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miércoles, 8 de julio de 2020

En el 56 Aniversario de la fundación del ELN de Colombia. (1Parte)



Por: Tony López R.:
Un 4 de julio de 1964 en la vereda Cerro de los Andes, del municipio de San Vidente de Chucurí, en el departamento de Santander, desde un rancho abandonado, cerca de la casa de Pedro Gordillo, (c/p) Parmenio, una pequeña columna de 18 integrantes, bajo el mando del comandante Fabio Vásquez Castaño (c/p) “Carlos” inicia una marcha de entrenamiento en dicha zona la naciente columna guerrillera del Ejército de Liberación Nacional, y su primer bautizo de fuego fue la toma del poblado de Simacota, el 7 de enero de 1965.


Seis meses después de sus prácticas y elementales entrenamientos, Fabio Vásquez, decide la acción de Simacota en esa fecha, en homenaje a Antonio Larrota González, querido líder estudiantil, fundador del “MOEC 7 de enero,” asesinado en los primeros días de mayo de 1961, a manos de un traidor, cuando Larrota se encontraba organizando un destacamento guerrillero en la zona de Corinto, departamento del Cauca. (1) Las Guerrillas en Colombia. Autor Darío Villamizar.

La toma guerrillera de Simacota, no solo marcó el inicio combativo y exitoso del ELN, también se da a conocer públicamente y para toda Colombia, la existencia de este movimiento guerrillero, sus planteamientos y propuestas revolucionarias, los colores de su bandera, rojo y negro y su consigna, que aún mantienen y levantan con mucha fuerza de “ni un paso atrás, liberación o muerte”. Consigna que lo encierra todo para un revolucionario: lealtad, entrega, confianza, fe, sacrificio, honradez, humanismo y valor.

En esa toma guerrillera participaron 24 combatientes y dos hechos interesantes que quiero destacar, participó la primera mujer que ingresó al ELN, nombrada Mariela González Rojas (La mona Mariela) o Paula y el más joven guerrillero con apenas 13 años de edad Nicolás Rodríguez (c/p) Gabino, actualmente Comandante en Jefe del ELN, cuyos padres de origen liberal gaitanistas, tuvieron y ofrecieron un importante apoyo a Fabio Vásquez y a sus compañeros en la formación y modesta logística del ELN.

Hoy, en una patria mancillada por la bota militar gringa en su territorio, con el beneplácito del gobierno de Uribe-Duque, esa es la misma e histórica consigna que levantan los frentes urbanos y rurales del ELN, en respuesta al gobierno del presidente Duque, que se niega a cumplir el compromiso, de iniciar un proceso de diálogo y negociación, que los conduzcan a lograr un acuerdo de paz con justicia política, económica y social, interpretando el sentir y aspiración  que, en medio de esta horrible Pandemia, desea la gran mayoría del pueblo colombiano.

Simacota, marca para sus combatientes y militantes la primera caída en combate de uno de sus fundadores, Pedro Gordillo, a partir de ese momento, se le conoció como el “capitán Parmenio”, con ese histórico nombre, hoy en las montañas andinas, se le honra al llevar uno de sus frentes de guerra el nombre de “Capitán Parmenio”.

El insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha sido caracterizado por la prensa occidental y especialmente colombiana como un movimiento guevarista y procubano, lo hacen con la mala intención de sembrar una matriz de opinión equivocada. Es cierto que la Revolución Cubana y el triunfo del 1ro de enero de 1959 atrajo a la mayoría de organizaciones políticas latinoamericanas de distintos orientaciones políticas e ideológicas y a brindar solidaridad.

En ese escenario de efervescencia  revolucionaria se  desarrolló en Cuba el Congreso Estudiantil Latinoamericano  en julio de 1960, a él acudieron cientos de jóvenes de diversos países, entre ellos de Colombia, aquí se encontraron jóvenes con ansias de libertad y críticos de lo que acontecía en sus países, algunos sometidos a las criminales dictaduras como las de Somoza, Stroessner, Trujillo, Duvalier y otras bajo supuestas democracia como la de Colombia, sometidos a un Pacto entre liberales y conservadores, de alternarse sus mandatos  bajo el manto del Frente Nacional, en esa época presidido por Alberto Lleras Camargo, el mismo que promovió la expulsión de Cuba de la OEA y que rompió relaciones diplomáticas con Cuba el 9 de diciembre de 1961

Dentro de esos jóvenes vinieron a Cuba varios de ellos, militantes de diferentes organizaciones de la juventud liberal del MRL, de la JUCO (Juventud Comunistas) Socialistas, jóvenes cristianos, entre otros, de ellos sobresalían algunos dirigentes como Antonio Larrota, Víctor Medina Morón, Manuel Vásquez Castaño y otros. En 1962 viajan a Cuba Ricardo Lara Parada, Fabio y Manuel Vásquez Castaño y otros compañeros, de acuerdo a lo publicado en el libro ya arriba mencionado, “Todos los lideres nacientes de la nueva izquierda latinoamericana que visitaron Cuba se entrevistaron con Fidel, el Che, pero siempre con el comandante Manuel Piñeiro “Barbaroja”, (2) Entre ellos los arriba mencionados. 

Y efectivamente el ELN, tuvo influencia de la Revolución Cubana, pero eso no implicaba que Cuba exportara la revolución, las revoluciones no se exportan y como muy bien dijo el general de ejército Raúl Castro Ruz, respondiendo a dicha campaña dirigida por los medios al servicio del imperialismo yanqui. “Cuba no exporta Revoluciones, pero si es un manantial donde vienen a beber de sus aguas los hombres y mujeres libres”.

La práctica revolucionaria del ELN, sí tiene influencia de los principios que ha mantenido inalterable la Revolución Cubana en todos sus años de existencia. Esa política se expresa en su posiciones internacionalista, antimperialista, de defensa de la justicia social, amplitud en sus posiciones políticas,  contrarias al dogmatismo y al sectarismo, no  ha centrado su  lucha solo en la expresión   armada,  su campo de acción es amplio en sus orgánicas estudiantiles, religiosas, obreras, sindicales, comunales y campesinas, en el respeto y apoyo al trabajo femenino, el diálogo con todo el espectro político y social, pero en un  marco del principio revolucionario.

Por esos principios orgánicos es donde radica la fortaleza del ELN, no en si tiene tal o más cual cantidad de guerrilleros armados o frentes rurales. No, por eso es  que todos los gobiernos colombianos que han iniciado negociaciones de paz, se han equivocado con el ELN, al que siempre consideraron una organización débil,  uno de los fracasos del gobierno de Andrés Pastrana, fue precisamente no atender el proceso de diálogo y negociación con el ELN y no tomar medidas para  garantizar lo que se llamó la Zona de Encuentro que no se concretó, lo saboteó la V Brigada del Ejército con la Operación Bolívar y  utilizaron  a los paramilitares y a las fuerzas de la derecha en Santa Rosa. Esto provocó el fin del proceso de negociación y diálogo de paz con el gobierno de Andrés Pastrana.

Pero la violencia en Colombia y la lucha armada, no es un fenómeno de esos últimos 56 años, no viene de larga data, como lo recoge la escritora nicaragüense María López Vigil publicado en su libro (3) en la entrevista que le hizo al comandante en jefe del ELN ya fallecido, Manuel “El Cura” Pérez, y que él le refiere:

” La violencia con la que ha actuado la oligarquía para reprimir toda la oposición a sus privilegios es una característica de la historia colombianas. Cuando olían que la gente se unía en contra ellos, ya no importaban colores políticos y se “pacificaba” el país a como diera lugar”. Y, añadía, “en esas “pacificaciones” siempre salía al final una amnistía, que era un solo engaño” “Porque al que creía y entregaba las armas lo mataban. Aquí la oligarquía sólo esta dispuesta a permitir algunas pinceladas de democracia, pero nada que signifique que ellos vayan a perder el poder.”

Y continua el comandante Pérez, “Lo novedoso del ELN no era tanto la lucha armada. Porque la lucha armada ha habido siempre en Colombia. Desde los años 50, después de la Violencia, el mismo Partido Comunista planteo la lucha armada en la forma de la autodefensa campesina y de ahí nacería después las FARC”. “Lo novedoso del ELN, apuntó, era que planteaba la estrategia de tomar el poder por la vía de la lucha armada” “Y eso no era lo común entre los partidos de izquierda” “¿Qué se planeaban esos partidos? Ir llegando por reformas a más conquistas populares y si bien allá a lo último estaba el poder…eso se tenía casi olvidado”.

En esta primera entrega como homenaje a la fundación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y a los hombres y mujeres que han entregado sus vidas, en aras de lograr una Patria para Todos, les daré a conocer parte de la historia de esta organización revolucionaria colombiana.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

Bibliografía consultada.
(1Y 2) Las Guerrillas en Colombia. Ed. Penguin Ramdon House. 2017.       Pag 206 y 230.

(3) Manuel “E Cura” Pérez. Camilo camina en Colombia. Ed Nueva   
Colombia. 1990. Pág. 130-31 Autora María López Vigil     
jorgarcia726@gmail.com

miércoles, 29 de noviembre de 2017

A un año de los Acuerdos de Paz de La Habana. ¿Cuáles Acuerdos?

Por Tony López R. (*):
Colombia
En la noche del pasado viernes 24 de noviembre, se celebró en el Teatro Colón,  el primer  año de la firma de los Acuerdos de Paz, negociados en La Habana, entre la delegación del Gobierno presidido por Juan Manuel Santos Calderón,  y  las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia –Ejército del Pueblo (FARC-EP) comandadas por Rodrigo Londoño Echeverry, quienes volvieron a encontrarse  y  motivó  las excusas del primero por los incumplimientos a la implementación de los Acuerdos de Paz y los firmes reclamos del segundo, por el engaño del que han sido objeto, no solo  la fuerza guerrillera, sino también  la sociedad colombiana y la comunidad internacional, que clama y exige el cumplimiento de los Acuerdos, que permita una paz estable y duradera.


El presidente Santos Calderón, asumió públicamente la responsabilidad de los incumplimientos y admitió  errores en la implementación de los acuerdos y se comprometió a que trabajarían día y noche para solventar la crisis provocada por esos desatinos. Londoño Echeverry por su parte hizo una fuerte denuncia contra los poderes Judiciales y Legislativos, especialmente contra la Fiscalía, la Corte Constitucional y el Congreso.
La Fiscalía ha introducido  modificaciones al acuerdo aprobado sobre la Justicia Transicional, que establece los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición  que incluía el juzgamiento de todos los agentes del Estado,  civiles que hayan financiado y/o  cómplices del paramilitarismo  y guerrilleros.

Estas  modificaciones  presentadas al Congreso, fueron ajustadas  a los intereses del sistema  y  lo aprobado el pasado miércoles 15 por el parlamento y sancionado la misma noche por la Corte Constitucional,  solo serán juzgados los guerrilleros. Quedaron eximidos de toda culpa los militares, otros agentes del Estado, civiles cómplices del financiamiento al paramilitarismo y al sicariato. Un ejercicio parlamentario para dejar en la impunidad los crímenes de guerra cometido contra la población civil y jóvenes inocentes como la muy documentada participación de la fuerza pública  en los llamados, “falsos-positivos.”

Lo más grave de todo este despropósito estriba en lo sancionado por la Corte Constitucional, la que meses antes había, aprobado el absoluto blindaje de los Acuerdos de Paz de La Habana y que luego de los cambios en dicha institución, por nuevos magistrados, hayan procedido a modificar lo ya acordado. Es evidente la motivación política e ideológica que ha llevado a tal aberración, jurídica y política, donde lógicamente existe un componente de complicidad del Gobierno, aunque el mismo Jefe de Estado, aduzca que hay errores y desatinos en los incumplimientos y errores.

Las pláticas iniciales entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP comenzaron en La Habana en febrero del 2012, por petición de las partes al Gobierno cubano,  cuyo objetivo era establecer los principios, normas y las base políticas para comenzar los diálogos, así como  las condiciones prácticas, que permitieran establecer la Mesa  de Dialogo. 

El 19 de octubre de 2012 fue instalada  en Oslo, Noruega, la Mesa de Diálogo de Paz, entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejercito del Pueblo. (FARC-EP)  Con la presencia de las delegaciones gubernamentales de Cuba y Noruega como garantes y de los países acompañantes Venezuela y Chile, se dio  inicio  a  este  proceso de diálogo, formalizándolo oficialmente y ante la opinión pública mundial, toda vez que en las conversaciones preliminares que se venían desarrollando en La Habana, se había logrado llegar a el  “Acuerdo  General para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera”.

Pero tomando en cuenta lo que ha venido sucediendo en Colombia, al parecer, el Acuerdo General  para darle fin al conflicto y lograr la paz estable y duradera está  seriamente obstaculizado por una poderosa oligarquía y sectores de derecha que  niega a su pueblo  paz, justicia y un orden social justo. 

A un año de firmado los Acuerdos que fueron  refrendados en noviembre  del pasado año por el Congreso de la Nación, la situación es crítica y tiende a complicarse porque, el próximo 30 de noviembre termina el método del Fast Tras que se utiliza en el parlamento para agilizar la aprobación de los Acuerdos.
Dentro de los incumplimientos por parte del Gobierno y de la Justicia está  el hecho de que antes de finalizar la entrega de armas, tenían  que haber excarcelado a todos los miembros de las FARC en prisión, hoy quedan sin ese beneficio 1000 guerrilleros presos. En este periodo  más de 140 líderes campesinos, sociales y comunitarios  y  cerca de 40  ex guerrilleros y familiares han sido asesinados por parte de la fuerza pública y los paramilitares.

La erradicación del paramilitarismo y su procedimiento jurídico y penal, fue uno de los Acuerdos, este lejos de cumplirse, el paramilitarismo ha ocupado las zonas donde antes operaba la guerrilla de las FARC,  asesinan y destierran  quienes ellos consideraban colaboradores de la insurgencia. Tema sensible, porque sin la eliminación del paramilitarismo, será muy complicado el accionar político del nuevo Partido, cuyos miembros son antiguos guerrilleros.

Una de las causas que originó el conflicto armado en Colombia fue el tema de la tierra  y uno de los Acuerdos firmados dejaba claramente establecido que el Estado pondría a disposición  10 millones de hectáreas  y a estas alturas, no hay una sola norma aprobada para garantizar, este que fue el primer Punto de la Agenda discutida en La Habana y mucho menos las tierras destinadas a la sustitución de cultivos ilícito (coca y amapola).

Sí tomamos nota, solo de algunos del más importante incumplimiento de los Acuerdos de Paz de La Habana, bien cabe  la interrogante de: ¿Cuáles Acuerdos?.

Pero como bien me comentó un importante luchador por la paz en Colombia, y cito “Sin duda entre bambalinas se moverán acuerdos, arreglos o pactos secretos inter-oligárquicos y entre estas oligárquicas y el imperio, con la pretensión de impedir la posibilidad de cumplir lo pactado en la Habana, pero estos finalmente no podrán evitar que se desencadene un desajuste profundo dentro del sistema, empujado, claro está  por el desarrollo político de los variables procesos sociales contestatarios del país, que creo también van a enmarcarse dentro de la generación e impulso de un proceso constituyente popular”.

Es exactamente lo que se requiere en Colombia, una Asamblea Nacional Constituyente Corporativa y que los Acuerdos de La Habana sean sometido a ella, de ese modo se convertirá en una política de Estado, porque los Acuerdos firmados el pasado 24 de noviembre del 2016 solo responden a un acuerdo del actual Gobierno, que puede ser modificado o no reconocido por el nuevo gobierno que asuma la conducción del país el 7 de agosto del 2018. 

(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

jorgarcia726@gmail.com