sábado, 23 de junio de 2018

Colombia: El triunfo pírrico de Iván Duque y la derrota de Gustavo Petro. ¿Cuál derrota?.


Por Tony López R:
La esencia del triunfo del recién elegido presidente de Colombia, Iván Duque, debe evaluarse en su justa dimensión y no perdernos solamente en el debate que fue la derecha la que derrotó a la izquierda. Esos análisis de ver el fenómeno político, en el  esquema mental que nos introdujeron hace más de 70 años, sobre la “guerra fría” y el terror comunista léase izquierda y la práctica macartista, fue la matriz mediática que montó la derecha colombiana y sus  medios hegemónicos para infundir miedo en el electorado y así les ha venido funcionando hace muchos años.

Imaginar que de ganar Petro,  en Colombia se impondría  el “Castro-chavismo”,  es de tal ignorancia que causa verdadera vergüenza.  Pero no todo le funcionó  al  establishment, en mi opinión el triunfo de Duque es pírrico y demostraré porqué.

El primer elemento a tomar en cuenta, matemáticamente hablando, en estas elecciones quedó demostrado que de los 19,493,497 y emitieron su voto a favor de Duque  10,362,080  y la llamada oposición de izquierda obtuvo 8,034,080, sumado a los votos en blanco, y los nulos, alcanzaron más de 1 millón 200 mil sufragio, resultan 9,234,080 lo cual demuestra una polarización de la población colombiana que votó.

El segundo elemento,  si tomamos en cuenta que de los 36, 783,940 millones en edad de votar, lo hicieron 19, 493,497 electores, quiere decir que 17, 290,443 ciudadano, por las razones que estas sean, no le interesa o no cree en las elecciones, porque en el fondo no se sienten representados ni favorecidos. Ello sumado a los 9, 234,080 votantes, eleva la negatividad de estos electores con el elegido Duque a 26, 524,523. Aunque esto es frías matemáticas, también cuenta en la política.

El tercer elemento es que  los partidos tradicionales liberal y conservador y sus distintas corrientes o disidencias internas, como el gubernamental  Partido  de la U, cuyo líder es Juan Manuel Santos; el presidente del Partido Liberal, el ex presidente de Colombia, César Gaviria; el Llerista partido Cambio Radical. El conservador y ex presidente Andrés Pastrana y las diversas corrientes conservadoras, y los minoritarios Partidos evangélicos, decidieron sumarse  al proyecto neoliberal, corrupto, y guerrerista, Centro Democrático liderado por el senador  Álvaro Uribe Vélez. 

Esta decisión marca la depauperación de esos Partidos políticos en Colombia y a la larga obrará en contra del sistema bipartidista (Liberal-Conservador)  que gobernó, con alternancia, guerras internas y alianzas como el Frente Nacional,  desde 1816 hasta el  2018, casi 202 años.

De ahora en adelante es un sistema que estará absolutamente permeado de los restos cadavéricos de sus organizaciones pues estarán desprovistas de contenido  político e ideológico y no todos estarán de acuerdo en el “triunfante” proyecto uribista.

Mientras que el proyecto Colombia Humana y la lograda alianza,   en esta segunda vuelta electoral y el histórico respaldo alcanzado al obtener más de 8 millones de votos, le darán fuerza a esta importante alianza de organizaciones y Partidos que le apoyaron.

Ahora tendrán el desafío de mantener una férrea unidad, donde prevalezca la flexibilidad y la sensatez de fortalecer la unidad de esta alianza, en  torno a dos o tres temas esenciales: económicamente fortalecer la industria, el campo y el comercio nacional; la lucha contra la corrupción y trabajar por buscar mayor inclusión y justicia social. Por esa razón hay que decir: ¿cuál derrota?.  No, el voto por Gustavo Petro y la alianza de Colombia Humana, el Partido Verde, el Polo y otras organizaciones que se sumaron a este proyecto de carácter nacional, ha sido un triunfo y por ahora, concentrarse en trabajar con la bases y desde el Congreso combatir las leyes nocivas al pueblo. 

Gustavo Petro, con larga experiencia como legislador y seguramente al frente de la bancada opositora, deberá jugar en plena armonía y consenso con los integrantes de la alianza que gano esos más de 8 millones  de votos, que los consolide, logren triunfo en la intermedia del 2019 y se perfilen para las presidenciales del 2022.

El cuarto elemento es que el mayor derrotado fue el centro político, la mayoría de los analistas señalaban  que si en vez de Petro, hubiera sido Sergio Fajardo el contrincante de Duque, éste hubiera ganado. Error, los votos no se endosan cuando provienen de votos conscientes, como los de la alianza  Verde y el Polo que fueron lo que le dieron a Fajardo esos 4.5 millones de votos que representaron un 23 %. Sin embargo la prueba que confirma el error es que Fajardo y el senador Jorge Robledo llamaron a votar en blanco, y solo recibieron un 4.0 % de respaldo.

El quinto elemento y  el real triunfo de Uribe y la esencia estratégica  en estas  elecciones en Colombia,  donde no estaba en juego  si ganaba la derecha o la izquierda, lo esencial  era si Estados Unidos  podía ejecutar o no los planes de intervención militar en Venezuela usando a Colombia como plataforma y punta de vanguardia y  retaguardia segura  de este plan que dirige el Almirante Kird W Todd, Jefe del Comando Sur.
La noche del triunfo de Iván Duque  el presidente Nicolás Maduro,  denunció y dijo tener pruebas de que el gobierno colombiano está preparando acciones violentas internas en Venezuela y en la frontera, con el objetivo de dar el argumento a la intervención.

El desarme de las FARC, fue un tema estratégico, para este plan, eso estaba concebido desde hace mucho años cuando   Uribe era Presidente y  Juan Manuel Santos,  ministro de Defensa, allá por el 2007, desde esa época y luego de algunos golpes a la guerrilla, cuando ejecutaron el  Plan Patriota y la Operación Consolidación, cuya dirección estratégica estuvo bajo el mando del Comando Sur, es allí cuando   sacaron  la conclusión que  era indispensable el desarme de las FARC-EP para ejecutar el  plan intervencionista  a Venezuela.

En el 2013 en un artículo publicado en ANCOL alerté sobre esta estrategia imperial y el apoyo de Colombia a esos planes, unos amigos, me dijeron no te creemos, eso no va a pasar. Algunos analistas opinan que Colombia no prestará su territorio,  eso podía pasar con un Petro presidente, pero no con el binomio Uribe- Duque en el poder.

Lo objetivo y real, es que Duque acaba de hacer una declaración, que lejos de ser amistosa con Venezuela, lo compromete en las acciones del Plan Maestro, expresó: que no reconocerá al gobierno de Nicolás Maduro Moro, que retirará al embajador y dejará una oficina consular, así se sumará a todo lo acordado por Estados Unidos, el Grupo de Lima,  todo coordinado por el Secretario General de la OEA Luis Almagro.

El Centro Democrático y el patrón Álvaro Uribe Vélez, llevó a la  presidencia a Iván Duque, y al final el legado para  su pueblo, podrá ser,  la participación en una guerra externa, que tendrá graves repercusiones interna y externamente.
En el orden interno,  aprobará leyes impositivas para favorecer a los ricos, que afectará a la clase media y a los pobres, recortará el presupuesto social, educación, salud, vivienda y otros. Mantendrá las bases  y ocupación militar foránea y autorizará las fumigaciones aéreas.

Introducirá en el Congreso que seguramente presidirá el senador Álvaro Uribe, modificaciones a varios de los Acuerdos de Paz, suscrito por el anterior Gobierno, entre ellos, la Justicia Transicional, la Reforma de la Tierra, las Reforma Política,  de  Justicia y Electoral. Y obviamente ello dará el espacio para extraditar, no solo a Jesús Santrich, sino también a otros ex comandantes guerrilleros, que están amparados precisamente en la Justicia Especial de Paz.

Acciones como estas pueden provocar la ruptura de los Acuerdos, más allá de la buena disposición de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, de lograr la paz y la reconciliación nacional, y obviamente la no continuidad de los diálogos con el ELN.

De ejecutarse estos pronósticos, basados en un estudio de años sobre el pensamiento y accionar del  senador Uribe, de muchos de los  integrantes del Centro Democrático y de las declaraciones del propio Iván Duque, podemos asegurar, que el triunfo de Duque es pírrico y la cacareada derrota de Gustavo Petro y la Alianza de  Colombia Humana será un reves, que se convertirá en victoria en el 2022.

(*)  Periodista, politólogo y articulista internacional.
jorgarcia726@gmail.com

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