sábado, 7 de julio de 2018

¡Ay Jalisco, no te rajes!


Por Felix Roque R:
El tabasquense Andrés Manuel López Obrador (AMLO), acaba de ganar las elecciones presidenciales mexicanas. Más de treinta millones de mexicanos votaron por él, lo que sin dudas representa uno de los triunfos electorales más contundentes de candidato de izquierda alguno en América Latina. El moreno de Morena le sacó más de 30 puntos de ventaja a su más cercano perseguidor, lo que le dará mayoría en el Congreso y en las gobernaciones. Esta victoria electoral de AMLO representa mucho para el pueblo de México y para la Región Latinoamericana y Caribeña y en cierta medida, detiene la cadena de victorias que la derecha ha venido obteniendo en los últimos años.


Pudiera pensarse que gobernará “cómodo”. Sin embargo, la realidad parece evidenciar un panorama bien distinto, más allá del entusiasmo y la alegría que para el sufrido pueblo de México y para América Latina tiene el aplastante triunfo de López Obrador. Aquella frase lapidaria de Porfirio Díaz, “Pobrecito México: tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”, mantiene su plena vigencia. Dura tarea la de gobernar a este gran país, que cuenta con más de 132 millones de habitantes. Para evidenciar lo que afirmamos, veamos algunos aspectos sociales y políticos que hoy vive y padece la sociedad mexicana:

La Economía, un cuero seco.
Según Informe del Banco Mundial de abril 2018, el crecimiento del PIB mexicano se redujo en un 2% ante las incertidumbres causadas por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El ajuste en la política fiscal y monetaria interna produjo una caída sustancial en los salarios y en la capacidad adquisitiva de los consumidores. El peso mexicano sufrió una depreciación acumulada con desmejoras sustancial frente al dólar y a la producción mexicana que cedió espacios a las importaciones desde los EEUU. La liberación en los precios de la gasolina elevó la inflación en 6.8%, el más alto en la economía mexicana en los últimos 16 años. La tasa de interés monetaria se situó en 7.5%, una de las más altas de la región. La deuda externa mexicana a enero de 2018 asciende a unos 180 mil millones de dólares, mientras que el saldo en las reservas totalizó unos 174 mil millones de dólares. El gasto por concepto de pago de esa enorme deuda es cada vez mayor, con un costo financiero de 54% anual. (El Financiero, Dainzu Patiño). Para La Revista Forbes Billionaires 2018, la deuda externa de México equivale a 2.46 veces la fortuna del mexicano Carlos Slim la cual se estima en unos 67.1 mil millones de dólares. Hueso duro para AMLO recomponer la economía mexicana, sobre todo dar asistencia para los millones de mexicanos que sobreviven con apenas 2$ al mes.
Los Carteles de la Droga.
Para el año 2006, época de Felipe Calderón, existían en México cuatro grandes y poderosos carteles: el de Sinaloa, de Juárez, del Golfo y la Familia Michoacana. A la presente fecha, esos carteles se han reagrupado y, apenas dos (Sinaloa y los Zetas) controlan el 80% del mercado de la droga. Ellos existen en 16 de los 32 estados federales y cuentan con redes en varios países de América Latina, Europa, Australia y Malasia. Dominan la producción de Cocaína, Heroína, Marihuana y el llamado Mercado de las drogas sintéticas.

El narcotráfico le genera a México ingresos de 320.000 millones de dólares por año según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito reflejado en su informe de marzo, 2018. Tarea nada fácil lidiar con este poderoso ejército de delincuentes que han comprado a buena parte de los políticos y policías mexicanos.

Paramilitarismo: Crímenes y Desaparecidos.
Según el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED), en los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto, en México hubo 234.996 desapariciones y asesinatos de personas. De esas muertes, el 73.7% son hombres y 26.3% mujeres. Eso representa un aproximado de 70 asesinatos diarios. La mayor ocurrencia estuvo en los Estados de Guerrero, Baja California, Veracruz, Estado de México y Chihuahua. En ello impera la casi absoluta impunidad. El ejemplo más trágico tal vez sea el de los 43 estudiantes desaparecidos hace ya cuatro años en Ayotzinapa y cuyas madres deambulan por las calles reclamando justicia, asunto que AMLO tendrá que afrontar.

EEUU y las Remesas.
Uno de los asuntos que Andrés López tendrá que manejar y responderle a su pueblo, es la política que seguirá ante el Gobierno de Donald Trump, la construcción del Muro, la política migratoria, la separación vergonzante y criminal de miles de niños de sus padres, el empleo de braceros mexicanos y las remesas en dólares.

Los 3,326 kilómetros que dividen México y Estados Unidos son la frontera binacional más larga y con mayor movimiento del mundo. En un año acumula 350 millones de cruces legales y un número desconocido de cruces indocumentados. A lo largo de la frontera se suceden ciudades que a menudo, aunque divididas por un muro, presentan un continuum urbano.Matamoros/Brownsville, Reynosa/McAllen, Nuevo Laredo/Laredo, las primeras en Tamaulipas y las segundas en Texas. Piedras Negras en Coahuila y Eagle Pass en Texas, Nogales en Sonora y Nogales en Arizona, Mexicali en Baja California y Calexico en California, Tijuana en Baja California y San Diego en California, Ciudad Juárez en Chihuahua y El Paso en Texas, entre muchas otras, tal como lo refleja José Luis Rocha, investigador del Servicio Jesuita para Migrantes de Centroamérica (SIM).

Por el solo concepto de remesas, México recibió en el año 2016, 28.500 millones de dólares y a nivel global, entraron al fisco mexicano 445.000 millones de dólares, esto según lo reflejado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola en su reporte “Sending money home” (enviando dinero a casa). Una muestra significativa de la fragilidad de la economía mexicana que AMLO tendrá que estudiar en su impacto en la economía y en las familias que dependen de estos envíos de dinero.

La Reforma Energética.
Una de las cosas que condujo a la derrota de Enrique Peña Nieto fue haber entregado a las trasnacionales la industria petrolera mexicana, el desmembramiento de PEMEX, el control del Golfo de México, donde existen reservas incalculables de crudos convencionales y gas. Para ello se hizo reformar los artículos 27 y 28 de la constitución, con lo cual, el pueblo mexicano se ve privado de contar con los ingresos de lo       que fue su principal industria y una de las mayores del mundo.

Con dicha Reforma, México entrega a las empresas extranjeras, mediante contratos leoninos, el 50% de las ganancias, el control de las operaciones de explotación, extracción, refinación, almacenamiento y comercialización de los hidrocarburos. Se trata de los famosos contratos de “Ganancias compartidas” que alguna vez se experimentaron en Venezuela con la llamada “apertura” y que luego Hugo Chávez revertió, estableciendo márgenes de ingresos por concepto de pago de regalías que afincaron el control soberano por parte de la República Bolivariana de Venezuela de sus recursos energéticos.

No conformes con lo anterior, Peña Nieto entregó al capital privado mexicano y extranjero la generación y venta de energía eléctrica, pudiendo estas utilizar para ello, la red pública nacional. Extrañamente, AMLO ha declarado que “él no va a tocar la Reforma Energética”. Tal vez tema algún enfrentamiento con las trasnacionales petroleras. Los sectores de izquierda de México que apoyaron su candidatura, seguramente estarán observantes en esta materia que bien pudiera alejar a AMLO de su “México lindo y querido”.

La Corrupción.
Es este un capítulo aparte. Fue, tal vez el eje central de la campaña de Andrés López. México es uno de los países más corruptos del Planeta. Casi no existe estructura que la corrupción no haya tocado. Es un flagelo infernal. Según informe del portal Infobae de julio 2018, el presidente Enrique Peña Nieto no las tiene todas consigo, el 72% de los ciudadanos lo ve como una figura corrupta, según un ejercicio independiente de 2016 llamado Corruptómetro. Constantes dudas sobre los otorgamientos de contratos para obra pública, escándalos sobre las propiedades de los integrantes del gabinete, gobernadores sujetos a proceso judicial por millonarios desvíos de dinero y hasta acusaciones por el plagio de la tesis universitaria del presidente no han dejado de tocar la puerta de la Residencia Oficial de Los Pinos. Todo ese maremágnum dio inicio cuando en el año 2014, la primera dama mexicana, Angélica Rivera Hurtado había comprado una casa de USD 7 millones en una exclusiva zona residencial de la capital mexicana, la cual fue llamada “La Casa Blanca”.

 El sentido ético como se ha reputado AMLO es su mejor aval en esta materia. En su discurso de saludo a la victoria, pronunciado desde el famoso Zócalo, AMLO señaló que su presidencia “será un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, que su triunfo fue la “revolución de las conciencias”; que su triunfo es el esfuerzo de muchos dirigentes sociales, políticos, de muchos ciudadanos, indígenas, campesinos, obreros, estudiantes, profesionales de todas las clases sociales, de todos los sectores y de todas las religiones y para todos ellos él deberá gobernar, rompiendo con el pasado oprobioso de políticos corruptos que acompañaron al crimen, que se entregaron en cuerpo y alma al narcotráfico y al paramilitarismo, que hicieron grandes negociados con la cosa pública y desvergonzadamente entregaron su patria al gran capital trasnacional. Con la victoria electoral de AMLO, como él mismo lo afirmó en su discurso, “termina una etapa y comienza otra” en la vida de los mexicanos. Esta nueva etapa habrá de ser luminoso, esperanzadora y no sólo para México, también ha de serlo para los latinoamericanos y caribeños que ven este hombre nacido en el estado de Tabasco, un camino que adverse y enfrente las penurias de muchos, propiciadas por unos pocos.

Como pude verse, no es concha de ajo con lo que tendrá que lidiar el compañero presidente que en diciembre próximo asume la primera Magistratura de México. Por eso, ante lo complejo de las tareas futuras, solo resta pedirle al carismático AMLO, como dice la canción de Manuel Esperón: ¡Ay Jalisco, no te rajes!, no sea que tu pueblo te diga luego, a lo Cantinflas, “Ahí está el detalle”. México y los pueblos de América Latina te desean mucha suerte. La esperanza de un renacer soberano de México están cifradas en ti compañero Andrés Manuel López Obrador. Suerte.

roque.felix@gmail.com
canaimaprofundo@hotmail.com

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