viernes, 27 de octubre de 2017

Etapas de la agresión imperialista a la Venezuela Bolivariana y Socialista

Por José Aponte Caña:
Entre la Mecha Lenta y la Media Luna Parte I

La conducta a veces contradictoria, por emplear un eufemismo, de la oposición forma parte de una estrategia que buscar por  un lado, confundir a las fuerzas revolucionarias, y, por otro, mantener a sus seguidores o conservar su capital político-electoral. Sin embargo, si nos detenemos a analizar con más profundidad se percibe que  en el fondo pretende un desgaste progresivo, la mecha larga con la cual nos alertó el Comandante Eterno, para deslegitimar hasta neutralizarla o destruir la institucionalidad revolucionaria.



Este proceso ha pasado por varias etapas que han respondido al momento histórico. Veámoslo a continuación en esta síntesis no  exenta de algunas omisiones por las características del presente escrito. La primera etapa, comenzó cuando en diciembre de 1998 llegó al Palacio de Miraflores por la vía democrática, electoral y pacifica nuestro Comandante eterno Hugo Chávez, como expresión de las esperanzas de la redención social y visibilización de nuestro pueblo humilde y los maltratados sectores medios de la población con su propuesta de democracia protagónica y participativa. Por ello las fuerzas de la contrarrevolución tuvieron que reacomodarse porque todos sus esfuerzos para detener  a las fuerzas patrióticas y bolivarianas les resultaron inútiles: las maniobras electorales previas a las elecciones presidenciales de diciembre de 1998 cuando separaron y adelantaron las elecciones de gobernadores que debían hacerse junto con las presidenciales y la defenestración del llamado Caudillo Luis Alfaro Ucero (Acción Democrática) sustituido por un representante rancio de la oligarquía en el país como es Enrique Salas Römer (Proyecto Venezuela).

En esta etapa, los factores  del bloque histórico contrarrevolucionario asumieron una táctica de espera para recomponer sus fuerzas, y tratar de rodear con políticos, asesores y grupos de poder al Comandante Eterno con el propósito de asimilarlo al sistema o, cuando menos, restarle fuerza dentro de los sectores populares. Es oportuno recordar que nuestra economía capitalista dependiente, con un pronunciado carácter oligopólica y latifundista, como en el presente, se encuentra en manos de un  sector privado con nexos poderosos con capitales transnacionales por lo cual la participación del Estado es débil o casi nula en algunos sectores estratégicos.

Asimismo, hubo una pausa o relativa “luna de miel” porque como tesis política en el gobierno recién electo se adoptó el modelo socio-político de la Tercera Vía  británico que no representaba peligro alguno para el bloque histórico de poder  dominante  a lo interno y a lo externo de nuestra geografía. En este sentido, la Tercera Vía se caracterizaba por su inocuidad frente a las estructuras de poder político y económico en tanto se caracteriza por un reformismo en el cual  las líneas maestras de las políticas públicas  consiste prácticamente en un gatopardismo de “cambiar todas las cosas para dejarlas igual” con un reducido papel del Estado que se relega a mantener reivindicaciones salariales y protección social a la clase trabajadora. Es decir, no representa un peligro para las estructuras políticas y económicas del bloque dominante.

 La segunda etapa, se  dio con la ruptura institucional con el Golpe de Estado en abril de 2002 de clara factura estadounidense por cuanto el entonces presidente norteamericano avaló, y  a través de su vocero del Departamento de Estado,  la salida violenta del presidente Hugo Chávez. Vuelto al poder el 13 de abril el Comandante Chávez, a los pocos meses se produjo el sabotaje petrolero de finales de ese mismo año e inicios del 2003 que se tradujo en una profundización de la Revolución Bolivariana debido a la salida de buena parte de la meritocracia en PDVSA que habían convertido a la estatal petrolera en un Estado dentro del Estado-Nación Venezolano. Las consecuencias económicas del sabotaje fue estimada en aproximadamente 20.000 millones de dólares estadounidense en perdidas,  y vidas humanas; pero el gobierno bolivariano se hizo con el control de la renta petrolera y emprendió un conjunto de políticas inclusivas que permitieron saldar en  buena parte la enorme deuda social heredada de los gobiernos de la IV República con  los sectores populares en pobreza y pobreza extrema y la golpeada clase media.

Parte II. La tercera etapa, comenzó  en el año 2006 cuando con la reelección del Comandante Eterno, este tomó como bandera en su oferta electoral el socialismo y se declara el carácter antiimperialista y anticapitalista del proceso revolucionario bolivariano.  En el contexto latinoamericano se derrota el ALCA gracias a los gobiernos defensores de los intereses de  sus pueblos  que progresivamente fueron floreciendo en Brasil, Argentina, Ecuador, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, El Salvador, Honduras y otros. Por lo tanto, se produce un cambio en la correlación de fuerzas en América Latina y el Caribe que fue enfrentado por el imperialismo gringo recurriendo a golpes de Estado, maniobras jurídico-parlamentarias y manipulación electoral.

Se agudiza la lucha en la OEA hasta que nuestro país se retira de la misma en un gesto de dignidad y respeto a su autodeterminación. Asimismo, se intensifica la campaña mediática de los monopolios transnacionales mediante la desinformación y el descrédito en el exterior contra el gobierno bolivariano para crear las condiciones que justificasen, en la siguiente etapa,  una intervención militar estadounidense por cuanto ya se había dado el paso de declarar el presidente Barack Obama en marzo del  2015 a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de EEUU, paso previo dado en otras naciones donde el imperialismo gringo ha intervenido militarmente. Esto aunado a la incapacidad de los operadores políticos del imperialismo gringo a lo interno del país demostrados en sus consecuentes fracasos como su giro abiertamente fascista e insurreccional a partir abril de 2013 cuando asume el presidente Nicolás Maduro.

La cuarta etapa, hasta el presente, se inicia con la presidencia del Comandante Nicolás Maduro, luego del asesinato del Comandante Hugo Chávez, que creó desconcierto en el pueblo revolucionario y sus fuerzas políticas hasta que se consolidó el liderazgo presidencial, evento que trató de ser aprovechado por el capital transnacional  unido a  los siguientes aspectos: agudización de la situación del capital estadounidense porque medianamente lograron alcanzar sus objetivos estratégicos con sus intervenciones militares en el norte de África y Medio Oriente, los ataques contra la estabilidad de los precios del petróleo con el propósito de afectar los intereses de Rusia, Irán y Venezuela al producirse un aumento de la oferta mediante la violación de las cuotas por algunos miembros de la OPEP que hicieron retroceder en más del 80% los precios del petróleo y el fracking, la aparición  en el escenario internacional del grupo BRICS con su propuesta de cambiar la arquitectura económico-financiera mundial heredada desde la llamada II Guerra Mundial abiertamente beneficiosa a los interés del capital estadounidense, y otros.
En este sentido, la respuesta del imperialismo gringo es presionar por medios políticos, diplomáticos y económicos para debilitar y destruir la institucionalidad revolucionaria en  nuestra patria. Es decir, la guerra  económica que vivimos en el presente acompañada por el abierto liderazgo del inquilino de la Casa Blanca en la  conspiración internacional de la ultraderecha contra nuestra patria.

En este orden de ideas, la contrarrevolución tratará de aprovechar cualquier espacio para debilitar, neutralizar o destruir la institucionalidad revolucionaria tal como lo demostró su manejo del poder legislativo desde diciembre de 2015, y la infiltración de la Fiscalía General de la República dirigida por una mafia extorsionadora,  y las omisiones criminales en la administración de justicia por parte de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, contra la violencia fascista entre abril y julio de 2017. También es significativo mencionar la elección de la asamblea Nacional Constituyente en julio y los resultados de las elecciones regionales del 15 de octubre en las que se hicieron con la victoria el oposicionismo de entidades fronterizas como Mérida, Táchira y Zulia que deben ponernos en estado de alerta por ser fronterizos con Colombia - país miembro de la OTAN y con 7 bases militares estadounidenses y que enfrentará en el corto plazo serios problemas energéticos y con ambiciones de sus cárteles de drogas de una salida rápida de sus mercancías hacia el mercado estadounidense y europeo -  y nos recuerda la tesis de la Media Luna secesionista sobre  la cual nos alertó el Comandante Eterno. Asimismo, Anzoátegui, un importante estado en el oriente del país por su actividad petrolera y su fachada caribeña. Finalmente, al imperialismo  no se le puede brindar el más  mínimo chance para que alcance  sus objetivos expansionistas y de predatorios.  Por lo cual,  como ayer,  hoy más que nunca se hace necesaria la acción firme de las instituciones del estado- Nación venezolano y la Unidad, Lucha, Batalla y Victoria de todos los  y las patriotas para defender la integridad, bienestar y el legado generacional en la Patria de Bolívar y Chávez. Chávez Vive…la Patria sigue… Independencia y Patria Socialista…Viviremos y Venceremos.
Docente-investigador universitario.

oriental96@gmail.com

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