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sábado, 29 de junio de 2019

El sistema geoeconómico mundial obliga a vencer el maleficio del petróleo impulsar la fabricación de medios de producción. Caso Venezuela



Por Carlos Ellis:
La actividad económica, política, social y cultural que genera interdependencia entre los actores del Sistema Internacional se distorsiona con una rapidez que amerita profundos análisis, ya que colocan en riesgo la continuidad y ejercicio del Estado Nación; una distorsión muy severa que obliga celeridad en la configuración de nuevos esquemas y políticas vinculadas a la seguridad y defensa de la nación.

Ya es notorio,  que el ejercicio del poder y la unilateralidad que quieren imponer países desarrollados está afectando a la sociedad internacional  pronosticando vientos de guerra; éste fenómeno  desajusta el orden y obliga configurar alianzas y asociaciones como mecanismos de defensa y  permanencia,  se incrementa la comercialización de material bélico y se permite la participación de entes foráneos a la actividad del Estado; simultáneamente el sistema geoeconómico mundial se perturba por la disputada supremacía dando cabida al proteccionismo y nuevos mecanismos de intercambio para mercados específicos,  haciendo que el sistema capital se torne más agresivo; los grupos de interés y poder corporativo.


Se posicionan en las estructuras políticas de los países imponiendo sus provechos  por encima del bienestar humano;  se están genera crisis y desasosiego; la emigración refleja las desigualdades en algunos países y obliga el movimiento de millones de un lugar  a otro en busca de bienestar;  en nuestro caso, se nos va la medula  técnica e ingeniosa para ser captadas  por otros para su desarrollo; ahora en disputa el dominio por la inteligencia artificial y las tecnologías futuras que requieren de tierras raras y recursos específicos incrementando el interés sobre quien los posee; se acentúa la esclavizaste dependencia para quienes no transforman sus materias prima, y por si fuese poco,  las energías combinadas están sustituyendo al petróleo como impulsor del motor industrial del planeta,  lo cual  afectará en primer orden a las economías mono productoras de este recurso. Ante este escenario se deben buscar los mecanismos para contrarrestar el efecto devastador de este hecho internacional; el único instrumento de fuerza es la fabricación de medios de producción partiendo de la búsqueda de la cientificidad inmersa en la población.

Para esto, la actividad parte de los Estados y su gestión de gobierno, quienes controlan los recursos económicos, financieros y materiales la cual deben ser desbordados en el desarrollo del emprendimiento, de la idea, del saber, de las capacidades que tiene la población para fabricar e inventar. Este componente   da inicio al desarrollo real, configura una cultura social creadora, que resta dependencia, que se acerca a los avances técnicos-científicos para fabricar máquinas y medios de producción, esto permite dar nacimiento a tantas patentes y marcas para competir; hacer una sociedad competitiva para hacer un país competitivo y con posición para el escenario global actual y futuro.

Lo agresivo que se torna el sistema capital mundial, no dará cabida; es obligatorio incorporarnos con un nuevo esquema económico-productivo al proyecto global que se está configurando conocido como “La Ruta de la Seda” planteada por China, la cual configurará las nuevas relaciones de poder de acuerdo a las capacidades de intercambio. Se debe comprender plenamente que el ingenio, las tecnologías, las empresas, las marcas y patentes compiten, se incorporan y actúan como actores políticos subyacentes afectando a los países dependientes de ellas, su comportamiento obedece al interés del país a la cual pertenecen, siendo siempre fines u objetivos geopolíticos, la dependencia tecnológica y la no trasferencia de conocimiento para fabricar estos medios es el instrumento de más poder en la relación entre los estados. Es obligatorio ir rompiendo con el maleficio del petrolero y dar el paso a la fabricación de medios de producción, solo así podremos tomar la vanguardia en producción.

Las estimaciones más próximas a ésta totalidad señalan lo siguiente
 Para el 2030 la esclavizante dependencia tecnológica de los demás países hará perder gran parte de la soberanía con posibilidad de que inyecten perturbaciones en la sociedad o pugnen los cambios en las estructuras legales que sostienen a las empresas estratégicas del Estado, obligándolas a ceder las operaciones y manejo de los recursos; para el 2040 la renta petrolera no alcanzará para mantener las crecientes poblaciones sin fabricar medios de producción, sin producir, sin competir,  sin generar renta e incrementando el gasto público; por naturaleza colapsa el sistema económico interno; es importante saber que el petróleo está financiando la generación de energías combinadas para su sustitución;  para el 2050 se podría estar quebrantada la sociedad y  la actividad del Estado,  devorados por los más fuertes fabricantes de medios de producción los cuales se disputarán los espacios, los recursos y la territoriedad. Así de realista es la geopolítica actual y nos obliga a dar el paso a la siguiente fase.  Constituyamos un sistema integrado de fabricación de los medios de producción en los 23 estados, cada uno dentro de sus potencialidades para intercambiar entre ellos y generar renta interna. Fuerzas Armadas, capacidad de invención de la clase obrera trabajadora y el capital público y privado unidos para fabricar medios de producción.
Carlosellis1@gmail.com   

sábado, 4 de mayo de 2019

A propósito del día del trabajador, una propuesta Presidente, fabricar medios de producción en autonomía interdependiente



Por Carlos Ellis:
Presidente Nicolás Maduro Moros. Nuestra tierra de gracia llamada Venezuela está dotada de recursos materiales infinitos y requeridos por el mundo para su desarrollo;  hombres y mujeres,  mano de obra fuerte y calificada insuperable para transformarlos, nuestro Orinoco, el segundo caudal de agua más grande del mundo deseoso de que en sus aguas naveguen toneladas de bienes de capital rumbo a su cuenca para abrazar el Atlántico y conquistar mercados en otros continentes. Fabricar medios de producción es el paso para cambiar nuestra historia.  120 años de cultura rentista, de importación de ideas y productos, de ensamblaje, de dependencia y subdesarrollo, de criterios; colores políticos del imperialismo, venga de donde venga.


Una economía intrarregional, de la región occidental, andina, costera, llanera, centro, oriental,  región Guayana; Estado por Estado, intercambio de tecnología y conocimiento intrarregional según su vocación productiva, desde los consejos comunales, pequeños fabricantes de medios de producción, herreros, fundidores y artesanos: fabricando machetes, picos, palas, martillos y escardillas para trabajar la tierra; para procesos más complejos de fabricación: Tuercas, tornillos y chasis para incursionar en el mercado mundial automotriz.

Formemos centros de debates en los Consejos Comunales y fabriquemos en los barrios según sus necesidades, produzcamos un pensamiento para que nuestra gente, se sustente en un nacionalismo generador de renta y desarrolle por el conocimiento modelos para la competitividad en el mercado nacional e internacional. Pongamos atención a la innovación, la evolución, la transformación y la expansión Presidente. Cuantos modelos de industrias, en la petroquímica o modelos de producción y transformación del acero, del aluminio, de herramientas,  o de farmacología pudiéramos  transformar, transformando la materia prima nacional, procesándola, integrándolas, y exportándola en patentes “made in República Bolivariana de Venezuela”.

Sin dudas Presidente,  esto es para crear una poderosa economía nacional que contrarreste los desequilibrios macroeconómicos; de forma tal que las exportaciones de productos terminados, derivados de los hidrocarburos, petroquímicas y minerales,  sean superiores a las importaciones. Aprovechemos las llamadas “alianzas estratégicas” para la verdadera trasferencia de conocimiento para el desarrollo y no para nutrir sus políticas de interés y expansionismo. Aprendamos de China que transformó el pensamiento para conquistar y controlar los mercados, superando el nivel  donde ya no son los productos, sino el ciudadano chino como producto social productivo. El mayor cumulo de habitantes del mundo, están en un territorio aliado y componen el mejor mercado; las naciones dependen de los mercados, en tal sentido los entes públicos deben abocarse a crear conciencia competitiva y fomentar la producción encaminada a generar renta externa traducida en productos y bienes de servicios para conquistar esos mercados. La sociedad se funda en la necesidad de construir mercados, el mercado es el gran elemento de interacción económica global para la permanencia de los países; el nuevo orden no dará vida a las naciones improductivas Presidente, debemos dar el paso para incorporarnos en los nuevos proyectos globales.

Es mucho lo que hay que hacer, pero debemos empezar. Hay que mantener la dirección moral, ética y la estética como principios de sustento de la República. Que el ciudadano  interprete los principios; y la oposición junto al Gobierno  unan esfuerzos en  construir una República competitiva de fabricación y gerencia de medios de producción,  que  generen ingresos que se acerquen a los ciento cincuenta mil millones para reinvertirlos en fabricación de medios de producción y así darle autonomía a la industria   petrolera. Como principio básico del Estado, debemos organizarnos  como creadores de  ideas, de pensamiento estratégico; o por qué no crear la Universidad para el Estudio de la Organización Gerencial que  dicte y ordene los lineamientos que generen cambios  paradigmáticos a las   estructuras gubernamentales y del Estado,  desde los complejos  tecnológicos y Universidades, donde se asienten las mentes más calificadas en la cultura de los procesos.

Para culminar Presidente Nicolás Maduro
Nuestra mayor fortaleza económica, el petróleo, históricamente como nación no lo hemos sabido aprovechar, ha pesado más el despilfarro, que el ahorro y la inversión en fabricación de medios de producción, base fundamental para crear excedentes y renta. Acercándonos a los 105 años del “Zumaque”, el primer pozo petrolero en esta tierra de gracia, ubicado en Mene Grande, Estado Zulia, 31 de julio de 1914, es el caso que aún no hemos fabricado un taladro. Somos buenos operadores de taladros extranjeros, para el manejo de los mejoradores del crudo, para el fluido eléctrico de nuestras instalaciones; pero no fabricamos ni una planta eléctrica, ni un taladro que asegure la continuidad de las operaciones; allí está la vulnerabilidad de nuestra industria petrolera y de cualquier empresa estratégica del Estado. Podemos concluir, que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). 1960, como poderosa organización no ha contado con el poder integrador de crear un complejo totalizador, catalizador y transformador del petróleo y sus derivados, que se auto regenere como fabricante de medios de producción en sus operaciones petroleras, que garantice su autarquía con capital y aportes de los países miembros; La OPEP no ha podido o no ha querido restarle poder a la voracidad de las trasnacionales petroleras que dominan estas operaciones, que van desmembrando la capacidad de producción y participación de cada uno de sus miembros. La OPEP como conjunto de naciones no ha podido enfrentar con éxito a las naciones que fabrican medios de producción usando el petróleo como medio de transferencia tecnológica, tampoco empleando sus recursos para fabricar su propia tecnología “OPEP” sustitutiva de importaciones y que aseguren el rendimiento de sus operaciones al excluir la participación de empresas foráneas.

 La fabricación de medios de producción desde el orden interdependiente e intrarregional es el factor que apalanca la Venezuela soñada, que genere patentes e incursione en los mercados mundiales, que compita con su tecnología INTEVET o motores SIDOR; Estamos a tiempo y con las condiciones dadas Presidente Nicolás Maduro. Demos el paso.

Venezolano y trabajador de la industria petrolera PDVSA.

carlosellis1@gmail.com

miércoles, 24 de abril de 2019

Fabricación de medios de producción como instrumento de poder en la geopolítica.

Por: Carlos Ellis:


Una clave para Venezuela.
Partiendo  de que la geopolítica en el ámbito internacional es una ciencia que  pretende señalar a los Estados las directrices en las relaciones política y la estrategia;  fundamenta su estudio en lo geográfico, histórico, económico y social; determinando que,  fabricar  medios de producción es el factor que condiciona la relación entre los actores del Sistema Internacional; lo contrario, ha permitido siglos de ejercicio de poder,  dependencia, subordinación y despojo de los recursos y la soberanía: En este sentido la razón de Estado impone que estamos obligados a comprender con racionalidad que los enfrentamientos políticos que se escudan en ideologías de izquierda o de derecha, son reaccionarios en la medida que se fundan en una irracionalidad que los lleva a esconder que  la causa que los une debe ser la misma: Alcanzar  un desarrollo poderoso que genere un estado de bienestar para todos y cada uno de los venezolanos, y nos permita navegar con fortaleza en la actividad geopolítica, desde lo endógeno, que por naturaleza va a trascender al ámbito internacional.


Nos enfrentamos a un imperio, en consecuencia, la ideología capitalista de los Estados Unidos va acompañada de una poderosa industria de fabricación de medios de producción o de bienes de capital que se impone en el mundo a costa de lo que sea; la ideología Rusa y de China va acompañada de toda una poderosa industria de fabricación de medios de producción que también busca imponerse,  también es el caso de Suecia,  Holanda, Italia, Nueva Zelanda, Turquía, Irán,  entre otras.

Nos debemos preguntar. ¿Por qué?  Unas naciones que estando en condiciones de inferioridad,  por debajo de Venezuela en la década de los 50 como  China, Japón, Noruega,  Suecia y Alemania entre muchas más, hoy son naciones desarrolladas, con tecnología de punta.

Simplemente es aceptar y dar el paso a esa dimensión. Nación que no fábrica medios de producción,  no tiene revolución de conocimiento, ni Independencia; desaparecen sus pueblos en manos de la esclavitud y surge una consistente perturbación, consistente importación, consistente improductividad, consistente inmovilidad interestatal, consistente dependencia de otros actores, consistente bajo nivel de ingresos y consistente híper inflación: Colores políticos del imperialismo, venga de donde venga. La nación que fabrique el mínimo de sustitución de sus necesidades, que se libere de las necesidades, de la esclavitud de las importaciones de productos terminados, donde intervenga un intercambio justo, será una nación independiente, que va a contribuir a liberar a otras naciones. Una verdadera revolución, una revolución de conocimientos, una revolución para el bienestar de su humanidad.

Desde lo domestico se ejerce poder en los espacios internacionales y eso es  política, acciones políticas que deben generar gestión, para acciones económicas que  generen renta, riquezas y verdadera soberanía. Desde lo más primitivo: Fabricar machetes, picos, palas, escardillas, rastrillos, martillos, hachas, tornillos y tuercas, hasta fabricar un tractor, materia prima, mano de obra e ingeniería nacional, una sinergia entre las instituciones del Estado y nuestros centros de formación y universidades para cubrir nuestra demanda.

Cuando entreguemos un tractor a nuestra hermana República de Colombia, ejercemos un mecanismo para la integración, esto es geopolítica; cuando le entreguemos mil tractores, seremos para Colombia,  una fuerte alianzas estratégicas, donde la agricultura  dependerá de Venezuela. Esto es inversamente proporcional a lo que padecemos. Estamos obligados a dar el paso en la sustitución de nuestra economía de puerto y de ensamblaje, destruye el pensamiento creativo para transformar nuestros recursos e insumos que poseemos; en consecuencia se oscurecen las ideas, y como dijo el gigante “se estaría apagando la luz del amanecer”.

MSc. Carlos Ellis.   Analista Internacional
Carlosellis1@gmail.com  

miércoles, 27 de marzo de 2019

Venezuela - Un combate entre núcleos de poder y una oportunidad para dar el paso a la siguiente fase



Por: Carlos Ellis:
Dos cuartillas son suficientes para logra una aproximación a la realidad de este episodio que coloca en juego el equilibrio del mundo: Es un espacio que sitúa en el máximo nivel a los intereses geopolíticos y geoeconómicos para poder configurar proyectos globales; en este sentido Venezuela es el cuadrilátero, el teatro de operaciones para el combate entre grupos de poder representados en actores, países y corporaciones; los de mayor capacidad para fabricar medios de producción; los de mayor desarrollo científico, industrial, económico y con capacidades armamentísticas para disputar un orden mundial; me refiero a China, Rusia, India, Turquía e Irán,  Vs.  Reino Unido, Israel, Estados Unidos de Norteamérica y países aliados a sus intereses.


Estos grupos se disputan y colocan en juego la permanencia de los países “no alineados” (NOAM, 93), los de África y de mayor importancia los de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre otros. Una relación de fuerzas que se expresa 55 con las mayores capacidades industriales, frente a 138 poseedores de los recursos y riquezas materiales más importantes del planeta, entre ellos, la mayor reserva de petróleo existente (314.350.000.000 de barriles) un recurso sobre el cual descansa toda la estructura política, económica y de desarrollo civilizatorio. Indispensable para todo proyecto global.

Venezuela, se hace notar ante el mundo por ser un factor de primer orden en esta batalla de quinta generación: Poseer ese reservorio, que dé no ser administrada su extracción, distribución y consumo bajo lineamientos de una organización soberana y sólida como lo es la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP; coloca en riesgo las relaciones de fuerzas antes mencionadas quebrantando el carácter y fundamento del Sistema Internacional, su equilibrio. Venezuela representa en esta contienda la continuidad, sostenimiento y desarrollo de países que albergan más de las tres cuartas partes de la población mundial y requieren acceder a la energía (petróleo) de forma continua, segura y oportuna como se cumple actualmente para su progreso; Venezuela representa la contención para el sostenimiento de la organización de países OPEP y esto se argumenta de la siguiente forma:
Del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (un empresario) cristalizar su objetivo de apropiarse del manejo y control de la “Faja Petrolífera del Orinoco”, sumergiría en dos décadas aproximadamente (20 años), al 78% de los países del mundo a la esclavizaste dependencia de petróleo.

El multimillonario empresario Donald Trump, quien invirtió  todo su poder económico para obtener uno de los máximos renglones políticos del mundo como lo es la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, busca su consagración como el máximo poder político-económico obtenido por algún hombre en el mundo, Síndrome de Ubris: “Patología medica que se expresa en un exagerado deseo de poder”; articularia  con la corporatocracia energética mundial  Chevron, Royal Dutch Shell, ExxonMobil, ConocoPhillips, Lukoil, y Valero entre otras para controlar el mercado de los hidrocarburos y negarle el acceso a  quienes no se alinean a sus intereses.

Con la gran capacidad de extracción y procesamiento de crudos que tienen estas empresas y el control sobre la mayor reserva del mundo; EE.UU. consumiría este recurso a una velocidad proporcional a su mismo desarrollo científico, tecnológico, industrial y militar, generando una brecha abismal entre su desarrollo y aquellos deseosos de desarrollarse. Una verdadera hecatombe.

 Con el control del mercado por parte de estas corporaciones, el precio del  barril de petróleo fluctuaría entre los 7 y 10 dólares nuevamente,  y con esto, una minusvalía inducida a todos los países miembros de la OPEP, y en especial a los productores del Golfo Pérsico; arrodillaría a la monarquía saudí, como a Emiratos Árabes Unidos; mermaría el avance de los mayores productores de gas como lo son Rusia, Qatar, Irán, Azerbaiyán, Kazajistán y  Bolivia entre otros. Se detendrían el proyecto económico global conocido como la “Rusta de la Seda” planteada por China que supera a Estados Unidos en Producto Interno Bruto (PIB) según el Banco mundial  y caería India por ser el tercer consumidor de petróleo del mundo; afectaría de forma directa a todas las economías del Sur Oeste Asiático: Malasia, Filipinas, Tailandia, Indonesia, Vietnam y Singapur porque les negaría el petróleo; se detendría el proceso de desdolarización del  mercado petrolero donde Venezuela incorporo su moneda “El petro”,  y finalmente, Donald Trump, el empresario, se consagraría como el máximo fabricante de medios de producción y bienes de capital para satisfacer las necesidades humanas en gran parte del mundo, obteniendo la supremacía mundial y asegurando la esclavitud global, porque para esto se requiere es energía “petróleo”

Lo expresado en este análisis desafía al mundo y obliga madurez de todos los actores dentro del Sistema Internacional; los países del mundo se pronuncian en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se expresó la máxima autoridad de la Iglesia Católica y la Cruz Roja Internacional. Esto debe ser interpretado como una sabia y justa expresión del mundo, y respecto a Venezuela, está obligada a absolver del núcleo de poder que la acompaña, el conocimiento y su tecnología, para que junto al emprendimiento transforme los recursos e ir a la fabricación de medios de producción, es el elemento que da mayor fortaleza en la interacción entre los países por la dependencia que genera.

Solo así podremos ser un actor con verdadera fortaleza ante el mundo; de lo contrario estamos condenados al subdesarrollo y a la eterna dependencia de estos núcleos de poder. Como diría el gigante “Estaríamos apagando las luces del amanecer venezolano”, la Venezuela de hoy está inmersa en un combate entre núcleos de poder y se le abre una oportunidad para avanzar a la siguiente fase histórica e indispensable, fabricar medios de producción.


carlosellis1@gmail.com

sábado, 8 de julio de 2017

Los últimos conflictos en el mundo son y seguirán siendo por petróleo

Por Carlos Ellis

Por ser el petróleo el factor de desarrollo civilizatorio del mundo (Shour 2008). Y de lo que se está seguro es de su inexorable agotamiento (Borón 2012). Podemos dar fe que este recurso es el factor de conflictos en el mundo actual.

Los acontecimientos que representan disputas diplomáticas como los acontecimientos bélicos más recientes ocurridos en el mundo, sostienen dichos planteamientos.



Guerra civil en Sudan del Sur, (2013), el mismo aporta el 85% de todo el petróleo y en gran medida provenientes de los Estados fronterizos de Bentiu y Alto Nilo, así como de Jonglei. Ocupa el tercer lugar en África en términos de reservorios de materia prima fundamentada en hidrocarburos, algo que convierte a este país considerado el más joven en alcanzar su independencia en un punto de fricción de los interese geopolíticos.

Guerra en Libia (2014), Primer país productor e importador de petróleo del África y fue el país con el ingreso per capital más alto del continente africano. El 80% de las reservas de petróleo de Libia se encuentran en las cuencas del Golfo Oriental de Sirte, donde fuerzas extranjeras les proporcionaron apoyo a los grupos rebeldes; la operación en Libia no era establecer la democracia sino tomar posesión de las reservas petroleras, privatizando la industria petrolera del país, transfiriendo el control de dichas empresas a manos extranjeras.

En Ucrania (2014). Aunque el conflicto Ucrania-Rusia es netamente por cuestiones energéticas fue expresado como ejercicio de poder, Rusia amenazó con cortar el suministro de gas a Ucrania de donde luego parte a la Comunidad Europea, en el 2013, más de 85 millardos de metros cúbicos de gas exporto la rusa Gazprom a Europa a través de la red de gasoductos ucranianos. Ucrania, privada de Crimea ha perdido el control de sus yacimientos de gas en el Mar Negro y la decisión de Crimea a través del voto del parlamento fue su adhesión a Rusia, 17 yacimientos petroleros y el control de los gasoductos rusos a la comunidad europea fue la realidad del conflicto.

El 5 de julio del 2014 se le declara la guerra al Estado Islámico, factor creado para la perturbación de gran parte de los países del Golfo Pérsico (área de mayor producción de petróleo del mundo), como africanos poseedores de reservorios de materia prima energética. Este Estado declaro el califato en junio 2014 (califa y líder de todos los musulmanes) patentándose en Siria e Irak, áreas en conflicto bélico. En enero de 2015, Estado Islámico entra en Afganistán (estando este ya en guerra) para rivalizar con los talibanes, pero la OTAN detuvo su avance. El Estado Islámico estaba ya interviniendo en esta fecha en el conflicto libio iniciado en 2014. Posteriormente, la guerra contra Estado Islámico se expandió a Egipto, Nigeria y Rusia además de Israel, Turquía y Líbano entre otros países petroleros.

Luego de presentar este panorama mundial podemos agregar otros acontecimientos fundamentados en el petróleo que no han presentado gran relevancia en los medios de comunicación, uno de ellos es el caso de Yemen,  la cual se encuentra en conflicto,  dando inicio a una guerra civil, frente a sus costas transitan 3.5 millones de barriles de petróleo diariamente, así como la ruptura diplomática de los países del Golfo Pérsico recientemente con Qatar,  por su relación con Irán que ejerce gran poder en la región y en especial su control sobre el “Estrecho de Ormuz” por donde sale el 31% del petróleo que se consume en el mundo y el 56% de producción OPEP.

Carlosellis1@gmail.com