Por Carlos Ellis:
En el marco de la presente dinámica internacional podemos
percibir un sin número de perturbaciones en diferentes ámbitos; políticos,
económicos, diplomáticos, o simplemente de interés que nutre el principio
realista; el ejercicio de poder en las relaciones entre los Estados ahora a
través de estructuras constituidas por actores en determinados espacios
distorsionando la naturaleza de dicho sistema. Estos actores distorsionantes
obedecen a corrientes de orden que quebranta su principio de autodeterminación
configurando acciones de interés. Esta barahúnda se denota con facilidad cuando
existe la presencia de tendencias políticas y económicas adversas convergiendo
en la naturaleza del propio sistema; por este motivo, es de carácter
obligatorio someter estos fenómenos a sus respectivos análisis con la finalidad
de lograr la aproximación a una totalidad que permita la toma de decisiones más
certeras en pro de la Seguridad de la Nación.
Este análisis corresponde a la ruptura diplomática impulsada
por el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, enmarcado en la orden para el
retiro de su embajador Rafael Quintero en Venezuela; considerado esto una
expresión de obediencia a los lineamientos de factores de poder y relaciones de
fuerzas que buscan la reconfiguración de nuevos y fortificados modelos
políticos “representativos” en la región latinoamericana. Es simplemente la
revitalización del conocido “Plan Cóndor” ahora bajo la conducción de un
conglomerado de nuevas elites regionales que articulan bajo un mismo propósito;
el establecimiento de “Democracias Liberales” en varios países
latinoamericanos.
Cabe destacar que las relaciones entre Venezuela y Ecuador
desde el punto de vista económico no llegaron a concretarse con profundidad,
siendo de mayor importancia geoestratégica para este renglón la construcción de
una refinería como plataforma al “Gasoducto del Sur” y facilitar la ejecución
de convenios de cooperación energética alcanzado entre las dos naciones y
enmarcado dentro de la iniciativa de “Petroandina”, creada para impulsar la
interconexión energética, el intercambio de recursos hidrocarburiferos y la
inversión conjunta en proyectos entre Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador y
Venezuela que de importante atención desde el punto de vista geoestratégico y
geoeconómico representaba la ventana al océano pacífico con miras al continente asiático; así como mecanismo de
integración y fortalecimineto al nuevo esquema de transito e integración social
conocido como MERCOSUR, que hoy mitiga la satanización del tema de la
emigración venezolana a los países miembros.
Ecuador aun es miembro “observador” de este bloque, ahora
con las intenciones de unirse con las elites de Paraguay, Brasil con la llegada
de Bolsonaro y Argentina para concretar la salida de Venezuela.
Ecuador da un paso firme en su incorporación al proceso de
configuración de una región bajo el mando de las democracias liberales, como
avanzada del imperialismo en vista de la penetración que han tenido Rusia,
China, Irán y ahora Turquía en Latinoamérica; los casos más significativos son,
Argentina con Macri, Brasil con Temer y su estrategia aplicada para el triunfo
de Bolsonaro, Iván Duque en el marco de la incorporación a la OTAN, Sebastián
Piñera en Chile y Lenin Moreno en Ecuador.
Este es participe hoy de un modelo de guerra donde funge como
instrumento político de máxima precisión posiblemente dirigida desde los
Estados Unidos; incorporar a cientos de venezolanos en su territorio bajo el
esquema de otorgamiento de una cedula válida para el trabajo que dará impulso a
su economía y a su vez apalanca el proceso de despoblación del territorio
venezolano de esa masa profesional que deja acéfala a las empresas estratégicas
del Estado o como fase obligatoria previa a una intervención.
Ecuador en su visión
de adhesión al llamado “Grupo de Lima” asumido por las elites y
corporatocracias del Sur, pretenden reactivar el concepto hegemónico del poder
de los Estados Unidos de Norteamérica sobre la región, deslegitimizando la
gestión del ex presidente Manuel Correa y generando las contradicciones
suficientes en los procesos de desarrollo social en el marco de las metas del
milenio cumplidas por ambos países. Ecuador en el contexto latinoamericano,
genera altas tensiones entre la hegemonía del poder de EE.UU. para retomar la
conceptualización del modelo unipolar y el conglomerado de actores,
instituciones, organizaciones y movimientos sociales que hacen vida en la
región contrarios a ese esquema. Ecuador
es un eslabón importante para el proceso de desintegración de los bloques
regionales; la fragmentación de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), su
expresada salida del ALBA, sus intenciones en contra de UNASUR y las acciones
en contra de Venezuela para el concretar su ingreso al MERCOSUR.
Una aproximación a las intenciones y estrategia política
aplicada por el hermano país del Ecuador en la Región como esquema del
reordenamiento de las relaciones de poderes en el continente. Cabe destacar que retirar un miembro
diplomático viola el Derecho Internacional para el “Tratado de Ushuaia” con relación
al bloque de integración antes señalado. Venezuela en MERCOSUR
.Analista internacional Carlos Ellis
carlosellis1@gmail.com
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