sábado, 21 de marzo de 2020

Sudamérica ha sido invadida por el fascismo y el terrorismo


Por Diego Olivera Evia:
La crisis del capitalismo
  
En esta nueva realidad de Sudamérica nos parece importante, analizar las corrientes políticas, desarrolladas en el surgimento del fascismo Nazi y la versión fascista de Mussolini y la vertiente española, que azotaron a Europa, África, Medio Oriente, y apoyaron al fascismo Nipón de Japón, que crearon una crisis de muerte e invasiones  a Europa a Sangre y Fuego creando muerte y destrucción, quenado solo Inglaterra y la  Unión Soviética (URSS), siendo la potencia de los rusos soviéticos, lograron derrotar a los Alemanes, con miles de muertos y campos de presidios, matando a miles de ciudadanos de Europa.

En esta realidad nos parece importante señalar que los pueblos europeos, lucharon con los partisanos, y la crisis de miles seres humanos aniquilados, en ese sentido en esa etapa y surgió Antonio Gramsci (1891-1937) fue un periodista y activismo italiano conocido y célebre por desarrollar los roles de la cultura y la educación dentro de las teorías de economía, política y clase del marxismo. Gramsci nació en la isla de Cerdeña en 1891 y creció en la pobreza entre los campesinos de la isla, y su experiencia de las diferencias de clase entre italianos y sardos continentales y el trato negativo de los sardos campesinos por parte de los continentales moldeó su mentalidad intelectual y política.

Su vida como periodista, activista socialista y preso político, finalmente, ayudó a fundar el Partido Comunista Italiano para movilizar a los trabajadores por sus derechos. Gramsci viajó a Viena en 1923 y conoció a Georg Lukács, un destacado pensador y filósofo marxista húngaro, así como a otros intelectuales y activistas marxistas y comunistas que darían forma a su trabajo intelectual.

Gramsci fue sentenciado a veinte años de prisión, pero fue liberado en 1934 debido a su pésima salud. Las contribuciones de Gramsci a la teoría marxista La contribución intelectual clave de Antonio Gramsci a la teoría marxista fue su elaboración de la función social de la cultura y su relación con la política y el sistema económico. Si bien Marx discutió brevemente estos temas en sus obras. Gramsci se basó en los fundamentos teóricos de Marx para elaborar el papel

. Sudamérica ha sido invadida por el fascismo y el terrorismo
Los fascistas ya no se esconden. Han regresado al centro de la escena con racismo y atentados terroristas en sinagogas, colegios, calles y mezquitas, con artefactos explosivos enviados a políticos opositores y la prensa independiente. O, dicho de otro modo: en Europa, Estados Unidos y ahora América Latina, los fascistas ya no maquillan el racismo y la violencia política que definen lo que es el fascismo, sino que en muchos casos ven con satisfacción y expresan su apoyo a líderes populistas como Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil. Estos líderes populistas han legitimado y también motivado a los fascistas. De hecho, desde el punto de vista de las conexiones entre historia lejana e historia reciente, en los últimos años el populismo ha sido una dimensión esencial de la normalización del fascismo.

Hace pocos años habría sido difícil imaginar este regreso del pasado en las bocas del líder del país más poderoso del mundo o de la democracia más grande de América Latina. Pero negar esta nueva realidad no va a ayudar a comprenderla. Hace falta detenerse a pensar las razones históricas que llevan a esta “normalidad” del fascismo, amamantado y legitimado por líderes populistas de derecha.

El fascismo actúa desde abajo, pero está también legitimado desde arriba. Cuando Bolsonaro despreció a los afrobrasileños o cuando Trump dijo que prefería inmigrantes noruegos a aquellos que venían de “países de mierda” como Haití o países africanos, no solo los fascistas interpretaron que estos líderes compartían con ellos sus valores racistas. Recientemente, Bolsonaro dijo que el Holocausto podía perdonarse y Trump defendió su polémica declaración de que entre los que asistieron a la marcha nazi de Charlottesville había buena gente.

El retorno del fascismo se ha dado en un contexto específico: en democracias que se encuentran en crisis, debilitadas por fenómenos como los referéndums y la corrupción o el hecho de que las elecciones se han vuelto plebiscitos sobre personalidades mesiánicas en las que cada vez hay menos debate de ideas o propuestas. Gracias a esta combinación de factores, el populismo ha encontrado una rendija para vincularse al fascismo e introducirse al sistema democrático para minarlo desde adentro.

Por eso, había que perseguirlos, primero, y luego deportarlos o eliminarlos. Por ejemplo, en Argentina, los fascistas prometían en 1942 “desaparecer” a los judíos argentinos: “¡Qué homenaje más grandioso sería brindarle a la patria el exterminio de estos pulpos!”. Según estos fascistas latinoamericanos eso pasaría el “día en que el nacionalismo triunfe como régimen” y en que los “buenos argentinos” sepan “dar el grito: ‘Dios, patria y familia’”.

La crisis del capitalismo
En el marco de estos análisis es importante señalar, que el fascismo se ha apoderado de las naciones del Sur de América, la inmoralidad del fascismo en Colombia, aplicados por el presidente Duque y el criminal de la historia en muertes a luchadores sociales e indígenas, además de ser el mayor proveedor de droga a EEUU, y el mayor poder criminal, Álvaro Uribe, fundador criminal del Paramilitarismo. De la misma manera Chile se ha convertido en el peor criminal de la historia, con el presidente Sebastián Piñera, que manda a los carabineros a matar al pueblo a niños, ciudadanos, les disparan tiros a los ojos, para dejarlos ciegos, mostrando una vez más la criminalidad del fascismo.

A estos hechos se unen los crímenes en Bolivia, con asesinatos y muerte de los pueblos autóctonos, por un golpe de estado, dirigido por Jeanni Añez, una boliviana déspota y habla de que es Nórdica, toda una falsedad, además es narcotraficante y se ven en el encuentro con Duque y Uribe, muestra una vez más como el fascismo y la muerte de ciudadanos bolivianos, lo quien podría definir como una cultura racista, matando a su propio pueblo a sus derechos con nacionales.

Estos hechos muestran una vez que esta América Latina, ha caído bajo las garras de EEUU, y las políticas del presidente Donald Trump, que ha logrado maniatar a la América Latina, ahora Uruguay comienza a través del presidente Luis Alberto Lacalle Pou, comenzó a pocos días de su gobierno con ajustes económicos, los cuales en su campaña política prometiendo no hacer estos ajustes y ahora con la crisis del coronavirus, solo ajusto en su última conferencia de prensa, apoyo a los empresarios, al manipular la economía, un ataque a los trabajadores del PIT-CNT, al que prometieron apoyarlo en las propuestas laborales.

Esta realidad muestra una vez más que volvemos al neoliberalismo, a las derechas y al fascismo impulsado por Bolsonaro, un criminal y asesino el golpe de estado en 1966 del Siglo 20, todos estos hechos de la banda de asesinos, apoyando a los asesinos como la Añez, Duque, Bolsonaro, los peores criminales  e inmorales, esta es la realidad de una crisis capitalista, que destruirá los valores de los uruguayos, ante ajustes criminales, destruyendo 3 décadas de avances sociales, sin olvidar los robos del padre de Lacalle, que se aprovecho para su presidencia, un nueva era de oportunismo y recrecimiento de los ricos y las empresas. 

Periodista, Historiador y Analista Internacional
diegojolivera@gmail.com


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