Por Jorge Aniceto Molinari:
Definamos a los efectos de simplificar el análisis tres
posiciones. Una, la definida por el presidente de Uruguay Dr. Luis Lacalle Pou
–que por otra parte no difiere de lo medular defendido por el equipo
anteriormente encabezado por el Cr. Danilo Astori (*): “al capital no se le
ponen impuestos pues debe impulsar la actividad económica –ahora la
reactivación-, el Estado debe encargarse de los rezagados en la fila”.
Otra cuyo mayor exponente es Jorge Pedro Zabalza (**): el
coranavirus genera una crisis que plantea - como ya lo planteó en Chile la
situación - la necesidad de la insurrección social. No lo dice expresamente,
pero se desprende de su análisis de que el objetivo es que el Estado se haga
cargo de la actividad productiva disponiendo para ello de todo lo necesario en
materia de propiedad. En el Frente
Amplio hay un importante sector que si bien no simpatiza con la forma de hacer
política del Tambero, es proclive a esta salida que definen como de desarrollo
del Estado nacional, que en otra etapa del desarrollo del modo de producción
capitalista tuvo su razón de ser, con algunas llegadas a un capitalismo de
Estado con agudeza de tragedia en sus “acumulaciones primitivas”.
La otra posición es la que insinuó José Mujica en la ONU, y
que luego ya no defendió. Precisamente es esta la posición que desde la humildad
de nuestro conocimiento decimos que es la que debe defender la izquierda
coherente con las enseñanzas de sus maestros (me refiero en especial a Marx,
Engels, Lenin, los más completos y presentes en sus análisis del desarrollo
económico, político, social). Y que consiste en la actualidad en potenciar dos
herramientas fundamentales: la moneda y los impuestos, para que organismos
centrales que la humanidad determine democráticamente planifiquen la economía
atendiendo la salud, la educación, la vivienda, la alimentación, el trabajo de
todos los seres humanos.
Supone un cambio radical en la conducción del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), los principales y la
propia ONU (Naciones Unidas). La planificación actual en las inversiones es
forzada por el gobierno de los complejos empresariales multinacionales y su
necesidad de rentabilidad capitalista, además de sus propias pugnas de
intereses por la tasa general de ganancia.
Seguramente habrá mentores que nos tratarán de explicar la
viabilidad del camino Lacalle y otros del camino Zabalza. Es lamentable pero también es seguro que no
son pocos los que adhieren a estos caminos; ahora en el Uruguay el camino
Lacalle parece ser el mayoritario, como lo fue antes en Chile, y en la actualidad
coronavirus mediante, parece adquirir mayoría allí el camino que hemos llamado
para simplificar, Zabalza.
Ninguno de los dos caminos es viable, aunque en determinado
momento pudieron parecerlo bajo conducciones amparadas en las organizaciones,
políticas, sociales y/o el poder militar.
El problema es hoy preguntarse en el mundo a donde se llega
con esas concepciones. Porque el mundo cambió; tanto es así que hoy el libre
comercio lo encabeza China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista.
Trump con su economía amurallada, endeuda y empapela al
otrora centro del libre comercio mundial, con cargo a que paguen los pueblos
del mundo. Pero hay otro EE.UU. el de la libertad, el de las leyes, en el que
se inspiraron libertadores como Artigas, Bolívar, a inicios del siglo 19, el de
los premios Nobel de economía, pero también hay un mundo en pleno debate sobre
cual deben ser las salidas.
Si estamos en crisis. Voy a poner un ejemplo: Uds. se
imaginan en los años 60, que el presidente de la República en el Uruguay diga
que el capital no se puede gravar porque es el que debe encabezar la
reactivación económica (el “malla oro” en la vuelta ciclista del Uruguay) y que
sobre ello no haya prácticamente pronunciamientos políticos; en los tiempos de
Wilson Ferreyra, Líber Seregni, Juan Pablo Terra, Zelmar Michelini, Rodney
Arismendi, o Vivían Trias, no hubiera sido posible. Y conste que lo comparto
con Batlle y Ordoñez que estaba en contra del impuesto a la renta y tenía una
fuerte fundamentación (1900), así como no comparto los impuestos al consumo, a
los salarios y a las pensiones, porque creo que lo que se debe impulsar es el
impuesto basado sobre la circulación del dinero que de muerte a los paraísos
fiscales.
Me podrán decir: no se puede hacer de inmediato y en país
por separado. ¿Y qué piensan Uds. que está pasando en los demás países del
mundo?: se endeudan o también se empapelan como está haciendo Trump y la
comunidad europea a costa del resto del mundo, hasta que esto reviente. Ahora
es mejor esperar a que reviente, a tener sobre la mesa ya, salidas como la
moneda única universal (defendida a la salida de la segunda guerra mundial por
el propio Lord John Maynard Keynes) y que los impuestos que la humanidad necesita
para reactivar su aparato productivo sobre la base de defender, la salud, la
educación, la vivienda, el trabajo de todos los seres humanos, se hagan sobre
la circulación del dinero danto muerte a los paraísos fiscales.
La crisis es muy profunda, aún así la oportunidad de una
salida que libere la capacidad productiva de la humanidad que deberá abrir las
puertas a una formidable realidad: la sociedad del pan y de las rosas. Nuestra
tarea: construir la voluntad política que lo haga posible.
Trabajadores, intelectuales, científicos, artistas, de todo
el mundo, ¡¡¡¡¡¡Uníos!!!!!!
.
(*) Se me ha señalado y no sin razón, que el criterio con el
que Astori y su equipo aplicaron esta política tenía una alta sensibilización
social producto de la participación de actores ligados al movimiento social y
que las circunstancias favorables en el mercado mundial beneficiaron a la
población del país aún cuando no podían eliminar las causas estructurales de la
crisis del sistema. Esta es la prueba que deberá afrontar Lacalle con un equipo
heterogéneo con una mínima sensibilidad social. También es verdad que la falta
de un debate franco y abierto sobre este tema, entre otros, le ha significado
al compañero Danilo Astori una pérdida constante de apoyo político a la interna
del Frente, donde siempre fue el principal referente y responsable en la
conducción económica. -
(**) “La Leyenda insurgente”, recientemente publicado en
varios medios de prensa.
sipagola@adinet.com.uy
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