martes, 13 de octubre de 2020

Un nobel con sabor a poco darle al PMA (Programa Mundial de Alimentos)

 Por Rolando Prudencio Briancon: 

Para nadie es un secreto que la otorgación del premio nobel de la paz está tan devaluado, que comparativamente se asemeja a la devaluada imagen de los EE.UU., que tiene hoy por su historial de iniquidades que infringe a medio planeta.

Así ya lo hizo notar el nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, en ocasión de que quien recibiera el 2009 fuera el ex presidente estadounidense Barak Obama, dirigiéndole una carta, y cuestionándole por su inconfesable interés de intervenir en el conflicto sirio: "Armar rebeldes para luego autorizar la intervención de la OTAN, no es digno de merecer el nobel", le hizo notar. 

Así mismo le recuerda que no hizo hecho nada para sancionar a quienes a título de las armas de destrucción masiva inventaron esa infame historia para el saqueo a sangre y fuego del petróleo de esa nación. Así mismo le recordó otras razones que no le hacen merecedor a ese galardón. 

Pero en cuanto a flamante premio otorgado ayer al Programa Mundial de Alimentos, es muy suspicaz que se haga a una institución creada para ese efecto a nivel mundial, por lo que no tiene nada de notable para merecer al nobel, pues es un ente burocrático creado para el efecto, que no tiene mayor relevancia merecerlo.

Obviamente que todo esfuerzo que se haga por combatir el hambre en el mundo es digno de un incesante reconocimiento, pues no debe haber mayor drama en este planeta ver que la gente muera de hambre; más aún si la post pandemia del covid traerá hambrunas en todo el mundo, pero convengamos que para eso se creó el PMA y cuenta con todo el know how para esa labor. 

Quienes sí marcaron -y siguen haciéndolo- la dignísima diferencia por su aporte contra otra calamidad fueron las brigadas médicas cubanas: Henry Reeve quienes cumplieron su internacionalista e invaluable aporte a la lucha contra la pandemia en una treintena de países a lo largo y ancho del planeta. 

Y es que países como Italia que posee los más adelantados avances en medicina, han reconocido la desprendida y solidaria labor en la lucha contra el covid, de donde después de cumplir una desinteresada labor, fueron despedidos con agradecimientos eternos. 

Pero no fue del único país de donde se fueron despedidos con esa demostración de gratitud. Del Perú, Argentina, México y otros varios de Europa y África también se llevaron el cariño y aprecio de la gente, como de sus gobiernos.

Claro que por su genética generosidad la revolución cubana, a través del presidente Miguel Diaz Canel y el canciller Bruno Rodríguez ha resaltado este nombramiento, 

enviando sendos mensajes mediante sus cuentas Twitter, señalando: "Cuba felicita al PMA, premiado con el Nobel de la Paz 2020 y agradece su cooperación ejemplar con nuestro país durante décadas", escribió el presidente, y a su vez el canciller exteriorizó su punto de vista: "Merecido reconocimiento con Premio Nobel de la Paz a Programa Mundial de Alimentos, cuyo personal, con abnegada y altruista labor, contribuye cada día a llevar asistencia alimentaria a cerca de 100 millones de personas que padecen hambre en el mundo". 

Y es que como diría el comandante Fidel Castro: "y la Revolución cubana seguirá triunfando...", que más allá de cualquier reconocimiento nobiliario -el nobel- por su aporte a la humanidad, es su espíritu revolucionario el que saciar el hambre por alcanzar un mundo más justo y solidario. 

rolandoprudenciobriancon@gmail.com 

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