Más dudas sobre limpieza de elecciones en Bolivia Ayer los
portales informaban que el MAS denunció al Tribunal Electoral por prohibir la
candidatura de Evo Morales a senador. Más dudas sobre las urnas del 3 de mayo.
Es raro que medios tan distintos en su orientación política,
como Infobae y Clarín de un lado, y Página/12 por el otro, coincidan como ayer.
Todos publicaron que “El Tribunal Electoral de Bolivia inhabilitó a Evo
Morales” y que “El MAS denunció que inhabilitaron la candidatura de Evo
Morales”.
Algunos citaban al diario boliviano El Deber, quien aseguró
que los vocales del Tribunal Supremo Electoral darían a conocer los argumentos
de tal decisión. Sin negar que esa haya sido la medida adoptada, el presidente
del TSE, Salvador Romero, aclaró que “hasta el momento no ha tomado ninguna
decisión sobre ninguna candidatura que está sometida a este proceso de
impugnación e inhabilitación”, según el medio boliviano Los Tiempos.
¿Cuál podría ser la razón para que el MAS inventara una
noticia bomba que explota en el corazón de su proyecto electoral y su líder
máximo? No hay motivo para una eventual irresponsabilidad como esa.
En cambio, son muchos los elementos para pensar que esa
proscripción ha sido decidida, sólo que la dictadura de Jeanine Añez y sus
operadores electorales, como Romero, buscan ganar tiempo para justificar otro
golpe contra el mayor dirigente popular y candidato a senador por el
departamento Cochabamba.
Entre esos antecedentes están el golpe de Estado que dieron
el 10 de noviembre pasado, con una represión ilegal que provocó 36 muertos y
mil heridos. El presidente depuesto y su vice, Álvaro García Linera, salvaron
sus vidas gracias a los mandatarios de México y Argentina, en ese orden.
Muchos exfuncionarios del MAS, además de los nombrados,
debieron exiliarse para salvar sus vidas y siete permanecen en la embajada de
México.
El plenario del MAS-IPSP (Instrumento Político para la
Soberanía de los Pueblos) realizado en Buenos Aires el 19 de enero pasado
decidió su fórmula: Luis Arce y David Choquehuanca. El primero recibió -
inmediatamente después de bajar del avión en su país- una notificación para
declarar como imputado de delitos, a primera hora de la mañana siguiente. Se lo
contó a Gustavo Veiga, de Página/12.
Peor suerte corrió Patricia Hermosa, cuando fue a registrar
la candidatura a senador de Evo. Fue detenida con toda la papelería que
portaba, para impedir la inscripción. Otro apoderado, Wilfredo Chávez, pudo
hacer el trámite mediante un ayudante y debió asilarse en la legación argentina
en La Paz.
“A mi apoderada le quitaron todos los documentos para que no
pueda ser candidato. El plan que tiene la derecha golpista es proscribir a
nuestro partido. Fracasaron”, acusó Evo en un reportaje radial con Víctor Hugo
Morales.
Por las noticias conocidas ayer, está por verse si la
derecha boliviana fracasó en la proscripción, como decía Evo el 4 de febrero.
Junto con él habría sido inhabilitada la candidatura a senador por Potosí del
excanciller Diego Pary.
Errores de la derecha
La ultraderecha en Bolivia vino cometiendo varios errores
políticos muy gruesos de cara a las elecciones del 3 de enero.
Está aplicando un plan económico muy lesivo a los intereses
de trabajadores, campesinos y pueblos originarios, o sea millones de bolivianas
que votan en enero.
El diario Granma publicó que “el 11 de febrero eliminaron el
pago del bono Juana Azurduy, creado en 2009 por el líder aymara para beneficio
de mujeres embarazadas, madres y menores de dos años. Desde su creación y hasta
2018, fueron beneficiadas 2.064.224 madres y menores de dos años con el bono,
lo que demandó una inversión de más de 164 millones de dólares”.
El presidenciable Arce alertó que los trabajadores de la
construcción salieron a la calle para protestar porque tienen impagos dos meses
de salario. El Estado ha paralizado proyectos como el del Tren Metropolitano y
una central nuclear con el grupo ruso Rosatom.
Esas medidas de ajuste hacen que en la memoria colectiva
resplandezca el modelo de crecimiento con Evo y Arce, su ministro de Economía
entre 2006 y 2017, y de enero a noviembre de 2019. Ahora va en fórmula con el
excanciller Choquehuanca (2006-2017).
Encima la ultraderecha se presentó dividida porque el 3 de
febrero, al cerrarse la inscripción de candidaturas, había siete fórmulas
diferentes a la del MAS-IPSP. Incluso la presidenta de facto, Áñez, estaba
anotada, igual que Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho, el surcoreano Chi Hyun
Chung y otros.
Eso daba mayores chances de ganar a Arce en primera vuelta,
para lo que necesita el 40 por ciento y una diferencia de diez puntos respecto
al segundo. Es lo que Evo había logrado en las elecciones cuestionadas de
“fraude” por un informe sesgado de la OEA, donde sólo figuraban observadas 226
actas de escrutinio sobre un total de 34.000.
Una encuesta de Ciesmori, encargada por el diario El Deber y
el canal de TV Unitel, sobre 2.224 personas, de los nueve departamentos, arrojó
a mediados de febrero que Arce tenía el 31,6 por ciento de intención de voto,
contra el 17,1 de Mesa y el 16,5 de Áñez. El MAS viene en ascenso, porque la
encuesta de enero, de Mercado y Muestras, para el diario Página Siete, le daba
26 por ciento.
Dentro del espectro derechista el primero en reaccionar fue
Camaño, factor golpista número 1 en noviembre. Dijo que había un grave riesgo
de que Morales volviera al poder y había sido un error la multiplicidad de
candidaturas. Ofreció bajar la propia y pidió a los demás consensuar sólo una.
No será fácil que la derecha y ultraderecha puedan hacer una
fórmula única, pero lo van a intentar y sería un riesgo grande porque podrían
ganar en mayo. Si no lo logran, las encuestas recién citadas dicen que en
segunda vuelta Arce puede ganar por décimas a Mesa, pero perder ante Áñez.
Son encuestas, tan falibles como se ha demostrado en tantas
elecciones, pero no se pueden ignorar. A Evo quisieron forzarlo a perder en una
segunda vuelta, denuncia de fraude de por medio, y al final lo sacaron a los
tiros. A Arce pueden hacerle la misma doble trampa: forzarlo al balotaje y en
última instancia darle otro golpe, con similares justificativos falsos.
La idea de Áñez y de la restablecida embajada norteamericana
en La Paz es amputarle al MAS-IPSP su figura más popular, Evo. Y a Arce,
ganarle en una segunda vuelta. Ese es el Plan A. Si eso falla, el Plan B sería
un revival de noviembre.
El golpista Comité Cívico de Santa Cruz ya decidió que si
habilitan la candidatura de Morales comenzarán un “paro cívico por tiempo
indefinido”.
En cambio, la senadora Adriana Salvatierra, del MAS, negó
que impulsen protestas: “no sé habló, en ningún momento, de movilizaciones sino
en un estado de atención respecto cómo trabaja el TSE”. Unos sacan el garrote
vil, otros confían en la ley...
ortizserg@gmail.com
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