lunes, 27 de marzo de 2017

Carta desde Cuba a los compañeros venezolano

Por Charles Romero

“En una declaración conjunta, difundida por las cancillerías mexicana y brasileña, los 14 países consideraron “urgente” que en Venezuela “se atienda de manera prioritaria la liberación de presos políticos, se reconozca la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional, según la Constitución, y que se establezca un calendario electoral, que incluya las elecciones pospuestas”.
“La declaración fue suscrita por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.”
El Nuevo Herald, Miami, 24/03/2017.


Compañeros:

Esta noticia nos trae recuerdos de épocas pasadas que ya creíamos que también eran cosas de ese pasado, pero al parecer es una verdad que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra.

Recuerdo en abril de 1961 una invasión armada de Cuba de unos 1500 hombres, apoyada no muy discretamente por la armada de los E.UU., mas una hora de cobertura aérea de su aviación autorizada expresamente por el Presidente Kennedy, quien tuvo que reconocer poco después del fracaso de la operación militar, que todo había sido un proyecto del Gobierno de ese país que él había heredado tres meses antes cuando asumió la Presidencia.

Así y todo, y en virtud de esa extraña manera de entender la democracia y la diferencia entre agresor y agredido, a poco andar en enero de 1962 la OEA, con el voto de todos los países que la integraban menos cinco, expulso a Cuba de ese organismo internacional, lo que en la práctica de la política internacional durante la Guerra Fría equivalía a una declaración de ostracismo y por tanto a ser condenada a cualquier represión o agresión posible.

Lo que sucedió y por primera vez en América, es que liderazgo político y pueblo cubano, en completa identidad de propósitos, hicieron lo nunca visto antes, profundizaron su proceso revolucionario bajo el lema muy expresivo y muy sentido de “Patria o Muerte”. Es verdad que una minoría eligió emigrar y otros pocos trataron de usar la guerra de guerrillas como método de lucha para tumbar al Gobierno Revolucionario, confundiendo estos últimos la forma con el contenido, o, dicho de otra manera, ignorando que la guerra revolucionaria esta en última instancia determinada en su acción y en sus logros por el apoyo popular. En efecto, esos intentos apoyados financiera y militarmente por el Gobierno de los EE.UU. fracasaron totalmente mientras que a la par se profundizaba y se consolidaba el proceso revolucionario en Cuba y el exilio cubano en Miami.

En un proceso revolucionario, ante las agresiones internas y externas hay una sola alternativa: retroceder o profundizar el proceso. Y esa es la disyuntiva que se les presenta tanto a ustedes, los revolucionarios venezolanos, como a la verdadera oposición conformada por todos aquellos que tiemblan cuando les hacen saber que lo que está en juego es, en ultima instancia, la eventual “expropiación de los expropiadores”, que hasta ahora no se ha producido en la Venezuela chavista y que no tiene por qué suceder inevitablemente, como hasta ahora no ha sucedido por no ser necesaria.

Pero la disyuntiva de profundizar la revolución o retroceder es inevitable para los revolucionarios, sabiendo que el retroceso implica el regreso al pasado y la instauración del “terror blanco”, sobre el cual Fidel alerto a Hugo Chávez en su momento y, por tanto, a todos los revolucionarios venezolanos.
Esta es la apreciación de quien ya vivió una historia semejante hace ya mucho tiempo, pero que desgraciadamente se vuelve a repetir. Lo menos que puedo hacer es contársela sabiendo que únicamente ustedes decidirán qué hacer ante lo que les está deparando la historia.
cromeo@enet.cu


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