Por Marcel Doubront:
Primeramente, es
necesario aclarar en correspondencia con el presente tema y mi posición
política en la República Bolivariana de Venezuela que no tengo nada que
aclarar, sin embargo, ante el evidente Golpe de Estado en Bolivia y la no solo
discriminación racial sino la matanza al pueblo indígena de nuestra hermana
Bolivia por parte del cuerpo militar heredero del gorilismo del nefasto parido
del Plan Condor, como planteara en Che
“Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una
injusticia en el mundo, somos compañeros” sin importar las preferencia
electorales o políticas
Es por ello que, comprender la realidad Regional Nacional y
Latinoamericana es algo complejo, ya que, a diferencia de Europa en nuestra
realidad histórica, hemos vivido fragmentados en lo cultural, político y
social, algo que el Maestro Simón Rodríguez en su tiempo mirando de manera no
solo desde la coyuntura sino desde lo prospectivo afirmo que “En América del
sur las repúblicas están establecidas, pero no fundadas” expresándose la unión más por situaciones
coyunturales que un consenso por un proyecto latinoamericano.
En atención a lo
expuesto, es necesario ver lo que sucede en América del Sur desde una
perspectiva no parcelada y/o reduccionista, centrándonos no solo en la
interpretación y descripción del problema sino en develar si ante la
problemática planteada es necesaria la creación de una visión
ontológica de los suramericanos a través de una epistemología Bolivariana o por
el contrario, al no saber de dónde venimos, quienes somos y cuál debe ser
nuestro camino, no faltaría el que crea que
es justificable un neocoloniales por parte de los Estadios Unidos de
Norteamérica.
En consonancia y para un mejor entendimiento de esta
reflexión, se hace oportuno hacer una Cronología Imperial en América Latina:
En correspondencia con lo expuesto, Bonaventura de Sousa
Santos, afirma que “para poder tener una idea del porqué de las Epistemologías
del Sur, previamente es necesario situar el contexto en el que nos
encontramos.” En ese sentido, es preciso evaluar algunos acontecimientos que a
lo largo de la historia demandan una ontología de resistencia de nuestra patria
grande sobre todo a más de 196 años de la doctrina Monroe el cual si bien
adopto la frase “América para los americanos” significo el inicio de una nueva
hegemonía imperial posterior a la española, de casi dos siglos como lo muestra:
El despojo a México de los territorios hoy conocidos como
Texas y California entre 1846 y 1848, dando honor a las pretensiones de los
latifundistas y terratenientes algodoneros, algo muy similar a lo ocurrido en 1854 ante el bombardeo a
Nicaragua donde en 1855 con el financiamiento de los banqueros Morgan y
Garrison el cual proclaman presidente William Walker el cual tiempo después y a
través de su visión de Centroamérica como territorios Bananeros invadiría el
Salvador y Honduras instaurando nuevamente la esclavitud en los territorios
ocupados.
Finalizando ese siglo, ante la lucha por la independencia de
Cuba y al encontrarse en desventaja
frente al imperio Español aceptan la intervención de los Estados Unidos sin
embargo, dicha ayuda costaría un precio muy caro al tener que ceder a los
Estados Unidos los territorios de Puerto Rico, Guam, Filipinas y Hawai sin
embargo, esto solo sería el inicio ya que Estados Unidos harían incluir en la
nueva Constitución de Cuba a medida de chantaje una enmienda donde se les daba
el derecho de intervenir en los asuntos internos de ese país en el momento que
Los Estados Unidos lo consideren oportuno, no conforme con ello y a través de
una medida de manipulación a las grandes mayorías cubanas impusieron la creencia sobre la necesidad de
tener protección de los Estados Unidos ocupando parte de su territorio por la
Marina de Guerra de EEUU hoy conocida como Base Militar de Guantánamo.
Esta situación de
invasión no solo militar sino política y
jurídica, no quedaría solamente en Cuba por el contrario, luego de
promover la separación de Panamá con Colombia (es de recordar que formaban
parte de la misma república desde 1821) también en Panamá se impone en su constitución en 1904, el tutelaje de
los Estados Unidos a través de la
invasión militar cuando consideren necesario, cabe destacar que en ese mismo
año también se institucionaliza la visión de
Teodoro Roosevelt al declarar a Estados Unidos como el gendarme del
Caribe.
Dicho dictamen es
conocido por la historia como el
corolario de Roosevelt vista como una fase posterior a la doctrina
Monroe afirmando: “si un país latinoamericano y del Caribe situado bajo la
influencia de los EE.UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o
propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU.
estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país descarriado para
reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus
empresas.” Claramente, dicho postulado vislumbra la etimología de la famosa
frase de Barack Obama “Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y
ocasionalmente tenemos que torcer el brazo a los países que no quieren hacer lo
que queremos que hagan.”
En el mismo orden de ideas, se pueden seguir haciendo
mención sobre otros eventos posteriores con la misma visión y metodología como:
las invasiones a Panamá en 1908 a Nicaragua 1910 la ocupación de Haití en 1915
a la República Dominicana en 1916, etc., para imponer o sostener gobiernos
tutelados, o la fundación en 1946 de la el cual sería como centro de formación
ideológica y militar para la intervención de naciones americanas tomando como
mayor referencia:
El Golpe de Estado
del General Fulgencio Batista apoyado con asesoría militar y
financiamiento por Estados Unidos al
Presidente para la época Carlos Prío, El derrocamiento al Presidente
Guatemalteco Jacobo Árbenz, el intento de invasión militar por parte de
mercenarios entrenados por la Agencia Central de Inteligencia Norteamericana
(CIA) y la Escuela de la Américas a Cuba
en 1961 llamado Batalla de bahía de Cochino, el Apoyo de Estado Unidos, el
Golpe de Estado contra Joao Goulart tras promover una reforma agraria y
nacionalizar el petróleo, así como eventos similares en Suramérica como lo fue la denominada Operación Condor a
partir de la década de los 70 de Hugo
Banzer en Bolivia (1971-1975), Ernesto Geisel en Brasil (1974-1979), Augusto
Pinochet, Chile (1973-1990), Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-1989), Juan
María Bordaberry en Uruguay (1973-1976) y Jorge Rafael Videla, Argentina
(1975-1978).
De igual manera, se
puede hacer mención otras acciones militares similares Constituidas como
Brigadas Militares anti guerrillas y anticomunistas en Venezuela,
la invasión al Salvador y Nicaragua para el exterminio del campesinado
organizado como movimientos Guerrilleros levantados en armas contra los regímenes
dictatoriales establecidos, la invasión y masacre en Granada, el ataque militar
a Panamá en 1989 donde más de 5000 Panameños inocentes al conflicto fueron
asesinados por las fuerzas de ocupación.
Dicha cronología, evidencia no solo el papel imperialista de
los Estados Unidos, sino que, ante el agotamiento de los recursos naturales en
el mundo, la resistencia de los países de medio oriente en entregar los
recursos a precio de gallina flaca a los norteamericanos, se hizo necesario un
reforzamiento de los métodos de neocoloniales en América Latina, torciendo el
brazo de los países que no se determinan a sus pretensiones. Por esta razón sin
alguien pensaba que la frase de ALCA al Carajo quedaría solo en Mar del Plata
no solo desconoce más de 500 años de resistencia sobre todo en un continente
rico en Gas, Petróleo, Metales, Agua, sino algo claramente dicho por Galeano
“La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y
contra lo que fue, anuncia lo que será.”
Si bien en continente vivió a partir del año 2002 un aire de
integración regional con la estadía en
la presidencia de Hugo Chávez Frías Lula
da Silva en Brasil (2003-2010), Néstor Kirchner
en Argentina (2003-2007), Tabaré Vázquez en Uruguay (2005-2010) y José
Mujica (2010-2015), Evo Morales en Bolivia (2005-2019), Michelle Bachelet en
Chile (2006-2010), Manuel Zelaya en Hondura (2006-2009)., Daniel Ortega en
Nicaragua (2006-2021)., Rafael Correa en Ecuador (2007-2017)., Fernando Lugo en
Paraguay (2008-2012)., Salvador Sánchez en el Salvador (2014-2019)
Y donde es importante aclarar para algunas personas que
dicha coyuntura fue traída por la cigüeña, que la llegada de los
mencionados presidentes fueron por las
catastróficas gestiones de los gobiernos neoliberales como en los casos de
Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Salvador, Venezuela, tras la agudización del capitalismo generaron
sucesos como el Caracazo en el Gobierno de Carlos Andrés Pérez y la crisis
financiera generada por la Agenda Venezuela promovida por los lineamientos del
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y no por un movimiento
político ideológico planificado para tomar el poder y hacer una gestión
gubernamental y continental.
Quizás, aunque con la llegada de esta coyuntura política,
durante esa época si se evidenciaron como en ninguno de los gobiernos
anteriores, importantes mecanismos de inversión social a los menos favorecidos
e integración regional como como la ampliación de Mercosur, el nacimiento del
ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, CELAC, que por primera vez se creara la sensación de
los sueños de patria grande de Simón Bolívar, Eloy Alfaro, José de San Martin,
José Martí, entre otros, la inexistencia de una ontología Suramericana y por
consiguiente una visión fragmentada de la independencia, esta de tras no solo
de las consecuencias que hemos tenido como región en lo económico y
político sino en los retos del porvenir.
Aunque suene muy crudo, tiempo después del fallecimiento del
Comandante Hugo Chávez y la caída estrepitosa de los ingresos petroleros, las
posturas distantes entre los mandatarios del llamado bloque del socialismo del
siglo XXI, así como la separación del poder bien sea por la vía electoral o
judicial de muchos de los presidentes pudiéndose mencionar los golpes
parlamentarios contra Manuel Zalaya en Hondura Fernando Lugo En Paraguay, el
impeachment contra Dilma Rousseff, la Perdida del Peronismo en Argentina contra
el Mauricio Macri, el cambio de postura ideológica de Lenin Moreno en Ecuador,
etc., fortalecieron la corrientes neoliberales en el continente.
En correspondencia con lo planteado, lo que hoy sucede en
estas naciones sumándole además el caso de Bolivia donde luego de tener una
buena experiencia en la gestión gubernamental de Evo Morales, se consuma un
golpe de estado por parte de oligarcas, mafiosos, enalteciendo el racismo de las antiguas
aristocracias Bolivianas que privatizaron hasta el agua de lluvia, pusieron en
marcha de tácticas de manipulación psicológicas como las de Sylvain Timsit o
Gene Sharp para que por medio del terror
y la manipulación enfrentando no solo
supremacistas contra los pueblos originarios,
pueblo contra pueblo, ricos contra pobre, pobres contra pobres, el
agravio contra los símbolos histórico-culturales como la wiphala, en función de
tomar el poder irrespetando las leyes no
solo del Estado Plurinacional de Bolivia sino del mundo, como claramente se
observa con el linchamiento a dirigentes y partidario del Partido MAS,
Familiares Comunicadores Populares, Indígenas, forzando a una ilegal renuncia por medio del chantaje, la
amenaza y el terrorismo, etc.
Esto, no es nada nuevo, como ya se dijo anteriormente son
casi 200 años de lucha contra la doctrina Monroe, sin embargo, ya lo habíamos denunciado claramente desde
hace mucho tiempo hablando en foros, artículos, reuniones entre movimientos
sociales, sobre la puesta en marcha de un nuevo plan cóndor en América latina a
través de la guerra de IV Generación y sobre la necesidad de una epistemología
Bolivariana, hoy, con el indignante y doloroso golpe de estado al Compañero Evo
Morales, sería muy fácil en medio de la impotencia y la rabia decir, que solo nos queda ver lo que pudo ser y no
fue porque no se hizo, y que estas don las
consecuencias de las revoluciones en el aire acondicionado y montados en
4x4, sin embargo un artículo no es suficiente para este tema que requiere un
debate multi y transdisciplinario ya que no se trata de gobiernos sino dela
construcción de una sociedad más justa.
Por esta razón, se hace más necesaria una formación
Bolivariana, Nacionalista y Anticolonialista desde nuestras universidades afín
de preservar y defender el bien más preciado que hemos conquistado después de
200 años como lo es la independencia nacional. En correspondencia con la
búsqueda de una conceptualización y relación entre lo real y la realidad desde
el punto de vista epistemológico es preciso hacer mención que Miguel Martínez
Miguelez refería que “habiendo entrado nuestra sociedad en el siglo XXI, muchos
sectores de nuestra ciencia no han llegado siquiera al siglo XX” se pudiera
hacer mención que muchos sectores de la política tampoco han llegado al siglo
XX siendo analfabetos ante la lectura del momento histórico y la sociedad.
No obstante, como universidad y de acuerdo al cumplimiento
del Artículo 2 de la Ley de Universidades el cual afirma que “Las Universidades
son Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en
la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el
esclarecimiento de los problemas nacionales” no estamos cumpliendo con esa
responsabilidad en tal sentido, al buscar una razón epistémica dice
Zemelman “Si no estamos construyendo un
pensamiento teórico porque no estamos comprendiendo los fenómenos de nuestras
realidades, con toda su carga histórica y la propia historicidad del fenómeno
¿Cómo podemos formar a la gente joven?,
¿Cómo se puede formar a alguien, en el sentido de enseñarle a
pensar?”
En virtud de lo planteado, si nuestra ontología no guarda
correspondencia con los procesos de liberación nacional y nuestro americano,
seguirán vacías las consignas, la espada no recorrerá América Latina, mucho
menos estará afilada contra los procesos de coloniaje imperial, el sol de
Venezuela no saldrá por el esequibo mientras un sector político no reconozca la
octava estrella de Guayana. En sinfonía con lo esbozado, se hace necesario
analizar nuestro sistema educativo En tal sentido ¿Cuál es el aporte de las
casas de estudios universitarias, como es la formación de sus
profesionales? Por esta razón si no hay
una reforma del pensamiento a través de la formación será inviable una
transformación epistémica en lo político, económico, productivos y por
consiguiente en la ontología ciudadana de las venezolanas y venezolanos.
En correspondencia con lo expuesto, Bolívar afirmaba que
“Nuestra vida no es otra cosa que la herencia de nuestro país” y si realmente
se quiere dar respuesta contundente a las preguntas fuertes que se hacen en
este momento histórico, se hace necesaria la construcción de nuestro modelo no
solo desde la subjetividad sino desde lo epistémico, enalteciendo no solo una
educación pertinente, una ciencia con conciencia sino la el estudio, praxis y
transformación de la política con “P” mayúscula.
La puesta en marcha de un proyecto educativo viendo hacia el
sur, convencidos que no somos gringos ni europeos, sino como lo afirmo nuestro
Libertador Simón Bolívar “una especie media entre los legítimos propietarios
del país y los usurpadores españoles”,
debe promover la conciencia que la dependencia debe ser ente nosotros
mismos y no por los mesías del norte, que nos permitirá vencer la contradicción
entre lo urgente contra lo necesario, ya que no podemos un neocolonialismo en
el continente, ignorando la raíz, la realidad y la prospectiva, demuestra patria grande, por esta razón en
vital entender que el conocimiento sin conciencia está detrás de estos desafíos
que a más de 500 años no hemos podido enfrentar ni vencer.
Abramos el debate y
construyamos una verdadera doctrina Bolivariana que trascendencia de las
consignas a un constructo político,
económico, cultural y social, visionado como símbolo significante de la
autodeterminación de nuestra patria grande, una
Epistemología Bolivariana de visión prospectiva al cimiento de patria
grande, superemos el nuevo intento del
Operación Cóndor contra nuestra patria grande pero no solo con consignas sino
con métodos efectivos y con el forjamiento de una necesaria conciencia. Por último,
a los hermanos bolivianos, recordemos las palabras de nuestro libertador
"El soldado bisoño lo cree todo perdido desde que es derrotado una
vez" Simón Bolívar.
marceldoubront@gmail.com
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