jueves, 20 de junio de 2019

Guaidó aprovechará para robarse lo más que pueda antes de pirarse del país.



Por Juan Martorano:

Juan Gerardo está tratando de aprovechar su cuarto de hora. Hemos dicho que ciertamente las expectativas que creo a comienzos de este año se han ido desvaneciendo. Ya entramos a la segunda quincena del mes de junio, que marcará el fin del primer semestre de este año y comienzos del segundo, por lo que se acelera su fecha de caducidad.

Los errores que ha cometido en la ejecución de sus planes en contra del proceso revolucionario han estado a la orden del día. Y esto ya hace mecha en su pretendido liderazgo, sin contar en las disputas subterráneas y arteras en las que ha caído con su antiguo jefe y mentor político, Leopoldo López, creador y jefe del engendro terrorista Voluntad Popular.


Una de las debilidades de Guaidó tiene que ver con la ostentación y los lujos que le dan su pretendido e imaginario interinato. Hasta el punto que ha concedido entrevistas y prestar su imagen para revistas de moda, cuál si fuera un top model. Está inmerso en una burbuja y no se da cuenta de su entorno y alrededor. Por ello, sólo será cuestión de tiempo para que lo veamos cómo queda en el basurero de la historia, como pasó con otros predecesores que ha tenido de la talla de Ramos Allup o Julio Borges.

Su pareja (real o no) Fabiana Rosales, ha realizado constantes giras al exterior, y se ha reunido con importantes gobernantes de derecha en el mundo. Ella, al igual que su consorte, le ha gustado estos devaneos del poder y de este “interinato”. Ella también ha entrado en un círculo terrible donde el poder y el dinero abundan. Pero aquí cabría la pregunta: ¿Qué ocurrirá cuando lleguemos a las postrimerías de este año y comienzos del próximo, cuando de acuerdo a los propios acuerdos de la alianza opositora, Guaidó (si es que tiene palabra) debería entregar la “presidencia del parlamento” a una fuerza minoritaria dentro de la extinta MUD? Ya de esto me referí en artículos anteriores.

De hecho, se estima que el motivo real de las giras internacionales de Fabiana Rosales de Guaidó por el mundo tiene que ver con monitorear y rastrear cuentas de la Nación venezolana, a objeto de que se les impongan bloqueos en el marco de las medidas coercitivas unilaterales. Pero peor aún, además de ello, Fabiana sería la encargada de la apertura de cuentas personales en otros países, incluso en aquellos que son considerados paraísos fiscales, a fin de depositar el dinero de lo que se están robando de los activos de nuestro país en el exterior.

Ante la inoperancia (y expresó esto con profundo sentido crítico y de molestia) con nuestro actual sistema de administración de justicia, léase Ministerio Público y Tribunales, que no terminan de accionar y ponerle los ganchos a Guaidó (el cual a mi juicio no representa un peligro ante el desplome de su liderazgo y pérdida de su capacidad de movilización de la base opositora antichavista furibunda, lo que suma una decepción y frustración más) sólo será cuestión de tiempo, y esperemos esto, que este sujeto con todo el dinero robado y el daño que ha causado al país, es que huya de nuestro país a disfrutar de este dinero mal habido. Obviamente continuará montando algunos shows, y expresará que ahora hará un Gobierno desde el exilio.

Y sostengo que Guaidó no representa un peligro en estos momentos, porque la alta dirigencia del chavismo que hace vida en el PSUV, ha disminuido en las convocatorias a las movilizaciones y marchas (las cuales en más de un 99% de los casos se ha constituido en una medida de reacción ante los intentos del fascismo por llenar de sangre y violencia las calles de nuestro país, y la excepción fue la convocatoria a la marcha de los CLAP a comienzos de este mes). Lo que a mi juicio es un indicador de que Guaidó viene presentando desde hace algunas semanas, no sólo un estancamiento, sino un desplome de su liderazgo y de su convocatoria en sus movilizaciones y acciones de calle.

Y si a eso le agregamos las recientes denuncias y casos de corrupción incipientes con el tema de la supuesta ayuda humanitaria que se encontraba desde Colombia, más el bajo perfil que operadores políticos fascistas como Rick Scott y Marco Rubio han tenido en estos últimos tiempos; aunado a que el día de mañana 18 de junio de 2019, Donald Trump lanza oficialmente su campaña a la reelección a la presidencia de EEUU, es evidente que Guaidó pasará a ocupar en la agenda de este país un segundo orden, y ante los engaños y frustración en sus expectativas por una “salida rápida” de Nicolás Maduro del poder, sus amos imperiales ya hayan decidido deshacerse de él y buscar otro que les haga el trabajo sucio.

Sin embargo, y ante de darle la extrema unción a Guaidó, no podemos bajar la guardia, puesto que la navegación del “buque hospital” USS Confort por aguas del Caribe, pasando muy cerca de las costas venezolanas, y de la visita de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet a Venezuela desde el miércoles 19 de junio hasta el viernes 21, con el consecuente llamado del “autoproclamado” de llenar de protestas y violencia las calles de Venezuela, serían los últimos actos de un dirigente al cual ya se ha dado la orden de sacarlo del juego, ante su evidente fracaso e inoperancia para la consecución de exterminar la Revolución Bolivariana.

Y será otro, y no será paja, cuando expresemos, que se secó por querer destruir a Venezuela. 
Y dios quiera, que sus últimos días los pase tras las rejas, pero pareciera que hay sectores enquistados dentro de nuestro Estado que lo prefieren en el exilio que preso. Es importante que entiendan que este país para que pueda haber paz tiene que haber justicia, y para que haya justicia, tiene que cesar de una vez por todas la impunidad, venga de donde venga y caiga quien caiga.

¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

jmartoranoster@gmail.com

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