Por Norma Estela Ferreyra:
El capitalismo hace prevalecer la libertad sobre la igualdad
y la solidaridad, a viceversa del socialismo o el comunismo. Ambos polos, son
criticados por Teresa Forcades, con muy buenos argumentos, aludiendo que ambas
posturas son puramente teóricas y que en la práctica, no resultan eficaces, ya
que ni el capitalismo respeta la libertad económica ni el socialismo comunista,
la igualdad que pregona, ni la solidaridad, de manera general.
Ella da a entender perfectamente, que el capitalismo no
demuestra ser partidario de la libertad, cuando logran que las leyes se dicten en su propio beneficio, mediante
sobornos, mientras que los socialismos o comunismos, en aras de lograr la
igualdad, desdeñan la libertad y por lo general, se convierten en tiranías que
imponen leyes a la fuerza, contra entidades comerciales, financieras y otras. Ella pone muchos ejemplos muy
claros que yo les quiero contar. Se
escucha decir que “la libertad termina
en donde comienza la libertad de otro”. Pero más allá de esa frase que parece
ejemplar, la libertad no es algo que debe interpretarse con frenos, sino que es
dinámica. También hay otro modo de interpretar la libertad, una posición más
anárquica, que señala que la libertad de uno no existe, sin la libertad del
otro. Otra manera de interpretar el concepto de libertad, es la de Rosa de
Luxemburgo, cuando dice que “la libertad del otro es respetar a quien piensa
distinto”.
En la práctica, todos sabemos que el capitalismo y sus
liberalismos derivados, desde sus inicios hasta hoy, ha practicado una
connivencia con el poder político, logrando a través de sus fortunas, el
dictado de leyes en beneficio de sus
intereses, en contra de la libertad (general), que dice defender como ideal. El
libre mercado, ha sido liquidado a favor de sus conveniencias. Por ejemplo: Si
un particular fabrica pan para vender, debe abonar sus impuestos y pagar IVA,
aparte de tener un local y a veces
empleados, gastos de luz, gas, etc. En cambio, si usas tu dinero para sacar un
beneficio, sin hacer ningún trabajo y sólo haces especulación financiera, vas a
ganar intereses en un Banco y no tendrás que gastar nada, ni hacer esfuerzo
alguno. Por lo tanto, la libertad de comercio o de mercado, no es tal cosa. No
hay libertad, solidaridad, ni igualdad y
el capitalismo, no tiene razón de
existir con idealismos que son falacias
demostrables a cada paso.
Forcades ejemplifica este otro caso: Cuando el Banco Central
Europeo, quiere dar un préstamo al Gobierno español, lo hace a través de la
Intermediación financiera, quien le cobra el 1%, pero cuando ésta le gira el
dinero al Gobierno, le cobran el 7%. Y seguidamente, se pregunta: ¿Quién fue el
que decidió tal estafa? Sin dudas que los Estados de cualquier sistema, imponen
tales barbaridades, avalados por sus fuerzas armadas, en contra de quien se
resista a cumplir las leyes que ellos determinaron, aún cuando sean injustas y
reprochables.
Otro ejemplo, lo tiene el hecho de permitir sacar patentes
para lucrar en forma exclusiva con ella, por un largo tiempo, donde nadie puede
fabricar por ese hecho, que alcanza también a los medicamentos, así murieran millones en una epidemia, por no
permitir genéricos. Esto ya no es libre mercado ni derecho especial, sino un acto
criminal contra la humanidad.
La India había logrado antes de la caída del
muro de Berlín que autorizaran producir genéricos patentados en casos de
epidemia, durante el tiempo que estuviera afectando. Pero luego de 1994, cuando
el muro cayó, La OMC y la OMS, presionaron con el ejército, para que no usara
esa autorización. La OMS que antes funcionaba con el dinero que donaban los
Estados miembros, pasaron a ser organismos sostenidos por fundaciones, como la
Industria Farmacéutica, la Coca Cola y otras multinacionales y dejaron de estar
al servicio de la humanidad, para estar
dedicados al de la riqueza de esos grupos, que se aprovechan de leyes y medidas
injustas y hasta criminales.
Asimismo digo, que hoy las pandemias son manejadas con
mentiras, al igual que la cura de las enfermedades más graves en forma
comercial, donde muchos médicos por ignorancia, falta de estudios o de
decencia, se olvidan del juramento hipocrático, justificando a la OMS, que
quiere disminuir la población mundial, en beneficio de sus 2/3 partes
restantes, para salvar al planeta, según dicen, aunque nada más lejos de la
verdad, porque el mismo no está superpoblado, sino agolpado en las grandes
urbes, con falta de trabajo y donde
éste, es desvalorizado al máximo
en cuanto a su retribución. Si queremos salvar al planeta y sus habitantes
debemos pensar en la contaminación de Monsanto, que envenena los campos y
nuestra comida.
Además, sabemos que las vacunas son usadas con ese propósito
de reducir la población mundial y hay cada vez más, vacunas sintéticas, que van
a imponernos obligatoriamente. La H1N1,
produjo muertes al igual que la del Papiloma humano, la de la Influenza ha
provocado muchas muertes en ancianos y casi todas las vacunas, contienen
aluminio y otros metales, que son tóxicos al organismo y provocan muchas enfermedades
graves, los niños pagan las consecuencias de estos abusos. Hay muchos
científicos que dicen esto y que no hay mejor vacuna que un sistema
inmunológico cuidado y sostenido. Pero el miedo, provoca estas cosas y a
quienes hablamos del tema, nos tratan de “conspiranoicos”. Yo no quiero que me
crean, pero sí que se ocupen de investigar Uds. mismos. Hay muchos países del
primer mundo, donde las vacunas no son obligatorias.
En cuanto a los emprendimientos de las empresas, reconozco
que las hay buenas, que constantemente mejoran sus productos, mientras otras,
hacen que sus productos sean menos durables y que no se reciclen, para vender
los nuevos productos con más ganancias, mientras llenan al planeta de
desperdicios. (Ej.: las computadoras, que pueden modernizarse actualizándolas
con un simple chip.) Estas empresas estimulan la avaricia y limitan los
derechos laborales y los del comprador. Para ello, propician el mal ejercicio
de sus funciones a sus ingenieros industriales.
El capitalismo, habla también de la Plus-valía: ¿Qué
significa? Supongamos que tengo una empresa y gano por mis productos muchísimo
dinero, pagando el mínimo posible a quien o quienes producen lo que vendo. Para
la libertad de comercio, eso está bien, siendo que no respeta los derechos
humanos del trabajador ni su dignidad, pues consideran al trabajo, una
mercancía. Pero eso se debe acordar, entre el inversor y el que elabora el
producto. Lo que no significa ganar el 50%, sino algo que considere la
inversión de capital y los gastos.
Nosotros creemos en la Justicia Social, como una meta adonde
los pueblos debemos llegar, reformando la Constitución y las leyes, para sanear
estos sistemas y para hacerlos más dignos.
La subjetividad política, es un derecho de la democracia que
no debemos perder ni postergar y debe ser reivindicada con actos
revolucionarios en paz, exigiendo la nacionalización de la Banca, no
permitiendo que nadie especule con los granos y sean guardados años, hasta que
se eleve su precio, sino que cada cosecha se controle y se venda en el acto.
Para eso, debe haber una entidad estatal que pueda controlar e impedir la especulación
de las multinacionales, dedicadas a alimentos o remedios y que permiten que la
gente muera para poder especular con las ganancias. El pueblo no debe
permitirlo, recurriendo a las Instituciones para reformar lo que haya que
reformar en las leyes, siempre en paz y sin ejercer la violencia. Imponer
cárcel a quienes especulen con esas cosas esenciales para la vida, ya que son
acciones criminales de lesa humanidad. La subjetividad política de los
ciudadanos no debe cesar nunca, porque siempre habrá quien vuelva a torcer el
rumbo y volver al pasado, que ya hemos superado democráticamente.
Fuente: Teresa Forcades (https://youtu.be/6avaZow7JV0 ) No
se lo pierdan
Ni dejen de ver la película “El Jardinero fiel” basada en
hechos reales, que no se pudieron delatar con nombres y lugares reales, para
que no sea sacada de cartel. También está el libro, que pueden encontrar en
sitios busca-libros. Se los recomiendo, especialmente, el autor es británico y
se llama John le Carré. La película es muy buena, fue candidata al Oscar, que
por supuesto, no ganó.
normaef10@hotmail.com
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