Por Prof. Pablo
Salvatb.:
Como otras veces, no escribo aquí parta complacer líneas
editoriales o intereses económico-partidistas. Como tantas otras, lo hago de un
modo “políticamente incorrecto”. “Muerto de hambre” le grito un joven jugador
de la Roja a otro joven jugador de la Vino tinto. De seguro ofuscado porque
esos “muertos de hambre”, a pesar de sus estómagos vacíos quizá desde cuándo,
le estaban ganando el partido de algo que, se supone, es solo “un juego”. Ha
pasado casi desapercibido en nuestra manipulada prensa escrita y televisiva por
supuesto.
No solo se expresa aquí un insulto cualquiera, que no está
permitido por las reglas del “fair play” en el fútbol. Lamentablemente, esa
reacción de jugador popular a jugador popular, refleja la penetración de la
ideología neoliberalista en la mente de muchos chilenos, en particular referida
a la actual situación del pueblo venezolano.
De un modo u otro, se refleja aquí nuevamente, la dimensión neocolonial
de nuestro ethos, de nuestros hábitos y conductas ético-políticas. No tenemos una
visión autónoma e ilustrada de los sucesos históricos. Buena parte de la gente sigue, la mayor parte
de las veces, las imágenes e indicaciones de los medios de comunicación,
mayoritariamente dominados/manejados por sectores de derecha, aliados todos ellos,
al poder que reside entre la Casa Blanca y el Complejo Militar
Industrial-financiero, allá en el norte del globo.
Esto se ha intensificado con la formación del así
autollamado grupo (o “cartel” como dicen otros) de Lima.
La orientación pro neoliberal y derechista de buena parte de
sus gobernantes, se articula muy bien con las órdenes y pedidos realizados
desde el poder en el país del norte.
Después de unos años, en que el latino americanismo volvió a ver días
mejores y promisorios para la unidad e integración latinoamericana (unidad en
la diversidad); los presidentes derechistas aupados por la Casa Blanca y los
intereses económicos, se han empeñado en liquidar la mayor cantidad posible de
instancias de coordinación latinoamericana que se lograron desde fines del
siglo pasado y los primeros años de este nuevo siglo.
Es triste observar el espectáculo de condescendencia y
obsecuencia de estos dirigentes con el poder estadounidense. Da vergüenza
ajena. Y después, uno los ve posando de
“nacionalistas”, pero no tienen empacho en vender los recursos naturales del
país a las transnacionales; de dar todas las facilidades a financistas e
inversores; en reprimir a las fuerzas del trabajo o a los pueblos originarios y
migrantes. Las elites latinoamericanas, lamentablemente, no son nacionales.
Solo de manera contingente les interesa su propio país. Si se les cambian las
condiciones de su poder y riqueza, no tendrán problemas en dar Golpes de
Estado, o en marcharse rápidamente, adivine usted donde.
¿Vio la imagen del presidente Piñera visitando al Sr. Trump
en la Casa Blanca? No tuvo problemas en subordinar nuestra bandera al interior
de la bandera gringa. Pero él sí que no
sigue doctrinas “foráneas”; piensa solo a partir de la historia cultural
nacional y del continente; siempre está citando a nuestros libertadores, solo
hace negocios nacionales, no se inspira ni tiene intereses en los USA. Como se le ocurre ¡La oligarquía colombiana
por su parte y sus gobiernos, la derecha de allí, ha permitido que los USA les
instalen más de siete Bases militares!
¿Para qué las necesitamos? ¿Por qué esas Bases están en la frontera con
Venezuela? Tenemos ha muy poco, además, la vergonzosa situación que se dio en
la reunión del Grupo de Lima, donde el sr. Mike Pompeo se dio el lujo, a través
de videoconferencia, de precisar las instrucciones a estos países para
intervenir en la República Bolivariana de Venezuela, violando su propia firma
de la Carta Fundamental de las Naciones Unidas.
Se les ocurrió, por si fuera poco – a los muy
“nacionalistas”- inmiscuirse en una disputa territorial marina, y tuvieron que
retractarse pocos días después. No vaya
a ser que el mismo Grupo de Lima ahora independizado de las órdenes de
Washington, le dé un día la razón a
Bolivia, y clame a Chile por darle una salida al mar¡ Si usted cree que exagero, pues le invito
lector/lectora, a revisar la historia de
nuestra América y a ver allí cómo el dicho de que somos “el patio trasero” de
los intereses de Washington se ha cumplido, y nunca para traer sociedades más justas,
igualitarias y libres ( no tengo espacio en esta columna para colocar fechas y países. Por ahora: Chile, 1973; Argentina,1976; Uriguay,1973;
Brasil, 1964; Bolivia,1980; Guatemala, 1954; Honduras, 2009; Panamá, 1989).
La diferencia en el presente, es que ahora el país del norte
fabrica –en alianza con factores derechistas y también muchas veces con la
anuencia de unas FFAA formadas aun en el
anticomunismo-, intervenciones en distintos lugares y países del globo
terráqueo con una menor intervención
castrense (salvo claro está, Irak,
Libia, Siria, Afganistán) y se sirve del Poder Judicial y los golpes
“constitucionales” para intentar destituir aquellos gobiernos no serviles a sus
intereses (hay que recordar a F.
Lugo en Paraguay; o el caso de Dilma y Lula, en Brasil).
Esto es lo que intentan por ahora contra Venezuela. Sin base político-jurídica
montan un gobierno paralelo y con ello, al igual que en Libia, quieren iniciar
el camino de la destrucción de ese país. Claro, acá, supuesto reino del éxito y
la tranquilidad (Camilo Catrillanca y otros de por medio), solo vemos las
imágenes repetidas de los consorcios mediáticos internacionales: una sola voz,
una sola imagen; pura emocionalidad de por medio. Nada de contexto; nada de reflexión crítica;
nada de ubicación histórica, nada de elecciones. Siguiendo la rúbrica de
Goebbels, “miente, miente que algo queda”, y hazlo todos los días, de manera
reiterada, cuatro o tres consignas y frases repetidas una y otra vez. Es una
lástima, que gobernantes que tienen muy bajo apoyo popular, terminen
involucrando a nuestros pueblos en intervenciones extemporáneas que solo pueden
traer, la experiencia está a la vista,
muerte, caos y sufrimiento.
No habría que olvidar tan rápido lo que decía el libertador
S. Bolívar en agosto de 1829 “ (…) los Estados Unidos que parecen destinados
por la providencia a plagar la América de miserias a nombre de la
libertad”. Idea refrendada por José
Martí “(…) los pueblos de América son más libres y prósperos a medida que más
se apartan de los Estados Unidos”. Y
conste que no he tenido tiempo y espacio aquí para un análisis más serio de la
crisis por la que atraviesa la república Bolivariana de Venezuela. Pero hay que
empezar por alguna parte, para recuperar nuestra capacidad de asombro
adormecida por tanta tecnología mediática.
pablosalvatb@gmail.com
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