sábado, 26 de mayo de 2018

Lo que puede suceder y está sucediendo


Por Carlos Maldonado:

Ante el desplome inevitable del dólar estadounidense, cuyas señales más evidentes son, la utilización por parte de potencias económicas emergentes, como Rusia y China, entre las más emblemáticas, sus propias monedas, el yuan y el rublo, respectivamente, en sus transacciones comerciales. Siendo la primera la que se ha posicionado con mayor fuerza dadas mayores relaciones del gigante asiático con otras naciones del mundo. O, el euro, en el caso de la Unión Europea para con otros socios importantes en el próximo oriente como Turquía e Irán o la India, es necesario poner las barbas en remojo ya que el coletazo de esa debacle nos alcanzará con mayor furor a economías como la nuestra en Guatemala que dependiendo totalmente en lo económico, político e ideológico de EEUU han apostado todo a esa única canasta monetaria (dólar) de alternativas.

Ante esa realidad el gobierno profundo de la potencia del Norte, no ha hecho más que aumentar su belicosidad ante todo el mundo, pateando el tablero de las relaciones internacionales dejando sin cumplir acuerdos contraídos con antelación lo cual la deja en entredicho ante la comunidad de naciones y poniendo al planeta al borde de la guerra mundial o de los que les interesa más: una guerra regional de proporciones dantescas que no solo logre aumentar las ganancias de su Industria Militar al ser proveedor de muchas naciones que estarían en contienda, sino que drenaría los recursos de las potencias emergentes destinados para el desarrollo productivo pero cuya condición es la paz y la estabilidad de los pueblos, dejándolos siempre en desventaja ante su poderío militar lo que se traduciría en la imposición de sus decisiones a nivel mundial.

Derivado de esa realidad, es por eso entendible y explicable, la belicosidad del Imperio que se se ha acrecentado enormemente, suponiendo para las demás naciones el incremento de sanciones (Rusia, China, Siria, Corea del Norte, Venezuela, Cuba), chantajes y amenazas directas de invasión militar y guerra como en Ucrania y Siria donde los muertos han sobrepasado el medio millón de víctimas fatales. No faltando en ello, la agresión permanente hacia Palestina cuyo pueblo resiste estoicamente las masacres y los abusos del ejército de ocupación sionista encabezada por su gobierno.

Paralelamente, a la vez que realiza dichas agresiones, para tratar de paliar esa crisis permanente del sistema capitalista y para ir suponiendo una etapa de transición, Israel sionista, quien es quien realmente manda en el estado profundo de EEUU, apoyado por varios gobiernos de corte oligárquico y monárquico de América y Europa, han empezado a expandir a sus colonos fuera de las fronteras del artificial país creado en 1948 hacia otros territorios planetarios como Argentina-Chile, la triple frontera entre Paraguay, Brasil y Uruguay, con el objetivo de conquistar territorios donde hoy se asientan sus propias poblaciones mestizas y otras de mayoría originaria a las cuales no escatimarán en eliminar estos invasores si de usurpar tierras y riquezas se trata.

He allí como se puede entender el espaldarazo que la oligarquía guatemalteca y hondureña, las más retrógradas y parasitarias de Centroamérica, han dado al estado judío al trasladar, la primera, al chasquido de dedos del amo yanqui, sus embajada a Jerusalén sin que esto resultara en beneficios reales para la población guatemalteca sino todo lo contrario al quedar fuera sus productos del mercado de los países aglutinados en la Liga Árabe; pero, si intuyendo la prevalencia de las inversiones sionistas en megaproyectos futuros en el país centroamericano, entre mineras, cultivos de agro exportación (commodities), hidroeléctricas, pero especialmente en el denominado Canal Seco que ha quedado en espera ante la imposibilidad de un puerto más eficiente que el Santo Tomás de Castilla en Puerto Barrios pero si con fuertes posibilidades en Belice a raíz de la puja que harán los sionistas en la corte de la Haya, con el espaldarazo del referéndum sobre esa nación caribeña, para que se tenga acceso a usufructo de esa franja. Un mega proyecto que significará para el pueblo guatemalteco, específicamente el ubicado en el oriente del territorio, expulsiones de sus comunidades, especialmente las que queden en el camino de esa expansión capitalista. Por otro lado, una fuerte presencia militar de la mano de esa inversión que en suma será para hacerle competencia al canal de Nicaragua con inversión china. No hay que olvidarse de los fuertes y cercanos lazos entre el gobierno sionista y el ejército guatemalteco.

Guatemala, como vagón de cola, será la más propensa a sufrir grandes conflictos como consecuencia de esas dos intenciones que propician más inversiones con base dólar sustentado en materias primas, recursos naturales y energéticos y de transporte en nuestros territorios en detrimento de las poblaciones, especialmente indígenas, asentadas centenariamente en ellas. Y, como corolario, la cadena de conflictos sumados a los que provendrán de esa nueva acumulación originaria del capital, como son la pobreza, la desnutrición, el hacinamiento urbano, el exilio forzoso, etc. amarrada con delincuencia, paramilitarismo, tráfico de drogas, armas y humano multiplicado exponencialmente a lo que hoy sufrimos.

Precisamente por todo lo anteriormente expuesto, consideramos que solo la unidad y la lucha del pueblo organizado, con la conciencia plena de que estos problemas no pueden ser solucionados con paliativos dentro de la democracia burguesa, podrá hacerles frente. De allí que este pequeño esbozo sirva como, en principio, un llamado al debate pero más que todo, en segunda instancia, a la acción presurosa para evitar las consecuencias de una realidad económica tenebrosa que se cierne sobre el mundo con la caída irreversible del dólar, como la de una realidad ideológica nacida de las mentes fascistas-sionistas que se aprestan a tratar de imponer una variante del nazismo como lo es la expansión de las colonias judías por el mundo con el agravante de no cohabitar pacíficamente con las poblaciones originarias sino con la misión de exterminarlas, tal como lo tienen pensado desde su asentamiento en la Palestina histórica, para los palestinos.

Lo que hoy sucede en Palestina es un preámbulo que lo que están dispuestos a realizar los gobiernos de Israel y EEUU en contubernio con algunas oligarquías europeas y americanas, cuando la catástrofe del dólar llegue a su clímax cuya presencia está a la puerta. De nosotros dependerá, de nuestra claridad y firmeza, que esta nueva mutación del capitalismo se realice con éxito o sea eliminada totalmente de la faz de la tierra de una vez por todas.

No podemos esperar cómodamente sentados en las puertas de nuestras casas, como pasa el cadáver del imperialismo. Hay que luchar para derrocarlo. 

Guillermo101262@hotmail.com

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