Por: Iván Oliver Rugeles:
Detenidos 5 venezolanos integrantes del grupo paramilitar
“Autodefensas Unidas de Colombia y Venezuela” cuando atravesaban el río Táchira
y llevaban dos costales que tenían en su interior tres cabezas humanas
La captura y detención de los sujetos tuvo lugar en el
Municipio Pedro María Morantes, en Ureña, Estado Táchira, hace escasos días en
el sector Plaza Vieja, a la altura de la trocha ‘Portón Azul’, que limita con
el sector conocido como Villas del Escobal, en forma fortuita, pues el Piquete
de los efectivos del Ejército venezolano realizaban un patrullaje de rutina,
cuando advirtió a un grupo muy sospechoso que intentaba atravesar el rio
cargando dos talegos, por lo que sus integrantes procedieron a darles la voz de
alto y al revisar el contenido de la carga, se encontraron con el macabro
hallazgo de tres cabezas humanas, por lo que, de inmediato, solicitaron la intervención
del Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), el cual se hizo cargo de los
capturados y, por supuesto, de las respectivas investigaciones.
Los cinco detenidos fueron identificados como Jesús Manuel
Páez Palacios, de 25; Gabriel José López Porte, de 27 años; Yeltsin Alejandro
Silva Hernández, de 23; Abel José Peraza Jaén, de 20 años y Darwin Javier
Martínez Núñez, de 34, todos de nacionalidad venezolana, con residencia en distintas
regiones el país.
Hemos podido enterarnos por los medios de comunicación, que
además de las cabezas humanas que llevaban en los costales, los sujetos
portaban un lote de panfletos impresos en computadora que contenían amenazas de
muerte contra los grupos policiales venezolanos del GAES y CONAS, con el
encabezamiento de “Autodefensas Unidas de Colombia y Venezuela’ (AUCV).
Sobre este espantoso hallazgo, el Protector del Táchira,
Freddy Bernal, le informó a los medios que estos sujetos tenían instrucciones
de lanzar las cabezas contra las sedes de la Guardia Nacional, el Comando
Nacional Antisecuestro (Conas) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas,
Penales y criminalísticas (CICPC), junto a panfletos que amenazaban tanto a
estas instituciones como a algunos de sus representantes en la región.
Respecto de estos crímenes atroces, que han sido por décadas
muy comunes en Colombia, es necesario
que advirtamos que luego de la falsa desmovilización del paramilitarismo que
con bombos y platillos anunció al mundo el gobierno de Álvaro Uribe en 2005,
uno de sus mayores propulsores no lo olvidemos, con la rutilante denominación
de “Cooperativas Convivir”, esa poderosa plaga de criminales al servicio de los
sectores de la oligarquía terrateniente del país, se multiplicaron en bandas
que siguieron y aún continúan
delinquiendo bajo distintas denominaciones (Los Rastrojos, Los Urabeños, Las
Águilas Negras, Los Paisas y, entre otros,
las Autodefensas Gaitanistas),
las que, desde entonces vienen aterrorizando no solo las regiones más
empobrecidas del vecino país para robarles a los campesinos sus tierras, ya sea
asesinándolos o expulsándolos y convirtiendo el país en el que registra al día
de hoy, el mayor número de desplazados internos del mundo, seguido lejos de Siria y mucho más
atrás de Iraq (
https://www.nodal.am/2018/05/colombia-el-pais-con-la-mayor-cantidad-de-desplazados-internos-en-el-mundo/).
Sino al lucrativo negocio de la extorsión, del secuestro y a
dedicarse al contrabando y al robo en nuestro país de todo tipo de bienes,
empezando por la gasolina, los alimentos y otros bienes esenciales, debido a lo
extenso de la línea fronteriza que delimita nuestro territorio del colombiano
(2.219 km) y que por ello es muy vulnerable, lo cual facilita a esas bandas del
crimen organizado incursionar hacia nuestro país a cometer cuanta fechoría se
les ocurra y, además, con el beneplácito del gobierno colombiano, el cual se ha
declarado enemigo del nuestro y no solo eso, sino que aliado del gobierno
imperial de Washington no descarta la posibilidad de agredirnos como parte de
una coalición internacional. Por cierto, que el camarada Constituyente, Pedro
Carreño, ha dicho ante esa irresponsable y atrevida amenaza, que de ocurrir la
agresión a Venezuela la respuesta de nuestro ejército Bolivariano y Chavista no
se quedará en la frontera, ¡¡¡llegará hasta Bogotá y más allá…!!!
Este suceso espeluznante de las tres cabezas humanas en
poder de venezolanos es una clara evidencia de que esas bandas han logrado ya
incorporar a sus huestes a muchos de aquellos compatriotas nuestros que optaron
por hacer frente común con factores de la oposición y que, por dinero, como lo
han confesado los muchos que ha podido ser detenidos por los cuerpos policiales
del país, se convirtieron en los guarimberos que causaron los desmanes y la
mayor violencia en algo no más de 15 a 20 municipios de todo el país, durante los años 2014 y 2017,
dejando el trágico cuadro de casi 200 personas asesinadas y algo más de un mil
de heridos y que estuvieron muy activos, también, durante la llamada “operación
Cúcuta”, a finales de febrero último, con la cual se pretendió engañar a la
comunidad internacional con una fulana “ayuda humanitaria” y que no fue otra
cosa que un lamentable y trágico show, que dejó el saldo de 4 personas muertas
y decenas de heridos…
Ante este caso las autoridades de nuestro país deben
redoblar la vigilancia de la extensa frontera que tenemos con Colombia; pensar
-inclusive- en la instalación de una cantidad importante de puestos de
vigilancia a lo largo de la misma que estén sometidos a rigurosos
procedimientos de control que garanticen efectividad absoluta de la
invulnerabilidad de la frontera y transparencia a toda prueba del personal que
sea designado para su activación permanente las 24 horas del día, el cual
deberá ser rotado periódicamente…
Esta es una idea muy propia y quizás haya
otra u otras que ofrezcan una mejor solución al problema. Lo que urge, sin la
menor duda, es admitir que el contagio
paramilitar ya comenzó a hacer estragos en Venezuela, por lo que la toma de
decisiones para pararlo en seco es para ya, no podemos dilatarlas. Esa tragedia
que padece nuestro país vecino ha hecho metástasis en su cuerpo social (cada
semana son asesinados entre 5 y 6 defensores de derechos humanos y/o líderes
sociales); allí no ha habido por décadas fuerza humana capaz de hacer
desaparecer el paramilitarismo de la vida cotidiana de cientos de sus miles de
comunidades y aldeas, porque la impunidad en ese país ha sido y es absoluta e
inexpugnable.
Y como lo será de inexpugnable tanta injusticia y tanta
arbitrariedad en Colombia, que hasta más de un tercio de las curules de su
Congreso Nacional fueron ocupadas para el año 2008 (¿lo estará aún?) por
personas vinculadas muy estrechamente con los más altos jefes del
paramilitarismo y el narcotráfico. Veamos lo que sobre el particular publicó el
diario El País de España en abril de ese año, bajo el título: Los vínculos con
los paramilitares crispan la política colombiana:
“Imaginemos que una tercera parte de los parlamentarios
españoles estuviera en la cárcel, bajo proceso o se enfrentara a acusaciones de
tener vínculos con los GAL. ¿Cómo afectaría esta situación al Parlamento y al
presidente del Gobierno? Así está, ni más ni menos, el Congreso de Colombia,
donde un tercio de sus señorías tiene cuentas pendientes con la justicia por
sus relaciones con el narcotráfico y grupos paramilitares que sembraron el
terror en los años noventa con la excusa de combatir a la guerrilla (..) Los
implicados en el escándalo de la parapolítica aumentan día a día. Hay 51
congresistas bajo la lupa de la Corte Suprema, 29 en la cárcel, y 18 que han
renunciado a la inmunidad parlamentaria para ser investigados por la fiscalía y
no por el más alto tribunal. La cifra es más elevada si se incluye a
gobernadores, alcaldes, concejales y ex congresistas en la picota.” (Para leer
completa la nota del diario español, haga clic aquí:
https://elpais.com/diario/2008/04/18/internacional/1208469605_850215.html)
Eso no lo queremos para nuestra Patria…!!!
rioliverr@gmail.com
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