martes, 18 de agosto de 2020

Las elecciones presidenciales en los EEUU



Por: Julio Sergio Alcorta Fernández.:

Todos los pronósticos hasta hoy, 9 de agosto 2020, indican que Donald Trump no será reelecto en las elecciones del primer martes de noviembre de este año.
No es necesario emborronar este escrito con todas las barbaridades, disparates y bestialidades que ha mostrado en estos fatídicos 4 años de anarquía, caos y desgobierno.
El más despreciable ha sido la forma tan perversa e inhumana en que ha ejercido sus prerrogativas para hacerle frente a la pandemia del Covid-19, lo que ha causado la infestación y la muerte de millones de estadounidenses, a pesar de ser la nación más opulenta y poderosa del mundo.


Sin embargo, al faltar solamente 80 días para las elecciones, nos han sorprendido las informaciones que estamos recibiendo en las encuestas de instituciones renombradas. -
Para poner algunos ejemplos: el 31 de julio una encuesta dio el siguiente resultado. Trump 4l%, Biden 49% ¡Sólo un 8% de diferencia!

Otra, la Fox News Poles, hizo la siguiente pregunta: “Será reelegido Trump en el 2020? Resultado: ¡Sí 45%, No 45%!
¿Podrá alguien sano mentalmente comprender cómo es posible que un cavernícola como el actual presidente de los Estados Unidos, después de 4 años de su caótico desgobierno, pueda aún contar con encuestas como éstas?

Por otro lado, existe una discreción muy anormal en relación con la presencia en los asesores de Donald Trump, para definir su estrategia que lo catapulte a su opulento capricho, del facineroso Steve Bannon, que resultó fundamental en la victoria de Trump en el año 2016.

Antes que nada, es necesario que veamos algo de la historia de este espécimen:
En el mundo actual hay una perspectiva estratégica de largo plazo que busca instaurar un nuevo momento de gloria para la extrema derecha mundial. Un nombre aflora en él: STEVE BANNON.

“THE MOVEMENT”, la nueva iglesia de la ultra-derecha en su versión oficial afirma que BANNON se separa del gabinete de Trump por diferencias irreconciliables con el yerno del presidente de Estados Unidos, Jared Kushner. Sin embargo, visto los pasos posteriores de BANNON, no es descartable que solo se trata de una “puesta en escena” para ocultar lo que realmente vendrá en la construcción de una red de liderazgos mundiales que emulen a Trump.

Los tentáculos de “The Movement” en América Latina se pudieran examinar al constatar la ineptitud política de Mauricio Macri para erigirse en el líder necesario, por lo que se decidió el reclutamiento de Jair Bolsonaro como el próximo garante de sus intereses en la región latino-americana.

De esta forma, se logró clarificar las semejanzas del presidente de los Estados Unidos y Bolsonaro, reforzando la tesis de que lo próximo que vendría serían liderazgos políticos que reúnan en sus discursos dos ideas centrales: La necesidad de volver a una edad de oro en que las naciones “eran grandes y firmes, pero se degradaron con el tiempo”, y también la urgencia de una mano dura que no se acompleje a la hora de defender la tortura y las prácticas brutales.

Teniendo en cuenta todo esta estrafalaria configuración tan habitual en los procesos fascistas, concibo que ya en estos momentos las estrategias que desplegarán en las próximas semanas, serán tan calumniosas, engañosas y embaucadoras; pero a la vez, tan hábiles, astutas y pérfidas, que nos  dilucidarán definitivamente la participación de este sujeto en una nueva confabulación para lograr lo que sería la degradación definitiva del imperio yanqui: la victoria increíble del troglodita de Donald Trump.

Trump por su parte ha estado desplegando hace rato y con mucha frecuencia, lo que se le ha preparado, que consiste en lo que anteriormente he descrito como: LOS ALGORITMOS DEL MIEDO, que tanto efecto e impresión causa en ese pueblo; lo que no hay dudas va desquiciándolo, y a la vez empujándolo a definirse en las elecciones por el aspirante que luzca más prepotente, enérgico y viril.

Puedo poner como ejemplo, el enfermizo accionar de Trump contra China, casi diariamente, lo que ha dado lugar, lamentablemente a que se engendre una hostilidad y odio al chino como tal. Pero no solamente odio, sino un temor y un miedo desquiciante, y como es natural en esos casos, habrá una buena parte de ese pueblo que decidirá votar por el aspirante que está defendiendo a los Estados Unidos del PELIGRO AMARILLO: una horda bárbara y cruel dispuesta a devorar el planeta.

Muy pronto nos percataremos si toda esta disquisición tiene alguna parte de certidumbre, o, al contrario, hemos estado arando en el mar.

jalcorta@nauta.cu

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