sábado, 13 de junio de 2020

Consejo de Seguridad de la ONU: 10 razones por las que Canadá no merece un escaño

Opinión Por Bianca Mugyenyi:

Los otros contendientes, Irlanda y Noruega, tienen un historial internacional más sólido.

La campaña del Primer ministro Justin Trudeau para obtener un mandato en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas va intensificándose en todos los círculos a medida en que se acerca la votación del 17 de junio. Pero todo aquel que valora un orden internacional fundado en principios de legalidad y una ONU vibrante debiera conceder el privilegio de ocupar el puesto codiciado a los otros contendientes, Noruega e Irlanda, y no a Canadá.

Ningún Estado Miembro es perfecto, pero, a fin de cuentas, los competidores de Canadá por los escaños de “Estados de Europa occidental y otros Estados” tienen mejores antecedentes internacionales.


Sencillamente actúan como ciudadanos del mundo más responsables.

A continuación, enumeramos diez razones en las cuales nos basamos:
1.            Irlanda y Noruega endosaron la Enmienda de Prohibición adoptada por el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación desde los países ricos a los países pobres. Canadá se negó a apoyar la iniciativa que se hizo vinculante el año pasado tras la ratificación por parte de 97 Estados miembros.
2.            Los competidores de Canadá ante el Consejo de Seguridad también suscribieron el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de Naciones Unidas. Ottawa no lo ha hecho.
3.            Noruega e Irlanda han ratificado más de convenios de la Organización Internacional del Trabajo.
4.            Irlanda se unió a la mayoría de los países del mundo en la Conferencia de la ONU de 2017 para negociar un instrumento legalmente vinculante para prohibir las armas nucleares y alcanzar eventualmente su eliminación total. También firmó el tratado resultante y no forma parte de la alianza de la OTAN en materia de armas nucleares.
5.            Ni Noruega ni Irlanda forman parte del G7, una alianza de siete países ricos liderada por Estados Unidos. Tampoco son miembros del Grupo de países de Lima que buscan derrocar al gobierno venezolano, el cual es reconocido por Naciones Unidas. Canadá contribuyó al establecimiento del Grupo de Lima con Perú a mediados de 2017, luego de que la Organización de Estados Americanos, impulsada principalmente por Estados miembros del Caribe, se negara a criticar a Venezuela. Noruega ha tratado de mediar en la crisis venezolana.
6.            A diferencia de Canadá, Noruega e Irlanda no son miembros del Grupo Nucleo (“Core Group”) de embajadores extranjeros que han determinado en gran medida los asuntos haitianos desde que el gobierno de Jean-Bertrand Aristide fue derrocado en 2004. Algunos haitianos han denominado al grupo, liderado por Estados Unidos, Francia y Canadá, como la Pandilla Núcleo (“Core Gang”).
7.            Contrariamente a Canadá, ni Noruega ni Irlanda han sido objeto de críticas por parte de al menos cuatro organismos de la ONU por no pedirle cuentas a sus mineras por sus actividades en el extranjero. A pesar de una letanía de abusos ambientales y de derechos humanos por parte de las empresas extractivas canadienses, Ottawa continúa ofreciendo el respaldo diplomático y financiero a algunas de las mineras más controvertidas.
8.            En comparación con Canadá, Irlanda y Noruega tienen en la ONU antecedentes mucho mejores en su defensa de los derechos del pueblo palestino. Desde el año 2000, Canadá se ha opuesto a 166 resoluciones de la Asamblea General que critican el trato de Israel a los palestinos. Irlanda y Noruega no han votado en contra de ninguna de estas resoluciones.
9.            Irlanda y Noruega han contribuido mucho menos a las perturbaciones climáticas, y cargan con poca responsabilidad respecto de las emisiones de gases de efecto invernadero que están devastando partes de África y Asia. Las emisiones per cápita de Noruega e Irlanda representan poco más de la mitad de las de Canadá.
10.          Incluso, respecto de las condiciones que Ottawa ha enunciado para lanzar su candidatura ante el Consejo de Seguridad, las de Noruega e Irlanda son más merecedores de los escaños. Justin Trudeau pretende que los países debieran apoyar a Canadá para conseguir un mandato de dos años en el órgano de toma de decisiones más influyente de Naciones Unidas porque “Canadá se compromete a colaborar con socios del mundo entero a fin de construir un mejor futuro para todos nosotros, —desde favorecer las economías en expansión por el bien general, luchar contra el cambio climático y crear un mundo más pacífico y más seguro”. El sitio web que promueve la candidatura de Canadá para obtener un mandato en el Consejo de Seguridad dice que “el cambio climático representa una amenaza existencial para los países vulnerables” y que “Canadá comprende la importancia del orden internacional fundado en principios de legalidad”. Es sobre estos puntos que Irlanda y Noruega son mejores candidatos.

A pesar de su buena reputación, el gobierno de Trudeau no refleja el deseo de la mayoría de los canadienses de ser una fuerza para la paz y los derechos humanos en el mundo. Para reconstruir después de la pandemia de COVID-19, el Consejo de Seguridad de la ONU requiere voces que no sigan a Washington y en su lugar busquen un cambio constructivo. Cuando Canadá tenga una mejor política exterior, centrada en la superación de las desigualdades mundiales, entonces se merecerá la confianza del mundo y un escaño en el Consejo de Seguridad.

Bianca Mugyenyi es autora y ex directora ejecutiva de The Leap. Actualmente coordina el Instituto Canadiense de Política Exterior (Canadian Foreign Policy Institute).

Fuente original en inglés: Ricochet, Canadá:
https://ricochet.media/en/3150/un-security-council-10-reasons-canada-doesnt-deserve-a-seat
arnoldaugust@hotmail.com


3 comentarios:

  1. Noruega, como Canadá, pertenecen a la red de espionaje de EE.UU. llamada "Los Cinco Ojos". Los otros tres miembros de esta red son Reino Unido, Australia y el propio EE.UU.
    Noruega pertenece a la OTAN desde sus inicios, ya que fue uno de los países fundadores, y está en primera línea de todas las guerras, acompañando a Estados Unidos. No en vano el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, que ocupó el puesto de Primer Ministro de Noruega, entre 2005 y 2013, fue recompensado con ese cargo tras su participación en el ataque a Libia, con, entre otras hazañas, el lanzamiento de dos misiles sobre la casa de la familia de Gaddafi, en donde murieron los tres nietos y el yerno del líder libio. Misiles de fabricación noruega.* Pero Noruega lleva trabajando en el tema del armamento desde hace largo tiempo. Según la organización mediambiental Bellona, Noruega exportó material y tecnología para enriquecimiento de plutonio y agua pesada para usarse en reactores de India e Israel durante los años 1960, contribuyendo a sus ambiciones nucleares. De entonces acá ha ganado mucho más terreno.
    Noruega ha desarrollado una poderosa tecnología de guerra, y es uno de los países más avanzados en este aspecto. Fabrica y exporta los NASAMS (Norwegian Advanced Surface to Air Missile System), que significa Sistema de Misiles Superficie-Aire Avanzado Noruego, es un sistema de defensa antiaérea de rango medio-largo distribuido. NASAMS fue la primera plataforma terrestre para el misil AIM-120 AMRAAM, y el primer sistema de misiles superficie-aire en el mundo occidental con guía por radar activo.
    El Naval Strike Missile (NSM) es un misil antibuque y de crucero de ataque a tierra desarrollado por la empresa armamentística noruega Kongsberg Defence & Aerospace.
    El Rb 12 Penguin (designación estadounidense: AGM-119) es un misil antibuque creado en Noruega en los años 1960, desde los años 1970 es fabricado por Kongsberg Defence & Aerospace (KDA) y desde entonces ha estado en continuo desarrollo. Se trata de un misil de crucero naval de corto a medio alcance basado en un buscador infrarrojo pasivo. Fue el primer misil occidental de este tipo guiado por infrarrojos, en lugar del más común guiado por radar activo. El nombre Rb 12 es la designación dada por la Armada Sueca, a la que Noruega los suministra.
    La variante Mk II del Penguin, es una versión mejorada con más alcance y desarrollada para el lanzamiento desde helicópteros, que vende a Estados Unidos, entre otros países, en cuya armada recibe la denominación AGM-119B y es usado por los helicópteros SH-2 Seasprite o el SH-60 Seahawk.
    Poco después desarrolló la versión Mk III, que cuenta con notables mejoras, además de un nuevo motor cohete con dos etapas, y una electrónica totalmente digital.
    En sus varias versiones, el Penguin puede ser lanzado desde plataformas distintas:
    Buques de superficie: desde barcos lanzamisiles , Aviones de caza: certificado para el F-16 Fighting Falcon, Helicópteros. Certificado para los siguientes:
    o Bell 412 SP
    o Kaman SH-2 Seasprite
    o Sikorsky S-70, SH-60 Seahawk, UH-60 Black Hawk
    o Westland Super Lynx
    Misiles que han sido probados en guerras.
    El KONGSBERG GROUP, de Noruega fabrica Submarinos de combate. Esta empresa de armamento tiene cuatro áreas de negocio: Kongsberg Maritimo, Sistemas de Defensa de Kongsberg, Sistemas Kongsberg Protech y Kongsberg Digital. Fabrican instrumentos de alta precisión y tecnología para la guerra.
    El Misil de Golpe Conjunto completa una prueba de vuelo de largo alcance
    y Kongsberg Digital entra en alianza estratégica e invierte en Smart Systems.
    Pero KONGSBERG está asociado con la norteamericana Raytheom para ofrecer soluciones conjuntas de guerra anti-superficie, es decir de acoplar sus misiles a los aviones de combate FA-18 Super Hornet
    Ello sin olvidarnos de que Noruega mata focas y 1.300 ballenas al año (para venderlas a Japón)
    Purificación González de la Blanca
    Ojos para la Paz

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    1. Me parece muy bien esta reflexión. También mencionar que Noruega es uno de los países que lidera la masacre de ballenas, pese a que el consumo de su carne ha disminuido.
      Yo creo que el debate debería ir por otro lado. No pensar en nuevos miembros al Consejo de Seguridad de la ONU sino en cuestionar la existencia de este organismo con terribles antecedentes para la paz y los derechos humanos en el mundo.

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  2. Excelente artículo. Canadá tiene una política exterior que parece dictada dictada y monitoreada por Washington. Por cierto no merece esa distinción que busca.

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