Por Rolando Prudencio Briancon:
Mejor escenario para llevar adelante la décimo catorce
reunión del Foro de San Paulo no podía ser más que Cuba; y no por sólo porque
la declaración de los más de 400 intelectuales se la emita en la nación que
nunca transó ni traicionó sus principios revolucionarios; sino porque será ahí
donde no sólo se analizarán los avances en materia de derechos ya sean
laborales de género, o de cualquier otra índole; sino y sobre todo para tratar
el trance político que hoy vive el Continentea partir de una reconfiguración
constante que vivimos cada día.
Siempre Cuba ha cuidado las formas de relacionarse con las
demás naciones; y no precisamente por lo protocolar que pueda ser; sino por
cuanto es respetuosa in extremo de la autodeterminación de quienes vayan a
tomar decisiones en éste eventos, para que las mismas que no se vean afectadas
por lo que mayoritariamente se decida al en el Foro.
Pero además porque Cuba se ha toma muy en serio el contenido
de las conclusiones que vayan a emitirse en el Foro, por cuanto es la propia
coyuntura política que se vive en el Continente la que en todo caso será la que
proyecte las estrategias y acciones que reorganicen el sentido soberano de las
mismas. Vale decir que lo que se haga a partir de ahora; no sólo reactivamente
sean una respuesta a la coyuntura, sino que proactivamente promueva el
relanzamiento del ideario y la acción revolucionaria en el Continente.
Esa es la razón por la que la riqueza de éste Foro estará
dada en función al análisis y evaluación de la ruptura que se ha producido
dentro este ciclo del progresismo latinoamericano, a partir de que este quiebre
ha supuesto una regresión reaccionaria y la recuperación en la región
latinoamericana de espacios políticos en manos de las fuerzas conservadoras;
tal como sorpresivamente sucedió en la Argentina y Paraguay con el ascenso de
gobiernos de derecha. O los casos de Brasil y Ecuador en la que el retroceso se
ha debido más a las traiciones y equivocaciones, que a los “méritos” de la
derecha, la misma que en todo caso si ha sabido capitalizar los errores de la
izquierda, que proponer un programa político alternativo que supere al de los zurdos.
Es en ese sentido que si bien de un tiempo a esta parte la izquierda parece haber perdido
terreno, lo que acaba de suceder en México con la elección del izquierdista
López Obrador, llega en el mejor momento para que en éste se renueve el
relanzamiento de la ruta revolucionaria -respetando la particularidad de cada
país- que es la que Cuba ejemplarmente ha emprendido hace más de medio siglo
sin tener que pedir permiso a nadie.
prudenprusiano@gmail.com
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