Por: Tony López R.
(*)
Los acontecimientos insurreccionales contra el gobierno de
Lenin Moreno en Ecuador, no es un hecho aislado, estas protestas de diversos
gremios en ese país, se inscriben en un escenario latinoamericano y caribeño
que encaran varios conflictos, que presagian un fuerte enfrentamiento, contra
la restauración neoconservadora en nuestra región.
Cuando el gobierno de Lenin Moreno, traicionando el proyecto
de la Revolución Ciudadana, al poco tiempo de asumir la presidencia y sumarse
al proyecto neoliberal y subordinarse a
la política de Washington, como muy bien lo ha hecho en la OEA y el Grupo de
Lima contra el gobierno venezolano, prestándose y apoyando la intervención
militar en dicho país. Esa conducta ha colmado la copa y los sucesos al que
ahora se enfrenta el gobierno en Ecuador, es consecuencia y causa de esa
política.
Hace exactamente 15 días Moreno, aprobó el decreto 883 o el
llamado “paquetazo económico” lo que ha provocado la incontrolable protesta
popular, que ha incendiado el país en las tres regiones más importantes y lo
tiene abocado, a que o bien acuda a promover un golpe de Estado o aplicar el
artículo 130 y 148, que lo llevaría a la renuncia a la presidencia de la
república y a convocar elecciones
generales para los poderes legislativo y ejecutivo.
Lo que resulta realmente sospecho y a su vez cobarde es su
huida hacia Guayaquil, algunas fuentes bien informadas, me han comentado que
hay que seguir muy de cerca cual es el plan de la derecha ecuatoriana y Jaime
Nebot, gobernador de Guayaquil y este repentino y sorpresivo refugio del
presidente Lenin Moreno, en esta ciudad, teniendo en cuenta que no hay mayor
ofensa para los quiteños, que Moreno haya trasladado a la costa el poder
central del gobierno y él como máxima figura.
La derecha está interesada en el adelanto de las elecciones
y Nebot es su candidato, no se excluye que, en el fondo, si no se estabiliza y
se acrecientan las protesta, Moreno acuda a los artículos constitucionales
arriba ya mencionado, renuncie y se convoque a las elecciones y así abrir la
posibilidad de que la derecha, legitima y legalmente elegida vuelva al poder en
Ecuador.
En Ecuador no hay que perder la brújula, el movimiento
indígena es muy fuerte, su gran fortaleza unitaria está en el principio de que
se le respete sus espacios territoriales, el tema del agua y la tierra, pero
sus debilidades es que se dividen en federaciones y es por esa vía se le penetra para crear divisiones entre
ellos, pero en está ocasión la unidad del Movimiento Indígena alrededor de la CONAIE, se aprecia muy sólido
porque el “paquetazo económico” les afecta a todos.
A Quito están llegando las federaciones indígenas de la
amazonias y esas federaciones son poderosas y muy fuerte, incluso entrenadas
militarmente y con buenas relaciones con las Fuerzas Militares, porque fueron y
son muy importante en las guerras que Ecuador ha tenido con sus vecinos y muy
específicamente con el Perú.
Políticamente Lenin Moreno no tiene mayor fortaleza, como se
conoce, este dividió a la Alianza País, partido fundado por el ex presidente
Rafael Correa y de lo cuales los principales líderes, se convirtieron en
competidores y Lenin los convirtió en sus enemigos, son los casos de Jorge
Glass, hoy condenado, sin que se haya probado el delito del que se le acusa,
mientras que el prestigioso ex canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, tuvo que
acudir al exilio en la hermana nación mexicana.
El propio bloque de legisladores de Alianza País, esta
dividido internamente, una parte de sus congresistas responden a Moreno y una buena parte son
fieles a la política progresista,
democrática de la Revolución Ciudadana que defiende el ex presidente
Rafael Correa, político cuya posición
antimperialista y revolucionaria no ha sido perdonada, ni por el imperio y
mucho menos por Lenin Moreno, a quien
arteramente traicionó y ahora quiere
enjuiciarlo, para evitar que aspire a la presidencia, algo parecido a lo que se
hizo con Lula en Brasil.
Tomando en cuenta todos estos elementos, podemos afirmar que
la base social y política que puede hoy tener Moreno es sumamente minoritaria y
ya no es aquellas bases que lo llevaron a la Presidencia, precisamente a
propuesta de Correa.
Sí bien he aportados elementos para demostrar que el actual
presidente de Ecuador, Lenin Moreno está en una compleja encrucijada y una
evidente perdida de autoridad y debilidad política y moral, para continuar en
el ejercicio de la presidencia que lo puede llevar a promover una salida
“decorosa”, entregarse a la derecha y
exiliarse en Estados Unidos y por ahora está ganando tiempo y apostando a que el movimiento
indigenista se canse y se quede sin oxígeno y pueda buscar la salida ya mencionada.
Pasemos más abajo a aportar algunos elementos de carácter
económico y la innecesaria petición de un empréstito al Fondo Monetario
Internacional, (FMI).
En un brillante análisis la economista ecuatoriana la
doctora Vilma Salgado, ella explica “que el presidente Lenin Moreno ha venido
aplicando políticas de ajustes del gasto y de la inversión pública, en el marco
del acuerdo de Servicio Ampliado (SAF) suscrito con el FMI en febrero del 2019,
políticas que han afectado a las clases medias y al als clases populares. Estas
políticas, señala Salgado, han lanzado a estos sectores de la población hacia
la pobreza y la miseria, al tiempo que han beneficiado a empresas
transnacionales, a los bancos y los grandes grupos económicos en general “.
Y precisó: “En el marco de las negociaciones con el FMI, el
actual gobierno dictó una ley, irónicamente denominada “Ley Orgánica para el
Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo y
Estabilidad y Equilibrio Fiscal”, vigente desde agosto del 2018, mediante la
cual se reinstauró en el país la política neoliberal para la reducción del
déficit fiscal y de la deuda pública, fijadas como prioridades nacionales. En
dicha ley se contempló la remisión de intereses, multas y recargos por
obligaciones pendientes de pago con varias instituciones del Estado: Servicio
de Rentas Internas (SRI), gobiernos autónomos descentralizados, Superintendencia
de Compañías, Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas, empresas
públicas e incluso con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, IESS”
“A la fecha en que entró en vigencia dicha Ley, el sector
privado debía al Estado, solamente por impuestos no pagados al SRI, US $
4.291,1 millones de dólares, -sin considerar intereses-, cifra superior al
monto del crédito aprobado por el FMI. Luego del acuerdo suscrito con dicho
organismo, los desembolsos de este crédito –de 4.200 millones de dólares- se irán
realizando en cuotas, luego de la evaluación del cumplimiento por parte del
país de las condiciones que dicho organismo impone.”
Como se aprecia, sí se hubiesen cobrado los impuestos a las
empresas deudoras, no hubiera sido necesario pedir el empréstito al FMI y se
hubiera ahorrado el “paquetazo económico” pero no a conducir al país a un
modelo neoliberal, que benefició a las grandes empresas trasnacionales y al
gran capital interno y bancario, en detrimento de la clase media y populares,
el gobierno, sin medir las consecuencias, ni tener en cuenta que en este pueblo
con limitaciones, hubo un gobierno que
evito caer en este modelo económico fracasado y
logró muchos avances de carácter sociales, ya las clases más afectadas
se rebelaron no podía resistir tamaña agresión viniendo de un gobierno que
debía ser continuador del anterior y se
ha convertido en todo lo contrario, entregado al capital internacional,
subordinado a los gringos y opresor del pueblo.
La brutal represión a
los manifestantes pacíficos que con su fuerzas
morales y la razón están exigiendo la derogación del decreto 883,
ya ha ocasionado varios muertos y
centenares de heridos 554 a la altura del 9 de octubre, y 929 detenidos, aunque
la ministra de Gobernación María Paula Romo, admite la cifra de 657, está
demostrando que la crisis se agudiza y los manifestantes, que no se
circunscribe solo al movimiento indigenista de la CONAIE, también están los gremios de los transportistas,
comerciantes, el poderoso movimiento estudiantil, y de otros sectores, el
ataque a sectores de la prensa, la sustitución del director del periódico El
Telégrafo, que estaba denunciando la masacre de la policía, contra la población
inerme, siendo este diario dependiente del Estado y por eso lo echaron.
Todo lo arriba mencionado ha conducido a la rotunda negativa
del liderazgo de estas manifestaciones a rechazar el dialogo, sino se elimina
el decreto 883 que impuso las medidas económicas presentadas y aprobadas por el
presidente Lenin Moreno.
El líder de la protesta en Guayaquil Samuel Moran, denunció la fuerte represión
ejecutada por la policía guayaquileña y acusó al Jefe de la Policía de Guayaquil de ordenar a sus subordinados
emplear la fuerza y abrir fuego si era necesario, a su vez, señalaba que los
medios solo trasmiten lo que dicen los funcionarios gubernamentales, quienes
señalan que las manifestaciones de protesta están dirigidas por criminales, una verdadera aberración y
estúpido manejo de la prensa, porque si estos miles de personas son movilizados por delincuentes, como los
calificó la alcaldesa de Guayaquil y
quien ordenó a los escuadrones de la
policía reprimir fuertemente porque no
son líderes sociales, y ratificó eran
delincuentes, sin darse cuenta de que con esos conceptos cierra cualquier
diálogo, pues ningún gobierno puede establecer conversaciones con
delincuentes.
En Ecuador la prensa
y los medios hegemónicos internacionales, y especialmente los medos en Miami,
están aplicando la guerra mediática, la
estrategia es desconocer lo que está objetivamente sucediendo y desinformar con noticias falsas al estilo de Donald Trump en
Estados Unidos, y Moreno lo está copiando, al señalar al presidente Maduro y al
expresidente Correa, como los que están detrás de estas movilizaciones, no se da
cuenta de que si fuera cierto de que Maduro y Correa han logrado este
levantamiento, tremenda fortaleza y capacidad de movilización tienen estos dos
lideres y que debilidad la de Moreno.
Frente a este brutal y sanguinario atropello, los medios
masivos de información y las redes sociales se preguntan y donde está el
Secretario General de la OEA, que no ha condenado la barbarie del gobierno de
Moreno y sus fuerzas policiales, y la Representante de los Derechos Humanos de
las Naciones Unidas Michel Bachelet. Y
los auto titulados jueces y señores defensores de la “democracia”
representativa” en nuestra América Latina, que solo se pronuncian contra los
pueblos y gobiernos revolucionarios, democráticos y progresistas de Venezuela,
Nicaragua, Cuba y Bolivia.
Es Lenin Moreno y su equipo de gobierno el que ha provocado
esta protesta que lo pueden pueden llevar a la destitución y a la cárcel por
los muertos y heridos que ha ocasionado en esta negra noche que vive la nación
hermana del Ecuador, es tu entrega y obediencia al FMI y la subordinación al
gobierno de Estados Unidos, las revoluciones y las protestas sociales, no se
exportan Moreno, no subestimes la inteligencia de tu pueblo.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional,
jorgarcia726@gmail.com
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