sábado, 2 de marzo de 2019

Trump: entre la revolucionaria resistencia de Venezuela y el veto en la ONU


Por Rolando Prudencio Briancon:

¿Qué viene ahora? ¿Qué va hacer ahora los Trump? Ésa es la pregunta que no sólo se están haciendo los venezolanos, sino de la opinión pública mundial que hace poco menos de una semana estaba segura de que Nicolás Maduro caía, pues la revolución bolivariana no podría; en primer lugar con los mismos venezolanos que estaban harapientos y hambrientos, dispuestos a jugárselas con su propia vida, que no sólo ingrese la ayuda humanitaria, sino que con la ayuda de Colombia, y todo el grupo de Lima, lleven a Maduro y todos sus colaboradores ante la Corte Penal Internacional, si es que antes no lo ejecutaban como a Khadafi, como insidiosamente insinuó Narco Rubio.


Es más, teniendo a los 5000 mariners yanquis parqueados en Panamá, no sólo que ellos supervisarían y ejecutarían el golpe, sino que hasta mejorarían genéticamente la nueva raza que vendía después del derrocamiento, tal como declaró una desvergonzada mujerzuela.
Pero no prosperó aquella asonada; ni siquiera sembrando los “falsos positivos” que sembraron para enardecer más a los propios venezolanos que no apoyan precisamente a Maduro. Los venezolanos cerraron filas en defensa; no precisamente de Maduro sino de su misma patria, y el golpe no prosperó ante las mismas narices de los norteamericanos y sus amilanados mariners que siguen parqueados en Panamá.

Cinco días después se vino el contragolpe diplomático contra el Grupo de Lima y Trump, que se ha producido ayer durante la votación dentro el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se acaba de vetar el proyecto de resolución que los EE.UU., presentó desconociendo a Nicolás Maduro y reconociendo al golpista de Guaidó, tal como Trump lo hizo después que lo declarara presidente “encargado”.

Hoy, que, aunque no hay que bajar la guardia, todo tiene un tono menos dramático -parafraseando al Che- la verdad es que hasta cierto punto el decreto de Obama que declara a Venezuela una “amenaza” para los EE.U., parece ser cierto, pues la pregunta ahora es, ¿qué va hacer ahora la administración Trump, que por cierto ratificó ese decreto?
Desde luego que no es para cantar victoria, sería una deslealtad con la Revolución bolivariana bajar la guardia, y pensar que en un arrebato de arrogancia Trump no ordene a sus mariners invadir Venezuela, pero estas dos derrotas del intervencionismo yanqui le han puesto un alto, aunque sea por ahora.

Así que los yanquis saben que no les tenemos miedo, y al parecer ellos sí nos tienen miedo, porque justamente saben que no les tenemos miedo; y más aún si nos consideran una “amenaza” para su angurria imperial.

prudenprusiano@gmail.com

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