Por Juan Martorano:
Juan Gerardo está tratando de aprovechar su cuarto de hora.
Hemos dicho que ciertamente las expectativas que creo a comienzos de este año
se han ido desvaneciendo. Ya entramos a la segunda quincena del mes de junio,
que marcará el fin del primer semestre de este año y comienzos del segundo, por
lo que se acelera su fecha de caducidad.
Los errores que ha cometido en la ejecución de sus planes en
contra del proceso revolucionario han estado a la orden del día. Y esto ya hace
mecha en su pretendido liderazgo, sin contar en las disputas subterráneas y
arteras en las que ha caído con su antiguo jefe y mentor político, Leopoldo
López, creador y jefe del engendro terrorista Voluntad Popular.
Una de las debilidades de Guaidó tiene que ver con la
ostentación y los lujos que le dan su pretendido e imaginario interinato. Hasta
el punto que ha concedido entrevistas y prestar su imagen para revistas de
moda, cuál si fuera un top model. Está inmerso en una burbuja y no se da cuenta
de su entorno y alrededor. Por ello, sólo será cuestión de tiempo para que lo
veamos cómo queda en el basurero de la historia, como pasó con otros
predecesores que ha tenido de la talla de Ramos Allup o Julio Borges.
Su pareja (real o no) Fabiana Rosales, ha realizado
constantes giras al exterior, y se ha reunido con importantes gobernantes de
derecha en el mundo. Ella, al igual que su consorte, le ha gustado estos
devaneos del poder y de este “interinato”. Ella también ha entrado en un
círculo terrible donde el poder y el dinero abundan. Pero aquí cabría la
pregunta: ¿Qué ocurrirá cuando lleguemos a las postrimerías de este año y
comienzos del próximo, cuando de acuerdo a los propios acuerdos de la alianza
opositora, Guaidó (si es que tiene palabra) debería entregar la “presidencia
del parlamento” a una fuerza minoritaria dentro de la extinta MUD? Ya de esto
me referí en artículos anteriores.
De hecho, se estima que el motivo real de las giras internacionales
de Fabiana Rosales de Guaidó por el mundo tiene que ver con monitorear y
rastrear cuentas de la Nación venezolana, a objeto de que se les impongan
bloqueos en el marco de las medidas coercitivas unilaterales. Pero peor aún,
además de ello, Fabiana sería la encargada de la apertura de cuentas personales
en otros países, incluso en aquellos que son considerados paraísos fiscales, a
fin de depositar el dinero de lo que se están robando de los activos de nuestro
país en el exterior.
Ante la inoperancia (y expresó esto con profundo sentido
crítico y de molestia) con nuestro actual sistema de administración de
justicia, léase Ministerio Público y Tribunales, que no terminan de accionar y
ponerle los ganchos a Guaidó (el cual a mi juicio no representa un peligro ante
el desplome de su liderazgo y pérdida de su capacidad de movilización de la
base opositora antichavista furibunda, lo que suma una decepción y frustración
más) sólo será cuestión de tiempo, y esperemos esto, que este sujeto con todo
el dinero robado y el daño que ha causado al país, es que huya de nuestro país
a disfrutar de este dinero mal habido. Obviamente continuará montando algunos
shows, y expresará que ahora hará un Gobierno desde el exilio.
Y sostengo que Guaidó no representa un peligro en estos
momentos, porque la alta dirigencia del chavismo que hace vida en el PSUV, ha
disminuido en las convocatorias a las movilizaciones y marchas (las cuales en
más de un 99% de los casos se ha constituido en una medida de reacción ante los
intentos del fascismo por llenar de sangre y violencia las calles de nuestro
país, y la excepción fue la convocatoria a la marcha de los CLAP a comienzos de
este mes). Lo que a mi juicio es un indicador de que Guaidó viene presentando
desde hace algunas semanas, no sólo un estancamiento, sino un desplome de su
liderazgo y de su convocatoria en sus movilizaciones y acciones de calle.
Y si a eso le agregamos las recientes denuncias y casos de
corrupción incipientes con el tema de la supuesta ayuda humanitaria que se
encontraba desde Colombia, más el bajo perfil que operadores políticos
fascistas como Rick Scott y Marco Rubio han tenido en estos últimos tiempos;
aunado a que el día de mañana 18 de junio de 2019, Donald Trump lanza
oficialmente su campaña a la reelección a la presidencia de EEUU, es evidente
que Guaidó pasará a ocupar en la agenda de este país un segundo orden, y ante
los engaños y frustración en sus expectativas por una “salida rápida” de
Nicolás Maduro del poder, sus amos imperiales ya hayan decidido deshacerse de
él y buscar otro que les haga el trabajo sucio.
Sin embargo, y ante de darle la extrema unción a Guaidó, no
podemos bajar la guardia, puesto que la navegación del “buque hospital” USS
Confort por aguas del Caribe, pasando muy cerca de las costas venezolanas, y de
la visita de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas,
Michelle Bachelet a Venezuela desde el miércoles 19 de junio hasta el viernes
21, con el consecuente llamado del “autoproclamado” de llenar de protestas y violencia
las calles de Venezuela, serían los últimos actos de un dirigente al cual ya se
ha dado la orden de sacarlo del juego, ante su evidente fracaso e inoperancia
para la consecución de exterminar la Revolución Bolivariana.
Y será otro, y no será paja, cuando expresemos, que se secó
por querer destruir a Venezuela.
Y dios quiera, que sus últimos días los pase tras las rejas,
pero pareciera que hay sectores enquistados dentro de nuestro Estado que lo
prefieren en el exilio que preso. Es importante que entiendan que este país
para que pueda haber paz tiene que haber justicia, y para que haya justicia,
tiene que cesar de una vez por todas la impunidad, venga de donde venga y caiga
quien caiga.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
jmartoranoster@gmail.com
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