Por Tony López R.:
Nada es más importante que la salud, es el principal
concepto que deben respetar aquellos gobiernos que dirigen los destinos de sus
pueblos y principio fundamental de respeto a los derechos humanos. Hoy
asistimos a una terrible enfermedad que ya ha costado la vida a más de 21 mil
personas y que mantiene a nivel global cerca de medio millón de habitantes de
nuestro planeta infectadas y con amenazas para sus vidas, convirtiéndose, tal
como lo ha declarado la OMS, en una pandemia.
En medio de esta verdadera desgracia para los pueblos de 171
naciones, entre ellas Italia, una de las naciones más afectadas con cerca de la
lamentable perdida de un poco más de 6 mil fallecidos, está nación y su
gobierno atendiendo a la alta profesionalidad y prestigio de la cual goza la
medicina cubana, acudió a nuestro gobierno y le solicitó apoyo para que un
equipo de médicos y profesionales de la salud cubana, acudieran en su
apoyo, petición fue respondida positivamente y ya 130
profesionales cubanos se encuentran, en una de las zonas más afectadas,
Lombardía enfrentando a este terrible mal.
El gesto cubano con Italia y con el gobierno del Reino Unido,
de permitir el atraque del crucero ingles
MS Braermar, para trasladar a
cerca de 950 personas por vía aérea a Londres, de los cuales, tenían medio
centenar de personas sospechosas
de estar contagiadas con el virus
Covid- 19 y cinco de ellas enfermas,
ello provocó una lluvia de
mensajes y artículos en medios de prensa, de agradecimientos desde Europa,
América Latina y de muchas partes del mundo, y junto a ellas criticando a
Estados Unidos, por negarse aceptar en sus puertos el atraque del crucero inglés, sin tomar en cuenta que esas
personas podían contagiarse y tener un alto número de muertes.
La campaña de solidaridad con Cuba y reconociendo la
profesionalidad de la medicina cubana,
incluyendo el uso del interferón alfa-B2, que no cura, pero evita, que la
enfermedad se desarrolle y evadir
complicaciones, por tanto salva las vidas de los pacientes, como ha dado a conocer el gobierno de la
hermana República Popular China, lo que
hizo trizas, la campaña del gobierno de Estados Unidos, contra la medicina cubana y la alta profesionalidad
de nuestros galenos, la cual como
tonto papagayo, venia repitiendo el Secretario de Estado Mike Pompeo y el propio
presidente Donald Trump.
Al quedar como unos reales mentirosos y usando los
mezquinos, despreciables y maquiavélicos métodos, de hace 60 años contra
Cuba, hace apenas 72 horas el
Departamento de Estado, volvió a cargar contra la Isla, pidiéndole a los
gobiernos que no soliciten el servicio
de los médicos cubanos, repitiendo las mismas mentiras, que nuestros profesionales son “esclavos de la
dictadura”, y otras cantidad de
estupideces, que ni ellos mismos se creen y mucho menos los apátridas y
anexionistas que usando las redes
sociales como Ciber Cuba se hacen
eco, pues algunos de ellos son pagados
por la embajada de Estados Unidos.
Mientras Trump y Pompeo se dedican atacar a Venezuela y a
Cuba y recrudecer sus políticas de sanciones y bloqueo, hay también que dar a
conocer a nuestros lectores lo que según políticos y científicos estadounidenses
comentan sobre la política del gobierno de Trump relacionado con la salud en
Estados Unidos y con el Covid-19.
El político republicano estadounidense Peter Wehner expresó
al diario Atlantic, el pasado 16 de marzo lo siguiente: “en enero de 2016,
escribí que a pesar de ser un republicano de toda la vida y trabajé en las tres
administraciones anteriores del Partido Republicano, que nunca votaría por
Donald Trump.” “Lo que expliqué
entonces, y lo he dicho muchas veces desde entonces, es que Trump, es
fundamentalmente no apto (intelectual, moral, temperamental y psicológicamente)
para el cargo.
Para Wehner, “esa es la consideración primordial en la
elección de un presidente, en parte porque en algún momento es razonable
esperar que un presidente enfrente una crisis inesperada, y en ese punto, el
juicio y el discernimiento del presidente, su carácter y capacidad de
liderazgo, realmente importa”.
“El señor Trump no
desea familiarizarse con la mayoría de los problemas, y mucho menos
dominarlos”, así lo expresé hace cuatro años. “Ningún candidato presidencial
importante ha sido tan desdeñoso de conocimiento, tan indiferente a los hechos,
tan despreocupado por su ignorancia”.
“Añade Wehner “La virulenta combinación de ignorancia,
inestabilidad emocional, demagogia, solipsismo y venganza del señor Trump no
hará más que resultar en una presidencia fallida; podría muy bien conducir a
una catástrofe nacional. La perspectiva de Donald Trump como comandante en jefe
debería provocar un escalofrío en la columna vertebral de cada estadounidense”.
Si tomamos en cuenta
esta opinión de quien fuera un importante funcionario de tres administraciones
republicanas, debemos tener claro que cualquier loca acción puede tomar el
inquilino de la Casa Blanca. Pero veamos, que señalan los científicos
estadounidenses, sobre el fenómeno del Covid-19 y esta amenazadora pandemia
para Estados Unidos que ya ha llegado a 84 mil contagiados y que su número
lamentablemente puede crecer.
Según Wehner “el presidente y su administración son
responsables de errores graves y costosos, especialmente los fallos épicos de
fabricación en las pruebas de diagnóstico, la decisión de evaluar a muy pocas
personas, la demora en ampliar las pruebas a los laboratorios fuera de los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y problemas en la
cadena de suministro. Estos errores nos han dejado ciegos y muy rezagados, y,
durante algunas semanas cruciales, crearon una falsa sensación de seguridad.
“Lo que ahora
sabemos, añade, es que el coronavirus se propagó en silencio durante varias
semanas, sin que nos demos cuenta y mientras no hacíamos nada para detenerlo.
Los esfuerzos de contención y mitigación podrían haber disminuido
significativamente su propagación en un punto crítico temprano, pero
desperdiciamos esa oportunidad”.
“Simplemente han perdido tiempo que no pueden compensar. No
se puede recuperar seis semanas de ceguera”, dijo a The Washington Post Jeremy
Konyndyk, quien ayudó a supervisar la respuesta internacional al Ébola durante
la administración de Obama y es un miembro principal de políticas en el Centro
para el Desarrollo Global.” En la medida en que haya alguien a quien culpar
aquí, la culpa está en la gestión pobre y caótica de la Casa Blanca y la falta
de reconocimiento del panorama general".
A principios de esta semana, Anthony Fauci, el respetado
director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, admitió
en un testimonio ante el Congreso que Estados Unidos todavía no está
proporcionando pruebas adecuadas para el coronavirus. “Está fallando. Admitámoslo".
Él añadió, “La idea de que nadie conseguir [pruebas] fácilmente, la manera en
que la gente de otros países lo están haciendo, no estamos preparado para eso.
Creo que debería ser, pero no lo somos ".
“Es conocido que la Organización Mundial de la Salud tenía
exámenes de trabajo que Estados Unidos rechazó, y los investigadores de un
proyecto en Seattle intentaron realizar pruebas tempranas para el coronavirus,
pero los funcionarios federales se lo impidieron. (Los médicos del proyecto de
investigación finalmente decidieron realizar pruebas de coronavirus sin
aprobación federal”).
“Pero eso no es todo. Según los informes, el presidente
ignoró las advertencias tempranas sobre la gravedad del virus y se enojó con un
funcionario de los CDC que en febrero advirtió que un brote era inevitable”.
La administración Trump desmanteló la oficina de salud
global del Consejo de Seguridad Nacional, cuyo propósito era abordar las
pandemias mundiales; ahora estamos pagando el precio por eso. "Trabajamos
muy bien con esa oficina", dijo Fauci al Congreso. "Sería bueno si la
oficina todavía estuviera allí". Podemos enfrentar una escasez de
ventiladores y suministros médicos, y los hospitales pronto pueden verse
abrumados, si el número de casos de coronavirus aumenta a un ritmo similar en
países como Italia. (Esto causaría no solo muertes innecesarias relacionadas
con el coronavirus, sino también muertes de aquellos que padecen otras
dolencias que no tendrán acceso inmediato a la atención hospitalaria).
Esta es la lamentable y crítica situación, de cómo importantes expertos y científicos estadounidenses, están
evaluando la situación interna que tiene
su país del sistema de salud, no solo
respecto a esta pandemia, también las muertes
de aquellos que padecen otras dolencias, que padecen ciudadanos
estadounidenses, por el abandono federal
del gobierno de Donald Trump y este
señor y su Secretario de Estado, se
abroga el derecho de usando falsedades,
criticar y armar una campaña contra el
el modelo de salud cubano.
Como era de esperar nuestra cancillería dio una contundente
respuesta a tanta maldad, mentiras y cobardía del gobierno de Donald Trump y
recordó que, en mayo del 2003, el histórico discurso del comandante Fidel
Castro en Buenos Aires, Argentina, cuando expresó “nuestro país no lanza bombas
contra otros pueblos, ni manda miles de aviones a bombardear ciudades, nuestro
país no posee ni armas nucleares, ni biológicas”. Nuestro país envía médicos y
no bombas, precisaba Fidel en aquel discurso.
Médicos para salvar vidas, y ejemplos hay muchos, como se
hizo, incluso en la década del 60 cuando el terremoto azotó a Nicaragua y
existía la cruel dictadura de Somoza, que por cierto apoyaba Estados Unidos.
Fueron nuestros médicos a Perú, Pakistán, Chile, Ecuador, entre otros lugares y
sin que mediara ningún tipo de interés, ni político ni económico, solamente la
solidaridad humana, que, para Busch, eran oscuros rincones del mundo.
Bombas y metralla, las que utilizó Estados Unidos contra el
inerme pueblo panameño, cuando el 20 de diciembre de 1989, de manera cobarde y
usando su brutal poderío, invadieron Panamá, con el pretexto de detener al
general Manuel Antonio Noriega, acusado, según ellos, de estar vinculados al
narcotráfico, otra gigantesca mentira que, nunca lo pudieron probar y
asesinaron a miles de panameños cifra
aún desconocidas, algunos la ubican en mas de 5 mil y otros en 10 mil muertos,
asesinados por esas bombas y metrallas.
Cuando terminaba este artículo recibí la denuncia del
canciller Jorge Arriaza, trasmitida por
Telesur, dando a conocer que el Departamento de Estado, había presentado ante
el Fiscal General de Estado Unidos, una acusación contra el presidente Nicolás
Maduro por narcoterrorismo y a otros dirigentes venezolanos, estar asociados con los comandantes
guerrilleros Iván Márquez y Jesús Santrich , quien ante la traición del
gobierno colombiano que presidente
Iván Duque, retomaron las armas y continúan su lucha
contra ese autoritario y desprestigiado
gobierno.
Este paso del gobierno de Donald Trump, debe ser tomado muy
en cuenta por nuestros pueblos, y ojalá esté equivocado, pero en mi modesta
opinión, estamos en presencia del preludio de una agresión militar contra
Venezuela, usando los mismos y mentirosos argumentos que usaron contra Panamá,
Afganistán e Irak.
Pero esta noticia, será objeto de un próximo artículo,
porque considero firmemente en una inminente acción militar, usando diversas
modalidades y utilizando la actual coyuntura provocada por la pandemia, contra
Venezuela y los pueblos deben estar atento a esta seria amenaza.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
Apreciado Tony:
ResponderEliminarCuánto deseo para el Coronavirus de Chile la medicina de la querida Cuba.
Pero Piñera está en Grupo de Lima y con neoliberalismo imperialista. Estos son un verdadero coronavirus para nuestros países. Las "bombas" imperialistas son muestra palpable de que no tienen conciencia acerca de la importancia de la salud de la humanidad.Cómo me gustaría una América unida contra los idólatras del "becerro de oro". Solidarizo con Cuba. ¡No más bloqueo contra Cuba! Cómo pueden ser tan maquiavélicos ante la generosidad solidaria de Cuba a través de su medicina. También me preocupa la actitud beligerante e inhumana ante mis hermanos venezolanos. A pesar de todo tengo una gran esperanza en el despertar y movilización del pueblo en Chile. Ni el "presidente" ni el "parlamento" representan al pueblo soberano. No existe soberanía. Porque ni "presidente" ni "parlamento" han sido mandatados por el soberano que es el pueblo. Un 1% de privados y políticos: una minoría, tiene secuestrada a una mayoría. Esto no lo quiero ni para Chile ni para América: para nadie.
Unidos hasta vencer.
Con afecto.
P. Eugenio+