sábado, 29 de junio de 2019

Venezuela y los Golpistas



Por Eduardo Contreras:
La bien pagada ofensiva en contra del gobierno democrático revolucionario de Venezuela no para; todo vale para Trump y sus serviles. Especialmente la mentira irresponsable, la injuria, la falsificación de la realidad. Todo va en dirección de su objetivo final: un ataque militar norteamericano que destruya las conquistas que ha logrado el pueblo venezolano gracias a la acción de los gobiernos del comandante Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.


El canal 13 de la TV chilena, por ejemplo, invitó a Daniel Jadue, exitoso alcalde de la comuna de Recoleta a un programa matinal el día 20 del presente mes de junio; buena parte del interrogatorio de los funcionarios del canal derechista tuvo que ver con la situación venezolana y la visita a ese país de Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y actual Comisionada de la ONU para el tema de Derechos Humanos. Mientras la autoridad comunal expuso respecto de lo realizado en su gobierno – en que ha marcado avances históricos en materia de salud y cultura entre otros – no hubo mayor problema.

La embestida comenzó al hablar de Venezuela. Los funcionarios del 13 no podían soportar que el alcalde respetara al gobierno venezolano, que señalara su rechazo a una agresión militar, y además reiterara la responsabilidad del imperio norteamericano en las dificultades económicas por las que atraviesa el país latinoamericano, similares a las sufridas por Chile en los años de la Unidad Popular y del presidente Allende.
Con todo, fueron relativamente prudentes. Pero una vez terminada la participación de Jadue, el asunto cambió y el programa apretó el acelerador a fondo con provocaciones y mentiras contra Venezuela. Es más, invitaron a un sujeto llamado Danny Ramírez, venezolano radicado en Chile, al que le dieron tiempo para que vomitara toda suerte de canalladas e invenciones. El agente llegó a sostener que el Partido Comunista de Chile era financiado por narcotraficantes venezolanos. Todo por supuesto no sólo a vista y paciencia del personal del Canal sino además con su aprobación y agrado. Nos parece un hecho gravísimo. Pero no es aislado.

La ofensiva aparece por diversos lados y hasta un ex presidente de la república chilena, Ricardo Lagos, ha deslizado juicios que avalan una intervención militar en Venezuela.
En su caso claro su simpatía pro golpe no es nueva si recordamos que en su mandato presidencial reconoció el golpe de Carmona el año 2000 que, para desgracia de Lagos duró apenas unas pocas horas. La política no parece ser su tema.

A propósito de este personaje me permito un pequeño recordatorio ajeno al tema de esta nota porque hace años, siendo yo estudiante de la Escuela de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Chile y siendo uno de los profesores de Economía Política el reconocido militante del Partido Radical, Alberto Baltra, uno de sus ayudantes era precisamente Ricardo Lagos Escobar alumno de los cursos superiores. Y fue por esos años que hizo noticia cuando Editorial del Pacífico publicara su libro La Concentración del Poder Económico. Un texto justo, serio y que hizo historia. Allí, con absoluta rigurosidad científica, dejaba en claro la perversión del sistema capitalista. Lamentablemente, años más tarde, con sus dichos y hechos, Lagos desautorizaría su propia obra al actuar del modo y en la dirección que precisamente condenaba abiertamente en aquel entonces.

Tengo a la mano la tercera edición de esa obra, del 12 de mayo de 1961, y releo párrafos en los que condena categóricamente la concentración económica en manos de los grandes grupos empresariales, fenómeno que considera parte inseparable del modelo capitalista al que llama a reemplazar.
Hay afirmaciones concretas como cuando en la página 172 de la edición que cito, el entonces hombre progresista señaló que “La única y verdadera solución es, entonces, la abolición de la propiedad privada sobre los medios de producción, los cuales deben pasar a manos del Estado. En la medida que dicha propiedad subsista, todas las leyes que se dicten sólo serán paliativos que jamás conseguirán la eliminación definitiva de las diversas formas de concentración”.

Todo lo cual olvidó por completo años más tarde, en particular cuando fue presidente de Chile. Claro está debe recordarse que luego de escribir aquel libro que incluía citas a Carlos Marx, Lagos vivió largo tiempo en EEUU al alero precisamente de los peores grupos de concentración económica.
Entonces que nadie se extrañe ahora que Lagos condene al gobierno de Venezuela, que le llame “dictadura” y que se sume a quienes no rechazan la posibilidad de una intervención militar norteamericana.

Deleznable y tanto más cuando es conocida la “calidad” humana de los opositores, no sólo de Guaidó, que se enriquece sin disimulo con esta situación sino de otros como aquel que hace ya mucho tiempo vive a cuerpo de rey en la embajada chilena en Caracas a costa de todos los chilenos y tras chantajear al ex embajador chileno, Pedro Felipe Ramírez, que es otro que en algún momento de su vida se proclamó progresista.

Mientras esto sucede, Piñera le niega el acceso a venezolanos en la frontera a pesar de la millonada que se gastó en Cúcuta para proteger a los que pedían salir de su país. Y para tratar de resolver ese tema, envió al funcionario de la Cancillería chilena Mijail Bonito, que es un cubano contra revolucionario, del que sería interesante saber cuándo y con qué visa ingresó a Chile.

Resulta sencillo explicarse porqué la visita a Venezuela de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas y sus conclusiones, no hayan sido del agrado de los sectores políticos chilenos que apoyan a los golpistas venezolanos. Tampoco le gustaron a Almagro, ese esperpento político que oficia de secretario de la OEA. Fue también una decepción para el llamado “Grupo de Lima” y para eso que denominan Prosur.

La razón es simple: la alta funcionaria internacional actuó con estricto apoyo al Derecho. Y por supuesto los golpistas esperaban otro resultado.
Es que, como se ha dicho, los golpistas de todo signo tratan de ocultar las notorias semejanzas de la situación actual en Venezuela con la de Chile en 1973; como por ejemplo el boicot norteamericano, el bloqueo económico que provoca la crisis económica y la falta de alimentos y medicinas. Pero a la vez olvidan que la gran diferencia entre ambas situaciones es que Venezuela cuenta con Fuerzas Armadas patrióticas y democráticas, no sujetas a lo que ordene Washington. Y en cambio ese no ha sido, desgraciadamente, el caso nuestro.

Paradojalmente, cada día que pasa marca un retroceso en nuestro país. Los niveles de corrupción estatal no tienen límite. Semana tras semana hacen noticia los altos oficiales de las Fuerzas Armadas que caen presos y son sometidos a proceso por estafas y apropiaciones indebidas de miles y miles de millones, incluyendo los negocios con inmuebles o con autos de lujo o los viajes de paseo al extranjero con sus señoras esposas, dispendiosos hasta lo increíble. Todas las ramas de uniformados chilenos están en esa situación. Mientras tanto se consuman formas de alianza del sector oficialista de la Democracia Cristiana con el gobierno derechista de Piñera. Un gobierno que mantiene como vice ministro a un personaje como Luis Castillo que ha sido denunciado como cómplice en el asesinato del presidente Eduardo Frei, alto dirigente de la propia DC.

Para concluir quiero recordar que por estos días se cumple otro aniversario del nacimiento del presidente Allende. Nació el 26 de junio de 1908 en la ciudad de Valparaíso. Y lo evoco a propósito porque fue un gran hombre, un patriota que pagó con su vida la lealtad a su pueblo y a la democracia. Allende marca la historia de Chile. Evocar sus luchas y sus obras, su pensamiento internacionalista, nos muestra las siderales diferencias con aquellos que en nuestros días asumen los que, pese a declararse gente de izquierda, progresistas, se suman a la ofensiva golpista contra el gobierno bolivariano de Venezuela.

 eduardocontreras2@gmail.com

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