jueves, 20 de junio de 2019

Destino de la ultra derecha en Latinoamericana se define en Venezuela



Por Gaspar Velásquez Morillo
Cuando la izquierda y gobiernos populares gobernaron durante un par de décadas, principiando el siglo XXI, estos sectores progresistas no tuvieron reparo alguno en respetar a los agrupamientos de derecha y hasta le abrieron cancha para que estas hicieran su modus vivendi de corresponsabilidad en la crítica y sus aportes, de manera que nunca se propusieron su exterminio.

La Ultraderecha se fue conformando en su resentimiento social, en su rearme organizativo y aliadas entre ellas a nivel Latinoamérica y el Caribe y con ramificaciones directa con las élites guerreristas de EE. UU quien las pasó a comandar en unión con rancios sectores ultraderechistas de la vieja Europa.



La Ultraderecha ha conquistado terreno por los errores de las y los revolucionarios y/o se ha abierto espacio en Latinoamérica y el Caribe con la utilización de disímiles estrategias, desde la infiltración, así como golpes suaves, hasta la judaización de los liderazgos políticos revolucionarios e inculpándoles de cualquier desmán hasta confinarlos en la cárcel como también execrarlos de la lucha política con procesos de dudosa legalidad y legitimidad.

La Ultraderecha no tiene escrúpulos, ni identidad nacional, menos entienden de soberanía nacional, se han entregado de rodilla y con los glúteos al aire al imperio internacional y sus actuaciones y línea política la dirige sin intermediarios los halcones del Pentágono, Comando Sur, CIA y demás entramado y maquinarias de guerra y de la muerte del Estado norteamericano.

En Venezuela, la Ultraderecha está ensayando todas las teorías conspirativas para defenestrar el proceso revolucionario, con actividades como guarimbas venían golpeándoles los tobillos y las rodillas al proceso revolucionario socialista bolivariano, hasta que decidieron ir por el corazón de la Revolución, enfrentar con sus tenebrosas campañas y estudios psicosociales, psicopolíticas y de guerra, para disputarle los postulados de la revolución bolivariana al aseverar que se estaban desviando del pensamiento del Comandante Chávez, mayor descaro…!

Luego, sin artificios algunos la Ultraderecha emprendieron, magnicidio, ataque multiforme y guerra irrestricta para predisponer al pueblo contra el gobierno, pero la Ultraderecha mundial, de nuevo ve que sus pretensiones se desdibujan con el tiempo, el pueblo venezolano se atrinchera y va por su rearme político ideo político y mantiene un nivel de respuesta cónsono con su papel en la historia mundial; la Ultraderecha no haya qué hacer, es un férreo combate con carácter mundial pero el contenido es nacional, es una confrontación con ribetes conceptuales, políticos, programático y la Ultraderecha de Latinoamérica y del resto del mundo, con la socialcristianismo y los socialdemócrata se quedan perpleja sin capacidad de respuesta y de acción y le da una carta el blanco a la administración de Donald Trump para que piensen y actúen por ella.

La izquierda en el mundo se queda díscola, sin criterio propio, con aridez doctrinaria, los manuales le quedan cortos y los manidos discursos les llega su otoño histórico.
Los pueblos se suman al sentir del pueblo venezolano, solidaridad desde el propio EE. UU, quedan reseñados por alguna vía a pesar del cerco comunicacional de los medios estadounidenses; sin embargo, afuera, en las compuertas de las historias, se escuchan estruendosos toc, toc, toc, desde distintos lugares del mundo la presión es tal, que ya no se puede ocultar, que en Venezuela se define el destino de la humanidad.

gasparvelasquez4824@gmail.com

1 comentario:

  1. excelente análisis bueno para el pueblo poderlo entender e iniciar debates. saludos camarada

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