No les alcanza con haberle ganado al Frente Amplio; tienen
que noquearlo y evitar que se levante, tirándole con todo lo que encuentren a
mano.
NUEVA NORMALIDAD. La «nueva normalidad» viene con blindaje
mediático y agresividad mayúscula de la derecha.
La derecha tiene a favor un número de periodistas militantes
muy superior y con mayor poder de fuego que la izquierda, esa izquierda que
terminó entregando el poder por coquetear con los votantes de derecha, que dejó
libre el campo donde se daba y da la batalla ideológica, esa izquierda cuya
dirigencia se quedó estática mientras le apedreaban el rancho con informaciones
tendenciosas y se mostró inepta para dirigir a sus partidarios en medio de una
guerra cultural.
Ya volveremos a analizar nuestros errores; pero ahora veamos
la estrategia de la derecha.
Y esto recién comienza
No les alcanza con haber ganado: tienen cinco años para
convencer a la ciudadanía de que durante los gobiernos del Frente se fundió al
país, se enriquecieron los dirigentes con los dineros del pueblo, que trataron
de destrozar a la familia uruguaya, que hicieron todo mal y que ellos -los
restauradores- son los salvadores de la patria. Cinco años para subvertir la
realidad mediante un lavado de cerebro colectivo. El plan está en marcha y para
cumplirlo, harán funcionar a pleno a la prensa amiga y los grandes medios de
desinformación. Para cumplirlo, un día sí y otro también, las conferencias de
prensa operan en modo cadena nacional, y es que al medio que no las cubra un
día, lo sacan de la lista.
Comenzaron desde la hora cero, restringiendo el acceso de
los medios al Palacio Legislativo durante la asunción presidencial y
restringiendo también la libertad de expresión y el derecho a la información
durante las conferencias de prensa en la Torre Ejecutiva, donde permiten pocas
preguntas y se prohíbe repreguntar, tal como ha denunciado en un informe el
Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública (Cainfo).
No les alcanza con mostrar como un logro un descenso mínimo
de rapiñas y hurtos (sin mencionar para nada la incidencia de la cuarentena) y
minimizar el aumento de los homicidios “porque se la están dando entre ellos”.
Tienen que darle a la crónica roja el menor espacio posible y frenar la manija
para que la gente se sienta más segura. De hecho, se siente más segura, aun
cuando el río de sangre aumentó su caudal.
No les alcanza con haber llevado al poder a los más duros
defensores de los intereses de la oligarquía uruguaya (caso de Isaac Alfie, el
verdadero ministro de Economía); tienen que cerrar la boca a los representantes
de los trabajadores y lograr que esos trabajadores los odien. Ni soñar con
permitirles usar la Cadena Nacional de Radio y Televisión; no sea que los
humildes tomen conciencia de sus derechos y comiencen a moverse, poniendo
nerviosos a los de arriba. No les alcanza con una legión de trolls ensuciando
al Pit-Cnt; hay que magnificar cada metida de pata, cada frase errática o
airada. Hay que dejarlos como monstruos.
Como te digo una cosa…
Tienen que esperar que la gente se olvide de cuando ellos,
los multicolores, se revolcaban por el piso exigiendo la cadena; y es que
tienen una facilidad tremenda para borrar con el codo lo escrito con la mano.
“A los comunistas les encanta juntar firmas”, dijo Jorge
Nodevuelvoviáticos Gandini, olvidando que hace justo un año él mismo estaba
entregando 12.000 firmas a la Cámara Empresarial de Maldonado para la campaña
que buscaba plebiscitar la inclusión financiera obligatoria.
“Con su decisión para la cadena de Jorge Larrañaga, la
Presidencia de la República violenta las reglas del fair play democrático. La
facultad de otorgar cadenas no debería estar en manos del Ejecutivo, sino de un
organismo especializado independiente”. Eso decía un crítico Gerardo Sotelo en
un tuit el 29 de junio de 2019.
“La cadena de radio y televisión es un medio coercitivo, que
el gobierno debe usar en circunstancias excepcionales. Para cubrir hechos de
interés general están los informativos y periodísticos, y los que otorguen
voluntariamente los responsables de los medios”. Eso expresó en un tuit el 16
de abril de 2020 un flexible Gerardo Sotelo.
“Hacemos uso de esta cadena nacional en el derecho…”.
Primeras palabras de Jorge Larrañaga, tras la concesión que le hiciera el
gobierno frenteamplista en 2019. Muy pocos meses después, su partido negaría a
los voceros de los trabajadores el uso de la misma por considerar que era para
uso exclusivo del Poder Ejecutivo.
No les alcanza con haber cambiado sus vidas al llegar a
cargos con los mejores salarios de la administración pública; tienen que
premiar a la mayor cantidad posible de colaboradores, sin importar su capacidad
u honestidad, y aunque tengan que saltarse la carrera administrativa. Volvió el
dedazo. Por cualquier duda, pregunten en el INE.
Con amigos como estos, Luis no precisa enemigos
No les alcanza con haberse acomodado; tienen favores que
devolver. Quizá por eso a Manini Ríos se le ha permitido llenar de militares y
militaristas varias áreas; aunque, por lo menos, el presidente no se arriesgó a
darle mando de tropas, lo cual hubiera sido extremadamente peligroso para la República.
A pocas semanas de asumir, los retirados ya van marcando su
perfil, esperando que el sonido de las botas, que tanto extrañan, haga que todo
el mundo se pare firme ante su paso, aunque pertenezcan a esa raza inferior que
para el milico milico pertenecen los civiles. El lema de estos especímenes es:
“¡Usted no está aquí para pensar; está para cumplir órdenes!”; y no solo es el
lema de los militares, sino de los militaristas, que suelen ser peores.
Los integrantes de Cabildo Abierto no paran de darle dolores
de cabeza al presidente. Tras ser recomendado por el coronel (r) Enrique
Montagno en el Directorio de ASSE, el doctor Fernando Silva fue nombrado
director de la región oeste. No pudiendo con su condición, el 3 de abril
agradeció a su coronel por Facebook y largó una andanada de críticas
cuartelarias contra sus futuros subordinados, motivando la renuncia de más de
50 médicos en todo el país. Obviamente, el escándalo obligó al directorio a
rever la designación de Silva, quien, posiblemente, tendrá que irse con el
rebenque para su casa.
Si algo desagrada a militares y militaristas es la libertad
de expresión. La denuncia presentada en 2019 por el comandante en jefe del
Ejército, Claudio Feola, contra el periodista Gabriel Pereyra (que lo criticó
por no haber repudiado las desapariciones durante la dictadura) y la presentada
por el asesor de Cabildo Abierto, Antonio Romanelli, contra tres medios que
publicaron una carta de expresos políticos, ya auguraban lo que vendría.
Lacalle ganó con los votos de la derecha y de la ultraderecha. Para llegar al
poder tuvo que abrazarse con serpientes y ahora tiene que pagar los favores
recibidos.
No les alcanza con lloriquear porque la Justicia procesó con
prisión al militar asesino Lawrie Rodríguez; también quieren que todos los
militares retirados salgan armados a la calle. Conozco a varios militares
ejemplares que mucho bien le harían a la sociedad con esta medida; pero los
uruguayos saben que hay demasiados que representan un peligro, con o sin armas.
Por algún extraño motivo, los grandes medios ocultaron el hecho de que la
persona que se atrincheró con sus hijos luego de golpear a su esposa era
retirado militar.
Ojalá se entienda el enorme respeto que tengo por los buenos
militares; pero hay que separar la paja del trigo. Hay militares con verdadera
vocación de servicio y alto sentido del honor -no van para ellos estos palos-;
pero lo demostrado por el subsecretario de Defensa, coronel (r) Rivera Elgue,
no es precisamente eso.
Luego de confrontar por Twitter contra los ministros Pablo
Mieres y Ernesto Talvi y en defensa de su líder Manini Ríos, el cabildero
reculó (al ver que su cargo estaba en juego) y dijo que le habían hackeado la
cuenta. Pocas horas después, y tras haber borrado sus mensajes, dijo que no le
habían hackeado la cuenta, sino que una persona de su confianza la había usado
sin su consentimiento; se disculpó con ambos ministros, se quedó con el cargo y
nosotros con ese incómodo sentimiento de vergüenza ajena.
Si quieres conocer a un hombre, dale poder
No les alcanza con beneficiar nuevamente a los medios
desinformativos hegemónicos, esta vez por medio de la LUC; el círculo cierra con
la designación de un conocido periodista y candidato derechista al frente del
Secan (Servicio de Comunicación Audiovisual Nacional). Su primera acción
consistió en un comunicado dirigido a los coordinares de los informativos de
TNU y todas las radios públicas, ordenando que todos los contenidos “deben ser
consultados con el coordinador periodístico del Secan, Jorge Gatti”, lo que,
traducido al criollo, es censura previa.
Tras instaurar la Santa Inquisición en los medios de
comunicación públicos, al referirse a sus criterios, Gerardo Sotelo amenazó
desde el diario El País: “Quienes no los acepten, amigos como siempre; pero,
cada uno para su casa”.
Poner a Sotelo a controlar la objetividad periodística es
como poner a Nino Gavazzo al frente de la Institución Nacional de Derechos
Humanos.
Lo triste es que le encomienda a Jorge Gatti la más indigna
de las tareas: ser el verdugo que decapite opiniones. ¿Aceptará Jorge censurar
a sus propios compañeros de trabajo de acuerdo con los criterios de su jefe,
que tendrá arte y parte durante la campaña electoral departamental? ¿Alguna vez
a él o a Antonio Maeso le llegó una llamada de alguna autoridad para que
midieran sus comentarios en Buscadores? Jorge puede no ser de izquierda; pero
tampoco es un radical de derecha como Sotelo, ni tiene su soberbia o
prepotencia. Entre ambos, hay un abismo; por lo que habrá que esperar a ver qué
hace el primero. Lo que sé es que ni Sergio Gorzy ni Miguel Nogueira hubieran
largado jamás un comunicado como el que largó Sotelo instituyendo la censura
previa.
“Esta administración no va a aceptar que haya programas o
comunicadores con un sesgo político”, dijo al diario El País. Que lo diga él,
que siempre ejerció el periodismo militante, desconcierta. No está mal adoptar
ese rol; lo malo es hacerlo de manera encubierta, solapada.
Su presencia en diversos medios lo llevó -y llevó a Mieres-
a creer que incrementaría considerablemente los votos del Partido
Independiente; pero lo cierto es que su presencia parece haber espantado muchos
de los pocos votos que por allí quedaban. Con todo, ambos lograron acomodar el
cuerpo en la coalición.
Cristianos hasta que salen de la iglesia
“El problema de América Latina es que los ricos no quieren
pagar absolutamente nada”.
Angela Merkel
No les alcanza con decir sin pudores que no tocarán los
bolsillos de las familias más poderosas del país, sino que aumentan tercamente
las tarifas de los servicios públicos pese a la pandemia, el desempleo y la
suba del dólar. Tienen que evitar los malos ejemplos; motivo por el cual Un
Solo Uruguay criticó en un comunicado el aporte de 100 millones de dólares por
parte de varias agrupaciones y asociaciones gremiales rurales al Fondo
Coronavirus. “La libertad individual es innegociable”, sentencia el comunicado.
“La solidaridad es casi un acto de fe y, por lo tanto, es individual”.
No les alcanza con ser ratas, explotadores, abusivos,
llorones y ambiciosos hasta el paroxismo. Lo gritan a todos los vientos
reivindicando su condición.
Dicen que estamos todos en la misma barca. Sí; pero los que
reman no son todos; son los de siempre.
Cuidado con el abuso. Quizá cuando el hambre comience a
matar más que el virus, el pueblo abra los ojos… y la historia demuestra que
siempre que un pueblo despierta, lo hace de mal humor.
No querrán estar allí cuando eso suceda.
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