Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:
Nadie sabe con certeza que pasará y hacia dónde irá el mundo
de la post pandemia, pero me atrevo a asegurar que, en el largo camino de la
revitalización deseada, la economía global o mejora de la mano de China o no se
arreglará nunca.
Los signos en ese sentido son claros. De una parte, la
crisis de Estados Unidos no parece mostrar que ese país esté capacitado para
acudir en ayuda del renacimiento de la economía planetaria. Un informe del
Departamento del Tesoro, dado a conocer el pasado martes 14 de julio, da cuenta
de que el déficit presupuestario del país alcanzó un récord de 864 mil millones
de dólares en junio a causa de la pandemia de Covid-19 que ha obligado a elevar
el gasto en programas destinados a combatir la recesión económica, a esto se ha
unido la pérdida de millones de empleos conduciendo a una reducción de los
ingresos fiscales del país.
En este contexto, se hace evidente que la meta de alcanzar
un déficit de 3,7 billones de dólares para el año fiscal que había sido
pronosticado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) será superada
ampliamente antes de la fecha de cierre del 30 de septiembre. Según esta
instancia parlamentaria, la deuda del país se incrementaría hasta el 101 % del
PIB por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, lo cual expresa que la
deuda pública será mayor que la producción económica nacional del año.
La cadena de televisión ABC News señaló que, de alcanzarse
esa cifra, el registro anual de déficit superaría en más del doble el récord
anterior de 1,4 billones de dólares establecido en 2009 cuando el gobierno
estaba gastando mucho para sacar al país de la recesión causada por la crisis
financiera de 2008. Vale decir que, en el pasado, el déficit federal se
consideraba abultado cuando rondaba el billón de dólares al año.
En el otro lado de la balanza, el comercio exterior de China
registró un crecimiento interanual del 5,1% en junio, con un alza de 4,3% en
las exportaciones y de un 6,2% en las importaciones según datos oficiales
publicados también el martes 14. A pesar de la pandemia, los resultados son
mejores que lo esperado según afirmó en conferencia de prensa Li Kuiwen,
portavoz de la Administración General de Aduanas.
Tras la abrupta caída del primer trimestre del año, a partir
de abril el comercio exterior ha mostrado evidentes signos de recuperación.
Como datos interesantes vale decir que la Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN) se mantuvo como el mayor socio comercial de China con un
aumento del 5,6%, mientras que la Unión Europea y Estados Unidos disminuyeron
un 1,8% y un 6,6% respectivamente durante el mes de junio. En el primer
semestre del año, el comercio bilateral entre China y Estados Unidos cayó un
9,7% en comparación con el año pasado. Es importante resaltar que, del total de
233.900 millones de dólares, 177.500 millones corresponden a exportaciones
chinas a Estados Unidos y 56.400 millones a importaciones de bienes
estadounidenses al gigante asiático, destruyendo de esa manera el plan de
sanciones y aumento de aranceles de Trump que se proponían disminuir el
déficit. Ha quedado claro que tal política ha fracasado estrepitosamente
Sin querer echar “las campanas al vuelo” y asegurando que
todavía deben seguir haciendo grandes esfuerzos en este segundo semestre del
año, las autoridades chinas aseguran que “el comercio exterior del país es resiliente
y tiene mayor margen de maniobra”.
sergioro07@hotmail.com
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