¿Podría creerse que la marina estadounidense no se haya
percatado que el anunció que un dron derribado en el mar mediterráneo no fuese
de ellos mismos?
Creo que la experiencia enseña como para ingenuamente
imaginarse que éste no sea otro caso de un “falso positivo” que la
administración Trump no esté tramando para justificar una agresión, esta vez
contra Irán; y no sólo porque ésta sea una vieja estrategia que se la aplica
para justificar una acción después de una acusación, sino porque es parte ya de
un mañoso manual Made in Usa de victimizarse para que por vía de la violencia
obtengan lo que busca. Vale decir que el paso siguiente a la acusación del
derribo del dron es la culpabilización de un responsable; en éste caso la
Guardia Nacional Revolucionaria iraní; y ¡ojo!, es ya considerado un grupo
terrorista, de acuerdo a la tendenciosa tipificación que periódicamente
presenta el Departamento de Estado de EE.UU.
Éste es otro caso muy parecido a lo que pasó; no sólo con el
auto atentado a las Torres Gemelas el 2001, sino durante la larga historia de
auto atentados que ha inventado para incriminar a países sobre los que los
EE.UU., han tenido y tienen inconfesables intereses geopolíticos estratégicos.
Irak fue uno de ellos donde se pretextó el alevoso argumento de las Armas de
Destrucción Masiva para invadir y saquear su petróleo.
Y es que ya se trata de una tramoya demasiado elemental para
presumir que los EE.UU., no se hubiesen dado cuenta que fue a su propio dron al
que derribaron, el cual monitoreaba los movimientos del buque de asalto anfibio
USS Boxer y otras cinco embarcaciones que le acompañaban durante unas tres
horas, de 10.15 a 12.00 del mediodía (hora local). Es por eso que el informe de
los organismos de seguridad iraní asegurando que: “durante ese tiempo, los
aeródromos que recopilan datos transmitidos por los vehículos aéreos no
tripulados iraníes, no observaron ningún movimiento sospechoso o amenazador por
parte de las fuerzas terroristas estadounidenses desde el referido buque de
guerra”, pudiese considerarse como un exceso de confianza en lo que podría
tratarse de una Operación de Falsa Bandera.
Y es que es ésta casi normal acción de rutina podría
servirles a los estadounidenses como cortina de humo para hacer creer que se
trató de un error de parte de ellos para derribar su propio dron: en una época
en la que el control de dispositivos autónomos depende siempre de los sistemas
que son supervisados y supervigilados por centrales de inteligencia.
Sólo habrá que darle tiempo al tiempo para saber si el
derribo del dron yanqui, no se trate de un auto atentado de falsa bandera.
prudenprusiano@gmail.com
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