Por Ilka Oliva Corado
Cualquier forma de lucro a costillas de los migrantes
indocumentados es una ganga. Es un negocio rentable, muy rentable como el de la
trata de personas para fines de explotación sexual, laboral o tráfico de
órganos, es por eso que quienes más lo sufren son los parias, ¿quién por ellos?
Una ingratitud hacen los medios de comunicación al
aterrorizar indocumentados ahora que Trump es el presidente de Estados Unidos,
de por sí los migrantes viven con paranoia, con un miedo instalado que es
irreversible, viven con la angustia de una deportación y que los regresen al
infierno de donde salieron, huyendo, buscando comida y refugio: salvar sus
vidas. Hay que ser paria para entender las migraciones forzadas.
Con una carencia de profesionalismo, ética y humanidad,
periodistas se dan a la tarea de orinarse encima de nosotros, es decir: estamos
cogidos y nos ellos nos vuelven a coger. Es detestable la forma en que acosan a
los indocumentados, pidiéndoles entrevistas, hurgando en sus casos y vidas;
poniéndolos de trampolín para lograr el mejor titular y más adelante los
premios que llegan porque así es como se mueve el mundo de la manipulación
mediática.
No ha variado absolutamente nada la situación de los
indocumentados en la administración Trump, lo que sucede es que antes los
medios encubrían las deportaciones masivas que realizó Obama; recordemos que
fueron cómplices en la implementación del Plan Frontera Sur y Plan Maya Chortí,
cuando crearon una falsa crisis de niños que viajan solos; (han viajado solos
desde hace 20 años) lo que acabó de criminalizar a los migrantes en tránsito
desde el Triángulo Norte de Centroamérica hasta la frontera entre México y
Estados Unidos. Ahí ninguno denunció que aquello se trataba de la
militarización de Estados Unidos sobre esos territorios. Como ninguno tampoco
ha dicho nada del Plan Alianza para la Prosperidad y el Plan Mérida que son el
hilo catalizador de la corrupción en la región.
Desde el primer día del mandato de Trump los medios de
comunicación que apoyaron abiertamente la candidatura de Hillary Clinton, y no
porque ella representara un alivio para los migrantes (porque es tan Obama como
Trump) si no por lo que ella representaba contra Cuba y Venezuela; han salido a
la cacería de indocumentados para exponerlos ante el ojo público y hacer un
teatro de su vulnerabilidad. Jamás pensaron en ellos como seres humanos, los
utilizan como muchos escritores, poetas, artistas, cineastas, intelectuales,
porque son una plataforma maravillosa para quien sabe hacer dinero a sus
costillas.
El terror que sienten los recién emigrados que no conocen el
sistema, los están bombardeando todo el día en la radio, en los periódicos, en
la televisión, les ahondan la psicosis post frontera. Es un hecho que cualquier
día nos deportan, pero eso no depende de quién llegue a la presidencia porque
es el sistema. Pero no nos pueden deportar a todos tampoco, porque somos
quienes sostenemos a este país, sin indocumentados Estados Unidos sería un
caos, no hay quien trabaje en el servicio doméstico, en la jardinería, las
fábricas, en los campos de cultivo, quién construya sus edificios; esa
explotación laboral les permite ganancias millonarias que no están dispuestos a
perder. Y encima pagamos impuestos.
Las cárceles a donde envían a los indocumentados para
deportación seguirán existiendo siempre, porque es un negocio millonario, son
empresas particulares las que las manejan. Nunca las denunciaron en la
administración Obama y ahora lo hacen en la administración Trump, ¿por qué
callaron antes? ¿Las hubieran denunciado de ser Hillary Clinton la presidenta?
Trump representa lo que un ser humano no debe ser, pero
también lo representa Hillary Clinton y Obama, porque cualquiera que llegue a
la presidencia de este país desde el partido Demócrata o Republicano, obedece
al lineamiento del sistema capitalista: que es la destrucción de los pueblos y
la marginación de los parias.
El paria siempre será paria, no importa quién sea el
presidente ni el país, si el sistema es el mismo la opresión y la marginación
siempre se ensañarán con el que menos tiene. Hay que cambiar entonces el
sistema.
Para mientras aquí en Estados Unidos, los migrantes
indocumentados no duermen, angustiados por el terror que han creado los medios
de comunicación alrededor de las deportaciones, medios que solo buscan el
titular más rentable. Ingratos…
Que jamás se olvide que el presidente que más indocumentados
ha deportado en la historia de Estados Unidos ha sido Obama, demócrata y negro
por gusto. Vendrán los de Trump y vendrán los del próximo presidente porque
esto es así: el paria es paria en todos lados.
contacto@cronicasdeunainquilina.com
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