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sábado, 7 de diciembre de 2019

Colombia. ¡Nos Quitaron Hasta El Miedo!



 Por Violeta Guetnamoa:
El 21N triunfó la dignidad, ni la lluvia, ni los gases, ni la manipulación psicológica, detuvo la fuerza del descontento social.

El pueblo colombiano se ha puesto de pie muchas veces, ha visto varias generaciones desaparecer bajo la bala criminal del Estado. Tal como se escucha en las calles por estos días, “somos el pueblo al que le han quitado todo, incluso el miedo”.


Los colombianos están removiendo las barreras del silencio. Desde el pasado 21 de noviembre, millones de ciudadanos, se volcaron a las calles y plazas de todo el país, convirtiéndolas en trincheras de inconformidad y rechazo a las actuales políticas del gobierno neoliberal de Duque. Un rotundo grito se escucha hoy en Colombia: ¡Ya no tenemos miedo!

Semanas antes del 21N el Gobierno Duque, emprendió una política de zozobra mediática y pánico social. Miles de uniformados patrullaron las calles, allanaron viviendas y detuvieron artistas, docentes y estudiantes, con el fin de mantener la mordaza en la boca de los inconformes. Pero la realidad estaba cargada: el asesinato de líderes sociales, el bombardeo militar a 18 niños, el regreso de los falsos positivos, la imposición de políticas antipopulares, etc., sobrepasó el límite de la inercia; llegó la hora cero y el pueblo se lanzó multitudinariamente a las calles de Colombia; Bogotá, Cali, Medellín, Cartagena, Bucaramanga, Villavicencio, Tunja, Pasto, Barranquilla, Cúcuta, Riohacha, Manizales, Ibagué, e incluso municipios tan olvidados por el Estado como Uribía en La Guajira.

El 21N triunfó la dignidad, ni la lluvia, ni los gases, ni la manipulación psicológica, detuvo la fuerza del descontento social. Millones marcharon, y sólo fue el comienzo, ya que el Paro Nacional se mantiene. Como dijera Estela Hernández, indígena de Mexquititlan, en México: “En pie de lucha por nuestra patria, por la vida y por la humanidad. Hasta que la dignidad se haga costumbre «.

El Paro Nacional continúa, y se fortalece con cada hecho de violencia, perpetrado contra los colombianos. Mientras la sociedad marcha y protesta pacíficamente, el Estado reprime: las Fuerzas Militares intimidan – ultrajan, y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) asesina.

Los hechos en los que el joven Dylan Cruz, víctima reciente del Estado policial, que el día 23N quedó en estado de muerte cerebral, a causa del ataque de un agente del ESMAD, quien le disparó una bomba recalzada directo a la cabeza; han enardecido aún más al pueblo en las calles, convirtiéndose en una nueva y punzante razón para continuar.

Ante el país y el mundo ha quedado evidenciado, el tratamiento de guerra que el Estado colombiano le da la protesta social; abundante material audiovisual, testifica como son las fuerzas policiales quienes organizan y desatan el vandalismo, a través de sus agentes infiltrados en las manifestaciones, o con provocadores pagos por la misma fuerza pública, con el fin de generar caos y así justificar la represión. Es curioso que en los departamentos donde el ESMAD no hizo presencia, no se hayan producido disturbios; aun así, el presidente Duque le aseguró este 23 de noviembre a la BBC que: “Rechazamos contundentemente las versiones que tratan de insinuar que es la Fuerza Pública la que promueve el vandalismo», nadie lo insinúa señor Duque, está demostrado.

Los colombianos ya no tienen miedo. Colombianas y colombianos de todas las edades, exigen hoy, un cambio inmediato, se oponen a las políticas económicas neoliberales, a la Doctrina de la Seguridad Nacional, la cual ha generado miles de crímenes de Estado, millones de desplazados, millares de desaparecidos y torturados, más de 3 mil masacres…

El Paro Nacional que inició el 21N, y que hoy se extiende a su quinto día, es la expresión de la furia de un pueblo que lleva muchos años silenciada y amenazada. Este Paro Nacional, ha generado nuevas formas de protesta y lucha, construyendo y fortaleciendo significativos lazos de solidaridad y apoyo entre el pueblo. Este se ha reconocido, se ha escuchado y ya no olvidará que ha luchado unido.
La unidad e integración de los pueblos también debe darse al interior de la patria, una que necesita ser reinventada por las mismas comunidades, expulsando a quienes han usurpado la soberanía y la dignidad por más de 200 años.

El pueblo colombiano se reconoce en las luchas de Nuestra América: Chile, Ecuador, Bolivia (contra la dictadura de Añez), Haití, y del mundo entero: Palestina, Yemen, Grecia, etc.… que están en pie de lucha contra el imperialismo.

El pueblo colombiano se ha puesto de pie muchas veces, ha visto varias generaciones desaparecer bajo la bala criminal del Estado. Tal como se escucha en las calles por estos días, “somos el pueblo al que le han quitado todo, incluso el miedo”. Este pueblo es consciente que no tiene nada que perder, pues ya casi todo le ha sido arrebatado, menos el ímpetu para construir la Nueva Colombia.
rioliverr@gmail.com

sábado, 6 de abril de 2019

Colombia La reunión de la SIP y la libertad de prensa en la región.



Por Tony López R. :

El pasado 29 de marzo se celebró en Cartagena de Indias, Colombia, la reunión de la SIP,  organización que agrupa a los dueños de los medios hegemónicos de comunicación y prensa en la Región, a la cual fue invitado el señor Luis Almagro, Secretario General de la OEA, con dos objetivos principales: atacar a Venezuela, Cuba y Nicaragua, porque, según los participantes, en estos países, no existe  libertad de prensa y escenario de primerísimo orden  para promover la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.

Atacar a Venezuela, Cuba y Nicaragua, era el guión diseñado por la SIP, no podía esperarse otra conducta de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), sino la de congregar a la gran mayoría del periodismo dependiente de las órdenes de Washington, mentir y defender los intereses de una oligarquía criolla entregada a las grandes transnacionales económicas y financieras de Estados Unidos y Europa.


Luego de su discurso en la reunión de la SIP, Almagro  escribió en su cuenta de Twitter “Hoy participé en Colombia en la reunión semestral de la SIP y recordé que ningún instrumento del derecho internacional, como por ejemplo el #R2P, puede ser descartado a priori”, se refiere a la intervención militar en Venezuela y apuntó “sería contrario a derecho además de inmoral e injusto con el pueblo de Venezuela”  añadió  que “Los instrumentos del derecho internacional deben estar disponibles para estos casos”.

Según la prensa colombiana lo expresado por los cerca de 300 participantes  del encuentro,  la región se encuentra en una “incertidumbre política” y los medios informativos de la región reunidos en Cartagena van a tomar “el pulso a la crisis  que viven algunos países, especialmente,  Venezuela y Nicaragua”.   Y añadia  la declaración de la SIP "Con la presión internacional en aumento sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua, el periodismo del continente se haya frente a una situación inédita que exige reflexión y análisis en la búsqueda urgente de soluciones”.

No es casualidad que estas supuestas preocupaciones de la SIP, de reflexión y análisis, sean las de buscar cómo justificar las acciones desestabilizadoras de Estados Unidos contra Venezuela y que de las sanciones pasaron a los sabotajes comenzando con las operaciones criminales  del sistema eléctrico de la cual es participe Guaidó y de torpedear las operaciones petroleras de Venezuela con otros países.  Y  la de propagandizar la supuesta marcha anunciada por Guaidó para tomarse el Palacio de Miraflores el próximo 6 de abril,  esperemos por el bien del país, que solo sea la superchería y los alardes a que nos tiene acostumbrado  el  “autoproclamado”.

En el caso de Nicaragua tratando de  impedir que se concreten los diálogos entre el gobierno sandinista y la oposición, además de continuar su política de sanciones contra este país centroamericano.  Tampoco es casual  que en el caso de  Cuba  el Secretario de Estado  Mike Pompeo anunciara la decisión de activar el capítulo III de la Ley Helms-Burton, con el propósito de arreciar el genocida bloqueo económico contra la isla, apoyados por la mafia cubana-americana, asentados en Miami y los senadores Marco Rubio, Bob Menéndez y el congresista Mario  Díaz Balart, que junto con Ileana Ross forman parte de dicha banda mafiosa.

La campaña mediática orquestada por la SIP está  plagada de falsedades y  se ha recrudecido contra Venezuela, Nicaragua y Cuba,  todo forma parte de un plan diseñado en Washington,  a tales efectos el proyecto se viene cumpliendo desde hace un año cuando  en el mes de abril del 2018 la SIP se reuniera en Medellín,  unas semanas antes de las elecciones presidenciales en Venezuela y la cruzada,  aprobada en esa reunión,  contra el electo presidente Maduro ha sido coherente y sistemática acusándolo de fraude y dictador, matriz que han sembrado en la mente y el pensamiento de la opinión pública de la región, incluso ganando adeptos en algunos sectores progresistas y democráticos, y que  se pronuncian ni con Guaidó ni con Maduro, cayendo  en la trampa de la falsa noticia y respaldando así el plan gringo.

Ahora se realiza en Cartagena, Colombia, otra reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa, no les llama la atención esta coincidencia. Colombia es el país que está absolutamente comprometido con Estados Unidos en apoyar una intervención militar en Venezuela. ¿Será que en este cónclave de la desprestigiada organización de prensa interamericana, se aprobó la nueva campaña para crear las condiciones y justificar la intervención militar de Estados Unidos en Venezuela?.  ¿Qué papel jugó en esta cumbre de los dueños de  medios de prensa más reaccionarios de nuestra región el señor Luis Almagro?. Que se conozca, es inédito que el Secretario de la OEA participe en una reunión de la SIP y más en un panel donde se pide la intervención militar a un Estado miembro de la OEA y de la ONU.
Es públicamente   conocida la posición que tiene Almagro sobre Venezuela y su papel como  operador político de Estados Unidos para respaldar lo que puede ser una muy  grave aventura militar no solo en Venezuela, sino para la Región.

Cómo es posible que la SIP se haya reunido dos veces, en casi menos un año en Colombia  y  la llamada crema y nata de la prensa en el continente y  no saque una declaración contra la violación de los derechos humanos y el terrorismo de estado que se practica en Colombia.
Solamente en lo que va de este año y en  el gobierno del señor Iván Duque y del  Centro Democrático, han sido asesinados 29 líderes sociales, un promedio de 10 asesinatos por mes. Y se está incumpliendo los Acuerdos del Proceso de Paz y además  objete y obstaculice la Justicia Especial de Paz.

Que se reprima brutalmente a la Minga Indígena del Cauca que ha provocado la ruptura de los diálogos y la negativa del presidente Duque a reunirse con la dirección de la organización indígena, mientras,  alegremente,   se presentaba en Cúcuta para apoyar la agresión a la vecina Venezuela, cuando su casa está sumida en la más grave crisis política, económica y social.
De estas graves violaciones no se hace eco esa prensa que se agrupa en torno de la SIP, entonces,  cuál es el papel que realmente juegan hoy, promoviendo la guerra en Venezuela y apoyando la política terrorista del presidente Donald Trump para Venezuela, Cuba y Nicaragua, de cuál libertad de prensa hablan estos señores de la pluma, el micrófono y las cámaras. 

Que la SIP no se pronuncie por los asesinatos de migrantes centroamericanos en Estados Unidos, los crímenes de la policía estadounidense contra las minorías afrodescedientes, que se separen los niños de sus padres, y que en centros de retención pierdan la vida inocentes criaturas, sin que la SIP, como institución de prensa, haga una declaración de denuncia y condena.

Para que hablar de las violaciones a los derechos humanos en Argentina, Brasil, Honduras, Perú, Paraguay, Chile, en este último país, se gobierna bajo la constitución pinochetista y jamás la SIP se ha pronunciado, tampoco ha condenado los crímenes contra los Mapuche en el gobierno de Sebastián Piñera, uno de los Jefes de Estado más entusiasta en apoyar la intervención militar en Venezuela.

Que puede decir la SIP de la gran mentira fabricada por los medios de prensa que acudieron al show de Cúcuta, con la presencia de Luis Almagro, y los presidente de Paraguay y Chile, teniendo como anfitrión al  mandatario Iván Duque, cuando afirmaron en grandes titulares que las fuerzas militares bolivarianas de Venezuela habían atacado a los pacíficos  opositores  venezolanos e incendiado la ayuda humanitaria de alimentos y medicinas que había prometido el farsante Juan Guaidó y que hace dos semanas atrás el diario New York Time, desmintió y  probó que fue desde Colombia y que fueron  los  sicarios de Guaidó,  quienes con bombas molotov, incendiaron los dos camiones de la supuesta ayuda humanitaria,  que por cierto no eran ni alimentos ni medicinas, sino logística para la oposición operara militarmente dentro de Venezuela.

En este evento de la SIP donde se hizo presente el presidente Iván Duque Márquez, cuyo discurso fue especialmente agresivo contra  Venezuela, siguiendo la línea de Estados Unidos y del portavoz del Departamento de Estado Luis Almagro, apoyó decididamente una intervención militar en Venezuela y en absoluta coincidencia con el mensaje en video  enviado por el impostor Juan Guaidó Márquez, en el cual detalla, según él,  las atrocidades de la dictadura de Nicolás Maduro contra la libertad de expresión.

A tal efecto se proyectó el mencionado video en el primer panel del encuentro dedicado a analizar la situación de Venezuela, integrado por el uruguayo Luis Almagro, el agente y director de Human Rights Washch Americas, José Miguel Vivanco; el director del diario el Nacional Miguel Henríquez Otero y el director de migración de Colombia, Cristian Kruger. La sesión fue presidida por María Elvira Domínguez y coordinada por Claudia Gurisatti, directora del canal Noticias NTN 24 y de Noticias RCN.2.

No podía este primer panel tener mejores exponentes de la política fascista  de Donald Trump para Venezuela y defensores de la tesis de que “todas las opciones están sobre la mesa”, en clara amenaza a una intervención militar en la patria del Libertador.
Esta reunión de medio año de la SIP en Cartagena, está dejando claro que los medios hegemónicos de nuestra región, trabajarán coordinadamente para justificar cualquier acción,  ya sea militar o de desestabilización interna mediante sabotajes y atentados, que se realice contra el gobierno democráticamente elegido en Venezuela.

 Hay serios riesgos de que  Estados Unidos decida ejecutar cualquier acción, que no sea el diálogo, tal decisión  provocaría varios años de una larga  y costosa campaña militar y financiera en medios y  en vidas,  no solo al pueblo  venezolano, también para el estadounidense y para cualquier otro país que se involucre en este conflicto que Estados Unidos amenaza en realizar. La hegemonía de la que hace unos años atrás ejercía   sobre América Latina y el Caribe,  se verá severamente afectada, ya que  en un mundo globalizado, Washington no puede dejar de tomar en cuenta los intereses de otros Estados como China, Rusia, Turquía y la India, que hoy están jugando fuerte en el tablero mundial y con excelentes relaciones con el gobierno bolivariano de Venezuela. Esperemos que todas las partes se pongan en función del diálogo y que reine la sensatez y la paz.
Periodista, politólogo y analista internacional.

jorgarcia726@gmail.com

viernes, 31 de agosto de 2018

Que significa el Plan Colombia para América Latina

Por Germán Saltrón Negretti:
Es un acuerdo entre Colombia y  los EE.UU. Se concibió en 1999, durante la presidencia de Andrés Pastrana y Bill Clinton con el “objetivos de terminar el conflicto armado en Colombia y combatir el narcotráfico”. EE.UU tienen 7 bases militares en Colombia. La de Malambo, Atlántico; Palanquero,   Magdalena Medio; Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y el Pacífico; y ahora, el centro de entrenamiento de Tolemaida y la de Larandia, en el Caquetá. Esto provocó la protesta venezolana, por considerar una amenaza. 

El gobierno argentino ha permitido también instalación de bases militares de EE.UU para apoyar "tareas científicas". Se trata de dos proyectos: uno en la provincia de Tierra del Fuego y otro en la llamada "triple frontera" entre Argentina, Paraguay y Brasil. Las excusas de EE.UU para desplegar más de un centenar de bases militares en Latinoamérica, que van desde Guatemala y el Caribe hasta la Patagonia, son siempre altruistas. "ayuda humanitaria, apoyo ante catástrofes, combate al narcotráfico y la investigación científica".

Pero todas estas bases encubiertas siempre las instalan casualmente, en zonas donde hay recursos naturales estratégicos: agua, tierra fértil para producción de alimentos, minerales, hidrocarburos y biodiversidad. “Buscan apoderarse de todos los recursos de nuestra América" ha instalado en Centroamérica y el Caribe, sumadas a las que tienen en Colombia, Perú, Chile, Paraguay, junto a la base militar de la OTAN en Malvinas cierran el cerco sobre todos nuestros recursos naturales y reafirman su presencia en la Antártida”. Cabe destacar que más allá del Canal de Panamá, existe solo otro paso entre el océano Atlántico y el Pacífico que es el llamado Estrecho de Magallanes ubicado, justamente, en Tierra del Fuego. Además es el territorio continental más cercano a la Antártida, que aún hoy está en disputa.

"La Antártida es la mayor reserva de agua dulce congelada en el mundo. En ese sector se disputan la soberanía Argentina, Chile y Gran Bretaña".  Además, en Antártica se encuentran "los mayores yacimientos de hidrocarburos y hay minerales altamente estratégicos que son indispensables para la industria militar y  aeroespacial".  Allí se ubica parte del Acuífero Guaraní, "el mayor manantial subterráneo de agua dulce del mundo, con un total de 1.200.000 km²". 

Para complemento la selva  Amazónica  el pulmón vegetal del planeta.  Conclusión, el objetivo de EE.UU "es recuperar y aumentar la presencia militar en América del Sur es apoderarse de todos los recursos naturales. Además "el petróleo va a desaparecer y la humanidad va seguir su curso. Pero si no hay agua se acaba la especie humana.  Ese mismo objetivo los EE.UU lo busca en todo el planeta, por eso tiene miles de bases militares alrededor del planeta tierra.

El analista subrayó que las estimaciones "van del 42% al 45% según como se midan los acuíferos subterráneos. Con el 7% de población mundial se tiene casi el 50% del agua dulce del mundo y ellos tienen un problema grave de desertificación".  Estas son las razones importantes, por la cuales los Estados Unidos tiene más de mil bases militares diseminadas en todo el mundo para dominar todo el planeta tierra.
 www.todosobrederechoshumanosblogspot.com

germansaltronpersonal@gmail.com    

miércoles, 5 de octubre de 2016

Colombia - Que estulticia, que desquicio

Por Efer Arocha
 
La razón, lo lógico, que debiera ser el horizonte de las conductas humanas, se encuentra tan lejos, tan lejos, que está aún en la Edad de Piedra. De ahí que fuimos sorprendidos con el resultado del plebiscito de ayer en Colombia, hecho inexplicable para la prensa mundial que fue testigo de la firma de la PAZ en Cartagena, ante el telón de fondo de personalidades mundiales, como lo fueron el Canciller de los Estados Unidos, la representante máxima de la diplomacia europea, el secretario general de las Naciones Unidas, numerosos presidentes latinoamericanos, otras delegaciones extranjeras y nacionales. Por ello la prensa internacional lo daba como modelo de comprensión en la terminación de un conflicto bélico que podría servir como ejemplo para resolver confrontaciones en otras latitudes. No fue así, porque hoy con la victoria del No se enarbolan los odios, la venganza, la muerte.

En la bandera nacional una idea de aplauso de agregarle temporalmente una franja blanca como símbolo de una presunta reconciliación ha desaparecido, cortada por las tijeras de la futura sangre y de los futuros lutos, y en su reemplazo hoy hay una franja negra se ha instalado. ¡Qué Ironía!, en las funerarias colombianas son los padres y los abuelos que entierra a sus hijos y a sus nietos, y no lo contrario como es natural. ¡Qué vergüenza Colombia!, suelo de mis anhelos, suelo de mi esperanza. La insania de los mercaderes del dolor ha triunfado, ¡qué absurdo!, la paloma de la PAZ ha caído en un vuelo vertical.

Me siento compungido de manera insólita por las futuras mortajas que serán cirros en el cielo de Colón. ¡Qué desasosiego para el descubridor de América!; tampoco me reconozco en esa parte de Colombia que con su voto grita ¡Viva la guerra!, y festeja las lágrimas de todo el conflicto. No hay duda que es una minoría que le dio cabida y fuerza a las rencillas donde pudo más la politiquería nacional que el interés para la construcción de una Nación poderosa y pujante. Esas son las miserias de la incultura y el atraso, que también se refleja en el 63% de sus habitantes que no participaron en la actividad electoral; 53.000 votos es una victoria pírrica de la estulticia. Por esto, es que con toda vehemencia grito: ¡No a la guerra!, ¡Viva la PAZ! la que obtendremos tarde o temprano. 
asocamerlat.bis@gmail.com


viernes, 30 de septiembre de 2016

En plebiscito los colombianos votan por la paz

Este domingo 2 de octubre

En Cartagena de Indias se firmó el acuerdo de paz entre el presidente de Colombia y el líder guerrillero de las FARC. Ahora es el turno de la sociedad colombiana, que votará este domingo en plebiscito si acepta esa paz o si sigue el conflicto.

Por Emilio Marín

El lunes 26 se firmó al acuerdo de paz entre Juan Manuel Santos y el comandante de las FARC, Rodrigo Londoño “Timochenko”, en el centro de convenciones de Cartagena de Indias. La ceremonia contó con la presencia de 14 presidentes, una veintena de cancilleres y delegados de gobiernos, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. Uno de los más felices era Raúl Castro, pues Cuba tuvo muchísimo que ver con esta paz colombiana y eso es reconocido mundialmente. Entre los invitados estaba Mauricio Macri, del mismo palo conservador que el anfitrión, con quien venía procurando acuerdos comerciales entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico. Ambos tienen sintonía fina con Estados Unidos.

Como el acuerdo de paz contó con el beneplácito de la administración Obama, también estuvo entre los invitados el secretario de Estado John Kerry, que aprovechó para tener una reunión bilateral con el venezolano Nicolás Maduro. Si de allí surgiera algún leve mejoramiento de la beligerancia en Venezuela, atizada por Washington por medio de la oposición a ultranza de la Mesa de Unidad Democrática, entonces la paz en Colombia habría servido para mejorar en algo la tensión en el vecino.

De todos modos, eso último está por verse y es muy poco probable que suceda. En cambio la paz en Colombia sí aparece como posibilidad muy real. Este último tramo arrancó con los anuncios en La Habana, de Santos y Timochenko, el pasado 24 de agosto, de que habían arribado a un acuerdo final. Entre el 17 y el 23 de setiembre deliberó la X Conferencia Nacional Guerrillera, en las Sabanas del Yarí, Meta, aprobando por unanimidad el texto de ese acuerdo. El lunes 26 los dos máximos representantes de las partes firmaron solemnemente los instrumentos de la paz, en la ceremonia de Cartagena. Y de ese modo quedó despejado el terreno para el plebiscito, que como se acordó en la larga negociación en Cuba, tenía la última palabra en la refrendación del acuerdo.

Ese electorado dirá si apoya lo firmado, votando la opción del Sí. O si, siguiendo al sector guerrerista de la clase dominante y el Centro Democrático del ex presidente Álvaro Uribe y el ex procurador Alejandro Ordóñez, le parece que es una claudicación ante las FARC y vota la opción del No.

En Cartagena estaban los impulsan el Sí. Un clima de reconciliación recorría los discursos de Santos y Timochenko. El único momento de tensión se vivió mientras hablaba el jefe guerrillero, pues pasó una escuadra de cazabombarderos Kfir, fabricados por Israel, con un ruido infernal. El orador miró al cielo, por instinto, recordando tantos bombardeos a los campamentos. Santos dijo “tranquilo que vienen a saludar la paz”. Pareció una intimidación y/o provocación contra la guerrilla, a la que parecían decirle: siempre estaremos listos para disparar, si ustedes no se portan bien.

FARC no reniega

Timochenko, en línea con su oratoria en agosto en el Palacio de las Convenciones habanero y en la apertura y cierre de la X Conferencia Nacional Guerrillera, consideró una gran victoria de todos los colombianos haber podido negociar las bases de la paz. Es la mayor de las victorias fruto de una suerte de empate, pues el ejército no había podido derrotar a las FARC y éstas tampoco vencieron en el combate. En su visión no había vencedores ni vencidos, una tesis que no comparte el gobierno colombiano, y menos aún los sectores ultra-derechistas como Uribe, públicamente sostienen que la guerrilla tenía muy poca vida y que llegó agonizante al acuerdo. Santos cuidó sus palabras en sus últimos mensajes, lo mismo que su jefe de negociador, Humberto de la Calle, pero en el fondo creen que hubo vencedores y que son ellos.

¿Alguien piensa que si efectivamente las FARC estaban aplastadas, la Casa de Nariño y sus fuerzas militares no habrían ordenado una ofensiva final y bombardeos para concretar una victoria total? Si no lo hicieron es porque esa fuerza rebelde de 8.000 combatientes estaba en condiciones de seguir guerreando. No tenía voluntad de apostar a la guerra porque creyó que había que darle una oportunidad a la paz, a la que abonó con sucesivos altos del fuego unilaterales. Y al final tuvieron razón en que se podía firmar algo digno para ambas partes, con apoyo internacional y tratar de llevarlo a la práctica, que es la fase más difícil que se abre si el domingo gana la opción pacifista.

De Timochenko salieron frases muy dignas en Cartagena, primero al visibilizar al pueblo humilde de esa zona, en su mayoría afro descendiente, que había sido raleado de la ceremonia y los 2.500 invitados especiales. Hasta Evo Morales dijo que no había sido invitado. Se ve que los originarios no tienen buena prensa en Colombia, ni siquiera a la hora del festejo de la paz.

El líder de lo que hasta ahora es guerrilla y que en 180 días deberá completar su desarme, para convertirse en un movimiento político, ratificó que lucharán en el terreno político por las mismas ideas libertarias, de la tierra para quien la trabaja, de una sociedad sin pobreza ni exclusión, etc, que antes procuraban por la vía militar. Que sus ideas no cambian. Nuestra única arma será la palabra, reiteró.

Y Santos, retomando el debate, retrucó que en cuanto a los modelos económicos no está en nada de acuerdo con la guerrilla. Obvio, él proviene de la vieja oligarquía, ligada a los negocios con el capital extranjero, del agro-business, la minería, el petróleo y el comercio internacional.

Ahora habrá un intenso debate político y parlamentario, donde a las FARC se les han asegurado diez legisladores, cinco para un mandato y cinco para el siguiente, aún si no consiguieran el piso mínimo necesario. Pinta como una batalla de ideas, entre defensores del neoliberalismo y la Alianza del Pacífico, de un lado, y los que quieren reforma agraria y democracia integral de una nueva Colombia integrada al ALBA, con Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, San Vicente y Granadinas, etc.
Bienvenida sea esa lucha política, dura pero incruenta. El cronista vio la cobertura de CNN sobre la X Conferencia Guerrillera y los reportajes a combatientes. Preguntados sobre su mayor temor, todos contestaron que temen por sus vidas, que hay dudas si el Estado cumplirá su palabra, si no volverán los crímenes que costaron 5.000 vidas a la Unión Patriótica en una desmovilización de mediados de los '80.
Por eso Timochenko detuvo su discurso en Cartagena y miró hacia el cielo, cuando irrumpieron los cazas Kfir rompiendo la barrera del sonido...

Por Sí o por No

La ultraderecha que se opone al acuerdo de paz tiene una fuerza no desdeñable, que ronda el 35 o más por ciento de la intención de voto, pero en principio perdería la compulsa.

Todas las encuestas coinciden en que ganará el Sí. El sondeo de Opinó metro de Datexto, publicada por el diario El Tiempo de Bogotá el 27 de septiembre, registró que la intención de voto por el Sí es del 55 por ciento y el del No el 36,6. El mismo día, pero la firma Cifras y Conceptos, en conjunto con Caracol Radio y Red+Noticias, aseguró que el 62 por ciento que participe del plebiscito del domingo refrendará los acuerdos de paz entre el gobierno y las FARC. Sólo el 38 por ciento optaría por el No. Ipsos Napoleón Franco estimó que el 66 por ciento votará por el Sí, frente a un 34 por ciento que lo hará por el No.

No hay un resultado asegurado. Tendrían que votar por el Sí 4.500.000 colombianos, de un padrón general de 46 millones. Las encuestadoras creen que acudirán 9 millones.

El pronóstico es que lo firmado va a ser refrendado porque es una buena alternativa para dejar atrás un conflicto que provocó 300.000 muertos, 6.9 millones de desplazados internos y 45.000 desaparecidos, con todo el dolor y sufrimientos que eso implica además de los daños materiales de 52 años de guerra.
La campaña por el Sí insiste en que lo suscripto en Cartagena es la forma de superar esos dramas y traumas. En cambio, Uribe y el Centro Democrático, como figuras visibles (seguramente en las sombras muchos militares, envenenados por la guerra) plantean el No. Uribe incluso hizo un acto en una plaza de Cartagena y arengó a sus seguidores: “Estamos aquí para decir ‘no’ a los terroristas, no a este mal acuerdo, no a esta firma final”. Sus seguidores contestaron “No más Farc, no más Santos, no a los acuerdos de paz”. Aún luego de la firma de Santos y Timochenko, Uribe difundió una declaración cuyo título lo decía todo: “Terrorismo triunfante ha logrado que le aprueben toda su agenda”.

Uno de sus mayores temores quedó develado cuando se quejó de que en los acuerdos “surge una nueva motivación constitucional para expropiar propiedad privada de personas honestas”. O sea que el ex presidente teme algunas expropiaciones de tierras para cumplir al menos parcialmente con el reclamo de reforma agraria de las FARC, recogido en el punto 1 de los acuerdos de Cuba.

Ojalá que los guerreristas sea derrotados el domingo 2 y deban esperar su oportunidad recién en las presidenciales de 2018. Si en el interregno se afianza la paz también allí serán derrotados Uribe y los paramilitares.

ortizserg@gmail.com


viernes, 23 de septiembre de 2016

Desde Bogotá: Conspiración contra Cuba

Por Alberto Acevedo 

Un pequeño aquelarre anticubano, con generoso patrocinio del Departamento de Estado de los Estados Unidos, se reunió en Bogotá la semana pasada, tras el disfraz de ser un taller de capacitación para organizaciones no gubernamentales

Durante los días 4 al 10 de septiembre pasado, el Hotel Tequendama en Bogotá fue escenario de una curiosa reunión de organizaciones no gubernamentales, y la participación de académicos, la mayoría de ellos vinculados a la Universidad Nacional, convocados con el propósito de adelantar una ‘capacitación’ en técnicas de elaboración de ‘informes sombra’, que son presentados a foros internacionales, como las Naciones Unidas, para desvirtuar o avalar la gestión de diversos gobiernos.

 En el caso de la reunión de Bogotá la semana pasada, el objetivo era la construcción de informes de derechos humanos de organismos que trabajan con población LGBTI.

Pero la misión humanitaria de la reunión, en realidad es una fachada. El evento fue organizado por el Instituto Raza, Equidad y Derechos Humanos, IRED, que fundó y dirige Carlos Quesada, un cubano-americano residente en Estados Unidos, que recibe copiosos recursos del Departamento de Estado y de las agencias norteamericanas de inteligencia, para adelantar programas anticubanos en el exterior, utilizando, consciente o inconscientemente, a organizaciones no gubernamentales diversas, para darle un ropaje de “sociedad civil” a lo que en realidad es una conspiración contra la revolución socialista en Cuba.

Los ‘informes sombra’, en general, son herramientas de las ONG para vigilar a los Estados y demandar el cumplimiento de ciertas políticas en materia de derechos humanos. Usualmente, las ONG presentan informes alternos a los que los gobiernos presentan ante organismos internacionales. Pero en el caso de Cuba, son las agencias de inteligencia de los Estados Unidos las que se mimetizan a través de ONG, tanto cubanas como extranjeras, para construir un remedo de ‘sociedad civil’, que en el fondo no son más que grupos de conspiración contra la revolución.

Apoyo colombiano

De la cita de la pasada semana en el Tequendama, una fuente cercana a la reunión se puso en contacto con este semanario y se refirió a las intenciones de capacitar un grupo de personas que apoyaran actividades subversivas en Cuba. La reunión de Bogotá, coordinada y financiada por el IRED, no es la primera que se realiza en Colombia. Eventos similares se realizaron con anterioridad en Cali, Cartagena y Barranquilla.

La reunión de Bogotá contó con la colaboración de Wilson de Jesús Castañeda Castro, presidente de la organización ‘Caribe Afirmativo’ y forma parte de uno de los proyectos anticubanos presentado por Quesada, financiado por el Departamento de Estado con un aporte de 800.000 dólares.

Quesada ha vendido desarrollando estos programas contra Cuba desde el año 2011, para potenciar a grupos contrarrevolucionarios, como el Comité Ciudadano por la Integración Racial, CIR, la Mesa de Dialogo de la Juventud Cubana, las denominadas Damas de Blanco y una organización de juristas identificada como Cubalex. Todas ellas han recibido un jugoso financiamiento para presentarse como representantes de la sociedad civil cubana ante diversos organismos regionales e internacionales.

Los financiadores

Los organismos norteamericanos que entregan esos fondos y organizan la preparación y entrenamientos de líderes, son el Buró de Democracia y Derechos Humanos y Trabajo, DRL, perteneciente al Departamento de Estado y otras entidades como la Fundación Nacional para la Democracia, NED, el Instituto Republicano Internacional, IRI, el Instituto Nacional Demócrata, NDI, y, desde luego, la USAID, que tiene un negro historial de actividades desestabilizadoras contra gobiernos progresistas a lo largo y ancho de la geografía latinoamericana.

Cada año, el Congreso de los Estados Unidos aprueba un presupuesto que oscila entre los 20 mil millones de dólares, para financiar programas desestabilizadores contra los gobiernos progresistas de la región. La mayor parte de ese presupuesto, orientado específicamente contra Cuba Socialista, lo entrega a organizaciones de fachada, como las arriba mencionadas, que se encargan del trabajo sucio, que ya no pueden hacer la CIA, el FBI o la DEA.

Miran a sectores vulnerables

En América Latina se apoyan en organizaciones que posan de defensoras de derechos humanos, como el Centro de Desarrollo de la Mujer Negra Peruana, Cedemunep, y en Colombia, el Instituto de Ciencias Políticas Hernán Echavarría Olózaga, el Movimiento Nacional Cimarrón, que lidera Juan de Dios Mosquera y el ya citado Caribe Afirmativo.

En 2011, Juan de Dios Mosquera viajó a Cuba para participar en un evento contrarrevolucionario, organizado por Juan Antonio Madrazo Luna, líder del CIR. A su regreso, Mosquera publicó un artículo en la revista Isla, donde afirmó: “Desde esta, mi primera visita a Cuba, y luego de los sucedido ayer, voy a ser un misionero para derrumbar ese mito romántico sobre la eterna revolución de Cuba, que ahora entiendo ha fracasado y es inviable a la vuelta de más de medio siglo. Está tan decrépita como el propio Fidel Castro, como las casas de La Habana, como los carros de Cuba”.

Estados Unidos considera que sectores como los afros descendientes, la población LGBTI y la juventud, son vulnerables y susceptibles de ganar para aventuras contrarrevolucionarias en Cuba y por eso financia con jugosas sumas, iniciativas que se orienten en esta dirección. Y se apoya en organizaciones similares en América Latina, para darle un ropaje de legalidad a tan protervo propósito.

* Periodista del Semanario VOZ, órgano central del Partido Comunista Colombiano, PCC

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