sábado, 15 de diciembre de 2018

EEUU como el Titanic se hunde mientras Rusia despega el bombardero T160 a Venezuela.


Por Rolando Prudencio Briancon:

No sé si como paradoja servirá el ejemplo que mientras la hegemonía de los EE.UU., está más cada vez en picada, la emergencia de la hegemonía rusa está en despegue. Esa es tal vez la razón por la que el establishment estadounidense tomó la decisión de elegir -aunque ¡ojo! Donald Trump perdió por más de ¡3 millones de votos!, frente a Hillary Clinton- a un show-man como Trump, para que el efecto en el imaginario de la hecatombe de la hegemonía estadounidenses, justifique que un político improvisado como Trump -al margen de sus cualidades personales de arrogante, provocador, ignorante- sea la excusa para explicar que EE.UU., ya no es la potencia unipolar; o sea que existen otras que le disputaran ese sitial.


Así es como hasta el día de hoy casi todas las políticas anunciadas por Trump han chocado contra la realidad, sin poder ponerlas en práctica hasta el día de hoy, como el caso de la construcción de Muro en la frontera de México, o en otras en las que si bien el puesto en marcha, le ha sido contraproducentes sus efectos, dejando pendiente su aplicación, y tal vez tener así la coartada para justificar su fracaso. Aunque se debe reconocer que aquellas medidas que las ha impuesto a rajatabla, ha sido reconocer a Jerusalén como capital Israel, y que ha sido por el poder del lobby sionista-norteamericano que es el que inapelablemente manda en EE.UU.

En cambio en el caso de Venezuela, que no es cualquier nación; sino que es la cuna del libertador Simón Bolívar, y sobre la que pende como una espada de Damocles el decreto que declara a Venezuela una amenaza para los EE.UU., Trump no ha pasado de lanzar amenazas; y que ahora además ha sido enfrentada con el reciente convenio y acuerdo militar, que según el ministro de defensa, general Vladimiro Padrino López, han llegado aviones de  transporte armas nucleares como el bombardeo Tu-160, el transportador An-124, y el avión de largo alcance IL-62. Vale decir que soberanamente Venezuela ha hecho uso de su derecho a la legítima defensa de su integridad y dignidad nacional.

Así que ahora Venezuela se ha convertido en la piedra de choque; o más concretamente en el iceberg, con el que ha chocado el Titanic estadounidense, que empieza a hundirse, mientras Rusia despega sus aviones bombarderos para defender la patria del libertador de América.

 prudenprusiano@gmail.com

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