Por Tony López R.:
Los resultados de la necropsia realizada a Dylan Cruz, según
la Directora de Medicina Legal, Claudia García Fino, murió a causa de un
impacto por munición de arma de fuego, que califica como homicidio. Mientras que el joven militar Brandon Cely
Pérez, se suicido luego de ser fuertemente reprendido y amenazado de llevarlo a
un Consejo de Guerra y tomar represalias contra su familia por sus superiores,
al negarse a reprimir a los manifestantes y apoyar el paro nacional. Esa
terrorista amenaza lo llevó al suicidio y así lo denunció en su video que él
hizo público. Fue con terror, amenaza y guerra psicológica, como mataron a Brandon.
Ambos jóvenes dieron sus vidas a favor de un pueblo que
clama justicia social y garantías de vida digna para sus compatriotas, o como
los 18 jóvenes que murieron cerca de la vereda de Aguas Clara, en San Vicente
del Caguán, Caquetá, víctima de un
criminal bombardeo por la Fuerza Aérea y que según testigos, refirieron a
Noticias UNO, tres de ellos rematados,
tampoco eran 8 como había dicho la prensa, fueron 18, ninguno era guerrillero y hasta hoy la única
medida fue la renuncia del ministro de Defensa, Guillermo Botero. Impunidad
plena y completa para los asesinos.
En Colombia las movilizaciones y paro contra el gobierno de
Duque-Uribe, han sido absolutamente históricas y sus peticiones contundentes
entre ellas las siguientes: la implementación y cumplimiento de los 6 puntos y
el articulado de los Acuerdos de Paz de La Habana, hasta el momento solo se ha
cumplido el 18 por ciento y el gobierno tiene la decisión de no
cumplirlos. Retomar las conversaciones
de paz, con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), y el desmonte de la
criminal policía conocida como SMAD.
Iniciar un proceso judicial e investigación por las muertes,
hasta hoy de 7 fallecidos, hay desaparecidos, pero no hay cifras, lesionados
más de 700, y unos 600 detenidos todos por la represión del gobierno. El cese
de la criminalidad contra los lideres sociales, comunales, gremiales, indígenas
y afrodescendientes y contra desmovilizados de la FARC, de los primeros van más
de 800 asesinados y de las FARC 170 y 38 familiares, incluido niños.
El Comité de Paro, no acepta las conversaciones por regiones
y menos en un término de largo aliento, como plantea Duque, hasta marzo del
2020, ellos plantean el dialogo ahora.
Solo aceptan un dialogo bilateral del Comité de Paro y el
gobierno, y no lo que proponen Duque y Uribe, de incorporar al gremio de
empresarios y funcionarios del Estado y gobierno y del Comité de Paro, solo
aceptan algunos sectores o sea excluyente de los gremios o sectores que el
gobierno considera radicales. Dicen los líderes del Paro, que rechazaron esta
propuesta del presidente Duque, porque sería un dialogo de YO con YO, estarían
en minoría y por excluyente.
El Comité de Paro debe tener la clara la idea, de que si se
llegara a consenso y acuerdos, incluido
los de La Habana, ello supone cambios estructurales y por tanto, deben ser
refrendados por una Asamblea Nacional Constituyente Corporativa, porque de lo
contrario pueden ser modificados o eliminados por el Poder Legislativo o el
Judicial, como precisamente sucedió con los Acuerdos de La Habana al no
someterlos a una constituyente y convertirlos en una política de Estado, que
debe ser el objetivo estratégico del paro.
Mientras la crisis política, económica y social se
acrecienta los líderes políticos colombianos, no se preocupan por los problemas
que confronta el pueblo en cuanto a salud, educación, vivienda, seguridad
ciudadana, empleo, pobreza, esos tema
que son la causa y origen de la crisis actual, para nada le interesa, eso lo
demuestra el ex presidente Andrés Pastrana, al atribuirle al ex presidente Juan
Manuel Santos de ser el autor de las protestas, marchas y paros, con el
objetivo de darle un Golpe de Estado a Iván Duque.
Mientras que por otra parte, el presidente Iván Duque y sus
asesores continúan con la campaña, que es el gobierno de Venezuela, el culpable
de la actual crisis y preparan y fomentan provocaciones armadas en la frontera con la intención de
crear un conflicto bélico en la zona de Arauca y Santander, Cúcuta, para distraer la atención de la grave
crisis que atraviesa su gobierno y con
la peregrina idea de convertirlo, en una conflagración internacional, que
contaría con el respaldo de Estados Unidos y del mercenario Secretario de la
OEA, Luis Almagro.
Por el momento las manifestaciones y protestas continúan y
el próximo Paro Nacional está convocado para el 4 de diciembre, y a él se le
siguen sumando gremios y fuerzas sociales en mas de 600 municipios y los
principales departamentos del país.
Periodista, politólogo, analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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