Por Julio Alcorta:
Las obligatorias circunstancias de estos turbulentos e
indeseables momentos en que se debate la humanidad, con la aparición de la
pandemia del Coronavirus, nos ha violentado a modificar nuestro modo de vida.
La mayoría de las noticias nos alertan sobre la peligrosa
situación en que nos encontramos, y la necesidad de modificar nuestros hábitos
y nuestra conducta, con el fin de no vernos involucrados en una penosa y
peligrosa enfermedad.
Por otro lado, algunos gobiernos se ven obligados a tomar
medidas drásticas que casi siempre interfieren con sus programas económicos,
políticos y sociales, conduciéndolos a priorizar decisiones sanitarias que
protegen a sus ciudadanos.
Otros se resisten y tratan de no permitir el desplome de su
economía, lo que a fin de cuentas hacen peligrar la vida de miles de sus
compatriotas.
Dentro de ese maremágnum de situaciones imprevistas, se
observa, con sorpresa para muchos, una percepción mundial de que el SISTEMA NO
RESISTE CRISIS DE ESTE TIPO, y, por lo tanto, el mundo reclama cambios
importantes, en su organización social, política y económica.
En situaciones extremas y peligrosas como estas, sus
partidarios tienden, como buenos capitalistas que son, a individualizar sus
decisiones y “sálvese el que pueda”.
Carecen de los más preciados sentimientos de solidaridad y
humanismo.
Sus magníficos sistemas financieros y de créditos (FMI
–BANCO MUNDIAL), en silencio total. Perciben una debacle, y las reclamaciones
mundiales de anular las deudas de los países pobres, y tratan de escudarse lo
antes posible; no sirven para más nada.
Así las cosas, últimamente con frecuencia se escuchan
criterios, entre ellos el del octogenario senador norteamericano, ex aspirante
a la presidencia, Bernia Sander, de que el gobierno de Donald Trump es el MÁS
MALO que ha ocupado ese poderoso cargo en todas las historias de los Estados
Unidos.
En este caso, no es que no reconozca lo detestable y pérfido
de ese espécimen llamado Donald Trump; pero considero un error craso e
infantil, hacer esa aseveración en estos momentos, pues tiende a invisibilizar,
o por lo menos, relegar y desvanecer la infame y siniestra historia de más de
dos siglos de vida de este poderoso imperio, AJUSTÁNDONOS Y ACOMODÁNDONOS a
solo vislumbrar el transitorio desgobierno de un energúmeno e inepto
multimillonario.
O es que la ocasión nos hace arrinconar y postergar
siniestros, criminales y despreciables momentos históricos que, en una pequeña
parte, ejemplifico a continuación:
• ¿No ha
sido tremendamente malvado y criminal, la decisión de un presidente de los
Estados Unidos (Harry S.Truman), de lanzar dos bombas atómicas en ciudades
civiles japonesas, esfumando la vida de más de un cuarto de millón de seres
humanos?
• ¿Cómo
podemos calificar a los gobiernos de un general presidente, a su sucesor, un
asesinado mandatario, y al otro que lo sustituyó, creando falsedades para
invadir a Viet Nam, en el que murieron aproximadamente 3 millones de
vietnamitas, más de 50 mil soldados invasores, arrojando durante varios años
alrededor de 8 millones de toneladas de bombas, casi 3 veces más que las
lanzadas en la 2ª. Guerra Mundial, y millones de galones de Agente Naranja y
miles de toneladas de Napalm, y otras sustancias extremadamente tóxicas y
letales como la Dioxina?
• ¿No ha
sido muy, pero muy malo, perverso, degenerado y depravado el gobierno de George
W. Bush, el hijo, al invadir y destruir a Irak, mintiendo cínicamente sobre
armas de destrucción masiva, asesinando a más de un millón de iraquíes y
destruyendo al país con sangrientos bombardeos?
HAY QUE ESTAR CONSCIENTES DE QUE EL GOBIERNO DE DONALD
TRUMP, COMO TAL, ES SOLO UN INTERVALO DE LA EXCRECENCIA Y DEGENERACIÓN DE UN
IMPERIO, QUE, COMO TODO ENTE SOCIAL, TIENDE A DEGRADARSE Y ENVILECERSE; PERO
SERÍA UN GRAN DESACIERTO, TOMARLO COMO ALGO DEFINITIVO Y TERMINANTE, AL HACER
UN RECUENTO DE LA COMPLETA HISTORIA DE ESE PODEROSO IMPERIO.
jalcorta@nauta.cu
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