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sábado, 11 de agosto de 2018

¡Adiós Santos, cuídate mucho!


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:

En agosto de 2010, cuando Álvaro Uribe dejaba la presidencia de Colombia, escribí un largo artículo titulado “Adiós Uribe o un nuevo fracaso de la política imperial contra Nuestra América”. Finalizaba así: “Colombia y su gobierno han asumido el papel preponderante en esta armazón imperial que se propone retrotraer los procesos soberanos que llevan adelante nuestros pueblos. A ello debemos oponer la unidad y la integración del sur para construir un sólido bastión que impida la embestida estadounidense y aísle los ánimos intervencionistas. Uribe se fue, pero el imperio perseverará en su política. Contará siempre para ello con la oligarquía colombiana, y sus representantes de turno porque sus intereses –a través de la historia- siempre han coincidido con los de Estados Unidos. Este nuevo y más reciente conflicto creado por el ex presidente Uribe ya cuando fenecía su gobierno se inscribe en la permanente posición mantenida por Estados Unidos contra nuestros pueblos…”

Hoy, ocho años después, podríamos repetir casi textualmente lo apuntado en esa ocasión, pero ahora referido a Juan Manuel Santos quien se marchó de la más alta magistratura del país vecino de la misma manera que su antecesor: derrochando odio y atacando a Venezuela. Es como si los presidentes colombianos necesitan dar examen de “buena conducta” para que al perder la inmunidad de la presidencia, que les permite hacer cualquier destrozo sin sufrir las secuelas, el imperio les conceda “un rinconcito en sus altares” como dice Silvio Rodríguez.

Lo cierto es que más allá del aborrecimiento y la animadversión que la oligarquía colombiana (de la cual Santos y su familia son miembros conspicuos) ha sentido por Venezuela desde hace 200 años, Juan Manuel ha dejado la presidencia despreciado y rechazado por sus propios compatriotas, incluso en niveles más bajos que sus cuatro antecesores. Según encuestas publicadas por BBC Mundo, el rechazo a Santos en el momento de entregar su cargo ascendió a 61% de acuerdo a Invamer/Semana, mientras que para Gallup es de 59%, aunque habría que decir que esa cifra hace cuatro meses llegó a 73%. Su aprobación el martes 7 cuando abandonó el poder fue de solo 35% después de haber llegado al gobierno con 83%, lo cual es expresión clara del repudio que le profesan los colombianos. Vale decir que hasta Andrés Pastrana, uno de los presidentes más grises de las últimas décadas tuvo menor desaprobación con 54%.

Santos se va, pero deja tras sí una impronta de muerte que es muy difícil de borrar. Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, entre el 1° de enero de 2016 y el 3 de agosto de 2018 han sido asesinados 333 líderes sociales y defensores de derechos humanos en el país. Por su parte, el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y el programa no gubernamental Somos Defensores registran más de 400 asesinatos en el mismo período. En lo que sí armonizan los datos de estas entidades es que desde la firma del Acuerdo de Paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia en 2016, la cifra de asesinatos se ha elevado de manera alarmante.

Solo en el mes de julio del presente año, el último del mandato de Santos, se contabilizan 30 líderes sociales asesinados, entre los que se destacan miembros de Juntas de Acción Comunal, militantes de la oposición política, excombatientes de las  FARC, reclamantes de tierras, activistas que lideran programas de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, defensores de derechos humanos, docentes del sector público, campesinos, indígenas y afrodescendientes.

Santos se va, seguramente a disfrutar de su premio Nobel de la paz, el mismo que Estados Unidos le compró en Noruega como pago por haber invadido militarmente a Ecuador cuando era ministro de defensa en 2008, por el asesinato de centenares de colombianos y por haber incorporado su país a la OTAN, tres claras acciones a favor de la paz según el desprestigiado comité que regala ese premio.

Santos, se va, pero dejó ya en el año 2015, 4.770 niños wayuu muertos por hambre y desnutrición en la Alta Guajira según cifras entregadas en su momento por Javier Rojas Uriana, representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Wayuu Shipia Wayuu. Solo en lo que va de este año 2018, han muerto 321 niños por desnutrición según el defensor del pueblo Carlos Negret: “…no existe ningún departamento de Colombia donde no existan niños que hayan muerto por desnutrición.

Se va Santos, pero queda el déficit que dejó en el sector educativo que asciende a 600 mil millones de pesos (alrededor de 204 millones de dólares), cifra que según la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) podría duplicarse antes de finalizar este año, todo lo cual ha significado que en este momento 1.446.295 niños se encuentren fuera del sistema educativo.

Se va, Santos, pero ahora va a tener que enfrentar algo, esta vez nefasto para él: la guerra contra Uribe, tarde se dio cuenta, por lo que inició el contra ataque moviendo sus fichas dentro del Estado a fin de incriminar a su antecesor en alguna de las decenas de acusaciones ante la justicia que tiene pendientes. Pensaba que de esa manera, podría negociar una salida decorosa que significara la impunidad para los dos.
Pero el expresidente Uribe no cree en reconciliaciones, el mismo día del cambio de gobierno desplegó un anuncio pagado en todos los medios de comunicación impresos, titulado “La herencia de Santos”, en el que a continuación se enumeran decenas de hechos y situaciones que desenmascaran el supuesto paraíso santista. OJO amigo lector, esto no fue publicado por el gobierno de Venezuela, sino por el Centro Democrático de Uribe, que algo debe saber de estos temas. En el mencionado afiche se puede leer que Santos dejó un país:
1.            Nadando en coca y con problemas de drogadicción.
2.            Sin desarrollo social.
3.            Con su economía deteriorada y saturada de impuestos.
4.            Sin la revolución de la infraestructura prometida.
5.            Con la salud en cuidados intensivos.
6.            Con mayor burocracia.
7.            Con corrupción y derroche.
8.            En manos del crimen organizado.
9.            Con otra imagen.

Cada uno de estos puntos está ampliamente desarrollados puntualizando con detalles lo que se quiere demostrar, lo cual evidencia que los ataques de Santos a Venezuela son solo una cortina de humo, en el intento de escabullirse de la justicia que ahora lo perseguirá por los escándalos de Odebrecht y otras “cositas” se estarán investigando.

No es de Venezuela, de la que tiene que preocuparse Santos, finalmente el gobierno venezolano es respetuoso de las decisiones que cada país tome, incluyendo si esto tiene que ver con juzgar a un presidente por corrupto, serán las autoridades colombianas y la justicia de ese país, la que resuelva qué hacer.

Por eso, ante los hechos acecidos en Caracas el pasado 4 de agosto, Venezuela ha actuado en el marco del derecho internacional y ha acudido al nuevo gobierno de Colombia para que no cargue con las responsabilidades de Santos, solicitando la entrega de los participantes en el hecho terrorista, que se encuentran viviendo en ese país.

El comunicado oficial del gobierno de Santos sobre este atentado terrorista es que ese día, él se encontraba en el bautizo de su nieta Celeste. Alguien se encargó de recordar como casualidad que Michael Corleone en la película “El Padrino II”, ordenó asesinar a sus enemigos, mientras él estaba bautizando a su sobrino…claro, estaba hablando de una película, en todo caso, le deseo a Celeste, salud y una vida luminosa, la misma que su abuelo intentó negarle a los niños venezolanos por 8 años.

Adiós Santos, como es habitual con los de tu calaña, es probable que corras a refugiarte en Estados Unidos, como todos los tránsfugas de este continente que buscan el abrigo imperial tras realizar sus tropelías en el uso del poder. Lamentablemente para ti, no podrás encontrarte con tu amigo Martinelli, ya Estados Unidos se lo entregó a Panamá, como hacen a veces los amos, cuando los lacayos ya no le sirven. Cuídate mucho allá en el norte, no vaya a ser que tengas una sorpresa similar.
sergioro07@hotmail.com

sábado, 9 de junio de 2018

Los gringos una vez más derrotados en la OEA


Por Iván Oliver Rugeles:
Una vez más fracasó los EE UU en lograr que la OEA aplique a Venezuela la Carta de la OEA, pues apenas obtuvo 19 votos de los 24 que se requieren para la expulsión de algún país del Organismo Regional, expulsión esa que sólo buscaba montar un show, pues nuestro país formalizó su salida de ese ente regional en abril de 2017 y sólo espera para su formal y definitiva salida que se cumpla el plazo de 24 meses para hacerla efectiva que estipulan sus normas de funcionamiento…



Los perritos falderos del imperio, encabezados por Santos, Piñera, Nieto,  Macri y el sucesor del inefable PPK del Perú, quien como sabemos, fue destituido por ladrón, deben estar llorando a moco tendido y díganme cómo estarán los pitiyanquis criollos y los del resto del Continente, convencidos de que esa era la acción que faltaba para tomar la decisión de invadir a nuestro país y no por fuerzas armadas yanquis, sino colombianas, brasileñas, guyanesas y argentinas, conforme al Plan diseñado por la Cuarta Flota, con la aprobación del Pentágono…

Trump, por su parte, estará enardecido, muy molesto con sus cipayos que no han logrado cumplir con su mandato y ya veremos cuál será su repuesta ante esta nueva derrota, pues recordemos que a muy pocos días de la convocatoria de la OEA para adoptar esa decisión, esto les dijo él: “Boten a Venezuela de la OEA o
Aténganse a las consecuencias” (leer aquí)
:http://www.elnuevoherald.com/ultimas-noticias/article212394844.html)

De seguro no faltarán de la boca del catire Donald los peores epítetos para sus perritos de: imbéciles, serviles incapaces, manada de brutos que no terminan de entender que sus primeras obligaciones deben ser, sin discusión alguna, cumplir al pie de la letra y hacer cumplir nuestros mandatos… ¿Qué estarán pensando estos enanos de nuestro Patio  Trasero, que se van a salir con las suyas…? Creerán ellos, les seguirá diciendo Trump, que la Doctrina Monroe la hemos archivado, pues si así lo piensan, qué equivocados andan, esa política nació para el engrandecimiento de la Unión Americana y jamás perderá vigencia…!!! 

Debemos recordarle a los lectores que la doctrina Monroe (1817 á 1825) tiene su mayor respaldo en los postulados que le dieron nacimiento a esa Unión Americana, entre los cuales resaltan las palabras de Thomas Jefferson durante la discusión del proyecto de Constitución del nuevo país (1787):"Nuestra Confederación debe ser considerada como el modelo del cual saldrán los pobladores del norte y del sur de las Américas", pues Jefferson sostenía la tesis de que los Estados Unidos debían absorber las colonias españolas "pedazo a pedazo".

Años después, como dato revelador de que esa política no se quedó en el discurso y se llevó a la práctica,  el sucesor de Lincoln en 1910, Guillermo Jackson Andrew (1.829/37) fue enfático al señalarle al Encargado de Negocios de México, Señor Torren, que "El método de obtener un territorio es ocupándolo y después de tener posesión entrar en tratados..." y fue, precisamente durante su gobierno, cuando Estados Unidos le declara la guerra a México y termina despojándolo de más de 2 millones de kilómetros de territorio, es decir más de la mitad de su territorio…

Mucho más tarde, para agregar otra evidencia de la voracidad del imperio yanqui, el presidente Guillermo Howard Taft (1.909/13), quien sucedió en la Casa Blanca a Teodoro Roosevelt, personaje de ingrata recordación por su política agresiva contra la América toda y a la cual se le bautizó como la "política del gran garrote" (Big stick), sostuvo en 1910 como (su) política de expansionismo para el control y dominio del Continente, que "Los límites de Estados Unidos se extenderán virtualmente hasta la Tierra del Fuego" y desde entonces en eso anda Washington, habiendo logrado en estos últimos ciento diez años y algo más, ponerle la mano a varios de nuestros países a través de serviles de la peor calaña, quienes le entregaron las riquezas de sus países a las corporaciones transnacionales gringas.
Mientras imponían férreos regímenes dictatoriales que masacraron e hicieron desaparecer a cientos de miles de seres humanos sin compasión alguna, a unos porque se les opusieron y a otros porque eran sospechosos de intentarlo, como sucedió con estos sujetos: Juan Vicente Gómez en Venezuela; Rafael Leónidas (Chapita) Trujillo en Santo Domingo; Anastasio Somoza García y su dinastía, en Nicaragua;  Francois Duvalier en Haití; Maximiliano Hernández Martínez en El Salvador; Alfredo Strossner en Paraguay; Augusto Pinochet en Chile; Rafael Videla en Argentina y entre otros muchos, Efraín Ríos Montt en Guatemala… Por alli leímos no hace mucho tiempo que se calcula que los asesinatos y desaparecidos durante esos gobiernos criminales supera con creces las 500 mil personas; solamente en Centro América se cuentan, casi con exactitud, algo más de trescientos mil...!!!   

rioliverr@gmail.com
ioliverrugeles@gmail.com

sábado, 2 de junio de 2018

Ganó la propuesta democrática del cambio, ahora a sellar la victoria


Por Manuel Humberto Restrepo Domínguez:
 Por una misma autopista de dos carriles, llegaron las mayorías que creen, necesitan y esperan un cambio, no solo en la política, sino en el modo de construir democracia, soberanía, paz y país. Las cifras de la apuesta por el cambio sellaron una contundente victoria en las urnas y provocaron la derrota fulminante de la primera dinastía en el poder conformada por la casa Lleras y sus asociados López y Santos, mostrando que podrán derrotar sin problema al fantasma del régimen uribista que encarna a una ultraderecha dispuesta a mentir y engañar para hacerse al poder total, que no esperan compartir con nadie como en cualquier dictadura civil del siglo XXI.
Por un carril llegaron las fuerzas de la Alianza Verde con los nombres de Sergio Fajardo y Claudia López a la cabeza de jóvenes, intelectuales, universitarios, mujeres y amplios sectores de la llamada clase media y ofrecieron un marco de heterogeneidad, ética, respeto y animo transformador y reivindicaciones por derechos aplazados, libertades negadas y oportunidades y dispuestos a combatir el continuismo de corrupción y clientelismo. Por el otro carril llegaron las fuerzas de la Colombia Humana, lideradas por Gustavo Petro y Ángela María Robledo, que dieron cuerpo a una sólida avanzada de unidad de múltiples experiencias de sectores populares, jóvenes, universitarios, mujeres, indígenas, campesinos y procesos organizativos del movimiento social y político que reivindican dignidad y derechos.

Las dos fuerzas tienen en común la defensa de la vida y de la dignidad, para las dos existe un sentido de humanidad, de ética, de decencia, de respeto y de reconocimiento del otro y de lucha contra la muerte provocada por el odio y la vocación guerrerista. Para ambos urge darle comienzo a este siglo XXI con la paz merecida después de terrible tragedia humana, jamás padecida en democracia, por pueblo alguno de américa y alentada con falsedades, odio y manipulación de emociones en favor de la venganza, impulsada por la visión del régimen Uribe que supo instalar en el inconsciente de los más débiles el temor y el miedo para sacar ventaja. La finalidad de las dos fuerzas del cambio, es contraria, su objetivo para ambas es promover la esperanza por un destino propio, que alcance la grandeza que tiene merecida el país más rico de américa, pero también el más saqueado y humillado por los genocidios cometidos, los vejámenes del día a día y la manera como ha sido sistemáticamente engañado por las elites, que lo venden todo afuera y dicen protegerlo adentro.

Entre las dos maneras democráticas de pensar y gobernar al país, basadas en derechos, autonomías y libertades, hay más elementos a favor que en contra, lo que sin lugar a dudas, permitirá confluir en el propósito de organizarse como una sola fuerza de cambio para enfrentar y ganar la segunda vuelta electoral y derrotar de manera significativa y también contundente a la dinastía emergente de la ultraderecha, que no cree ni en la paz, ni en los derechos y que promete libertades restringidas y un país dividido entre ellos (los buenos) y los terroristas (los demás) y cuya amenaza más letal es la de que llegarían al poder para quedarse siquiera por los siguientes 50 años. Sus listados de elegidos ya ofrecen de antemano en los turnos del acecho al poder nombres como Ordoñez, Londoño, Valencia, Lafourie, que imposibilitarían a cualquier fuerza progresista y democrática el mínimo acercamiento al control del poder público como Cortes de Justicia, entes territoriales, corporaciones públicas, universidades. No cabrían allí ni demócratas, ni intelectuales, ni tampoco nombres de los jóvenes delfines (Galán, Gaviria, Luna) que habían empezado la fila en las dinastías liberales derrotadas. 

La tarea de rehacer el tejido de la unidad entre las dos fuerzas democráticas, cuyo espíritu y necesidad de cambio es el mismo, exige disposición de lucha conjunta, pensar al país por encima del interés ideológico y del programa político de cada uno y entender que aquí no hay centro ni tampoco izquierda extrema, hay sumas de partes, necesitadas de ganarle el poder a las elites en su versión de ultraderecha. El ejercicio será de prudencia y genuina franqueza diplomática, para concertar la nueva unidad que cohesione a la Coalición con la Colombia Humana, para salir juntos a conquistar a las bases, a los grupos medios de las dinastías derrotadas, a los abstencionistas y a sectores populares como los que recibieron viviendas del estado, apoyaron al vicepresidente o respaldaron al presidente, luego del fracaso de la alianza Vargas-Santos, están libres de las ataduras del clientelismo y en su condición actual, estarían más cerca de la esperanza del cambio, que del régimen del odio, como igual ocurre con los sectores y personalidades afines a la paz que encarnó responsablemente Humberto De la Calle, gentil hombre traicionado por algunos de los suyos a mitad de camino (Gaviria) y de igual manera hay otro incontable número de gobernantes locales, empresarios medios y parlamentarios que por sus manifestaciones de compromiso con la búsqueda de garantías a derechos o de una paz estable y duradera, han sufrido persecución, falsedad y amenazas de la ultraderecha.

Las sumas posibles son irrefutables, ganó la primera vuelta la propuesta de cambio, que llegó a la meta por los dos carriles con cerca de la mitad de los votos totales, para alentar la meta siguiente de triunfar en segunda vuelta. Las cifras esperadas para completar la tarea emprendida superan la mitad más uno y ahora la prudencia, generosidad y respeto de los delegatarios y las bases sociales y políticas tienen a cargo remover barreras subjetivas que a veces logran superar las realidades objetivas impidiendo acuerdos, que con sentido común son necesarios. La Colombia Humana en una franca mezcla que logre trabajar con la coalición Colombia está encargada de liderar el proceso de cambio, por el que más de la mitad del 52% que fue a las urnas así lo quiso con  los votos de los dos carriles de una misma autopista.

Las cifras las completa el apoyo a conquistar en los sectores democráticos, movimientos sociales, liberales y conservadores independientes, intelectuales, mujeres, jóvenes, campesinos, obreros, desempleados, vivienditas, medios alternativos de comunicación, inconformes, indignados, desempleados, jubilados, victimas y cansados de la ofensa a los sentimientos y la inteligencia propiciados por la ultraderecha. La autopista de la gran Colombia de este siglo, supero la mitad de los votos y hay entusiasmo, esperanza y potencia suficiente para volver a hacerlo otra vez el 17 de junio, que marcará para siempre la entrada a la vida en paz de una nueva Colombia y a partir de ahí desde la Presidencia de la Republica reconstruir la esencia misma de la política, como multiplicidad de voces, que en la diversidad edifiquen condiciones para vivir iguales y diferentes, con el máximo de respeto por la vida, honra y bienes de sus habitantes y la defensa de la vida del planeta entero. Las dos fuerzas democráticas, irrumpieron cada una desde su carril de partida, para arrebatarle el poder a las elites tradicionales y en un muy corto tiempo lograron derrotar la dinastía Lleras cuya imagen proyectada era la una maquinaria invencible, un buldócer, con capacidad para arrasarlo todo. Su caída es significativa para el país como la caída del muro de Berlín para el mundo, alienta el paso siguiente que será la derrota del proyecto de ultraderecha que mezcla partes del país legal y del construido con despojo y barbarie.   

 mrestrepo33@hotmail.com

domingo, 11 de febrero de 2018

La orden de combate fue dada: La guerra de Santos contra Venezuela


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:

Los medios de comunicación internacional divulgaron con mucha estridencia que el viaje del Secretario de Estado Rex Tillerson a América Latina y el Caribe, fue diseñado para poner de acuerdo a la región en contra de Venezuela y poner presión a Caracas a través del incremento de las sanciones económicas, aunque también Tillerson se proponía pulsar el sentir de los gobernantes de la región para logar un apoyo a Estados Unidos y Colombia en su afán de producir una agresión militar contra Venezuela. Por eso, visitó a algunos de sus más cercanos aliados, sobre todo aquellos que han sido particularmente agresivos contra Venezuela.  La estadía en Jamaica, un cercano cófrade de Estados Unidos en el Caribe, perseguía el objetivo de atraer a los pequeños países de la Cuenca, que hasta ahora han resistido con firmeza y decisión, amenazas de todo tipo provenientes de Estados Unidos para que cesen su apoyo a Venezuela. Si en lo político, Jamaica era el país menos importante en la gira de Tillerson, en términos diplomáticos, fue el propósito más preciado del viaje del Secretario de Estado.



Sin embargo, en los hechos (así lo hizo saber el propio Tillerson antes de comenzar su periplo), el objetivo de su largo desplazamiento a la región era contrarrestar la creciente presencia de Rusia y China en América Latina y el Caribe, que se ha manifestado a través de una nutrida y progresiva agenda de cooperación. No es casual que la gira de Tillerson se produzca casi inmediatamente después de la realización del II Foro ministerial China-CELAC en Santiago de Chile con la presencia del canciller Wang Yi.

En este marco, el objetivo táctico de la visita fue Venezuela. En esa lógica, y como manifestación de su desprecio por los países caribeños, México significaba la posibilidad de saber cuánto petróleo podía aportar para “comprar” a los gobernantes de esas naciones insulares, a fin de “liberarlos de la obligación” de seguir recibiendo petróleo venezolano y poder seguir intentando la vía diplomática de cara a la VII Cumbre de las Américas a realizarse en Lima, en abril próximo. El mismo designio perseguía su pasada por Perú, país en el que su presidente en alianza con el partido del ex dictador Fujimori, servirán de anfitriones a dicha reunión, en que una vez más se buscará expulsar a Venezuela del sistema panamericano. Argentina, fue objeto de inspección por Tillerson, a fin de asegurar que asumiera la responsabilidad de conducción política de la agresión, ante la inminente (esta si es inminente) salida de Bachelet y Heraldo, quienes jugaban ese rol hasta ahora, ante la convicción estadounidense de que Piñera, su canciller Ampuero y el gabinete pinochetista que tomará las riendas de Chile, no tienen capacidad para liderar la arremetida contra Venezuela.

Así como Jamaica era la escala más importante en términos diplomáticos de la gira de Tillerson, en términos operativos, Colombia fue la parada más transcendental a fin de ultimar detalles para la agresión. A las pruebas me remito.

Si aceptamos la conocida máxima de Von Clausewitz de que “la guerra es la continuación de la política por otros medios” a la que Lenin le agregara “…por medios violentos”, tendríamos que afirmar que como se dice en términos militares: “la orden de combate fue dada”. Desde Colombia, (no se sabe si Santos o el mismo Tillerson), ordenaron a la oposición venezolana que no firmara el acuerdo al que había llegado con el gobierno en Santo Domingo, teniendo como testigos al presidente dominicano Danilo Medina y al ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Vistas así las cosas, tendríamos que aceptar que cuando Santos, Macri y otros adláteres vociferan que no reconocerán los resultados de las elecciones venezolanas, le están diciendo a la oposición que aunque ellos ganaran, no serán reconocidos, porque el único camino que aceptarán es el de la guerra. De ahí, la orden de no firmar el acuerdo.

La preparación de la guerra ya comenzó. En el Catatumbo, región del Departamento del Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, específicamente en las poblaciones de Tibú y el Tarra, los grupos armados ilegales han tomado el control de la seguridad, sin que el ejército, la policía o las instituciones del Estado hagan nada por evitarlo, como lo han denunciado las propias víctimas de estas bandas armadas. Estos grupos terroristas han aprovechado la desaparición del Frente 33 de las FARC que operaba en esa zona, para realizar sus acciones con total impunidad. Por su parte, en Villa del Rosario, en el mismo departamento, el grupo armado “Los Pelusos” y las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) combaten en la búsqueda de tomar el control de seis barrios (Galán, La Palmita, Pueblito Español, Montevideo, Primero de Mayo y San José) de esta ciudad de 90 mil habitantes, en donde se han desplegado para preparar la invasión a Venezuela a ojos vista del ejército y las autoridades del Estado colombiano.

En la propia Cúcuta,  en ocho de las diez comunas que conforman el casco urbano de la ciudad existe presencia de bandas armadas. Así mismo, los paramilitares tienen áreas bajo control en Los Patios, Villa del Rosario, San Cayetano, La Parada, Juan Frío, la Uchema, Palo Gordo y Ragonvalia y Puerto Santander, bajo el mando de “Cochas” alias de Luis Jesús Escamilla Melo, jefe del Ejército Paramilitar del Norte de Santander (EPN). También en la ciudad fronteriza operan Los Rastrojos. En Venezuela ya tiene representación en Llano Jorge y San Antonio del Táchira. A pesar de los ingentes llamados de la ciudadanía al gobierno nacional, a los gobiernos regionales y municipales, las autoridades sospechosamente se hacen “de la vista gorda” ante tan evidente afectación a la ciudadanía y amenaza contra Venezuela.

Junto a ello, se han observado movilizaciones en las bases militares estadounidenses en Colombia y la llegada de un contingente de 415 miembros de la fuerza aérea de Estados Unidos a Panamá, que arribaron de manera ilegal al país, aún antes de que ese gobierno autorizara su presencia en el país como denunciara el analista político panameño Marco A. Gandásegui h.; así mismo, se debe considerar como parte de estos preparativos, fueron realizadas las maniobras navales Tradewinds 2017 en junio del año pasado en Barbados a menos de 1.100 km. del litoral venezolano y los ejercicios militares AmazonLog17 en la Amazonía brasileña con participación de tropas de ese país, además de Colombia y Perú, en noviembre del año pasado, a tan solo 700 km. de la frontera con Venezuela.

La más elemental teoría muestra que independientemente de las características de una agresión militar extranjera, el éxito depende de la existencia de un frente interno. Así fue en Afganistán, Irak y Libia. En Yemen no lo tenían y debieron contratar mercenarios que hicieran la guerra, casualmente el mayor reclutamiento se produjo en Chile (de ex miembros de las fuerzas represivas de Pinochet) y de Colombia (de integrantes de la multitud de grupos paramilitares que pululan en ese país). El problema es que en Venezuela, Estados Unidos no ha podido construir ese frente interno necesario. Nadie se imagina a Henry Ramos Allup, Julio Borges o Henrique Capriles comandando tropas desde la clandestinidad o desde alguna montaña del territorio nacional. Por eso, auparon a Óscar Pérez quien debió jugar ese papel, que la incapacidad de los líderes de la oposición no pudo asumir. Quienes no fueron capaces de dirigir la movilización contra el gobierno, ni conducir un parlamento democrático, tampoco llevar la insurrección en las calles a la victoria, mucho menos atraer a un sector de la fuerza armada para sus oscuros designios, difícilmente podrá regir los destinos de un contingente bélico.

Esa es la responsabilidad que el canciller imperial le ha dado a Santos, a la oligarquía colombiana y a su gobierno. Antes, en tiempos de Obama, le ordenaron hacer la paz con las FARC para desmovilizar a la única fuerza militar junto al ELN que podían haber contrarrestado las acciones armadas del ejército paramilitar protegido por Uribe y Santos.

Sin embargo, el show había comenzado antes de la llegada de Tillerson a Bogotá: ya en noviembre del año pasado Lorenzo Mendoza estuvo en esa ciudad, un mes después la ex fiscal Luisa Ortega, su marido, un tal Ferrer, la “dirigente sindical” Marcela Máspero y los “magistrados” embarcados por Ramos Allup y Borges, que hormiguean por el mundo buscando qué hacer y cómo sobrevivir, se reunieron también en Bogotá antes de fin de año para intentar dar soporte jurídico a la invasión. Un mes más tarde conocidos personajes de la oposición venezolana viajaron a Bogotá y en la localidad de Usaquén se reunieron con grupos de venezolanos radicales que se concentran en ese lugar, con apoyo de las autoridades colombianas. Así mismo, el ministro de Hacienda de Colombia Mauricio Cárdenas dijo en Davos, Suiza, –una vez más- que la caída de Maduro era inminente y habló de la necesidad de un plan económico para enfrentar la situación. Este es el mismo ministro, del mismo gobierno que no ha hecho nada para solucionar el problema de los 8 millones de desplazados y re desplazados de su país, tampoco ha dado respuesta a la reconstrucción de la ciudad de Mocoa, capital del departamento del Putumayo, casi un año después de la tragedia que la devastó.

En el mismo orden, Monseñor Héctor Fabio Henao, secretario nacional de la Pastoral Social de Colombia y miembro del mismo partido político que conforma la Conferencia Episcopal Venezolana, quienes bajo dirección del cardenal Parolin hacen oposición al Papa Francisco en el Vaticano, monta su trama de “ayuda humanitaria” a Venezuela, sin mencionar a los miles de niños wayúu que mueren cotidianamente por desnutrición, a los cientos de activistas sociales y de derechos humanos asesinados en las últimas semanas en Colombia, el último de los cuales Temístocles Machado conmovió al país por su liderazgo y lealtad con su comunidad. Tampoco habla Henao y su mentor Santos de los maltratos a los colombianos que quieren regresar desde Venezuela a su país y que son segregados y lastimados por haber aceptado tener también la ciudadanía venezolana.

Mientras Colombia se cae a pedazos, con un desempleo que está a punto de llegar al 10%; un virtual paro de la educación en los próximos días; el desplome del puente de Chirajara que se cayó, aún siendo el proyecto ganador del premio nacional de ingeniería, pero ante lo cual nadie dirá nada, a pesar que 9 inocentes  ciudadanos colombianos fallecieron, porque fue construido por Coviandes, una empresa propiedad de Carlos Sarmiento Angulo el mayor millonario del país;  y cuando un alto, muy alto personaje del país, (tal alto que se dice que si llega a caer, se estremecerá el país entero) se protege cobarde e impunemente en su investidura, tras la denuncia de violación hecha en su contra por una conocida periodista, Santos está preocupado de Venezuela. Lo cierto es que su partido desapareció, no tiene candidato y no sabe que va a hacer para garantizar impunidad ante el desastre que se avecina…mejor dicho si sabe: piensa limpiar sus culpas, dirigiendo el ataque contra Venezuela para buscar indulgencias en el norte. Le queda tiempo hasta el 10 de agosto. Hay que impedirlo, ¡el pueblo venezolano lo impedirá! 

sergioro07@hotmail.com


sábado, 2 de septiembre de 2017

Es tiempo propicio para retar a la burguesía

Por Manuel Humberto Restrepo Domínguez:

 La sentencia del manifiesto de 1848 respecto de que “el gobierno del estado moderno, no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la burguesía”, no deja lugar a equivoco. Efectivamente es así la cruda realidad que tiene sometido al país a la más aguda degradación política. La guerra solo había dejado al descubierto las cifras de la tragedia, pero había ocultado los móviles, los modus operandi y los centros de decisión y responsables de las prácticas de poder tan descompuestas como criminales, que se concretaban en la venta de fallos judiciales, compra venta de resultados electorales, financiación de campañas electorales con recursos ilícitos, asesinato sistemático de opositores, desaparición forzada por odio político y racial, legalización del despojo de tierras y bienes ante jueces y notarios, entre muchas actuaciones que han puesto al descubierto que la iniciativa histórica de la burguesía no era la búsqueda del progreso y felicidad del colectivo humano llamado Colombia, si no su propia felicidad completada sin escrúpulos con saqueo e ingenio para detener los repetidos avances armados y desarmados por la emancipación.


De repente ante los vientos de cambio las partes en descomposición de la burguesía son de tal magnitud, que anuncian que es la totalidad del sistema político y del control del estado el que está mal y que la concepción, métodos y medios que utiliza son incompatibles con el propósito de construcción de paz estable y duradera, a la que no quieren dar crédito y tienden a enredar en su propio entramado. El momento oportuno del pueblo bien puede ser ahora, de inmediato, sin alargues, ni demoras por tratar de completar un programa político único o rediseñar la ruta social más adecuada. 

Las elecciones de 2018 serán la última oportunidad política de encuentro entre la generación naciente de milenios y jóvenes que crecen en una sociedad de cansancio en la que se creen en libertad aunque aparezcan encadenados como prometo y de otra la generación que esta de salida, que trae las experiencias de sus luchas civiles y armadas, las batallas callejeras de los años 70, la capacidad de sobrevivencia ante el asedio paramilitar de los años 80 y 90 y las desesperanzas del fin del siglo. La organización política y social popular sabe bien que sus grandes activos son su capacidad de resistencia por la dignidad y su convicción ética y de respeto por la vida y tienen claro que habrá que ejercitar el poder de otra manera, que esta vez no podrá buscar su independencia con la misma brújula que le ofrecen los ladrones y que habrá que confluir y promover el ascenso al control del aparato de estado y sus instituciones, salir de la pura agitación y entrar al trasfondo de tomar el poder como objetivo de inmediato plazo, sin distraer la atención ni dispersar el foco entre incontables tareas.

La burguesía herida de muerte trata de encontrar un referente para completar el ideal democrático, pero sus modos de acción coherentes con un solido sistema de corrupción y clientelismo, le resultan incompatibles con el estado de derecho y la sociedad de derechos. La burguesía, encarnada en las élites en el poder, políticamente está asociada a los dos partidos tradicionales: liberal y conservador, y una lógica de centro derecha orientada por no más de 200 familias que actúan juntas o por partes para eternizar su existencia, mantener vigente su electorado regional y nacional, mantener el control de las fuentes de riqueza en bienes y poderes y, sostener vivos los contenidos patriarcales, la interdependencia con la iglesia y la fuerza militar. Su poder le permite decidir totalmente desde los mínimos detalles para la construcción de una vivienda hasta la destrucción planificada de un pueblo entero, con todas sus consecuencias de terror y sufrimientos porque “ha hecho de la dignidad un simple valor de cambio” y sigue a la letra los mandatos del capital trasnacional, recitando sin pudor el consenso de Washington, los mandatos de la OCDE, la OEA y la OTAN, y aplaudiendo los TLC y el éxito de los mafiosos que legalizan capitales porque “sustituyo las numerosas libertades conquistadas por la única y desalmada libertad de comercio”, sin importarle que donde la gente clamaba por comida quemó el arroz y contaminó las aguas y donde escaseaba la salud cerró hospitales para refinanciar bancos y donde había miseria instaló batallones que convirtieron a los hambrientos en bajas en combate. “En una palabra, en lugar de la explotación velada por ilusiones religiosas y políticas, ha establecido una explotación descarada, directa y brutal”.

La burguesía define entre los suyos a los que habrán de gobernar, desde niños identifica quienes serán presidentes, cancilleres, ministros, candidatos, empresarios o destacados militares.  Padres, hijos y parientes se turnaron los cargos de poder del ejecutivo, el legislativo y judicial, durante el medio siglo de guerra, se casaron entre sí, formaron empresas familiares, contrataron o se independizaron, para en todo caso, reproducir poder y capital, repartido entre sonoros apellidos como Pastrana, Gaviria, Galán, López, Lleras, Santos, Holguín, Uribe, Samper, Valencia, que hace tiempo dejaron claro que no tienen contradicción insalvable para asegurar en la paz lo que la guerra les dio.

La burguesía también “ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto. Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados”. La ciencia ya es otra mercancía y los científicos simples adjetivos al servicio de la nueva colonización, alejados del ímpetu por una epistemología del sur y exaltados por su capacidad para abrir nuevos mercados. De las vacunas importa que sean rentables, de los agroquímicos aunque maten humanos, suelos o aguas que se vendan. De la riqueza minera que se extraiga lo que no pudo el genocidio de hace 500 años y que sus migajas en regalías financien más investigación aunque esta produzca humillación. Del derecho no importa la justicia, importa el temor a la ley que revalorice el tráfico de decisiones judiciales.

A la burguesía le interesa inmovilizar las resistencias, las indignaciones, las rabias contenidas y las emancipaciones que vienen desde abajo, pero también destituir intelectuales y posicionar académicos que no hurguen en las estructuras del poder, y reproduzcan el sistema aniquilando toda posibilidad de acción y degradando al ser humano a su condición de animales trabajadores. Es momento político para entender en colectivo que “ser libre no es otra cosa que realizarse mutuamente y que mientras se compite, cada uno en lo suyo, el capital crece, gana, disuelve la multitud” y elimina la posibilidad de distinguir entre los que tienen el poder gracias a la guerra y los que dejan la guerra para hacerse al poder y sobre todo tiempo para comprender y sumar fuerzas en unidad para que el país empobrecido no sega teniendo a sus hijos como única posesión ni que su existencia política se reduzca a seguir perpetuando con su indiferencia o interés propio el poder de quienes apenas históricamente se encargan de garantizar su reproducción biológica negando la posibilidad de vivir libres de carencias y humillaciones.

 Notas: Textos en comillas del manifiesto, K. Marx, 1848.
 mrestrepo33@hotmail.com

miércoles, 23 de agosto de 2017

Continúa la agresión de EEUU con Colombia y México

Por Diego Olivera Evia:

La oposición participar en las regionales para desestabilizar

Nuevamente siguen los ataques de EEUU a Venezuela, buscando una salida del presidente constitucional Nicolás Maduro, la obsesión del presidente bipolar Donald Trump, con unos padres miembros activos en los grupos arios fascistas, han mostrado sus acciones terroristas en EEUU, los cual crea en los votantes estadunidenses un mayor rechazo. La prensa de EEUU consideran al magnate, como discapacitado para dirigir al Departamento de Estado, de la misma manera han manifestado en el Congreso, donde una alianza inédita entre Republicanos y Demócratas, para quitarle poder legislativo y la aplicación de sus decretos, lo que se podría comparar como un golpe legislativo, similar al de Brasil, Honduras, Paraguay, demostrando la falta de una presidencia capacitada a gobernar.


Los constantes ataques de EEUU a Venezuela, se ampliaron con el vicepresidente Mike Pence culminado su gira por Panamá, después de su visita a países de Sudamérica, la primera con  Colombia, del presidente Manuel Santos, quien afirmo de “presionar al gobierno del presidente Maduro. Posteriormente Argentina y se reunió con el presidente Macri de Argentina, el cual busca una salida del mandatario venezolano, de la misma manera en Chile con la presidenta Bachelt, la cual se mostró distante de la posiciones de Pence, de la misma manera Pence busco un acercamiento con Panamá, olvidando la invasión a la Capital y la muerte de miles de ciudadano, su visitas a Latinoamérica, tenían la intención de formar alianzas para “aislar a Venezuela”.

En la gira del vicepresidente estadounidense, Pence sostuvo sus objetivos golpistas, donde “las prioridades era aunar esfuerzos", para conseguir lo que “calificó como restauración de la democracia en Venezuela", en una descarada intervención, pero no logro un apoyo, para una posible intervención de fuerzas armadas norteamericanas, ninguno de los presidentes de derecha, acepta una opción externa. La misma Secretaria de la ONU considero esta campaña de Pence y los exabruptos de Trump al amenazar con una invasión armada, van contra los principios de la ONU y las mayorías de los países que apoyan a Venezuela, además las acciones de la Invasión a Iraq, obviando el veto de la ONU al presidente George W Bush, creando un holocausto y millones de iraquíes asesinados y matando al presidente Sadam, sin encontrar armas químicas, como ahora Bush la quiere inventar en Siria, para nuevas aventuras imperialistas.

Lo más triste es ver qué presidente como Santos y Nieto Pérez, criminales confesos, se halagan el derecho de arrastrarse a EEUU y Trump, para crear nuevos ataques de mentiras, de que la violencia es del gobierno bolivariano, desconociendo la realidad de las imágenes y los reportes de corresponsales extranjeros, que han mostrado que los terroristas y genocidas son los terroristas y paramilitares, pagado por EEUU y la derecha venezolano, esta es la gran mentira de una cruzada fascista contra el pueblo venezolano.

La oposición participar en las regionales para desestabilizar

La oposición venezolana se ha inscripto en el Consejo Nacional Electoral (CNE), para participar en las elecciones regionales para Gobernador, en 23 regiones de Venezuela, lo llamativo de esta participación de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), tiene un doble rasero ya que ellos hicieron un “denominado” referéndum, para buscar una salida del gobierno del presidente Maduro, este hecho no fue referenciado por el CNE, por lo cual carece de validez legal y su supuesto 7 millones, no se pudieron ratificar al ser quemados.

De la misma manera este sector político, creo violencia y terrorismo contra las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), legalmente sostenida en la Constitución Bolivariana de Venezuela, en varios de sus artículos, logrando certificar por el CNE de más 8 millones de votos, para avalar a 540 constituyentes, para poder crear una salida de paz y buscar el dialogo, entre los venezolanos. La destrucción de centros electorales, la violencia contra el Plan República, como varios ciudadanos asesinados y maquinas electorales, como militares agredidos, mostro una vez más el carácter violento de la oposición venezolana y lo mercenarios pagados por la derecha, reclutados en banda de delincuentes, criminales aplaudidos por la MUD y bendecidos por los padres y el clero venezolano, al mejor estilo de la Alemania hitleriana.

Por otra parte el ataque a un cuartel militar en Maracay, por grupos irregulares lograron penetrar esta entidad y robar más de 10 fusiles más pertrechos,  creo un falsa campaña internacional de choques entre guarniciones militares, fueron parte de las página de la prensa capitalista y sensacionalista, generada por matrices armadas en EEUU, concretamente en Miami, con conocidos golpistas del 2002 y de varias acciones extremistas con sus violencia callejera, buscan una salida violenta, hasta un plan de asesinato al presidente Maduro, con iconografías de estrellas de David judía, para orientar a los terroristas, este mecanismo y la presencia del Mossad inteligencia de Israel al servicio del sionismo, buscan ampliar un guerra civil.

Muchas suspicacias surgieron en el asalto al Cuartel de Maracay, sobre la falta de seguridad y la facilidad de ascender a los fusiles, se ha manejado en los medios privados, como la versión de  algunos periodistas amarillos, al servicio de la derecha, han tratado de crear la matriz, de que en más de 3 meses las guarimbas pusieron en jaque a Caracas y varias capitales del interior, con violencia y crueldad, no pudieron ser derrotadas, solo la ANC, logro un freno, pero se especula si las Fuerzas Armadas Nacional Bolivarianas (FANB), podrán enfrentar a los marines de EEUU.

La misma actitud de la Asamblea Nacional de desconocer a la ANC en sus funciones, ha creado una falsa hipótesis de que la AN ha sido destituida, por la falta de participación, crea una peligrosa acción de la derecha, para desconocer la funciones de los constituyentes, arrogándose el derecho de legalidad de sus funciones, desconociendo la sanciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en la orden de desacato por la violación de mantener 3 diputados de Amazonas, elegidos por fraude, al ser juramentados por la directiva de la AN, estos hechos marcan una peligrosa campaña de mentiras.

La necesidad de fortalecer la seguridad de la sociedad y el pueblo venezolano, está sustentada en lograr acciones económicas urgentes, las campañas de guerra económica, la inflación, la falta de un control de precios, lo que ha dañado la canasta familiar, creando el bachaquerismo como punta de la crisis, con colas creando altos precios, como un choque entre los sectores populares, como los aumentos desmedidos de los pasajes en el transporte privado, la falta de medicamentos y sus precios inflacionarios, son efectos de la banda del denominado dólar paralelo, pero deben ser combatidos de manera urgente, para lograr una estabilidad en la economía venezolana.

La ANC es una importante salida hacia la paz y el dialogo, pero sus acciones se deben agilizar las medidas a tomar, desde lo económico, a la aplicación de la justicias con la violencia, de aplicar con urgencia acciones contra funcionarios terroristas, que salen por Maiquetía como el Alcalde Chacao, como la fuga de la ex Fiscal, que denunciada por la ANC y el nuevo fiscal, escapan hacia a Colombia, con la protección del presidente Santos. Se debe blindar la justicia y sus mecanismos, para que no haya impunidad y una puerta en el aeropuerto para la huida los golpistas y asesinos, como la acciones de los jefes terroristas, que busca perpetrarse en las gobernaciones, para seguir una guerra imperialista.

diegojolivera@gmail.com

miércoles, 5 de julio de 2017

Las FARC ya cumplieron, ahora le toca al gobierno de Santos

Por Emilio Marín
Completo la entrega de armas supervisada por la ONU

El 27 de junio la guerrilla colombiana completó la dejación de sus armas ante la misión de la ONU. En el acto hablaron el presidente Santos y el jefe guerrillero “Timochenko”, ahora desmovilizado. Ahora le resta cumplir al Estado.

En la vereda Buenavista, municipio de Mesetas, Departamento del Meta, se realizó el martes un acto político trascendente para el proceso de paz, donde hablaron Jean Arnault, jefe de la Misión de la ONU; Rodrigo Londoño, alias Timochenko, comandante de las FARC, y el presidente Juan M. Santos.



El evento fue importante porque entre el 20 y 26 de junio se había completado la dejación de armas de los rebeldes, supervisada por la ONU. Ya el año pasado habían entregado el 60 por ciento de su armamento y restaba hacerlo con el 40 por ciento.

Arnault certificó que la guerrilla había honrado sus compromisos: “las FARC han cumplido y entregaron todas sus armas individuales; con este paso surgen nuevas oportunidades, nuevas necesidades. Además de la dejación de armas, la implementación del proceso de paz, la seguridad será vital para para una reconciliación y para el regreso de las FARC a la vida civil”.

Se entregaron 7.132 armas individuales y ya se pusieron bajo supervisión y candado de la ONU las almacenadas en 77 caletas o depósitos, siendo documentado el total de 942 caletas. Solamente quedaron 700 armas para garantizar la seguridad de los 26 campamentos donde habitan los desmovilizados, mientras se termina la construcción de 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización, que sería el 1 de agosto.

El enviado de la ONU, que supervisó desde el año pasado los procedimientos, estaba exultante con el resultado. Y en su discurso en el Meta lo puso de modelo internacional: “podemos recomendar a las Naciones Unidas que recoja las experiencias de Colombia para aplicarlas en otras partes del mundo”.

Hay que cuidarse del triunfalismo porque todavía faltan muchos aspectos de lo negociado en La Habana entre las FARC y el gobierno de Santos desde noviembre de 2012 hasta agosto de 2016.  Luego del traspié del SÍ en la consulta popular de octubre de aquel año, hubo negociaciones suplementarias entre octubre y noviembre de 2016, cambiándose algunos acuerdos atendiendo al sentido negativo de aquella votación. Santos y Londoño firmaron el texto definitivo en noviembre pasado, luego convertido en ley del Congreso aunque no fue incorporado a la Constitución como pedían los rebeldes.
Con un lenguaje de diplomático, Arnault habló de la necesidad de cumplir con lo que aún resta, sobre todo de parte del estado colombiano. “Los esfuerzos de cooperación de los últimos nueve meses no deben disminuir”, advirtió en su discurso. Los 500 desmovilizados lo aplaudieron mucho porque su reinserción civil y hasta sus vidas y libertades dependen de ello.

Alegría y reclamos

“Timochenko” tomó el número 1 de la organización luego del bombardeo y asesinato del comandante Alfonso Cano, en 2012, año en que abrieron las negociaciones primero en Oslo y luego en el Palacio de las Convenciones de La Habana. Ese crimen dejó en claro que el estado negociaba pero seguía  la guerra de aniquilamiento de la mayor guerrilla del país y del continente.

Ahora “Timochenko” seguramente querrá que lo conozcan por su nombre real, Rodrigo Londoño, y no por ese alias ni por el otro, Timoleón Jiménez. Es que hoy está conduciendo un movimiento político y como lo expresó en la vereda de Buenavista el martes, su única arma será la palabra. Él condujo exitosamente a esa fuerza en el campo de batalla, aún en una guerra desigual contra el principal ejército regional y más armado y financiado por Estados Unidos, con el plan Colombia comenzado por Bill Clinton, con 7 bases militares estadounidenses.

Y esa guerrilla, iniciada por el mítico Manuel Marulanda Vélez en mayo de 1964 en Marquetalia, no pudo ser aniquilada por las fuerzas militares y su eficiente colaborador en el genocidio, las Autodefensas Unidas de Colombia, o sea los paramilitares. En estos 53 años de conflicto armado hubo 220.000 víctimas y 7 millones de desplazados. Los insurgentes sufrieron bombardeos, asesinatos, desapariciones, secuestros, torturas, violaciones, cárcel y muchas violaciones a los derechos humanos, incluso los asesinatos de sus jefes Cano, Raúl Reyes, Mono Jojoy y la muerte por enfermedad de Marulanda. Pero no pudieron ser derrotados por el Estado. Por eso pudieron sentarse a negociar con relativa fortaleza, aun haciendo concesiones, porque ellos tampoco lograron tomar el poder ni poner en marcha una Nueva Colombia con reforma agraria y soberanía.

Lo cierto es que Londoño condujo a desmovilizarse a 6.500 hombres y mujeres, que entregaron una cantidad mayor de armas, y a esa fuerza debe añadirse varios miles de presos políticos que aún no han recuperado la libertad.

En su discurso en Buenavista el sucesor de Cano expresó: “cumplimos. Hoy dejamos las armas. El Estado nos ofreció un pacto para construir. Estamos listos para seguir ese camino”. Añadió: “adiós a las armas, adiós a la guerra, bienvenida la paz”. El hombre estaba contento, como la guerrilleada que vivó varias veces a la paz.

Londoño hizo críticas al estado colombiano, en las propias narices de Santos. Por ejemplo cuestionó “la negligencia por parte del Estado porque el asesinato de líderes no se detiene. (…) Trabas de orden burocrático, administrativo, judicial y hasta político. (…) Nada justifica su demora”. Se refería no sólo a las muertes de algunos guerrilleros en camino hacia las zonas veredales sino también de líderes sociales, que siguen siendo blancos de atentados.

Todo lo que falta

Santos en su alocución trató de repartir las cargas y culpas: “quedan aún deberes recíprocos que ustedes y el Estado tenemos que cumplir para que este acuerdo de paz que hemos alcanzado se traduzca en una paz justa, estable y duradera para nosotros y todas las generaciones por venir”.

Antes Londoño se había referido a la demorada ley de amnistía, con guerrilleros que siguen en las cárceles y según los acuerdos ya deberían estar libres. Jesús Santrich, uno de los principales jefes del bloque Caribe de las FARC, está en huelga de hambre en solidaridad con los prisioneros políticos. Éstos son 3.400, en su mayoría ligados a las FARC, pero solamente 832 tuvieron el beneficio de la amnistía. El resto sigue en prisión.

El comisionado de la Paz, Sergio Jaramillo, admitió ese problema y demoras, pero los adjudicó a la falta de presupuesto y personal de los juzgados penales. Desde el 26 de junio, cuando las FARC entregaron sus últimas armas, Santrich acompaña la huelga de hambre que se realiza en varios penales, como los de Chiquiquirá y Barne, en Tunja, donde los reclusos se cosieron la boca. Esta semana hubo reclamos ante los juzgados penales de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Valledupar, Popayán, Pereira y Cúcuta, demandando que se libere a los presos políticos.

Un balance objetivo del cumplimiento de los compromisos arroja que la guerrilla honró su palabra y el Estado no, o que está bastante demorado. Se comprueban tres retrasos serios. Uno es que no completó las 23 Zonas Veredales donde con un mínimo de servicios elementales puedan vivir 6.500 guerrilleros desmovilizados. Estos siguen en campamentos precarios.

El otro atraso es en lo recién detallado sobre demora en la amnistía y mayoría de guerrilleros presos, muchos con graves problemas de salud.

De allí cabe suponer que el Estado también se va a retrasar en la certificación de los desmovilizados y en pagar el subsidio convenido a éstos, para que puedan abandonar sus Zonas Veredales en búsqueda de reinserción. Es muy probable que los plazos se estiren por negligencia, burocracia o interés político del gobierno y de la oposición, que tratarán de demorar el ingreso de un competidor por izquierda en el escenario electoral y parlamentario teniendo en cuenta las presidenciales de 2018.

La tercera demora también es visible en el Congreso, donde no fue reglamentada la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ni el proyecto electoral que crea las 16 circunscripciones especiales de paz donde fueron los puntos más álgidos del conflicto armado. Todo eso pasó para el segundo semestre legislativo, a partir del 20 de julio próximo.

Londoño y sus compañeros realizarán en agosto un Congreso para fundar el partido legal. Y allí, con su programa, estatuto y dirigencia aprobados, buscarán inscribirlo ante el Consejo Nacional Electoral. Quieren terminar estos trámites antes del 11 de diciembre cuando se vence el plazo para la inscripción de candidatos al Congreso.

Todo ese trámite de conversión de fuerza armada en movimiento político legal seguramente estará minado de obstáculos administrativos, para demorar su debut político. Y eso que por ahora la fuerza mayoritaria en Colombia es la que acaudilla Santos, en detrimento del Centro Democrático del ex presidente Álvaro Uribe, un enemigo declarado de los acuerdos de paz.

Precisamente ese el mayor peligro para la reinserción de la guerrilla: si el partido uribista, de ultraderecha, llegara a ganar las presidenciales de 2018,  sería un riesgo mortal en todo el sentido de la palabra. El fantasma del aniquilamiento de entre 3.500 y 5.000 dirigentes y miembros de la Unión Patriótica, un partido legal creado por la guerrilla en 1985, podría tomar forma de nuevo.

ortizserg@gmail.com