Por Carlos Maldonado:
Ante el desplome inevitable del dólar estadounidense, cuyas
señales más evidentes son, la utilización por parte de potencias económicas
emergentes, como Rusia y China, entre las más emblemáticas, sus propias
monedas, el yuan y el rublo, respectivamente, en sus transacciones comerciales.
Siendo la primera la que se ha posicionado con mayor fuerza dadas mayores
relaciones del gigante asiático con otras naciones del mundo. O, el euro, en el
caso de la Unión Europea para con otros socios importantes en el próximo
oriente como Turquía e Irán o la India, es necesario poner las barbas en remojo
ya que el coletazo de esa debacle nos alcanzará con mayor furor a economías
como la nuestra en Guatemala que dependiendo totalmente en lo económico,
político e ideológico de EEUU han apostado todo a esa única canasta monetaria
(dólar) de alternativas.
Ante esa realidad el gobierno profundo de la potencia del
Norte, no ha hecho más que aumentar su belicosidad ante todo el mundo, pateando
el tablero de las relaciones internacionales dejando sin cumplir acuerdos
contraídos con antelación lo cual la deja en entredicho ante la comunidad de
naciones y poniendo al planeta al borde de la guerra mundial o de los que les
interesa más: una guerra regional de proporciones dantescas que no solo logre
aumentar las ganancias de su Industria Militar al ser proveedor de muchas naciones
que estarían en contienda, sino que drenaría los recursos de las potencias
emergentes destinados para el desarrollo productivo pero cuya condición es la
paz y la estabilidad de los pueblos, dejándolos siempre en desventaja ante su
poderío militar lo que se traduciría en la imposición de sus decisiones a nivel
mundial.
Derivado de esa realidad, es por eso entendible y
explicable, la belicosidad del Imperio que se se ha acrecentado enormemente,
suponiendo para las demás naciones el incremento de sanciones (Rusia, China,
Siria, Corea del Norte, Venezuela, Cuba), chantajes y amenazas directas de
invasión militar y guerra como en Ucrania y Siria donde los muertos han
sobrepasado el medio millón de víctimas fatales. No faltando en ello, la
agresión permanente hacia Palestina cuyo pueblo resiste estoicamente las
masacres y los abusos del ejército de ocupación sionista encabezada por su
gobierno.
Paralelamente, a la vez que realiza dichas agresiones, para
tratar de paliar esa crisis permanente del sistema capitalista y para ir
suponiendo una etapa de transición, Israel sionista, quien es quien realmente
manda en el estado profundo de EEUU, apoyado por varios gobiernos de corte
oligárquico y monárquico de América y Europa, han empezado a expandir a sus
colonos fuera de las fronteras del artificial país creado en 1948 hacia otros
territorios planetarios como Argentina-Chile, la triple frontera entre
Paraguay, Brasil y Uruguay, con el objetivo de conquistar territorios donde hoy
se asientan sus propias poblaciones mestizas y otras de mayoría originaria a
las cuales no escatimarán en eliminar estos invasores si de usurpar tierras y
riquezas se trata.
He allí como se puede entender el espaldarazo que la
oligarquía guatemalteca y hondureña, las más retrógradas y parasitarias de
Centroamérica, han dado al estado judío al trasladar, la primera, al chasquido
de dedos del amo yanqui, sus embajada a Jerusalén sin que esto resultara en
beneficios reales para la población guatemalteca sino todo lo contrario al
quedar fuera sus productos del mercado de los países aglutinados en la Liga
Árabe; pero, si intuyendo la prevalencia de las inversiones sionistas en
megaproyectos futuros en el país centroamericano, entre mineras, cultivos de
agro exportación (commodities), hidroeléctricas, pero especialmente en el
denominado Canal Seco que ha quedado en espera ante la imposibilidad de un
puerto más eficiente que el Santo Tomás de Castilla en Puerto Barrios pero si
con fuertes posibilidades en Belice a raíz de la puja que harán los sionistas
en la corte de la Haya, con el espaldarazo del referéndum sobre esa nación
caribeña, para que se tenga acceso a usufructo de esa franja. Un mega proyecto
que significará para el pueblo guatemalteco, específicamente el ubicado en el
oriente del territorio, expulsiones de sus comunidades, especialmente las que
queden en el camino de esa expansión capitalista. Por otro lado, una fuerte
presencia militar de la mano de esa inversión que en suma será para hacerle
competencia al canal de Nicaragua con inversión china. No hay que olvidarse de
los fuertes y cercanos lazos entre el gobierno sionista y el ejército
guatemalteco.
Guatemala, como vagón de cola, será la más propensa a sufrir
grandes conflictos como consecuencia de esas dos intenciones que propician más
inversiones con base dólar sustentado en materias primas, recursos naturales y
energéticos y de transporte en nuestros territorios en detrimento de las
poblaciones, especialmente indígenas, asentadas centenariamente en ellas. Y,
como corolario, la cadena de conflictos sumados a los que provendrán de esa
nueva acumulación originaria del capital, como son la pobreza, la desnutrición,
el hacinamiento urbano, el exilio forzoso, etc. amarrada con delincuencia,
paramilitarismo, tráfico de drogas, armas y humano multiplicado
exponencialmente a lo que hoy sufrimos.
Precisamente por todo lo anteriormente expuesto,
consideramos que solo la unidad y la lucha del pueblo organizado, con la
conciencia plena de que estos problemas no pueden ser solucionados con paliativos
dentro de la democracia burguesa, podrá hacerles frente. De allí que este
pequeño esbozo sirva como, en principio, un llamado al debate pero más que
todo, en segunda instancia, a la acción presurosa para evitar las consecuencias
de una realidad económica tenebrosa que se cierne sobre el mundo con la caída
irreversible del dólar, como la de una realidad ideológica nacida de las mentes
fascistas-sionistas que se aprestan a tratar de imponer una variante del
nazismo como lo es la expansión de las colonias judías por el mundo con el
agravante de no cohabitar pacíficamente con las poblaciones originarias sino
con la misión de exterminarlas, tal como lo tienen pensado desde su
asentamiento en la Palestina histórica, para los palestinos.
Lo que hoy sucede en Palestina es un preámbulo que lo que
están dispuestos a realizar los gobiernos de Israel y EEUU en contubernio con
algunas oligarquías europeas y americanas, cuando la catástrofe del dólar
llegue a su clímax cuya presencia está a la puerta. De nosotros dependerá, de
nuestra claridad y firmeza, que esta nueva mutación del capitalismo se realice
con éxito o sea eliminada totalmente de la faz de la tierra de una vez por
todas.
No podemos esperar cómodamente sentados en las puertas de
nuestras casas, como pasa el cadáver del imperialismo. Hay que luchar para
derrocarlo.
Guillermo101262@hotmail.com
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