de 170 indígenas que expuso así su desesperación con el gobierno y la Justicia Federal tras recibir una orden de desalojo de la tierra donde viven.

Los indígenas afirmaron que no saldrían vivos de sus tierras. El documento habla de la "muerte colectiva" y afirma que, si el Estado insiste en el desalojo, estará decretando la su muerte.
Dada la repercusión del supuesto anuncio de suicidio, el Consejo Indigenista Misionero (Cimi) emitió una nota aclaratoria. "Los Kaiowá y guaraníes hablan de muerte colectiva (diferente a suicidio colectivo) en el contexto de la lucha por la tierra, o sea, si la Justicia y los pistoleros contratados por hacendados insistieran en sacarlos de sus tierras tradicionales, están dispuestos a morir todos allí y no abandonarlas. No saldrán vivos de la tierra de sus antepasados".

Estos elementos muestran la voracidad de los conceptos de Bolosonaro, para desplazar a la etnias originarias, como “animales” como lo hizo las invasiones  de los españoles y portugueses, que con la espada y cruz cristina, masacraron a millones de seres humanos, recientemente un denominado analista español visito a Uruguay, y critico a las personas que pedían el perdón de la Iglesia y los reyes de España, que los indígenas eran crueles y mataban en ceremonias, pero la realidad escondida es la inquisición, matando a mujeres como brujas, el mismo Galileo estuvo a punto de ser decapitado, por mostrar que al tierra se mueve, y tuvo que decir en voz baja “no se mueve, pero si se mueve”, las masacres de Colon y lo adelantados solo trajeron hambre y muerte, bajo el colonialismo y la iglesia cristiana. 

No solo Brasil avanza en un retroceso social y humano
Hicimos mayor énfasis en Brasil sobre la crisis de valores, pero la realidad ha mostrado el crecimiento del fascismo en varios países de Sudamérica, la crisis socio políticas en la Argentina con el gobierno de Macri, ha quebrado la economía, aplicando políticas de recesión, cesando a millones de argentinos, creando una crisis alimentaria, de la misma manera quito pensiones a jubilados, llevándolos a la miseria, hoy los argentinos tienen una sola comida, mientras Macri y sus ministros elevan sus ingresos, creando miseria y hambre.

Chile bajo la constitución de Pinochet mantiene la violencia de los carabineros, en sus concepción criminal y fascista, de la misma manera que en las masacres contra la Unidad Popular, y el asesinato del presidente Allende, el hecho de mantener impunemente a muchos militares, que evadieron sus crímenes, han creado una sociedad de neoliberales y de una falsa moral, apoyando a los grupos de derecha.

De la misma manera Colombia ha sido secuestrada por las derechas fascistas, con 7 bases militares de EEUU, con militares norteamericanos, tienen inmunidad violan a jóvenes colombianas y muestran videos de sexo forzado, pero lo mas grave es la mentira política, creando falsos positivos acusando a Venezuela, pero la verdad se muestra en las acciones del presidente Duque, miembro de los narco-paramilitares creado por el expresidente Álvaro Uribe, que ha sido acusado este último como un criminal por la ONU. La muerte de indígenas y niños por falta de comida y medicinas muestran la careta de la política de los gobiernos de derecha, que además aplican la muerte por encargo a paramilitares, sicarios y policías, a luchadores y dirigentes sociales, creando una impunidad, y de manera descarada acusan a los venezolanos de las crisis de Colombia, mostrando la mentira y el modelo fascista narco paramilitar.

EEUU aplica guerra tecnológica en Venezuela
En el marco de la guerra de EEUU para imponer el control de la Venezuela, se ha aplicado una guerra de desgaste, a atreves de cortes eléctricos, que se amplían a los ataques a la platas de agua, como el gas, es una política de desgaste a la sociedad venezolana, para crear una crisis de falta de servicios y comida, medicinas, manteniendo la derecha venezolana, su política de entregar a EEUU el petróleo venezolano, como el oro,  el Coltán, y otros minerales, la verdad es buscar una crisis global, pero los venezolanos han mantenido la resistencia, contra  EEUU y la derecha apátrida venezolana. 

En esta realidad se ha demostrado la capacidad del virus Stuxnet puso de manifiesto la debilidad de las infraestructuras críticas de varios países en sectores claves como la Banca, Energía, Información, Telecomunicaciones, Hidráulico, Salud y Transporte; con vulnerabilidades en los sistemas de seguridad informática, de la información y en los programas de vigilancia del tráfico en la red de redes.

En la actualidad las empresas diseñadoras y productoras de hardware, software y sistemas, como Microsoft, IBM, Oracle, INTEL y otras, están obligadas, por su participación en los sistemas de gobierno en Estados Unidos y otros países, a introducir los requerimientos de los servicios especiales en el funcionamiento de sus productos, implementando puertas traseras y programas troyanos que actúan como procedimientos almacenados que permiten acceder a los datos y claves de acceso, sin que los usuarios se percaten.

En el artículo, «Venezuela bajo ataque: 7 apuntes sobre el shock eléctrico», publicado en el sitio Misión Verdad, se dan a conocer algunos elementos de este sabotaje: «Esta vez no hubo un ataque a subestaciones o a líneas de transmisión eléctrica, como se había ensayado en distintas ocasiones con anterioridad, según manuales de sabotaje de la CIA contra la Nicaragua sandinista de los 80, ya desclasificados.

Cabe acotar que el software usado (llamado Scada) en el Sistema de Control Automatizado (SCA) que operativiza el funcionamiento de los motores es el creado por la empresa ABB, que desde hace años no trabaja en el país. Esta empresa ABB, que en Venezuela trabajó como Consorcio Trilateral ABB (ABB Venezuela, ABB Canadá, ABB Suiza), diseñó un proyecto de modernización del Guri a finales de la década pasada, durante el gobierno de Hugo Chávez, en el que describe a profundidad tanto el sistema atacado como la organización básica del Guri.

Ante esta realidad de ataques sistemáticos de EEUU y la derecha criolla, crea una peligrosa realidad no solo en Venezuela, sino en naciones como Cuba, Nicaragua, Bolivia, naciones que apuestas a una salida progresista, de la misma manera posibles ataques al Frente Amplio (FA) de Uruguay, por la derechas criollas del Partido Nacional (PN) y a los Colorados, como las acciones de los militares uruguayos, que han mostrado su inmoralidad, al desconocer a los desaparecidos y asesinados, violando los derecho humanos, muestran las caras de la derecha y el modelo pro Yankee, de la asesoría y armamentos en la actualidad a la Fuerzas Armadas.

diegojolivera@gmail.com

miércoles, 24 de octubre de 2018

Trump expande su histeria con su falso proteccionismo


Por Diego Olivera Evia:
EEUU busca una crisis mundial de Misiles contra Rusia
  
Nos parece importante analizar varios conceptos de posturas internacionales, de la política Donald Trump, que como presidente de EEUU aplica su bandera de lucha del proteccionismo, sin concebir la economía estadounidense, ni con las relaciones de los  denominados “socios” de la Unión Europea “UE” al cual aplican sanciones en la industria metalúrgica, además  los ataques económicos a través de sanciones a Rusia y China, como los ataques  a América Latina. Como podemos ver el  concepto de Trump, significa un modelo imperialista, donde sus acciones van desde militares, financieros, creando una realidad de violencia y de una guerra sostenida en los mercados y las propuestas de las naciones alternativas.    
   

La política económica que pretende imponer Donald Trump ya  a provocar efectos negativos en la economía proteccionista. Un ejemplo lo nuestra la  Ford Motor, una de las principales multinacionales estadounidenses del sector del automóvil, quien ha anunciado la cancelación de una inversión de 1.600 millones de dólares destinada a una planta de fabricación en México, prevista desde hacía meses. La decisión es consecuencia de las amenazas que el presidente electo ha lanzado recientemente a compañías como Ford o General Motors de imponerles sanciones y gravar los coches importados desde el país azteca con aranceles elevadísimos, de hasta el 35%. Durante la campaña electoral, Trump llegó a tildar de "vergüenza" que compañías clave para el tejido industrial de EEUU decidieran llevarse el empleo fuera del país. "Es como robar caramelos a un niño", soltó.

Ford completó su anuncio diciendo que va a destinar 700 millones de dólares a expandir la producción de coches eléctricos en Michigan, Trump se apunta un tanto ante muchos estadounidenses. Pero la realidad es mucho más compleja y cada vez es mayor el temor a que el próximo inquilino de la Casa Blanca esté de verdad decidido a imponer una política ultra proteccionista que tendría severos efectos en la economía global.

Los analistas internacionales alertan del riesgo de que un plan económico errático acabe perjudicando seriamente el crecimiento mundial, ya que las naciones que dependen mucho de las exportaciones se verían muy resentidas. Entre los efectos rebote, incluso Estados Unidos podría acabar entrando en recesión, la peor de las pesadillas posibles.

La economía es hoy un sistema altamente globalizado y desde luego transfronterizo en el que las viejas recetas del miedo, ultranacionalistas, como las que sugiere el discurso populista que dio la victoria en las urnas a Trump, no tienen cabida. Es como querer poner puertas al campo, causando además destrozos propios de un elefante en una cacharrería. La sociedad estadounidense, como la de casi todo el mundo, se ha visto seriamente golpeada por la crisis y padece la pérdida de empleos y de muchos estándares del bienestar. Y por supuesto ello exige que los gobernantes busquen fórmulas que estimulen el crecimiento y que incidan en la explotación de nuevos nichos productivos, máxime en la era telemática en la que vivimos. 
Las promesas de Trump de aplicar fuertes sanciones a las empresas para tratar de evitar las deslocalizaciones, de imponer aranceles a México o China, o de renegociar y hasta romper todos los tratados comerciales internacionales ya suscritos, no dejan de ser una amalgama de mensajes populistas y demagógicos que regalan los oídos a muchos ciudadanos que realmente lo están pasando mal, pero que no solucionan nada a medio plazo. Al revés. Suponen una vuelta atrás ya superada por la propia inercia de la historia.

De momento, Trump dirige su desafío contra dos países en concreto: México y China. Para el primero, la proyectada neo protección de Washington puede tener consecuencias alarmantes.  En cuanto al gigante asiático, Trump no ha dejado de lanzarle dardos y se muestra decidido a imponer fuertes impuestos sobre las importaciones chinas.

EEUU busca una crisis mundial de Misiles contra Rusia
El asesor de Trump dice a Putin que EE.UU. seguirá con su plan de abandonar el Tratado INF pese a advertencias rusas de que ello dañará la seguridad estratégica. “Washington seguirá adelante con su plan para abandonar el Tratado INF (convenio de reducción de armas nucleares) pese a las objeciones de Rusia y algunos países europeos, aseguró el martes el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, al presidente ruso, Vladimir Putin.

Bolton aterrizó en Moscú ayer martes en medio de una nueva polémica desatada por su jefe, el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien anunció el sábado su decisión de retirar a su país del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio Washington-Moscú (INF, por sus siglas en inglés) firmado en 1987 por Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), con el pretexto de que la parte rusa está violando las disposiciones de dicho tratado en beneficio de China.
Putin aprovechó la reunión con el funcionario estadounidense para criticar a la Casa Blanca por lo que dijo que eran una serie de acciones no provocadas de Estados Unidos contra Moscú.
El citado retiro unilateral estadounidense es un paso que Moscú ha tildado de peligroso advirtiendo de que el Kremlin se verá obligado a responder de manera recíproca para restablecer el equilibrio militar si finalmente Trump abandona el pacto que eliminó en su día los misiles nucleares de Europa. Muchos países europeos alertan de que esta iniciativa norteamericana podría reiniciar una carrera armamentista al estilo de la Guerra Fría.
Tras mantener la reunión con Putin en el Kremlin, Bolton apostilló en una conferencia de prensa que “hay una nueva realidad estratégica allá afuera” y adujó para ello que el tratado vigente desde tiempos de la Guerra Fría no abordaba las nuevas “amenazas” de misiles de países como “China, Irán y Corea del Norte” y es, por tanto, según él, “inútil”.
Putin “Tengo una pregunta. Su águila ya se ha comido todas las aceitunas, ¿y solo le quedan las flechas?”, bromeó Putin. El oficial norteamericano reaccionó con una amplia carcajada.
Bolton mencionó que el águila sostiene la rama con la garra derecha, lo que demuestra sus prioridades. Sin embargo, agregó que no ha traído las aceitunas a Moscú. “Eso es lo que pensaba”, señaló el presidente ruso.
El encuentro se produjo en medio de la intención de Trump de abandonar el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), lo cual prohíbe, desde el año 1987, a Rusia y Estados Unidos disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5500 kilómetros.
diegojolivera@gmail.com