Por Manuel Humberto Restrepo Dominguez:
¿Arderá el pais como arde Paris? ¿El pedido de dimisión al
presidente macron serà seguido por las protestas antisistema en América Latina,
incluida Colombia? Las agendas sociales, que encabezan los estudiantes
universitarios, que ya congregan a indígenas, y campesinos, terminarán por
pedirle la dimisión al gobierno que cree que todo está bien, ¿aunque sabe que
todo está mal? La independencia de hace 200 años, que nunca se completó se
forjò con rabia contra los impuestos, desilusión por la traición a los pactos y
el cansancio al poder colonial, lo mismo parece retornar hoy, se lucha contra
los impuestos, la paz traicionada y la resistencia al poder neocolonial. Lo que
dice el gobierno no es creíble, nada concuerda con lo que la gente espera y
resulta imposible codificar racionalmente lo que dice por estar atado a
pasiones y engaños.
La alianza de gobierno propone subir salarios y al descuido
el presidente sube impuestos, cuando habla de paz su partido destruye los
mecanismos de justicia. Cada verbo resulta contrario a lo que pide la gente. La
ley fue despojada de su significado original y el derecho penal mediatizado y
utilizado para intimidar a unos y dar impunidad a otros. En todo hecho y
decisión prima el interés de los dueños del país, que alternan como políticos o
empresarios, aunque son las caras de la misma moneda que cosifica y pone precio
a todo a su alrededor. El cuestionado consenso de la alianza de gobierno
castiga económicamente a la sociedad con leyes alcabaleras y luego la llama a
aplaudir su populismo punitivo seleccionando delincuentes.
El control político del estado y sus instituciones lo hacen
las mismas elites tradicionales, responsables directas de los faltantes
económicos, la postración de la democracia, la eliminación de la universalidad
de la justicia y la persecución y eliminación de críticos y opositores con
apoyo de los medios que desinforman y suplantan a la opinión pública.
Los anuncios de la alianza en el gobierno parecen insultos,
sus mas asiduos militantes niegan la historia, abominan la diversidad y la
diferencia, odian a sus adversarios, descalifican, estigmatizan, ofenden al
pensamiento, aborrecen la racionalidad y se jactan de ser así y de saber
manipular el ambiente social, dejándole mínima capacidad de maniobra al estado
para defender la vida, porque siempre hay una mayor ideología corrupta que lo
penetra e impide. Cuando habla el gobierno no genera credibilidad, sus
justificaciones adolecen de conexiones conceptuales, entre inteligibilidad,
racionalidad y veracidad. Incumple pactos, niega conflictos y responde a
ninguna situación ajena a su propio interés, bajo la pretensión de que su poder
es infinito, sin límite ni obligaciones y precede sus anuncios con amenazas de
violencia, ejércitos y más muertes y daños evitables.
La ley justa, permanece bloqueada por el poder y la
impunidad favorece las violaciones y negaciones a derechos humanos, lo que ha
concitado el interès de la Corte Penal Internacional y exclamaciones de las
Naciones Unidas ante el horror de la sistemática e imparable persecución y
asesinato de líderes sociales, mientras el gobierno apenas ofrece normas
carentes de lógica y sentido, que ofenden y empujan a mantener la protesta
social, que avanza hacia una agenda común, con la que la sociedad, cansada de
las elites y su política de terror, del acoso del estado y de las maquinarias
de poder contaminadas de clientelismo y corrupción, se juegue su futuro
radicalizando sus demandas y promoviendo la dimisión del gobierno, que no la
tiene facil para recuperar su credibilidad perdida y deshacerse de raìz de sus
vínculos con la clase política responsable de la quiebra política del estado.
El panorama de baja o
nula credibilidad al gobierno impulsa y fortalece la capacidad de las
movilizaciones sociales que de no ser atendidas y entendidas, podrán hacer
arder al país como lo hacen en parís los obreros de chalecos amarillos, que ya
incluyeron en su agenda la dimisión del gobierno. En Colombia, los oídos sordos
y la displicencia de la alianza de poder alientan el despliegue de acciones de
soberanía y democracia en las calles, que con protestas, asambleas y paros, se
aproximan a la huelga general y el llamado a la dimisión del gobierno.
Pedir la dimisión del gobierno es cosa de invocar el derecho
de resistencia ante la tiranía, heredado de las revoluciones francesa y
americana, para permitirle constitucionalmente a los derechos humanos salirse
del marco normativo y servir de herramienta de resistencia directa, sin acudir
a la ley o ponerse al margen de la ley, no por apología a la ilegalidad, sino
porque la justicia permanece bloqueada por el poder y resulta inevitable
incorporar en la agenda social otras formas de justicia y legitimidad que
configure otros poderes, orientados a devolver la democracia a su lugar y así
festejar en 2019 (año del bicentenario de independencia) el año de una segunda
independencia, que ya ha enviado múltiples mensajes de urgencia pidiendo
atención a las reivindicaciones sociales, y no ha encontrado respuesta, lo que
tiende a nutrir la protesta de mediano plazo con el apoyo político latente de
ocho millones de inconformes partícipes de la confrontación electoral última y
quizá también de miles de inmigrantes desencantados de las promesas incumplidas
y los miles de víctimas otra vez olvidadas y negadas.
P.D. 1. La inviabilidad del sistema global de destrucción de
lo público, muestra que los 14 billones que el gobierno dice que faltan para
sostener las finanzas del país, son exactamente iguales a las ganancias por 14
billones del sector financiero, que adicionalmente recibe transferencias,
reducción de impuestos, exenciones y otras contraprestaciones. 2. La
movilización universitaria completo 60 días en las calles y bloqueos en las 32
universidades públicas y 20 instituciones más, tratando de impedir la
destrucción de la educación pública , pero el gobierno y la alianza de poder
parecen ajenos, preocupados por dilatar, fracturar, negar y violentar, que por
resolver, al tiempo que crecen los escándalos por ministros cuestionados,
nombramientos equivocados, crisis de gobernabilidad, paros nacionales y una
libreta da correría presidencial para tratar de decir que todo está bien.
mrestrepo33@hotmail.com
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