Por Liliam Ergueta:
Quienes a gritos piden el regreso del mayor cártel de droga
en el mundo como es la DEA; no están pidiendo que vuelva para luchar contra el
narcotráfico, ya que ése es su negocio exclusivo, por lo que si la DEA vuelve
será para que haga lo que siempre hizo cuando la derecha gobernó el país. Vale
decir, para que la DEA sea quien gobierne el país.
Así acaba de publicar un artículo el cobarde y prófugo
genocida Carlos Sánchez Berzain, bajo el título: “La confrontación en Bolivia
es Narcotráfico contra la Democracia”, en el que al final del mismo señala que
se “restituya la cooperación de la DEA…”. Vale decir que está tendiendo la cama
para que sea la DEA la que someta la soberanía; y la democracia del país a sus
designios.
Cabe aclarar que Carlos Sánchez Berzaín tiene un frondoso
currículo como abogado defensor de narcotraficantes, entre ellos el famoso
“Techo de paja”, sentenciado por narcotráfico en EE.UU., y Bolivia, por lo que
está descalificado moralmente para plantear ese falso debate entre narcotráfico
y democracia, que en el fondo encubre la verdadera intención intervencionista
del imperialismo yanqui.
Y es que durante este periodo de transición es cuando se
está disimuladamente diseñando toda una política de sometimiento de la
soberanía nacional hacia los intereses estadounidense, a través de un brazo
operador -además armado- como es la DEA
(Drug Enforcement Agency), y que tiene por objeto “luchar”; no contra las
drogas, como denunció el ex agente de ese organismo Michael Levine, tipificando
como una “Guerra Falsa” la DEA, sino que no es más que un pretexto para no sólo
controlar el negocio del narcotráfico; pero además el control geopolítico y
militar de la región.
Vale decir que para la DEA regresar al país le significará
un negocio redondo pues no sólo que recuperará este territorio para el control
del negocio del narcotráfico, sino que a la vez podrá los EE. UU controlar
geopolíticamente la región, como ha sido la larga historia intervencionista con
la coartada de combatir el narcotráfico.
La verdad es que para las fuerzas reaccionarias ésta es la
oportunidad de oro de reconstituir el orden reaccionario; y no a partir de
nuevas elecciones sino de ese carácter tramposamente transitorio del nuevo
gobierno que está decidida a someter la soberanía del país al mayor cártel de
droga como es la DEA con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
livoner@yahoo.com
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