Por Jesús Arenas Hernández:
Cuesta demasiado sostener a los verdugos. A través de los
siglos los países con inmensos recursos, pero ocultos en la alienación, les ha
costado sangre, sudor y rabia, soportar y mantener imperios que se han dedicado
a desaparecerlos y a expoliarlos. Los telares más grandes del universo serían
incapaces de soportar inmensas toneladas
de hilo para reparar las gigantescas roturas físicas, morales y espirituales
que el imperio norteamericano ha ocasionado al mundo.
La misión de esas cofradías que han usufructuado esa nación
consiste en vivir de los demás, de los que verdaderamente luchan por sobrevivir
con dignidad. Incluyendo inmisericordemente a sus propios ciudadanos. Amparados
en una falsa propaganda diseminada por todos los rincones del país, han
inyectado partículas de adormecimiento a su gente inmolándolos en guerras
contra sus semejantes de otras naciones, solo para satisfacer los intereses
obesos de sus gobernantes de turno. Los hijos de los generales y senadores no
van al cementerio bélico.
Hasta sus propios pueblos lucen hastiados y asqueados de ser
testigos del maltrato que aplican a los habitantes de otras naciones con
invasiones planificadas para esclavizar el pensamiento libre de los pueblos
invadidos irracionalmente. Ya una inmensa mayoría del pueblo norteamericano no
está plenamente convencido de esa creencia insuflada acerca de que todo lo
bueno del mundo es para ellos y la basura para los demás.
Todas las calles, avenidas, edificios, inventos y demás
bienes insertos en gran parte de su territorio llevan gotas de sangre de
pueblos saqueados a punta de misiles y bombas envenenadas, ellos entienden que
muchas de esas riquezas son esquilmadas y existen gracias a la rapiña desatada después de las
guerras por la “democracia”. Ahora sus cofradías de banqueros se han dado
cuenta que subsisten otras naciones con poderío suficiente para evitar su
histórica humillación y ese negocio constitucionalizado ex profeso, de venta de
armas y de reconstrucciones que ya ha
disminuido su rentabilidad usurera y las reservas federales. Ha crecido en los
pueblos una actitud valiente de arriesgar su propia vida, si es preciso, para enfrentar el saqueo de sus suelos y
bienes patrimoniales. Si nos ametrallan, parecen decir, sin luchar mejor es
morir por la defensa de la familia y nuestros vecinos. Esa es la demostración
gallarda de los pueblos árabes, africanos y asiáticos.
Venezuela està amenazada. Solo por desear cauces
alternativos en su forma de pensar y actuar. Ni un céntimo de dólar le ha
quitado al imperio. Pero las agresiones imperiales son constantes y arrecian.
Sin plena autoridad moral, el imperio, ha comprado personas de la oposición
para que claven su puñal traidor en las espaldas de la patria. Y por un
concepto desfasado y mal interpretado denominado “democracia a lo yanqui” los
adláteres se han entregado a la traición. Los ha envenenado el imperio con la
creencia que la patria debe ser para ellos nada más y que el bienestar les
pertenece. Que las humildes familias venezolanas deben continuar lavando sus
miasmas sin levantar la vista ni su voz.
Y esos falsos
venezolanos se lo creen a pie juntillas. Por esa ambición personal están
dispuestos a asesinar a sus vecinos de cuadra y propiciar la destrucción de una
patria que solo ha dado libertades históricas. Dispuestos a reincidir en
aquellas prácticas de desaparecidos, sometidos y encarcelados. Su excusa es la
carencia de rubros y productos necesarios, provocados por ellos mismos para
generar desconfianza y repudio. El imperio recoge sus colchas para abrigar la
inconsciencia.
Un dislocado dijo que “la patria no existe, que en tal caso
es aquella que nos concede a ser dueños absolutos de la comodidad”
Individualismo puro muy lejano del humanismo socialista. Por eso en estas
elecciones se juega la patria. Usted, compatriota será el único responsable de
regresar a la trágica historia de esa democracia secuestrada y tiránica.
El comandante Chávez lo vaticinó. Puede ser que falten
muchas cosas pero la libertad de un pueblo no está cimentada en una tortilla.
“Quien no espera vencer, ya està vencido” Simón Bolívar. Lo recomendable al
imperio es que vaya haciendo sus maletas porque el tiempo bajo el sol es
perfecto. Y el mal que ha durado tanto tiene el cuerpo cansado. Los pueblos se
agotaron de hablar, ahora gritan
exigiendo libertad, justicia y paz. El Imperio està buscando planetas para esclavizar
porque estas naciones no le perdonan más impertinencias. Lo mejor es ir
preparando el equipaje, aunque estos se vayan repletos de dólares. Venezuela no
està en la encrucijada, ya sabemos para dónde vamos.
La lucha y el sacrificio están disponibles para aquellos que
conservan respeto por sí mismos y para sus descendientes. Revisemos las
situaciones mundiales y escucharemos los estertores finales de aquellos
gigantes de pasos pesados y dolorosos cuyas zancadas se oyen trastabillar directas al precipicio.
Unidos venceremos
fundapoder@hotmail.com.
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