Por Humberto Trompiz Valles
La Revolución Bolivariana viene siendo sometida a un
asfixiante cerco financiero por la internacional del capital, una vez que sus
tanques pensantes descubrieron la imposibilidad de darle solución de
continuidad a este proyecto político por la vía de la intervención militar. La
llamada guerra de cuarta generación está en pleno desarrollo en el territorio
venezolano, sometiendo a la población a situaciones límites de hambre y
desesperación que pudieran reeditar un segundo “caracazo”.
Lo que aprendió el
imperialismo de su derrota en Vietnam,
nos lo está aplicando con la aviesa intención de extirpar este hermoso
proceso de cambio epocal. No haber previsto que el imperio iba a utilizar este
arsenal financiero de guerra es uno de los débitos políticos de nuestra
revolución, sobre todo si tenemos en cuenta lo sucedido con Hussein y con
Gadafi.
El presidente Maduro encontrándose contra las cuerdas por
las razones señaladas, ha sacado del sombrero un as monetario que amenaza con terminar de
enterrar la hegemonía del dólar norteamericano. Frente al Petro, los políticos
e intelectuales orgánicos del capital, han desatado una feroz campaña de
descredito, pues, están conscientes de la potencialidad polltico-economica de
la cripto moneda venezolana. El reinado del petrodólar, apuntalado por el petróleo de Arabia Saudita,
se acerca a su fin, triturado por las tenazas del Petro-yuan, del Petro-rublo y
del Petro criollo. Con esta moneda, Maduro ha continuado con la triunfante
geopolítica petrolera que inauguró en tiempos de la Segunda Guerra Mundial el
general Isaías Medina Angarita y que el Comandante Chávez la catapultó a las
estrellas. Obviamente, este jalón monetario no hubiera sido posible sin la
emergencia de los BRICS y sin el peso del petróleo venezolano en la economía
planetaria.
Ahora bien, la defensa del Petro en el ámbito nacional va a
depender fundamentalmente de la masificación de la economía política petrolera
entre el ciudadano de a pie, específicamente, entre la juventud, pues, nuestros
muchachos son unos verdaderos verdugos en el manejo cibernético de las
criptomonedas; por consiguiente, si a esta muchachada le damos conocimientos de
economía petrolera, el mandado estará hecho. No debemos perder de vista que el
desconocimiento popular de la cuestión petrolera es una de las raíces de la
actual polarización política que sufre el país. Aun más peligrosa, a contracorriente del Petro, está surgiendo
una peligrosa tendencia ideopolitico que intenta satanizar a todos aquellos
intelectuales y políticos que bien luchando a brazo partido por la defensa de
la soberanía de los recursos naturales (defensa de la renta petrolera). La
llamada economía pos-rentista pudiera ser la puerta de entrada a una reedición
del neoliberalismo petrolero en los linderos nacionales, cuyo caballo de Troya
tiene los ojos oblicuos del capital
chino.
El presidente Maduro llamado a defender el credo de la
soberanía territorial venezolana legado por nuestros ancestros y especialmente,
por el pensamiento nacional-revolucionario del Comandante Chávez, debe impulsar
una agresiva campaña de alfabetización petrolera como expediente ágil para
posicionar al Petro dentro del concierto
mundial de las criptomonedas. La supervivencia
del pueblo de Bolívar así lo exige.
+Chávez es defensa de la plena soberanía territorial
+Chávez es defensa a ultranza de la renta petrolera
+Chávez es la defensa de la propiedad nacional estatal del
petróleo
htrompizvalles@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario