Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:
La humanidad nunca había estado tan cerca como ahora de una
nueva guerra mundial desde la crisis de los misiles en Cuba en 1962, sin
embargo entre un hecho y el otro hay una diferencia sustancial, en aquella
ocasión había evidencia de la presencia de cohetes soviéticos en la isla, y en
ésta, todo surge de una fabricación mediática y de organizaciones interesadas
en mantener el conflicto como vía de autofinanciamiento y lucro, lo cual, fue
utilizado por los enfebrecidos sectores de la ultra derecha que ostenta el
poder en Estados Unidos como justificación para colocar al mundo en vilo y al
borde de decisiones de impensables consecuencias.
En esto influye no solo el temperamento cambiante, la superficialidad
e irresponsabilidad del jefe imperial, también el de su entorno que pretende
manejar el mundo a partir de su talante mafioso y bajo los dictados de su
ambición hegemónica. Veamos: en su comparecencia ante el Congreso de Estados
Unidos, al referirse al tema, el Jefe del Pentágono James Mattis, aseguró que
"Ha habido varios ataques de este tipo. En muchos casos, usted sabe que no
tenemos tropas, no estamos involucrados en el terreno allí, así que no puedo
decir que tuviéramos pruebas, a pesar de que contáramos con muchos indicios de
medios y redes sociales de que se usó cloro o sarín", con lo que confirmó
la fuente de donde se ha obtenido la información respecto a los supuestos
ataques químicos. Al igual que Gran Bretaña en el caso de los espías rusos
envenenados, Estados Unidos se ha negado a una inspección internacional por los
organismos autorizados de Naciones Unidas, con ello además, se le da un golpe a
la credibilidad de la estructura internacional garante de la paz en el planeta,
creando un peligroso precedente en esta materia.
Desde otra óptica, Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos
ante la ONU aseguró que se había llegado a un momento en que el mundo (es decir
Estados Unidos y la OTAN) deben hacer justicia. Haley afirmó que “la historia registrará
éste como el momento en que el consejo de Seguridad cumplió con su deber o
demostró su completo fracaso para proteger a Siria” y concluyó con su ya
habitual amenaza “De cualquier manera, Estados Unidos responderá”. En palabras
entendibles quiso decir que no le importaba en lo más mínimo la opinión de la
ONU y de los miembros del Consejo de Seguridad. Estas opiniones, no son más que
la configuración modernizada de la Doctrina Bush: “O están con nosotros o están
con el terrorismo”, que sirvieron para dar inicio a la guerra en Afganistán que
ya dura 17 años, sin que Estados Unidos haya podido conseguir la victoria y si,
un aumento de la producción de opio en el país centro asiático, que llegó a
crecer un 87% en 2017.
El paraguas protector de estas declaraciones vino dado por
el propio Trump quien con su habitual retórica banal y frívola se permitió
amenazar a Rusia. Al referirse a los misiles que lanzaría contra Siria alertó:
¡Prepárate, Rusia, estarán llegando, bonitos, nuevos e inteligentes! Para echar
más “leña al fuego”, el director de la CIA Mike Pompeo, en su comparecencia
ante el Congreso, en la búsqueda de su ratificación como secretario de Estado
aseguró que: “En Siria, hace unas semanas, los rusos fueron castigados.
Murieron un par de cientos de rusos”.
Dígame usted amigo lector, si no es sumamente peligroso que
la humanidad esté en manos de este grupo de mafiosos para quienes el único
valor respetable es la obtención de lucro a cualquier precio y en cualquier
lugar del mundo, entendiendo que la mejor forma de lograrlo es a través de la
exportación del modelo neoliberal y de democracia representativa
estadounidense, para lo que cuentan con la OTAN como principal instrumento de
imposición.
En el caso de Siria, ¿a quién se le puede ocurrir que un
gobierno y un ejército victorioso que han derrotado al terrorismo con la ayuda
de sus aliados internacionales, quiera utilizar armas de destrucción masiva
contra un enemigo prácticamente derrotado y confinado a escasos rincones del
país, solo protegidos por Estados Unidos y Turquía? Hay que recordar que esa
práctica de atacar a un enemigo derrotado, es también parte de la doctrina
militar estadounidense cuya habitual cobardía, los llevó a lanzar dos bombas
atómicas contra ciudadanos inermes, destruyendo las ciudades de Hiroshima y
Nagasaki en Japón, en agosto de 1945, cuando el emperador estaba rendido y solo
negociaba su permanencia en el trono. El dicho popular refiere que “todo ladrón
juzga por su condición”
En otro ámbito, toda esta parafernalia ha servido como
justificación para la suspensión de la participación de Trump en la Cumbre de
Lima, toda vez que el presidente debió quedarse en el país por los preparativos
que Estados Unidos está haciendo para un eventual ataque militar a Siria y para
“vigilar los acontecimientos globales”, según informó su vocera
.
Los medios de difusión hablan preeminentemente de este tema,
por las posibles repercusiones que pueda tener para la paz mundial, pero
también por las razones reales que pueda haber tenido Trump para desistir de
participar en la Cumbre. A esto se le dan varias interpretaciones: en primer
lugar los problemas que está enfrentando internamente. Se sabe que Trump está
indignado por el allanamiento del FBI a la oficina y residencia de Michael
Cohen, su abogado personal. En este caso, no se trata de investigar sobre
“fantasmas rusos” sino sobre prostitutas de carne y hueso, cuyos servicios
están lejos de corresponder a alguno de los deberes que la Constitución
establece para el jefe de la Casa Blanca. Esta y otras medidas parecen indicar
que se va cerrando el círculo sobre él y que podría llevarlo a enfrentar un
'impeachment' en los próximos meses.
Por otra parte es evidente la falta de interés de Trump en
América Latina y el Caribe, es claro que la región no es una prioridad para él.
No ha tenido una agenda clara, solo la imposición de sus intereses. Los pocos
beneficios que ha tenido algún país de América Latina (Colombia, México y
Argentina) han sido a cambio de concesiones soberanas. No ha habido búsqueda de
intereses comunes, salvo la agresión contra Venezuela.
Trump desprecia a América Latina. Ha culpado a México por la
pérdida de empleos, amenazó con romper un pacto comercial con su vecino del sur
y Canadá y lanzó su campaña describiendo a los inmigrantes mexicanos como
“violadores” y traficantes de drogas. También apuntó a la migración desde
Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador y ha amenazado con cortar la ayuda
a Colombia y Perú por el tráfico de drogas. Uno de sus proyectos más
importantes es construir un muro a lo largo de toda la frontera entre México y
Estados Unidos, lo que ha sido rechazado en todos los países. A pesar de esto,
en una muestra clara de servilismo, el ministro de economía de México,
Ildefonso Guajardo, al enterarse de la ausencia de Trump en Lima exclamó:
“Vamos a extrañarlo”.
Lo curioso es que Trump estableció como cuartel general para
“vigilar los acontecimientos globales” y para dirigir la guerra contra Siria su
lujoso palacio personal de Mar-a-Lago. Lejos del cada vez más desagradable
ambiente de Washington que lo acosa y aburre, en Palm Beach, estado de la
Florida, donde el 96% de la población son euroamericanos y de ellos 93,8%
blancos no hispanos, Trump se siente más a gusto. Además, está feliz por haber
tenido una coartada que le evitó tener que reunirse con los desagradables
presidentes latinoamericanos y del Caribe, entre los cuales hay varios “negros
de mierda”.
Estos, tendrán que ir a Lima para encontrarse con el
vicepresidente Pence quien a regañadientes viajó al Perú a participar en una
Cumbre que nació muerta. Por eso la queja del Senador Marcos Rubio, quien
deseoso de utilizar la reunión para continuar cerrando el dogal contra
Venezuela y Cuba exclamó: “Se sienten desatendidos, y he escuchado eso una y
otra vez durante casi una década”, “No importa quién esté a cargo, ellos
sienten que Estados Unidos habla de la boca para fuera con el hemisferio occidental,
pero en gran medida lo descuida”.
En fin, mientras esto ocurre en Occidente, del otro lado del
planeta se ha realizado en China el Foro de Boao, casi simultáneamente a la
Cumbre de las Américas en Lima, ambos persiguiendo aparentes objetivos
similares en la medida que los dos eventos pretenden ser instrumentos para la
integración y la cooperación entre países, toda vez que ambos cónclaves
convocan a aquellas naciones que configuran el espacio inmediato, es decir el
entorno de las dos mayores potencias económicas del mundo…pero hasta ahí llegan
las semejanzas.
La Cumbre de las Américas es un evento convocado para
acentuar la hegemonía imperial estadounidense, en el que en pie de desigualdad,
los países de la región acuden puntualmente bajo el mandato predominante de
Estados Unidos.
El Foro de Boao convocado bajo el auspicio y la promoción de
China es un marco propicio para seguir avanzando en la búsqueda de "una
Asia abierta e innovadora para un mundo de mayor prosperidad", por lo que
el debate busca ampliar los espacios de concertación política, apertura
económica y colaboración en cuanto a la innovación tecnológica y productiva.
Con ello China se propone el objetivo de construir una comunidad de destino
común, a partir de la influencia y el apoyo mutuo entre los países que
conforman este espacio geográfico. En el contexto actual, en el que la
administración estadounidense ha tomado medidas que afectan el comercio mundial
y avanzan en dirección contraria a la tendencia general de la economía, el
presidente Xi Jinping ha enfatizado en el Foro que, en cumplimiento de los
acuerdos del XIX Congreso del Partido Comunista de China, el país profundizará
la política de reforma y apertura que en este 2018 cumple 40 años de su inicio
y que al mostrar su éxito, permite al país abrir mucho más su economía al
mundo, dando una señal positiva al planeta en medio de las turbulencias
generadas desde Washington.
En este marco los anuncios del presidente Xi de facilitar el
acceso al gran mercado de China, flexibilizando restricciones y ampliando la
cooperación entre el mercado chino y los mercados extranjeros, así como la
creación de un entorno más atractivo para las inversiones, una mejor protección
a la propiedad intelectual y la ampliación del espacio para las importaciones chinas
tienden a configurar un ambiente beneficioso para la economía global.
Todo este esfuerzo coadyuva indudablemente en la creación de
un ambiente positivo para la paz, el desarrollo y la cooperación, no solo para
Asia, también para toda la humanidad. La tradición china de relacionarse como
iguales con otros países del mundo, la promoción del diálogo y la armonía y el
respeto a la naturaleza crean condiciones para que los pueblos del planeta
puedan pensar en un futuro más promisorio. El esfuerzo de China y del
presidente Xi quien en sus palabras en el Foro de Boao ha reiterado la voluntad
de su país y de su pueblo de avanzar hacia la construcción de una comunidad de
destino común para toda la humanidad, tal como fue inscrito recientemente en la
Constitución de la República Popular China, significan un aporte sustancial en
el camino de lograr ese objetivo deseado por los ciudadanos de todas las
longitudes y latitudes del planeta.
sergioro07@hotmail.com
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