Por Sylvia Ubal:
Alemania y Noruega han negado sus subsidios de protección para la Amazonía
Desde hace 17 días, la Amazonía de Brasil viene sufriendo
múltiples incendios sin precedentes que afectan los bosques. La actual
situación, producto de los siniestros forestales, está preocupando a millones
de personas, ya que las consecuencias de la emergencia viene perjudicando al
pulmón del planeta.
El fuego ha arrasado ya con más de 500 mil hectáreas de
bosques, cultivos y pastizales, generando además contaminación por monóxido de
carbono en zonas colindantes. Como también ha llegado a las ciudades
fronterizas con Brasil como lo es Perú y Bolivia ya han sido declarados en
emergencia y alerta ambiental debido a la vasta presencia de humo
Los incendios son tan intensos que se pueden ver desde el
espacio, ya que han generado una gruesa capa de humo sobre un área de alrededor
de 1.2 millones de millas cuadradas. Por ahora se desconoce si el fuego fue
causado por la actividad agrícola o la deforestación. Ambientalistas y expertos
señalan que las afectaciones a la Amazonia se han incrementado desde que Jair
Bolsonaro asumió en enero la presidencia en Brasil.
Bolsonaro, y se ha caracterizado por su posición radical
frente a esta zona, a través de la cual ha incitado a las diferentes industrias
a quemar la vegetación para despejar la tierra y hacer uso de ella, prometió
desarrollar la región amazónica para la agricultura y la minería, por lo que ha
sido duramente criticado, incluso fuera del país, así como por despreocupación
ante los incendios y la defensa del medio ambiente.
El mandatario
ultraderechista dio a conocer su sospecha de que muchos de los incendios
pudieron ser provocador por ONGs en “guerra” contra su gobierno. “Puede estar
habiendo, sí, puede, no lo estoy afirmando, una acción criminal de esos
‘oenegeros’ para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de
Brasil. Esa es la guerra que estamos enfrentando”, dijo Bolsonaro.
La víspera el #PrayForAmazonia se viralizó en las redes
sociales como una muestra de la preocupación por la Amazonía, en llamas desde
hace tres semanas, y la falta de acción de Bolsonaro. La Amazonia se extiende a
lo largo de 7.4 millones de kilómetros cuadrados por Brasil, Colombia, Perú,
Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam. Brasil, con selvas tropicales que se
extienden sobre 6.7 millones de kilómetros cuadrados, alberga la mayor parte,
con más de 60 por ciento dentro de sus fronteras. Además, la Amazonía es el
hogar de 34 millones de personas, incluidas 385 comunidades indígenas.
¿Qué hay detrás de este aumento de incendios forestales en
la Amazonia?
¿Tiene que ver con las altas temperaturas, los vientos más
fuertes de este año u otra cosa? Los vientos en esa parte de la Amazonia y en
la época del año que estamos no son tan fuerte, entonces no son incendios
forestales naturales sino inducidos por el hombre, generalmente por
agricultores, ganaderos y las trasnacionales.
Para Bolsonaro, dice la razón de los incendios que es la
"temporada de la 'queimada", es decir, cuando los agricultores usan
fuego para limpiar la tierra. Sin embargo, en la agricultura moderna no
necesitan usar fuego para limpiar la tierra de pastoreo o la tierra de cultivo
después de una cosecha.
Sin embargo, sus detractores lo acusan de favorecer la
deforestación con políticas que anteponen el desarrollo económico a la
conservación del planeta. Y no tiene ninguna intención de cambiarlas. Para
reforzar su tesis, Bolsonaro citó que su Gobierno ha "cortado el dinero
público que iba para las ONG" que operan en la región amazónica, con
proyectos "supuestamente" volcados al cuidado del ecosistema.
"De esa forma, ese personal está sintiendo la falta de dinero", agregó
el gobernante de ultraderecha, quien apuntó que ahora la tarea de las
autoridades es determinar si los incendios en el mayor pulmón del planeta han
sido provocados.
Alemania y Noruega han negado sus subsidios de protección
para la Amazonía. ¿Cuánto afectará eso a la tarea de conservación en la región?
Las subvenciones eran muy importantes. Esos fondos de Noruega y Alemania eran
fundamentales para demostrar cómo podía seguir desarrollándose la Amazonía sin
talar bosques, sin incendios y empoderando a las comunidades locales. Así que
creo que sería muy negativo para el futuro de la Amazonía si nosotros, los
países amazónicos, en particular Brasil, perdiéramos ese apoyo de otros países
que demuestran que hay alternativas. Dado que los políticos en el poder en
muchos países amazónicos no comparten esa visión, es importante que estos
países reciban ayuda internacional
"Sacamos dinero de las ONG. De las transferencias de
fuera [para la protección de la Amazonía], el 40% iba para ONG. No tienen más.
Acabamos también con las transferencias de órganos públicos [a las ONG]",
dijo. Ante esto, WWF-Brasil lamentó
"la nueva tentativa del presidente Jair Bolsonaro de desviar el debate
legítimo de la sociedad civil sobre la necesidad de proteger la Amazonía y, de
combatir, en consecuencia, la deforestación que origina los incendios
desproporcionados ".
Bolsonaro ha despedido al director del instituto de
investigación porque denunció los más de 72.000 incendios que se han producido
en el país en lo que va de año. El
pasado 02 de agosto de este año fue publicado un informe del director del INPE,
Ricardo Galvao, reportó un total de 72 mil 843 incendios en el país desde enero
pasado, lo que indica la cifra más alta desde que la agencia de investigación
espacial inició los registros en 2013. " La selva del Amazonas no solo se
está viendo amenazada por la desaforada tala de árboles de los últimos años, a
un ritmo que no se había visto en la última década, sino que ahora es el fuego
el que está destruyendo 'el pulmón del planeta' a una velocidad récord: solo en
lo que va de año se han producido más de 40.000 incendios en la zona de la
Amazonía brasileña,
Estos datos no le han
gustado al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y en respuesta lo despidió por dicha publicación del
informe, acusándole de fabricar los datos a base de mentiras.
Sin embargo, el gobierno brasileño ha aprobado la tala y
remoción del suelo de una enorme área amazónica para la minería. El área de
46.000 kilómetros cuadrados se extiende a los estados del norte de Amapa y
Pará. Se sospecha que allí hay ricos depósitos de oro, cobre, mineral de
hierro, manganeso y otras materias primas.
Son muchos los que apuntan al presidente brasileño como
culpable de la situación. Los activistas medioambientales le acusan de haber
abandonado los controles en la Amazonía desde su llegada al poder, lo que
estarían utilizando tanto las industrias madereras como otras empresas para
atacar la selva más importante del mundo.
De igual manera, resalta que los cultivos de aceite de palma
y la soja han tenido un papel importante en los daños ocasionados a la
Amazonía. Incluso, el organismo pronosticó que su crecimiento sería uno de los
más rápidos en la región.
Otro de los grandes problemas es la riqueza de minerales e
hidrocarburos de esta zona. Según el documento, el 15% del bioma amazónico
tenía concesiones mineras y contratos para la extracción de petróleo y gas.
Adicional a esto, más de 800 concesiones mineras se otorgaron en áreas
protegidas y, en ese entonces, había. 6.800 solicitudes pendientes de aprobación.
“Si no se adelantan políticas y estrategias para reducir la
deforestación en el bioma amazónico, para el 2030 la Amazonía puede perder el
27% (alrededor de 85,4 millones de hectáreas de bosques). Desde el año 2000
hasta 2013 la Amazonía perdió el 4,7% de sus bosques”, señaló WWF.
Otra de las industrias que amenaza la existencia de la
Amazonía son los proyectos de energía hidroeléctrica. En el 2016, la ONG alertó
que en ese momento había unas 154 represas para la producción de energía y
estaban planificadas para su construcción 227. "El aumento de las represas
en la Amazonia amenaza el flujo natural de sus ríos, altera los ciclos
naturales y pone en grave riesgo especies como los delfines y peces
migratorios. El suministro de agua para las comunidades locales y el transporte
de alimentos, también se ven afectados por cuenta de la producción de energía
en la selva amazónica", asegura la ONG.
Sus árboles producen un 20% de la cantidad de oxígeno que
hay en la atmósfera de la Tierra, lo que los convierte en vitales para frenar
el cambio climático y las consecuencias del calentamiento global.
sylviaubal@gmail.com
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