Mostrando entradas con la etiqueta pobres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pobres. Mostrar todas las entradas

sábado, 30 de mayo de 2020

Fábulas de un gallinero



Por Carolina Vásquez Araya

Era la más suculenta y todos querían apoderarse de ella. Era la gallina de los huevos de oro.

Entre errores y palos de ciego, el virus invisible y mortífero se fue deslizando, sin mayores obstáculos, por todos los resquicios de este enorme patio de gallineros en donde vivimos, gracias a la oportuna confusión de los ignorantes mandamases del lugar. Digamos que están confusos ante este enemigo que nadie logra capturar, porque afirmar que lo hayan introducido a propósito –aunque algo de eso se rumora en algunos círculos- constituye una afrenta contra el buen espíritu y la transparente conciencia de los amos del planeta, lo cual ha sido aclarado ante los medios en un tono de justa indignación. En fin, el asunto es que ahora ya nadie está fuera de peligro. El bicho innombrable logró introducirse sin mayor problema hasta en las cortes celestiales y mandó a la cama a príncipes y ministros, pero también a millones de aves menos afortunadas.



El gallo más altanero e impertinente aprovechó su gran influencia y, aunque la prensa no le soporta sus arrebatos, consiguió suficiente audiencia para emitir con absoluta seguridad toda clase de hipótesis, a cuál más descabellada. Comenzó afirmando su convencimiento de tener información fidedigna sobre el origen del mal y luego prometió una vacuna “exprés” para antes de fin de año. Es decir, el bicho, según este arrogante plumífero, tenía su origen en un gallinero enemigo por allá muy lejos de sus territorios.

Después lo negó, pero el daño ya estaba hecho y todos repitieron el cuento hasta cansarse, a pesar de los esfuerzos de otros gallos más sabios para detener especulaciones peligrosas y la maledicencia de las cortes. Sin embargo, poco a poco y en una confusión absoluta, los gallitos menores comenzaron a repetir las consignas del gallo mayor y en todos los gallineros reinó una total confusión porque nadie sabía con certeza cuál era el camino a seguir.

A todo esto, las pobres aves habitantes de los niveles inferiores de los gallineros, comenzaron a darse cuenta de que pasaba el tiempo y nadie sabía con certeza qué hacer para parar los contagios y salvarse de morir asfixiadas. Las encerraron, separaron a las contagiadas, ordenaron el confinamiento con horarios estrictos, las obligaron a cubrirse el pico y les impidieron salir a comer. Nada de eso funcionó y, entonces, preocupados los mandamases por la pérdida de ingresos, relajaron las restricciones, pero sin haber investigado si servían de algo o no. En fin, que pasaron los meses y no había manera de saber cómo manejar la crisis.

A todo esto, los más ricos y poderosos empezaron a perseguir a la gallina de los huevos de oro: la vacuna. Conscientes de la importancia de esa faena, no dudaron ni un instante en establecer tratos e iniciar conciliábulos para negociar los beneficios más ventajosos de esa prometedora empresa. Que siguieran cayendo los pollitos y las ponedoras no representó preocupación alguna para estos grandes emprendedores, quienes vieron en la fabricación de la vacuna el negocio del siglo y decidieron agenciarse la exclusividad y, por supuesto, con ella los enormes beneficios de este posible y trascendental descubrimiento.

En fin, la vacuna inexistente ya ha causado revuelo de plumas por aquí y por allá con la promesa de una inmunidad no garantizada y la cual ¡qué duda cabe! será tan cara como para resultar inaccesible a las capas pobres. Así las cosas, es fácil deducir cómo serán los meses futuros y quizá los años venideros mientras los gallos más gallos se siguen recetando todos los privilegios gracias a que tienen -y siempre han tenido- la sartén por el mango.

Las capas más pobres serán siempre las más desprotegidas.

elquintopatio@gmail.com

miércoles, 22 de abril de 2020

Trump y sus aliados regionales, entre los peores del mundo

Por Sergio Ortiz:

El presidente norteamericano y sus aliados de esta parte del mundo, del Cartel de Lima, están entre los peores gobiernos del mundo al enfrentar la pandemia.

Donald Trump es el mayor responsable político de la pésima performance norteamericana contra el Covid-19. Los números así lo cantan. Tiene la mayor cantidad de contagiados y de muertos, más que los fallecidos sumados de Italia, España y Francia. Ha recibido críticas por haber desfinanciado el sistema de salud e incluso suprimido órganos estatales que podrían haber jugado un buen papel en esta crisis.


Una vez que empezó la epidemia, el magnate estuvo lejos de preocuparse. Pensó que este drama dejaría en gran inferioridad de condiciones a China, su principal adversario mundial. La OMS declaró que la epidemia habría trocado en pandemia, el 11 de marzo, pero la Casa Blanca no tomó las medidas urgentes de cuarentena. El cretino pensaba con el bolsillo, con el suyo propio y el de las corporaciones más poderosas, que verían disminuir sus negocios en caso de cierres de actividades económicas.

Después ya fue tarde. EEUU quedó como el epicentro internacional de la pandemia. En vez de admitir sus culpas políticas y sanitarias, hacer autocrítica y relanzar medidas, Trump se dedicó a calumniar a China y a la OMS, a la que el 14 de abril cortó el aporte económico de 400 millones de dólares. Si alguien tenía alguna duda sobre el carácter criminal de su gobierno, ese cese del aporte a la Organización Mundial de la Salud la habrá disipado. Eso lo hacen los genocidas, que cometen delitos contra la humanidad. Trump lo hizo.

Una escuadra de presidentes latinoamericanos que siguen sus pasos hace sufrir a sus pueblos en proporción parecida a los afroamericanos, los latinos y en general a la población más humilde en EEUU.

Bolso nazi
Uno de los principales aliados en esta región es Jair Bolsonaro, que subestimó la enfermedad y se negó a tomar medidas apropiadas. Era una «gripecita» que ya iba a pasar. Los brasileños se bañan en alcantarillas y no se enferman. Esas frases tristemente célebres no salvaron a Brasil de ser el país con más contagios y muertes en la región.

Hasta el martes 14 tenía 23.830 enfermos confirmados y 1.355 muertos. San Pablo y Río de Janeiro eran las dos ciudades más afectadas, especies de Nueva York del subdesarrollo. El alcalde y el gobernador de Nueva York, y los de varios otros estados, entraron en colisión con Trump. También los gobernadores Wilson Witzel del estado de Río de Janeiro y Joao Doria, de San Pablo, chocaron con Bolsonaro. El ministro de Salud, Henrique Mandetta, estaba esperando el telegrama de despido del presidente.

Lo de Bolsonaro es provocador. En vez de cuarentena el tipo visita panaderías y negocios sin barbijo, saluda y se saca fotos con personas. Sigue pensando que el virus es un mariquita, a los que desprecia tanto como a los lulistas, negros, indígenas, mujeres, pobres, extranjeros, ecologistas, etcétera.

Cartel de Lima.
Entre los catorce países del Cartel de Lima armado por Luis Almagro y la administración Trump en el seno de la contagiada OEA, hay varios con mala nota.

Uno es el ecuatoriano Lenin «Kausky» Moreno. Durante 2019 y mucho antes de la aparición de los primeros casos en Wuhan, provocó una rebelión popular con su plan de ajuste, deuda externa, retrocesos de las conquistas sociales y represión a los ecuatorianos. Con esa receta de neoliberalismo extremo Ecuador colisionó de frente con el Covid-19.

En Guayaquil muchos fallecidos estaban en las calles: no habían tenido atención médica cuando conservaban vida y quedaban a la intemperie una vez muertos. Cero sensibilidades y cero aparatos sanitarios del gobierno. Eso sí, el traidor Moreno, tuvo tiempo e influencias para que su antecesor en el cargo, Rafael Correa, fuera condenado a 8 años de cárcel por supuestos sobornos a empresas privadas. Lo hizo sin pruebas, para impedirle presentarse como candidato en la próxima elección presidencial, en operativo similar al utilizado contra Lula da Silva.

El portavoz del gobierno, Jorge Wated, informó el 2 de abril que una fuerza de tareas conjunta de militares y policías había levantado 150 cadáveres en los últimos tres días en Guayaquil. Según diarios de Ecuador los cadáveres recogidos en la vía pública fueron 500 en la primera semana del mes.

Ese país tiene 7.529 casos confirmados y 355 muertos. Y el ministro de Salud Pública, Juan Carlos Zevallos, admitió que en los próximos días vendrá el pico más alto de la curva, sobre todo en Guayaquil, capital del estado de Guayas, donde los expertos médicos estiman que habrá entre 2.500 y 3.500 muertos.
Muertos de Piñera.

El Chile de Sebastián Piñera, otro de los socios plenos del Cartel de Lima, registraba hasta el martes 7.917 casos y 92 muertos.

La cuarentena no ha sido generalizada como en Argentina, sino parcial sobre determinados barrios de algunas ciudades. Por ejemplo, hasta el lunes 13 había seis barrios de la capital chilena con restricción, pero a partir de allí fueron liberados al tránsito y la actividad. Según la consultora Cadem, el 79 por ciento de la ciudadanía desaprueba ese levantamiento de cuarentena.

Pero el mandatario no es un sanitarista sino un empresario devenido político, y en su escala de valores está primero la obtención de plusvalía. Él se enojó mucho con la presentación que hizo su colega argentino Alberto Fernández, el viernes 10 de abril en una conferencia de prensa, reivindicando la performance de este lado de la cordillera.

El gobierno chileno contraatacó mediante su ministro de Salud, Jaime Mañalich, asegurando que su gobierno tiene la capacidad de testeo más alta de la región y que «hasta el 11 de abril se habían realizado 4.228 tests por millón de habitantes, un equivalente a 15 veces lo testeado por la Argentina, que está en el orden de 435 por millón de habitantes».

Algunos números son relativos y discutibles, pero ese ministro es indefendible. Está en contra de las cuarentenas: «El destino de esto es que toda la población mundial se infecte, no hay ninguna manera de evitarlo, a menos que exista una vacuna».

Los números chilenos son poco confiables porque hasta el 7 de abril el ministro contaba como enfermos curados a… ¡los muertos! Los incluía como «recuperados», porque «ya no contagian». Después del escándalo tuvo que dejar de contar los muertos como recuperados.

En la dolorosa estadística deben entrar los 33 muertos y 3.400 heridos, entre ellos 300 con pérdida de la vista por perdigones de Carabineros, durante la rebelión popular iniciada en octubre.
Así de enfermo terminal está el Cartel de Lima. ¿Qué espera Fernández para retirar a Argentina de ese peligroso club de amigos de Trump?
ortizserg@gmail.com

martes, 23 de julio de 2019

Narcotráfico, corrupción y FFAA



Por Juan Pablo Cárdenas S.:
En Chile hasta hace poco el narcotráfico y el consumo de estupefacientes no eran temas de mucha preocupación política. Nuestro país, se decía, a lo sumo sería solo un pasadizo de las drogas, pero hoy debemos reconocer que aquí se producen alucinógenos, se exportan al extranjero y los niveles de consumo, especialmente entre los más jóvenes, han llegado a superar el de muchos países de nuestra Región. Las lacras vinculadas al narcotráfico muestran dramáticamente sus efectos en los establecimientos escolares, los tribunales de justicia y las cárceles. Además de involucrar severamente a las poblaciones más pobres de las grandes urbes, aunque los recursos de este fenómeno sirvan para mitigar, muchas veces, nuestra arraigada y vergonzosa desigualdad social.


Solo esta realidad puede explicar que millones de chilenos condenados al salario mínimo puedan incrementar sus ingresos, subsistir y acceder a los servicios más básicos, aunque muchos de ellos sigan privados en sus derechos a la salud, educación y vivienda digna. Cualquier cálculo que se haga, indica que el sueldo promedio de nuestros trabajadores hace imposible solventar su adecuada alimentación, vestuario o trasporte cotidiano. Mucho menos, todavía, el de sus familias o el más mínimo acceso a las expresiones de la cultura, el deporte y la sana recreación. De esta forma es que los niños y adolecentes pobres descubren en el microtráfico la posibilidad resolver sus carencias. Más todavía cuando en nuestro país se reprime con tanta dureza el comercio ambulante, esto la posibilidad que tienen cientos de miles de familias de escapar de la miseria e, incluso, de ser enrolados por la droga.

El gobierno de Piñera ha dado el paso de incorporara a nuestras FFAA al combate del narcotráfico, especialmente en los numerosos puestos fronterizos del país. Una medida audaz que ciertamente puede tener su pro y contra, como ha quedado demostrado en México, Colombia, Argentina, Brasil y otros países como Estados Unidos. Se trata todavía de una propuesta por implementar que ya suma partidarios y detractores, cuando hasta aquí esta tarea ha sido acometida por las policías.

Lo que se teme es que los militares, como también ha sucedido en otras naciones, puedan ser corrompidos por los enormes y seductores poderes del narcotráfico y que este fenómeno termine desmoronando la pretendida probidad de nuestros institutos armados. Por diversas razones, hay chilenos mantienen confianza en la idoneidad de mundo militar, cuando es cosa de comprobar la cantidad de oficiales que están siendo procesados por corrupción en las distintas ramas de nuestra Defensa y seguridad. Como si no fuera también una expresión de su falta de probidad haber conspirado tantas veces contra nuestra institucionalidad y haber usado su poder y armas para matar a sus propios compatriotas, derribar gobiernos, organizar campos de exterminio y tortura. Junto con facilitarse toda suerte de leyes y condiciones de vida, ciertamente muy por encima de las que tiene la población civil. Sin que ello les haya exigido, como se sabe, más trabajo, estudios o meritos, aunque sean propiamente castrenses, cuando hace más de un siglo en que no tenemos conflictos bélicos con nuestros vecinos.

Como reza el dicho popular, podemos temer que incorporar a estos uniformados a la lucha contra el narcotráfico sería como “amarrar con longanizas a los perros más rabiosos”. Facilitar la acción de los carteles de la droga y masificar hasta en los propios regimientos el consumo de estupefacientes. Quizás sea más razonable partir desde cero con la organización de una policía antidrogas ad hoc, independiente de las labores militares y policiales, la cual pudiera reclutar conscriptos y jóvenes que escapen del mando militar y policial actual tan desprestigiado por sus acciones. Y por los horrores cometidos en el presente y el pasado.

Sin embargo, lo más importante de todo es cuidar de nuestras instituciones republicanas y la honorabilidad de sus integrantes. Las clases políticas aquí y en otros países han sido prácticamente las primeras en dejarse seducir por los poderes fácticos dispuestos a financiar sus partidos y competencias electorales. Como es el caso de tantos gobernadores y parlamentarios que han consolidado verdaderos narco estados en el continente; o como también ha sucedido con tantos jueces y tribunales cooptados por las redes delictuales.

Chile puede quedar mucho más expuesto todavía al poder del narcotráfico si sus autoridades e instituciones republicanas no recuperan la fortaleza e independencia que tuvieron en el pasado. Para hacer frente, por ejemplo, a la abusiva inversión extranjera en la que muchas veces se solapa la penetración de los narcotraficantes, como ya sucedió con las concesiones de carreteras y la instalación en Chile de un Amado Carrillo, el llamado Señor de los Cielos. Por cierto, con la complicidad de algunos políticos, jueces y policías. Asimismo, el sometimiento de nuestro país a tantos tratados de libre comercio, amén de debilitar nuestra soberanía y ceder nuestras riquezas básicas, puede ser un severo inconveniente en la posibilidad de evitar la inversión de capitales indeseables.

Ni pensar siquiera lo que podría suceder si el propio Ejecutivo, los legisladores y los tribunales siguen al arbitrio de un Tribunal Constitucional constituido como un supra poder por la Constitución de Pinochet. Entidad que se mantiene vigente en lo esencial y que, de verdad, muy pocos políticos quieren acotar en sus atribuciones, ante la posibilidad que, a su turno, sus referentes ganen el control del organismo. Dado que la integración de sus magistrados se cuotea políticamente, salvo las muy honrosas excepciones de algunos de sus integrantes.

El abultamiento de nuestro gasto militar, los ingentes presupuestos que se destinan a las FFAA, además del mismo sentido común, indican que el camino debe ser la disminución de su personal y la supresión de sus privilegios. Que se termine con el absurdo de que los uniformados cuenten con hospitales propios, un sistema de previsión escandaloso en relación al de los trabajadores del país y la eliminación de la llamada Justicia Militar, que lo que hace en la práctica es favorecer la impunidad de los delitos cometidos de los denominados “hombres de armas”. Qué más podrían querer los narcotraficantes que contar con “burreros” uniformados que pudieran, a lo sumo, ser llevados a las fiscalías militares y, eventualmente, a sus cárceles de lujo, como sucede actualmente en otros ámbitos del delito.

Siempre es conveniente revisar la experiencia de otros países al respecto, donde se comprueba que la represión militar a los traficantes de drogas, además de infiltrar a sus agentes, ha llevado a los carteles a dotarse expeditamente de las armas para hacer frente a la represión y sumar a los estragos del consumo de drogas los de la violencia, el narcoterrorismo y los crímenes más espeluznantes.

Es cierto que habría muchos militares o ex uniformados capaces de ejercer un notable servicio al combate de las drogas, pero ciertamente podríamos arriesgarnos a lamentar, mañana, una dócil sumisión de los militares al poder de los narco productores y traficantes. Por todo lo cual parece oportuno recordar que la mejor forma de combatir ésta y otras lacras es la justicia social, favorecer el empleo justamente remunerado, prohibir la extrema riqueza, ejercer una real soberanía sobre nuestro territorio y fronteras. No para cerrarles el paso a los inmigrantes que llegan con la ilusión de encontrar un trabajo digno, sino a tantos especuladores y delincuentes “de cuello y corbata” que vienen a empoderarse en nuestra geografía. Y que hoy, como tanto nos consta, tienen en jaque nuestros suministros más esenciales, como la luz y el agua potable.

juanpablo.cardenas.s@gmail.com

martes, 30 de octubre de 2018

Bolsonaro y el voto que vomita desde el hígado el fascismo sobre el Brasil


Por Rolando Prudencio Briancon:
Qué el fascismo esté creciendo; no sólo como una manifestación política, sino como una evidencia electoral -en la dimensión de que tal posibilidad se dé en el ejercicio de la libertad de elegir que expresen los electores- es preocupante; y no porque el fascismo después de la Segunda Guerra Mundial se pensó que era historia -aunque nunca se incurriese en la ingenuidad de que históricamente era un trauma superado-, sino que lo preocupante es que hoy existan gobiernos abiertamente declarados fascistas que ya han llegado al poder.

 Y los casos a los que me refiero son concretamente dos. En los EE.UU., el caso de la victoria de Donald Trump es uno de ellos, y lo es por todas las políticas que ha aplicado -o ha anunciado hacerlo- hasta el día de hoy, como son: La construcción del Muro contra los migrantes, las políticas antiinmigrantes, el retiro de los acuerdos climáticos, el retiro de la UNESCO, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, o la abusiva y cobarde -una de las características de los fascistas- de enjaular a niños, como el caso de los migrantes; en fin todas las políticas que el gobierno de Trump, son netas de un neofascismo floreciente.

El caso de Jair Bolsonaro es también de racismo rampante por toda la intolerancia que ha reivindicado contra la gente de color, mujeres, los pobres de las favelas del Brasil -quienes fueron por los que Lula luchó- los migrantes, etc. Vale decir que Bolsonaro, al igual que Trump han tenido éxito en construir al enemigo que es lo que la ha dado el éxito que han obtenido. Y claro la construcción de ese enemigo, ha estado muy bien trabajado a partir del uso de las nuevas tecnologías de la (des)información, que han logrado a través de las Noticias Falsa (Fake News), que el electorado mayoritario vote por su verdugo.

Claro que nadie va falsear también la realidad también negando que han habido otras razones por las que electorado brasilero votó por Bolsonaro, y son aquellas que tiene que ver con el desgaste del P.T., por hechos de corrupción que lo han vinculado al propio Lula, generando lo que en los procesos electorales se traduce en el voto castigo contra el P.T.

Vale decir que los brasileros votaron con el hígado, con sus miedos, sus fobias; lo que ha estado además influenciado la incidencia impostora de la Noticias falsas sobre sus conciencias.
Así que el voto por Bolsonaro no es sino es el vómito del fascismo que cae sobre los brasileros que votaron por su verdugo.         

prudenprusiano@gmail.com

sábado, 14 de abril de 2018

Colombia: A 70 años del asesinato del líder Jorge Eliecer Gaitán


Por: Tony López R.:

El 9 de abril de 1948 a las 13:05 horas de Bogotá, Colombia, fue asesinado el líder liberal y antiimperialista  Jorge Eliécer Gaitán, hoy se cumplen 70 años de aquel magnicidio.
La verticalidad, su incorruptible honestidad  y el ejemplo de su conducta lo habían marcado desde que defendió valientemente a los obreros de las  explotación de las bananeras gringas en la costa atlántica, hasta el enfrentamiento y la cruzada política en contra del gobierno liberal del presidente Alfonso López Pumarejo, (1934-38) cuya llamada “Revolución en Marcha”, Gaitán la llamó  “Una Revolución de Papel y Cartulina”.  Gobierno que había prometido un Reforma Agraria que terminó engañando a los campesinos pobres y favoreciendo a los grandes latifundistas.



Desde entonces, el líder liberal había logrado una gran simpatía no solo en la militancia liberal, también en sectores humildes que aunque decían ser conservadores, su nivel de ignorancia y analfabetismo político y educacional le confundían los discursos politiqueros de ambas orillas: liberales y conservadores. No debe olvidarse que el Partido Conservador detentó el poder en Colombia desde 1886 hasta 1934 cuando gana la presidencia Alfonso López Pumarejo.

La década del 40 fue muy peleada en la interna liberal, “el negro” como solían decirle a Gaitán, arrastraba mucha simpatía en los sectores humildes de la militancia liberal, y su discurso radical preocupaba a los sectores aristocrático y oligárquicos en la dirección del Partido Liberal, y por ello favorecían a Gabriel Turbay Turbay un culto y potable candidato para enfrentar al conservador Mariano Ospina Pérez, es así como con un grave error de la izquierda colombiana, que apoyó a Turbay, Jorge Eliecer Gaitán pierde la oportunidad de acceder a la presidencia de Colombia.

Diversos fueron las versiones de su asesinato, incluyendo una conspiración internacional comunista donde vinculaban a los jóvenes cubanos Carlos Ovares y Fidel Castro,  presidente de la FEU  y  de la Facultad de Derecho  respectivamente,  nadie con sentido común creyó esa historia.  El asesinato de Gaitán fue eminentemente político por su frontal enfrentamiento contra el gobierno de Mariano Ospina Pérez y responsabilizar al Estado y a la oligarquía con el genocidio, que desde 1946 se cometía contra la población liberal y conservadora.

No debe dejar de tomarse en cuenta la coyuntura política internacional  y el escenario bogotano en aquel momento: era el comienzo de la “guerra fría”  y se estaba desarrollando en  Colombia la IX Conferencia Panamericana, que abriría las puertas a la creación de la OEA,  instrumento político que requería Estados Unidos para justificar sus intervenciones políticas y militares en la región.  Era el momento donde se debatían temas tan cruciales como la independencia de Puerto Rico, la devolución del Canal de Panamá, la denuncia contra el dictador Trujillo en dominicana y la Devolución a la Argentina de las Islas Malvinas. La descollante figura de Jorge Eliécer Gaitán era una preocupación del imperio, al cual ya había enfrentado valientemente en la década del veinte. Colombia era y es una pieza clave para Estados Unidos, en su política de dominación en nuestra región y especialmente en Suramérica,  no podía perderse la oportunidad de eliminar semejante adversario.

De hecho también lo fue, el  seguro triunfo electoral de Gaitán para ocupar la presidencia de la Republica, su prestigio, autoridad, honradez, ética y patriotismo había calado en el pueblo colombiano y se había demostrado en su convocatoria a la “Marcha del Silencio” celebrada el 7 de febrero de 1948 en la Plaza Bolívar,  en la que participaron miles de colombianos.

Su discurso conocido como la “Oración por la Paz”, era él mensaje claro de lo que sería su gobierno,  combate a la pobreza, desigualdad,  elitismo,   justicia social, integración, dignidad y respeto a la soberanía e independencia de Colombia, y una muy clara posición antiimperialista. Con todo su rico historial político en el Partido Liberal, defendiendo con firmeza esas posiciones,  Gaitán había firmado su condena a muerte que él no creía, el solía decir:  “La oligarquía colombiana no me mata, porque sabe que, si lo hace, el país se vuelca y pasarán muchos años antes de que las aguas regresen a su nivel normal”.  Y tenía razón y visión estratégica, aún las aguas no regresan a su nivel normal.

Al cumplirse 70 años de su asesinato, Colombia aún, desde 1946 y hasta la fecha ha venido padeciendo de una injustificada violencia que promueve y sostiene firmemente la oligarquía colombiana y que aún en este 2018 sus promisorias palabras y sus firmes ideas democráticas y libertaria se pueden apreciar hoy más que nunca, con todo lo que acontece en la sufrida Colombia con una guerra fratricida y cual oráculo,  dejo muy claro en su mensaje  un 13 de abril de 1947 cuando el  gran líder y profeta colombiano dijo:

“Pueblo de todos los partidos: ¡os están engañando las oligarquías! Ellas crean deliberadamente el odio y el rencor a través de sus agentes, asesinando y persiguiendo a los humildes, mientras la sangre del pueblo les facilita la repartición de los beneficios económicos y políticos que genera tan monstruosa política”.

"... No me importan los partidos. Combato al país político, a esa pequeña casta insensible de los hombres que necesitan embajadas y ministerios y negocios con el Estado, que comprenden con claridad que la única manera de tener esas influencias, de enriquecerse a la sombra del gobierno, es provocando el odio y la violencia entre los colombianos”... “Todo esto es una inmensa farsa”. Fin de la cita.

Esta profunda y real reflexión de Gaitán refleja muy claramente el actual escenario político, económico y social colombiano. Tal vez mucho más grave que en los años cuarenta, porque hoy son aún mucho más dependiente de un imperio voraz, que ha empobrecido al campesinado y a la pequeña y mediana industria. Y lo más sensible, van rumbo  no solo a incumplir los Acuerdos de Paz, sino a modificar y  aplicar la justicia, que ellos consideran eliminará la impunidad, o sea solo a los desmovilizados de las FARC, y no tocar ni un pelo a quienes han ahogado en sangre y pobreza ese hermano país,  así lo han declarado impudicamente los candidatos del Centro Democrático y Cambio Radical  Iván Duque y Germán Vargas Llera,  si logran la Presidencia.

(*)  Periodista, politólogo y analista Internacional.
jorgarcia726@gmail.com

sábado, 2 de septiembre de 2017

Los terratenientes del agro argentino tienen libertad para sembrar el horror.

Por Norma Estela Ferreyra:

Nadie puede negar, ni ocultar, que Argentina, México y España fueron elegidos como laboratorios experimentales de la multinacional Monsanto, exponiendo a los pueblos a sus fertilizantes y herbicidas muy tóxicos, como el glifosato, que se abrió paso en el mundo, a fuerza de engordar la billetera de quienes podían ponerle frenos.  Y no hubieron científicos ni médicos, que pudieran evitar las consecuencias, o tal vez, hubo algunos, que no fueron escuchados y que, inmediatamente, eran refutados por semejante pulpo empresario que pisaba fuerte en todos los países del mundo. Así, los organismos estatales, que debían analizar los tóxicos e informar a quienes les correspondía prohibirle a Monsanto que vendiera químicos que resultaban nocivos a largo y a corto plazo, para quienes trabajaban con ellos y los fumigaban, incluso, para la misma naturaleza, su tierra, su fauna, su flora y sus habitantes, que consumían esos productos transgénicos, varias veces fumigados y envenenados de tóxicos.


Incluso, los médicos que comenzaron a hablar de las enfermedades que iban apareciendo con el correr del tiempo, fueron silenciados. Gran cantidad de ganado aparecía muerto y el silencio se imponía.  Imagino que los presidentes, recibían informes falsos y no fueron debidamente asesorados, porque el dinero que ofrece la Multinacional es siempre muy tentador, tanto para los entes como para las personas que debían analizar y aprobar esos productos. Estamos, sin dudas, frente a un delito contra la humanidad, por someter a los ciudadanos a una experiencia como ésta, que deriva en cánceres, en enfermedades desconocidas  y en permitir que la ciudadanía consuma, como actualmente lo hace, productos con químicos que envenenan su cuerpo y que deterioran su salud, especialmente, la de los niños y ancianos.

Es tan poderoso Monsanto, que ningún país lo puede sacar, una vez que se instala. Pero ahí no termina todo, porque tanto los fertilizantes, como todos los productos que vende la empresa, tienen uso intensivo y sin límites. Y eso es responsabilidad del gobernante, o sea, del  presidente. ¿Por qué?

Porque más allá de lo mal  que le que estén informando, siempre está la duda, frente a los resultados que trascienden en el mundo, ya que los productos de dicha  Multinacional y de otros laboratorios, que surgieron para terminar con el hambre de los países pobres, hoy sabemos que están dispuestos a exterminarlos, simplemente, porque hay gente que está  de más, que se exilia de los países con hambre, miseria y que cruza fronteras para buscar trabajo o bienestar y por eso, resultan molestos a las personas que pertenecen al mal llamado primer mundo. Qué yo llamaría  mundo criminal y genocida de la superpoblación planetaria, donde todo parece estar permitido.

Y hablando de los laboratorios en general, bueno es recordar que los farmacéuticos, han elaborado cerca de una veintena de vacunas que deben colocarse a un bebé, al poco tiempo de nacer y que ponen en peligro su vida, ya que en su mayoría, son vacunas sintéticas. Así como  antidepresivos, antidiabéticos, anti colesterol, etc. que se destinan para lo mismo o sea para disminuir la superpoblación. Y muy especialmente, en los dos extremos de la vida (niños y ancianos) que resultan poco convenientes para el liberalismo salvaje, despiadado y criminal, que necesita esclavos que trabajen muchas horas y que les den ganancias. Y existe una labor coordinada que genera mucha ganancia. Hacen muy buen equipo, por un lado, Monsanto que con sus tóxicos enferma a la población y por el otro, la mafia de la Industria farmacéutica que produce remedios para apaliar los efectos, porque curar, lo pongo en duda.

Pero volviendo al agro de mi país, cuyos terratenientes viven llenos de lujos en las grandes ciudades y explotan sus campos a través de serviles lacayos, que no se dan cuenta de que arriesgan la vida, por unos pocos pesos, para que sus patrones estancieros, ganen mucho dinero y disfruten de viajes placenteros por el mundo, porque son ricos  y especulativos, que guardan el grano para cuando valga la pena venderlo y lo acumula en silos metálicos o en bolsas, donde deberá fumigarlos tantas veces como sea necesario, para no perder nada de la producción.

Poco cuidan de la salud de quienes trabajan, que por lo general ignoran las consecuencias futuras de ese trabajo insalubre que, además, extermina la fauna, la flora, malogra la tierra por los monocultivos, la deforestación y mata a la población aledaña a corto plazo o a largo plazo a los consumidores de esos productos tratados con fertilizantes y pesticidas de alto poder contaminante y con las consecuencias ya conocidas aunque no admitidas, ni por la Multinacional ni por quienes las dejan operar en el territorio.

Y no sólo los dejan operar, sino que no  ponen límites  ante las consecuencias de  las fumigaciones. Porque debemos tener claro que esos productos no pueden estar en manos de los terratenientes ni productores. Las fumigaciones las debería realizar un ente estatal responsable y por única vez, con los cuidados  necesarios (Cobrando ese servicio al productor)  Eso evitaría el descontrol abusivo que ellos hacen de esos tóxicos, con  muchas aplicaciones innecesarias y muy nocivas. Repito, no se deberían vender esos  productos fertilizantes y plaguicidas en forma directa sino, en todo caso, ser aplicados por organismos responsables. Lo digo para evitar el abuso indiscriminado, pero sin intentar  justificar el uso de esos productos tóxicos, que deberían prohibirse directamente.

La responsabilidad de que se permita el ingreso de estos contaminantes peligrosos y de que se apliquen libremente es, sin dudas, del Estado Nacional, que permite también a las mineras, a las potabilizadoras de agua y a muchas otras empresas, ganar dinero a costa de la salud de su pueblo. A quien le quepa el sayo, que se lo ponga, dicen los criollos argentinos y desde hace años, estamos esperando que alguien tome la iniciativa de reconocer el terrible error de haber permitido tal situación. Por otra parte, se  inunda la tierra por su impermeabilidad debido al monocultivo que no se controla, la desforestación y el abuso de estos químicos tóxicos, lo que se extiende a las grandes ciudades. Ignoro lo que sucede en México o en España; pero no creo que sea distinto a lo que pasa en mi país. Niños enfermos de cáncer, otros con manchas en toda la piel y tantas enfermedades graves y deformaciones que nunca antes se vieron y que son fruto de todo este experimento neoliberal, capitalista, impiadoso, que nuestros gobiernos lacayos permiten. La reciente decisión de la OMS de clasificar el glifosato como “probablemente cancerígeno” reactivó la polémica sobre las fumigaciones para erradicar cultivos ilícitos. Un riesgo adicional a los daños, que el uso intensivo del herbicida puede causar en la salud humana y  que han sido ampliamente documentados, aunque sin dudas, no han sido tenidos en cuenta a la hora de las decisiones presidenciales de los países que lo sufren.
VER: https://www.facebook.com/AnnurTV/videos/1650595931648824/

normaef10@hotmail.com