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miércoles, 24 de junio de 2020

BRASIL EN DISPUTA. PERMISO PARA OPINAR VERSIÓN FINAL

Por Rafael Hidalgo Fernández*:   

En junio de 2013, unos días después del estallido de las protestas masivas que sorprendieron a muchos en Brasil, incluido el propio gobierno de la época, un amigo me preguntó: “¿cómo ves todo esto?”.

Conforme a una vieja y saludable práctica, evité opinar sobre asuntos en los que su fuerza política tenía implicación directa y fundamental. Opté por abordarle el otro lado de la “moneda”: el factor externo, sin el cual – le enfaticé – todo ejercicio de interpretación quedaría trunco, “más aún por ser Brasil”.


Con la confianza de la amistad, me interrumpió con esta expresión: “!No me irás a decir que los gringos están detrás de todo esto…!”. Le respondí con igual énfasis: “!Pues es eso, exactamente, lo que te iba a decir!, pero con este matiz: los gringos están también, tienen papel protagónico, pero no son los únicos…”.

Acto seguido le agregué: “Las causas de las protestas son múltiples y todas tienen muchas variables asociadas, internas y externas, históricas y coyunturales. Para ustedes y para la izquierda de América Latina y el Caribe será fundamental entender bien lo que aquí está sucediendo, de forma integral, sin omisiones pragmáticas (…). Lo que sucede en Brasil irradia de inmediato, sobre todo, para América del Sur”. El razonamiento es válido respecto a la realidad política actual.

Acto seguido le argumenté en términos coloquiales los datos, los hechos y los análisis que siguen, ahora con el estímulo de su honradez: dos años después, tras el Congreso Nacional  aprobar el impeachment que interrumpió el mandato legítimo de Dilma Rousseff, sin haberle podido probar cargo alguno, escribió esta nota: “(…) lamentablemente tenías razón, esos (impublicable) están hasta el cuello implicados en lo que ha pasado aquí”. Así fue y así continúa siendo.

MÁS AÚN POR SER BRASIL

Tres años y medios después, el país austral avanza con celeridad dominado por  niveles de odio y violencia que sus mentes más lúcidas,  de todas las filiaciones políticas, sociales, religiosas y académicas, empiezan a temer y, por fortuna, a alertar y denunciar. Los hechos confirman que su sistema político está viviendo una crisis estructural e integral,  u orgánica, como aducen algunos desde una perspectiva analítica gramsciana.

La nación transita por un proceso paradójico: desde ciertas reglas del ordenamiento jurídico vigente se están vulnerando, día tras días, el Estado de Derecho y la paz interna. Bolsonaro y el bolsonarismo aparecen como los responsables principales e inmediatos de tal estado de cosas. Pero ello es solo una parte fundamental de la verdad. El país es escenario de una lucha de clases que enfrenta intereses internos y también externos. Es un caso test en este sentido.

La explicación sobre lo que acontece guarda, a la vez,  una relación directa y esencial con las exigencias económicas, políticas, geopolíticas y simbólicas del gran capital transnacional y, sobre todo, con las de su sector hegemónico, el financiero. Estos intereses operan de forma directa y vía aliados internos, lo cual no es equivalente a que toda la derecha haya sido cooptada para el plan antinacional en curso. Esta es la fracción que podría aún apoyar los esfuerzos anunciados para formar un frente amplio en defensa de la democracia.

Para los representantes gubernamentales de esta élite transnacional, sobre todo para los que sirven a su núcleo hegemónico, los EE.UU., pasó a ser una prioridad impedir que Brasil emerja como una potencia viable en el estratégico Atlántico Sur, tal y como en su momento lo advirtió Noam Chomsky
¿Qué datos de la realidad, qué hechos históricos y qué argumentos dan sustento a esta tesis? De manera sumaria se pueden identificar los siguientes, sin la pretensión de que sean todos.

El Brasil cuyo sistema de democracia liberal burguesa permitió la aprobación de una constitución progresista y con formulaciones avanzadas tras el fin de la dictadura militar instalada en 1964 (pecado 1); la posterior elección de un obrero metalúrgico como Presidente (pecado 2); que posibilitó que éste concluyese su segundo mandato con 83% de popularidad (pecado 3) y que eligiese a su sucesora con amplitud de votos (pecado 4).

El país, además, que se transforma en la sexta economía del mundo bajo la presidencia de este obrero, sin haber producido cambios sustantivos en los fundamentos de la matriz económica nacional (pecado 5); que al frente de un gobierno de izquierda y progresista decide impulsar con éxito una política internacional de paz y cooperación, activa y altiva, con resultados constructivos importantes en África, el Medio Oriente y América Latina y el Caribe (pecado 6), y que sacó a millones de la extrema pobreza y la pobreza (pecado 7), por todo ello se transformó en otro “mal ejemplo” a anular, aún sin haber transitado, como Cuba o Venezuela, por caminos revolucionarios.

Para anular el “mal ejemplo”, la derecha internacional y la interna aliada aprovecharon la interdependencia del país respecto al gran capital transnacional, en virtud del alto grado de transnacionalización de su economía y por el tipo de inserción que le caracteriza en la división internacional del trabajo. Sabían que ello lo  tornaba  más vulnerable a un proceso progresivo de desestabilización de amplio espectro en los marcos de los llamados Golpes Suaves, o para decirlo en términos más exactos, según las premisas de la Guerra no Convencional, diseñada por los estrategas estadounidenses para tratar de recuperar la hegemonía global del imperio en decadencia.

Esta necesidad de quebrar las opciones potenciales de desarrollo autónomo de Brasil, vista al calor de la situación actual, obedece a necesidades intrínsecas del gran capital (dimensión estructural-genética); guarda relación con los factores de poder nacional que posee esta nación en proporciones colosales (dimensión histórico concreta); y se explica a la luz de la política de los EE.UU. por recolocar a América Latina y el Caribe como factor de contención a favor de su geopolítica mundial (dimensión política).

Para las demandas expansionistas del gran capital y para su necesidad de maximizar la cuota de ganancias, dominar la dinámica de los procesos de concentración de la propiedad y la riqueza en un país continental como Brasil, se transformó en una exigencia mayor, sobre todo tras la crisis financiera del 2008 y luego del desafiante ascenso de la izquierda en la región, que duró hasta el 2009.

A nivel global, tales demandas de la élite capitalista mundial se corresponden con la necesidad intrínseca de quebrar obstáculos para la reproducción expedita y cada más rápida y segura del movimiento de los capitales, con el plan de controlar sin límites los recursos naturales de los países “en desarrollo”, así como con la determinación subordinarlos de manera fácil al objetivo de mercantilizar todo lo mercantilizable en ellos, esto es, lo que Williams Robinson llama expansión intensiva  del capital.

Como parte de esta lógica, la élite que Oxfam identifica como el 1% de la población mundial, en el caso de Brasil decidió quebrar y/o debilitar su sistema político, a fin de alcanzar 6 objetivos a la vez, entre otros:1/ controlar el poder ejecutivo con sus propios representantes (siempre lo tuvieron en los demás poderes); 2/ garantizar la máxima rentabilidad posible del capital en un contexto de recursos escasos; 3/ eliminar y/o reducir en consecuencia los programas sociales que transfieren renta a los más pobres; 4/ restar capacidad interna al Estado para proyectar una política exterior protagónica y propia; 5/ facilitar con ello un realineamiento vasallo de Brasil a los EE.UU y a sus aliados; y 6/ golpear los procesos de integración alejados de los cánones establecidos por la Casa Blanca en América Latina y el Caribe.

Debilitar a Brasil como Estado nacional e impedir que su sistema político electoral vuelva a facilitar la emergencia de gobiernos democráticos y progresistas, y de figuras como Lula, explica el plan de truncar las perspectivas de desarrollo autónomo del quinto país en extensión del mundo, sexto en población, limítrofe con 10 países sudamericanos, poseedor de las principales reservas de agua dulce del subcontinente, dueño de un subsuelo que atesora todos los minerales necesarios para las más avanzadas ramas de la industria contemporánea, incluidas la petrolera, petroquímica, aeroespacial, informática y de tele-comunicaciones.

Dañar el poder nacional de Brasil va, por tanto, mucho más allá de frustrar un proyecto de gobierno marcado por ideas de izquierda y progresistas, apunta a anular, de raíz, toda tentativa de sus élites, tradicionales o nuevas, para tener un protagonismo global en el sistema de relaciones internacionales, con un nivel decoroso de autonomía.

La derecha internacional sabe perfectamente que, más allá de su clase política devaluada ante la opinión pública nacional e internacional, Brasil es un polo de atracción como actor internacional respetado (salvo con Bolsonaro). Así se observó, de manera marcada, durante los dos gobiernos de Lula y Dilma.

Sabe más: conoce que en Brasil, en todos los sectores sociales sin excepción, existen figuras, organizaciones sociales e instituciones que  condensan mucho talento, alta formación intelectual, demostrada capacidad de articulación política y decisión de lograr que el país tenga voz propia en el escenario internacional.  Ello, por tanto, las transforma en un peligro a eliminar y/o anular, sobre todo las que poseen ideas de izquierda y la convicción de que por la vía del capitalismo dependiente de hoy, no habrá soluciones sustentables para encausar un nuevo proyecto nacional de desarrollo,

En un nivel más ligado a la historia reciente, aparece como factor de tensión con las transnacionales de los EE.UU., Inglaterra y Canadá,  la política seguida por Lula en las ramas del sector minero energético, y continuada por Dilma, de utilizar las empresas estatales, y las grandes empresas de capital nacional, como palancas para un desarrollo interno más autónomo, y como pilares para potenciar los saltos que demandaba el país en educación y salud, en este caso aprovechando la rentabilidad de las empresas estatales.

Las petroleras de los EE.UU. e Inglaterra nunca aceptaron quedar fuera de las enormes utilidades contenidas en las riquezas del PRESAL, ni con la decisión de los gobiernos del PT de transformarlas en pasaporte para el futuro en materia de desarrollo social y científico-tecnológico.

No es casual que luego de los descubrimientos petrolíferos del 2006, en el PRESAL, anunciados con entusiasmo por Lula como obra del talento y la experiencia acumulada por los especialistas de PETROBRAS, en  julio del 2008 ya la IV Flota de los EE.UU. estaba lista, altanera, para “proteger” el Atlántico Sur. Léase, para presionar a Brasil, entre otros objetivos de alcance mayor. No se olvide la paranoia de la Casa Blanca ante la presencia amiga de China y Rusia en nuestra región.

Todo indica, además, que la Casa Blanca vio como desafíos inaceptables el protagonismo brasileño en la formación  de UNASUR, en el fortalecimiento del MERCOSUR, en la creación del Consejo de Defensa Sudamericano y en otras iniciativas de proyección integracionista,  tanto en África, visitada 29 veces por Lula, como en América Latina y el Caribe.

Como lo asevera uno de los académicos más respetados de Brasil, Luiz Alberto Moniz Bandeira, al referirse al impeachment a Dilma: “Hay fuertes indicios de que el capital financiero, esto es, Wall Street y Washington, nutrieron la crisis política e institucional, agudizando la feroz lucha de clases en Brasil” . Para él, además, los EE.UU. no solo luchan por fortalecer su “influencia global” contra China y Rusia, sino contra las potencias regionales emergentes, como era entonces el caso de Brasil.

Basta ver cómo comenzó a operar el lobby petrolero apenas Michel Temer asumió su mandato golpista. De inmediato tomó fuerza el proceso de privatización de las empresas estatales más emblemáticas, EMBRAER y ELECTROBRAS incluidas. Acto seguido se dinamizó la flexibilización de las actividades de PETROBRAS, ampliamente espiada por los servicios de inteligencia de los EE.UU. durante el mandato de Dilma. Había llegado la oportunidad para retomar la venta del botín. El entreguismo comenzó a negar la visión estratégica de Getulio Vargas respecto a la independencia energética del país.

Para anular dicha independencia aparece en escena, en marzo del 2014, uno de los más grandes fraudes jurídicos de Brasil, la Operación Lava Jato, o como debería llamarse, Operación Contra Brasil (OCB), si se juzgan sus efectos lesivos a la economía nacional y a las empresas de capital nacional, las que, además, estaban implicadas en el desarrollo de importantes programas para asegurar la defensa nacional con tecnología propia, pese a las reservas de Washington y Tel Avid, ambas capitales muy preocupadas con el programa del submarino de propulsión nuclear, en el cual la empresa Odebrecht tenía papel fundamental. El tema da para un ensayo.

Hoy existen elementos suficientes para probar que la OCB fue un diseño externo, ejecutado por un juez provinciano al que la derecha antinacional le facilitó todas las prerrogativas para actuar y excederse en su actuación, con tal de remover el obstáculo inmediato (Lula), a fin de lograr el objetivo mayor: debilitar al Estado brasileño y subordinar su política externa a las lógicas hegemónicas de la Casa Blanca. Esta es la “sagrada” misión que Bolsonaro y el bolsonarismo están.

Todo indica que los asesores del juez provinciano en el Departamento de Estado de los EE.UU., cuando concibieron la OCB con objetivos múltiples, tomaron en cuenta la expresión de Richard Nixon al general Emilio Garrastazu Médici, en 1971: “Para onde for o Brasil, irá a América Latina” . En cualquier caso, es evidente que están dando a este país, especialmente desde el 2002, una atención más astuta y eficaz. Estúdiese, como ejemplo de ello, el mandato de la embajadora Liliana Ayalde en Brasilia, hoy con cargo relevante en el Comando Sur.

Sesenta y seis años después, sigue vigente lo expresado por Getulio Vargas en su carta testamento del 24 de agosto de 1954: “La campaña subterránea de los grupos internacionales se alió a la de los grupos nacionales contra el régimen de garantías del trabajo” . Hoy es esto y mucho más.
rafah@enet.cu


miércoles, 26 de febrero de 2020

Primer Congreso Internacional de Historia Petrolera de Venezuela



Por Humberto  Trompiz Valles:
I.-FUNDAMENTACION
Este año que recién se estrena, asistiremos a dos fechas aniversarias de capital significación en la historia petrolera de Venezuela. Nos referimos en primer lugar, a los cien años iniciales de la primera ley petrolera que la nación se dio, hecho ocurrido el 19 de junio de 1920. Cabe señalar que, en esta legislación fundacional petrolera, tuvieron destacada participación dos eminentes funcionarios gomecistas de procedencia coriana: Pedro Manuel Arcaya y Gumersindo Torres. En segundo lugar, también se cumplirán sesenta años de la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), creada el 14 de septiembre de 1960. Ambos acontecimientos cimentaron la condición rentístico-petrolera que actualmente perfila a la formación social venezolana.


Durante este centenario petrolero se produjo un radical quiebra histórica, hacia los años veinte de la pasada centuria en el devenir del país,  emergiendo una nueva sociedad acicateada por la renta petrolera, con un perfil caracterizado por atributos como los siguientes: un capitalismo rentístico que actualmente se encuentra en etapa agónica, un Estado bifronte, capitalista y anticapitalista al mismo tiempo, un proceso de urbanización casi concluido, un proceso demográfico aluvional, surgimiento de un poderosa clases media, un proceso de integración nacional que aunque avanzado, todavía no logra hacer coincidir el poder estatal con todo el territorio nacional y una tarea democrática no concluida.

En síntesis, desde hace más de cien años Venezuela viene subsistiendo gracias al ingreso que le reporta la exportación de hidrocarburos. Este emolumento cuyo nombre técnico es “Renta Petrolera Internacional”, nos convirtió en apenas cincuenta años en unos de los países de mayor adelanto económico de Latinoamérica: y lo que es altamente riesgoso: seguirá siendo la base material de este país por las próximas tres o cuatro décadas. Semejante panorama determina que cualquier solución política que se ensaye en estos linderos, necesariamente para por la variable petrolera.

Sin embargo, esta nación que fue capaz de transitar aluvialmente hacia la modernidad capitalista de la mano del petróleo, desde un estadio de miseria precapitalista, hoy presenta un cuadro económico-político bastante comprometido, donde las  amenazas imperiales de recolonización, quiebra económica y disolución moral están a la orden del día,  acicateando la más grave crisis de la nación en toda su existencia republicana.

Frente a tan desolador cuadro de la Venezuela del presente,  surgen entonces preguntas científicas que es necesario responder,  a fin de sustentar sobre nuevas bases, la viabilidad histórica de esta nación; a saber: ¿Qué fue lo que salió mal en la Venezuela petrolera?; ¿Cuáles fueron nuestros pecados tanto en la captación como en el destino de la renta petrolera?; ¿Quiénes son los responsables de esta desmadre petrolero?; ¿Es el petróleo el culpable de todos los males de la Venezuela contemporánea?; ¿Es el imperialismo el que se ha apropiado de la renta petrolera?; ¿Realmente somos víctimas de la Enfermedad holandesa?; ¿Debemos regalar nuestro petróleo y demás recursos naturales a los países desarrollados para salir de nuestro subdesarrollo?; ¿Existe la posibilidad de fundar una Venezuela pospetrolera?

A fin de dar respuestas a las interrogantes formuladas, es de obligado proceder, acudir a la ciencia de la historia, como expediente heurístico que nos ayude a explicar   esta gran quiebra histórica de la Venezuela contemporánea; pues tal como lo afirma una analista brasileña:

“… es imposible pensar el devenir sin el desarrollo y este sin aquel, pues la sucesión temporal de las formas históricas o de los modos de producción depende de la reflexión de cada una de ellas, es decir, de su desarrollo completo. El entrecruzamiento necesario del devenir y del desarrollo explica la afirmación: “lo nuevo nace de los escombros de lo viejo”.( Marylena Chaui. La historia en el pensamiento de Marx.http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/campus/marxis/P1C2Chaui.pdf)

En atención a lo expuesto, consideramos de urgente necesidad la celebración del Primer Congreso de Historia Petrolera de Venezuela, donde se interpele la Cuestión Hidrocarburera desde todos los ángulos posibles, con la finalidad de obtener insumos científicos que nos permitan superar, la condición primario-exportadora y el subdesarrollo del país que nos fue impuesta por el sistema-mundo capitalista mundial.

II.-OBJETIVOS
II.1.-Promover la reconstrucción de la historia insurgente del petróleo venezolano, vista desde el trabajo, el capital y la tierra.
II.2.-Mostrar los avances de la economía política del petróleo: origen y destino de la renta petrolera.
II.3.-Crear conciencia sobre la obtención y preservación de las fuentes documentales de la Cuestión Petrolera venezolana.
II.4.-Exponer los límites y alcances de la Legislación Petrolera latinoamericana.
II.5.-Conocer el manejo geopolítico de la Cuestión Petrolera.
II.6.-Identificar los perfiles de la cultura implantada por la renta petrolera.
II.7.-Analizar la naturaleza ideopolitica de los petro-estados.
II.8.-Estudiar la financierizacion de las reservas petroleras

 III.-LINEAS DE INVESTIGACION
III.1.-Historia de la cuestión Petrolera Venezolana
III.2.-Economia Política del petróleo
III.3.-Fuentes documentales para historiar el petróleo venezolano
III.4.-Legislacion Petrolera venezolana
III.5.-Geopoltica Petrolera
III.6.-Naturaleza de los petro-estados
III.7.-Los militares y la cuestión petrolera venezolana
III.8.-Petroleo y políticas monetarias
III.9.-La cultura material y espiritual del petróleo
III.10.-La literatura y la cuestión petrolera venezolana
IV.-Lugar: Santa Ana de Coro-Estado Falcón-Venezuela
         Fecha: 15, 16 y 17 de octubre de 2020
  V.-Vías de contactos
            +Teléfonos
                             0416 9666659
                             0412 1210289
           +Correos
                            cicecoro@gmail.com
                            htrompizvalles@gmail.com

    VI.-Instituciones Organizadoras
             VI.1.-Colectivo de Investigación Para el Cambio Época (CICE)
             VI.2.-Universidad Politécnica Territorial “Alonso Gamero”
             VI.3.-Instituto de Cultura del Estado Falcón
      

htrompizvalles@gmail.com

sábado, 13 de julio de 2019

El ejemplo la grave amenaza de Venezuela para Colombia



Por: Tony López R:
El artículo publicado en el portal la Razón Pública, intitulado La crisis de Venezuela: una amenaza grave para Colombia, me ha motivado a exponer porqué el ejemplo de Venezuela es un peligro para Colombia. Es evidente que los plumíferos al servicio de la política injerencista y colonizadora de Estados Unidos, los une en la declarada guerra de cuarta generación que hoy se le hace a Venezuela, y el autor de dicho artículo no es la excepción.

Cierto que Venezuela es un grave peligro para Colombia, pero no como maliciosamente lo afirma: “En medio de una tragedia, el régimen de Maduro sigue aferrado al poder a toda costa. Por eso está tratando de agravar el conflicto con Colombia”. 


No es Venezuela la que aliada a Estados Unidos y con el Secretario General de la desprestigiada OEA, trabajan febrilmente para promover el derrocamiento del gobierno del presidente Iván Duque o de algún otro mandatario en nuestra región. Es totalmente a la inversa, es público y notorio que el gobierno colombiano se dedica, en todos los foros internacionales, en estrecha alianza con el gobierno de los Estados Unidos, con el mercenario Luis Almagro y los ultraderechistas mandatarios de Chile, Paraguay y Brasil, de promover acciones para lograr el derrocamiento del gobierno de Nicolás Maduro.

Fue el gobierno de Colombia sirviendo como peón y mandadero del Departamento de Estado y del corrupto Luis Almagro, el que promovió e hizo la propuesta de crear el Grupo de Lima en agosto del 2017, luego del fracaso sufrido en la Cumbre de las América al no lograr la resolución de condena al gobierno de Maduro. El prácticamente fenecido Grupo de Lima, siempre fracasó en todos estos intentos y en la 49 Asamblea de la OEA, celebrada en Medellín, el pasado mes de junio, sufrió un severo golpe, que provocó el retiro de la delegación de Uruguay, cuando se trató de reconocer a Julio Borges como representante del inexistente gobierno del autoproclamado presidente Juan Guaidó en la OEA.

Lo sorprendente de este intento y la ilegitimidad manifiesta es, que Venezuela ya no es, al igual que Cuba, miembro de la fétida OEA y el terrorista Julio Borges era el sujeto por el que presionaba Colombia, Almagro y Estados Unidos para representar al inexistente gobierno de Guiadó: Que vergüenza… 

Borge, protegido por el gobierno de Colombia, y pedido en extradición a Interpol por Venezuela, acusado de organizar acciones terroristas en Caracas y en el intento de magnicidio contra el presidente Maduro, goza de la más absoluta protección y complicidad del gobierno de Iván Duque y está la incógnita, si la Interpol cumple o no con sus funciones de ordenar su detención o está al servicio del imperio solamente.

Pero no solamente Colombia ha tomado un papel protagónico en lo político y diplomático, también en el campo militar, su estrecha alianza con el Comando Sur y con la OTAN; la instalación de 7 o más bases militares estadounidenses en territorio colombiano establecidas durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. El gobierno venezolano fue públicamente amenazado por Uribe Vélez, cuando, dijo que “le faltó tiempo para intervenir militarmente en Venezuela”. También es conocido que Chávez le respondió “que a Uribe no le faltó tiempo, sino que le faltó cojones” .

En declaraciones del ahora senador Uribe Vélez, citadas por la agencia AFP, al referirse a los diálogos del gobierno de Maduro con la oposición en Noruega, expresó: “la salida debe ser de fuerza y no de diálogo”. Conociendo todas estas declaraciones y acciones injerencistas del gobierno de Duque y su mentor Uribe Vélez, como puede afirmar este plumifero, que Maduro “está tratando de agravar el conflicto con Colombia”
Fue el gobierno de Colombia el que apoyó a un grupo de paramilitares colombianos y contrarrevolucionarios venezolanos, encabezados por Juan Guaidó, en la violenta agresión, el pasado 23 de febrero contra Venezuela, desde el paso fronterizo de Cúcuta, Colombia. Esa agresiva y violenta acción estuvo acompañada y respaldada por los presidentes de Colombia, Chile y Paraguay y del Secretario General de la OEA, bajo el supuesto argumento de ingresar por la fuerza “ayuda humanitaria” a Venezuela, desconociendo al gobierno de Nicolás Maduro.

La violencia desatada en territorio venezolano, desde Cúcuta, dada a conocer por  los derechistas medios colombianos, latinoamericanos y estadounidenses,  culpando a  Venezuela, fueron desenmascarados días después por el diario New York Times, cuando  presentó pruebas de que toda la acción violenta con armas de fuego y cocteles molotov fueron ejecutadas desde territorio colombiano por elementos contrarrevolucionarios y paramilitares, con el apoyo de la policía colombiana,  donde hubo víctimas fatales y heridos.

De acuerdo a las leyes internacionales, esta acción está considerada jurídicamente como un acto de agresión y puede ser llevado por Venezuela a la Corte Penal Internacional, (CPI).
Venezuela no es un peligro para Colombia en el campo de la violencia, sí es un peligro para la oligarquía colombiana por el ejemplo que representa en lo social, económico y político, para el empobrecido, desprotegido y mayoritario pueblo colombiano, cuando estos conozcan que  la Revolución Bolivariana llevó a cabo la misión de eliminar el analfabetismo y ya hace varios años es libre de analfabetos, que  ha logrado un sistema de educación gratuito para todo su pueblo, desde  los grados primarios hasta universitarios, y ha invertido un alto presupuesto en la Educación eso es un peligro para Colombia.

A diferencia de Venezuela, el gobierno colombiano desarrolla una intensa política de privatización de la enseñanza y las condiciones de atención a la educación primaria, media y superior es sumamente precaria.   Existe un alto nivel de analfabetismo.  La crisis económica lleva a miles de niños a trabajar en condiciones infrahumanas, mientras que las condiciones materiales de las escuelas en el campo son deplorables y el presupuesto nacional para educación es menos del 2 por ciento.

La Revolución Bolivariana priorizó y ha invertido cuantiosos recursos en el tema de la salud, para dar atención médica gratuita a su pueblo,  ha salvado miles de vidas, mientras en Colombia la crisis de salud y alimentación es tan grave, que,  como es públicamente conocido, solamente en el Departamento de la Guajira, más de 4,500 niños fallecieron por desnutrición,  pero además,  los gobiernos colombianos, desde hace 20 años a la fecha, rebajaron el presupuesto de salud y priorizaron la privatización de la salud para beneficio y enriquecimiento de un  minoritario grupo empresarial bajo el nombre de EPS.
La ley 50 y 100 promovida por el entonces senador Álvaro Uribe Vélez, en la década del 80 y 90, liquidó las prestaciones sociales, para beneficiar la privatización de la salud y de otras conquistas sociales, a diferencia de Venezuela, que tomó medidas para favorecer a los sectores más desprotegidos.

Claro que ese ejemplo venezolano es el que pone en peligro al gobierno colombiano, si se tiene en cuenta que la Revolución Bolivariana nacionalizó la industria petrolera, para ponerla al servicio de su país, el agua, la electricidad, gas,  teléfonos y otros servicios básicos pasaron a ser propiedad del  Estado venezolano, que a diferencia de Colombia ha entregado todas sus riquezas y servicios públicos a empresas extranjeras, preferiblemente estadounidense, en detrimento, también de la mediana y pequeña industria colombiana y  qué decir del campo, es el sector que más está sufriendo la política de entrega a las transnacionales.
La construcción y entrega a la población venezolana de 2 millones 600 mil viviendas, de alta calidad y totalmente amuebladas, debe ser uno de los elementos que resulta un hecho peligroso para los colombianos que sufren graves problemas de vivienda y que ninguno de los gobiernos en estos últimos años ha movido un dedo para buscarle solución a tan critica situación, solo promesas electorales, que ninguno cumple cuando logran alcanzar la presidencia, gobernaciones y alcaldías.

La falaz mentira de que un millón 200 mil venezolanos que se han refugiado en Colombia son venezolanos, debe ser desenmascarada, la opinión pública debe conocer que desde 1997 hasta el 2010, cerca de 6 millones de colombianos, se refugiaron en Venezuela, huyendo de la violencia que venía provocando el conflicto social y armado en su país.

De esos 6 millones, cerca de 4 millones lo hicieron durante el gobierno de Uribe Vélez, fue la época que el paramilitarismo tomó más auge, fuerza y apoyo de sectores gubernamentales y militares y la fuga del país se hizo creciente, huyendo de los crímenes, amenazas, masacres, desapariciones y desalojos de que fueron víctimas. Los departamentos más afectados por el paramilitarismo fueron los de Antioquia, Córdoba, el Magdalena Medio, Santander y Norte de Santander, y la Costa Atlántica, donde el paramilitarismo impuso sus leyes y política.

El gobierno de Chávez en esa época le dio albergue y no solo les acogió, sino que le ofreció trabajo y luego de un año de residencia temporal, se nacionalizaron venezolanos, es por eso que del millón 200 mil venezolanos que han pedido refugio en Colombia se saben que, el 65 por ciento son neogranadinos y emigraron a Venezuela en las décadas pasadas y otros son hijos de colombianos radicados en la vecina nación.

Hay que tener en cuenta que, desde el triunfo de la Revolución Bolivariana y la elección de Hugo Chávez como su presidente en 1999, el gobierno de Estados Unidos comenzó a conspirar apoyados y en complicidad por la vieja y corruptas organizaciones y partidos políticos del Pacto de Punto Fijo y una rica burguesía empresarial que se dedicó a sabotear la economía y respaldar a las acciones terrorista durante estos 20 años, incluyendo el fracasado golpe de Estado de abril del 2002.

Las acciones contra el gobierno venezolano llegaron a su cumbre cuando el presidente Barack Obama en el año 2015 dicto una ridícula orden extraordinaria, especial y ejecutiva al declarar a Venezuela como un peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos.  ¿Puede sostenerse racionalmente el argumento de que Venezuela es un peligro para la Seguridad Nacional de los Estados Unidos? Imposible, esa irracional orden ejecutiva ha venido a respaldar todas las acciones políticas, económicas y militares que viene ejecutando Estado Unidos contra Venezuela.

Con el triunfo electoral del ultra reaccionario Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero del 2017 y basado en un plan del Comando Sur que ya se venía ejecutando desde el 2014, la administración Trump aumentó las presiones, incluyendo sanciones financieras, graves desabastecimiento alimenticios y médicos, guerra económica, que fue acompañada por la caída del precio del petróleo, lo cual fue un acumulado y milimétricamente concebido en el Plan Maestro del Comando Sur.

La crisis económica, se agudizo a fines de pasado año y se acrecentó en estos últimos  meses,  el gobierno de Donald Trump, desde el pasado año acrecentó su bloqueo y en  acciones verdaderamente piratas han incautado   cerca de 30 mil millones de dólares de los fondos del Estado venezolano depositados en sus bancos y literalmente se ha robado  la empresa CITGO, cuyo capital se calcula en unos 7 mil millones de dólares, de otra parte el banco británico se apropió de 1400 millones de euros, depositados en oro  igual hizo  el banco de Portugal, se apropió de más de 1200 millones de euros, dinero que estaba destinado a comprar medicamento. Un hecho inédito en la historia del derecho internacional.

Por último, el plomífero miente, al afirmar que el gobierno de Maduro adelantó las elecciones, falso, fue la Mesa de Unidad Democrática, (MUD) que en las conversaciones que realizaban con el Gobierno de Maduro en República Dominicana, había pedido el adelanto de los comicios presidenciales de octubre del 2018, acordándose hacerla el 20 de mayo de ese año y a ese acuerdo se había llegado en los primeros días de marzo del 2018 en Dominicana. Conocido el acuerdo gobierno-oposición, el jefe de la delegación de la MUD Julio Borges, unas horas antes de firmar, recibió una llamada telefónica desde Bogotá de Rex Tillerson entonces Secretario de Estado, y   le orientó a Julio Borges, no firmar los Acuerdos y romper los diálogos y que viajara de inmediato a Bogotá, Colombia. Por cierto, unos días después exactamente el 13 de marzo Tillerson fue sustituido de su cargo y remplazado por el jefe de la CIA Mike Pompeo.

También miente cuando señala que fue el gobierno venezolano el que rompió la Mesa de Unidad Democrática (MUD), esa concertación política de la derecha se desmembró ella sola, por las serias diferencias que existe al interior de dicha alianza. La prueba es que COPEI participó en las elecciones presidenciales del 20 de mayo y este era uno de los integrantes de la disuelta MUD.
Juzgue y razone usted, amigo lector todos estos hechos, y saque sus propias conclusiones: Quien es el agresor y quien el agredido.

Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com

sábado, 31 de marzo de 2018

Venezuela- Ramírez regresa al país, ¿será cierto?


Por Roberto Oliver Rugeles: 

“Cuando usted dice…pero llegará el momento, más pronto que tarde, en que pongamos las cosas en su lugar y desenmascaremos a los verdaderos corruptos, los que participan del abuso del poder… ¿Usted no abusó del poder en PDVSA? Cuando usted dice: “…
Desenmascarar a los verdaderos corruptos…
”denota que los que han detenido y a los que andan huyendo,
 por el caso PDVSA, son corruptos de mentira ¿Qué dice al respecto?”
Jesús Rafael Barreto (*)

Nuestra carta del 31 de enero último que le enviamos a Rafael Ramírez no debió haberle llegado, pues aún no recibimos respuesta, por lo que hemos decidido  reenviársela, esperando que ahora sí lo haga y más después de leerle en uno de sus últimos artículos en Aporrea, “…llegará el momento, más pronto que tarde, en que pongamos las cosas en su lugar y desenmascaremos a los verdaderos corruptos, los que participan del abuso del poder…”


 El contenido de esa carta, desde nuestra óptica, era y sigue siendo relevante, pues el destinatario no es cualquier “pendejo”, se trata de la persona que por más de diez años tuvo bajo su poder, diríamos que casi absoluto, el manejo de la industria petrolera del país que tiene las mayores reservas del mundo, por lo que bien vale que se la reenviemos…

Veamos lo que le decimos en esa misiva, intentando con ello que siga nuestro consejo:

Nos lleva el propósito de sugerirle que si usted, ciertamente, como lo viene asegurando en sus notas semanales que no es responsable en lo absoluto de las graves acusaciones que le han estado haciendo desde  las más altas instancias de la  Fiscalía General, como el mayor responsable de las irregularidades que se venían cometiendo en PDVSA, en donde un primo hermano suyo, a quien se le han detectado y/o incautado decenas de inmuebles, depósitos en paraísos fiscales, villas  y otros bienes de alto valor, como cientos de automóviles de lujo, cuadros de pintores famosos, yates, etcétera, etcétera y que, al parecer, por la información que esa Fiscalía le ha suministrado a los venezolanos, ha estado soltando la lengua y, al parecer, lo incrimina no solamente a usted, sino a otros muchos gerentes altos y medios de la empresa petrolera en esas irregularidades, buscando con ello, sin duda alguna, beneficios procesales, pues regrese a su Patria y enfréntese a la justicia, demuestre que su primo miente, a fin de que eche por tierra esas infamias que usted asegura le hace el Fiscal Tarek William Saab, por retaliación política...

No vemos para usted otra salida distinta a la de regresar al país y asumir su defensa si quiere dejar muy en limpio su honorabilidad y rectitud mientras se desempeñó como Presidente de PDVSA (2004/2014) y Ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería (2002/2014), tal y como de manera persistente lo viene sosteniendo…

Debemos contarle, a modo de explicación del por qué estamos convencidos de que usted no tiene otra opción sino enfrentarse a sus acusadores con la frente en alto si es así como usted asegura sentirse, lo que nos ocurrió sobre una acusación sobre graves irregularidades que se nos hizo hace ya varios años, por  cierto en asuntos relacionados con la misma empresa PDVSA, pero por supuesto, guardando las debidas distancias, pues jamás fuimos “figura pública”, como si lo es usted…

En 1985, a menos de año y medio de asumir Jaime Lusinchi la Presidencia de la República, para nosotros uno de los gobiernos más corruptos de la 4ta. República, tuvimos que afrontar una acusación que se nos hizo para que nos calláramos la boca, luego de que el Contralor General de la época, Ricardo Sillery López de Ceballos, decidió despedirnos de la Institución a la cual le habíamos servido por casi 25 años, por la única razón de que nos negamos una y varias veces, en nuestra condición de funcionario competente que lo éramos en el área del Control Previo, no obstante la inmensa presión que se nos hizo de mil formas para que le diéramos el visto bueno a un precio escandalosamente alto que le habían asignado a los terrenos donde hoy se encuentra ubicado el Criogénico de Oriente (Edo. Anzoátegui), con una extensión de un mil hectáreas, hacia el objetivo de finiquitar la operación de su compra con quienes se afirmaba que eran sus legítimos propietarios...(**)

Escogieron la estrategia de intentar cerrarnos la boca, luego que se acordara nuestro retiro del ente Contralor, por la vía de incluirnos como presuntos responsables en un expediente de una averiguación administrativa por sobre precios en un contrato del entonces MINDUR, relacionado con obras del Foro Libertador que nosotros mismos habíamos solicitado abrir en nuestro carácter de Director de Control Previo de Gastos del Organismo, cuya aprobación había sido estampada mientras nos encontrábamos disfrutando de legales vacaciones y que a ojos vista, quedaba muy en claro que allí, efectivamente, se había incurrido en una grave irregularidad.

Nos presentamos ante la instancia que adelantaba la investigación, declaramos y respondimos las preguntas que se nos formularon, en calidad, lo precisamos, de "indiciados". Luego de ello, el proceso quedó en suspenso, nada sucedía, pasaban los meses y sólo veíamos una muy extraña inacción procesal, hasta que un buen día nuestro abogado nos informó que había recibido la información de fuente muy confiable, que el expediente del caso había sido archivado y ante tamaña irresponsabilidad, lo cual ya indicaba la patraña que se había urdido contra nosotros y gracias a que ya estaba al frente del Organismo Contralor un nuevo titular, el abogado y poeta José Ramón Medina (finales de 1986), por fallecimiento del anterior titular, de inmediato comenzamos a "ametrallarlo" (valga el término), sin descanso alguno, con un telegrama cada semana, denunciándole el hecho, hasta que luego de recibirnos y tomar nota con las respectivas pruebas de la asquerosa represalia a la que estábamos siendo sometidos por impedir una cuantioso estafa a los dineros del estatal petrolera, el expediente fue desempolvado, hasta que finalmente la instancia responsable de las investigaciones en el organismo, determinó que nosotros no teníamos responsabilidad alguna en esa contratación del Mindur, quedando así nuestro nombre limpio de polvo y paja, como se dice en criollo...

Estuvo muy clara la estrategia; buscar que nos asustáramos con ese señalamiento infame y así intentar evitar que ese plan de robo a la República que habíamos logrado pararlo, pudiera hacerse del conocimiento público y al mismo tiempo mantener en los archivos documentos que dejaban en tela de juicio nuestro nombre y prestigio como recto funcionario del Ente Contralor, que lo fuimos desde que ingresamos en su nómina en 1961. Fue un ensañamiento perverso contra nosotros; se nos cobraba así haber impedido que unos zánganos con alto poder, le timaran al Estado una apreciable suma de dinero…!!!

De manera que ante esa experiencia que vivimos, le reiteramos, ingeniero Ramírez, que si usted no es responsable de esas graves acusaciones, regrese al país y afronte la justicia, porque le aseguramos que limitar su defensa sobre la base de lanzar denuestos de todo calibre a quienes lo señalan de corrupto o llegar a afirmar que "El gobierno, de manera secreta, ha tratado de establecer algún tipo de pacto con el imperio" para entregarle nuestras riquezas petroleras, o algo mucho peor, intentar vender la matriz de que el Presidente Maduro y un grupito que lo rodea pudieran haber estado deseosos de la muerte del Comandante Presidente Hugo Chávez, el pueblo en su inmensa mayoría, -se lo aseguramos- jamás se lo va a creer, por lo que esa estrategia a ningún lado lo van a conducir y, por el contrario, ello en vez de ayudar a que usted aclare su situación y demuestre que es inocente, coadyuva a que más bien la comunidad nacional entera y la internacional también, ojo…!!!, pues crea más y más sobre su real responsabilidad en esas irregularidades y más si se toma en cuenta que estamos hablando del robo más grande que se le haya podido hacer al país en toda su historia, pues se nos dice que se calcula en una suma muy superior a los 5 mil millones de dólares y porque, además, todo ello se fraguó durante su gestión como autoridad suprema que lo fue en el manejo de nuestra mayor riqueza, el petróleo...!!!

Siga nuestro consejo. Recurrir a lo peor de la política con p minúscula para defenderse, es una muy pésima decisión… No olvide que en este mundo han abundado y siguen apareciendo los políticos ladrones de siete suelas y todos, sin excepción alguna, una vez que son descubiertos optan por gritar a voz en cuello, que son perseguidos políticos…!!!

Si usted, se lo reiteramos, no ha cometió fechorías en el desempeño de sus funciones en el manejo de la industria petrolera, pues no lo piense dos veces y vuelva a Venezuela y si no es así y está intentando engañarnos  con sus escritos, ya usted bien sabe que su destino será, tarde o temprano, la cárcel, como le ocurrió a estos sujetos que debe recordarlos:

1) El ex ministro de la Defensa, General Raúl Isaías Baduel
http://www.correodelorinoco.gob.ve/casi-8-anos-prision-para-ex-ministro-baduel/;

2)  El ex gobernador del Guárico, Luis Gallardo
http://www.panorama.com.ve/politicayeconomia/Exgobernador-de-Guarico-Luis-Gallardo-condenado-a-18-anos-de-prision-20150306-0052.html) y entre otros, porque son miles,

3) General Delfín Gómez Parra, ex presidente del Complejo Agroindustrial Ezequiel Zamora (http://www.noticierodigital.com/2011/05/condenan-al-gral-delfin-gomez-parra-a-7-anos-y-7-meses/).

Nota: 
(*)       http://www.ensartaos.com.ve/general/miren-estas-interesantes-preguntas-a-rafael-ramirez/

(**)      En artículo de nuestra autoría publicado a finales de año pasado en Aporrea (18/12/2017), bajo el título, “A propósito de los graves delitos de corrupción detectados en PDVSA” (https://www.aporrea.org/contraloria/a256625.html), se narra en detalle los entretelones de esa gran estafa que intentaron perfeccionar con el aval del máximo órgano contralor del país los  "meritócratas" de esa vieja empresa, a partir de la adquisición de los terrenos para el Criogénico de Oriente, el cual hoy lleva el nombre de "Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui", conjuntamente con altos funcionarios del órgano Contralor, ente éste que para ese entonces, el partido Acción Democrática había tomado por asalto debido a la gran votación que logró en las elecciones de diciembre de 1983 (113 de 200 diputados y 28 de 44 senadores).

Es relevante agregar sobre ese bochornosos caso, que si bien allí logramos impedir que se pagara un súper abultado sobreprecio por tierras en el área rural con muy bajo valor comercial para ese momento (suelos con muy alta concentración de sal y que por ello jamás pudieron ser explotados para la agricultura y la cría), su tramitación de compra por parte del Estado debió seguir la vía de las instancias judiciales, donde se encontraba el expediente por tratarse de tierras que habían sido afectadas por un Decreto de Expropiación Pública y que allí finalmente se le asignó un valor muy cercano al que nosotros como expertos en el área de la tasación le habíamos establecido, no se tomó en cuenta nuestra observación acerca de las fundadas sospechas de que esos terrenos no le pertenecían a quien aseguraba ser su propietario, sino que eran de origen baldío o de Comunidades Indígenas, a cuyo efecto anexamos en el informe técnico respectivo los documentos certificados por el Registro Público de la zona, en los cuales se hacía muy evidente que habían sido forjados, lo cual apuntaba a la fundada sospecha de que se trataban de tierras baldías o de propiedad de Comunidades Indígenas…

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