miércoles, 19 de febrero de 2020

Dinámica humana del proceso de transformación social y político


Por Mariano Sierra:
Nada de extraño encierra la reflexión si sabemos que cuando nos referimos a la transformación, nos estamos refiriendo al mundo de las leyes universales, al mundo del equilibrio que proporciona esas leyes sabias de la gran naturaleza que han dado origen de Vida que por medio de ellas buscásemos una razón para ser felices. La sociedad consume y es consumida por los dominantes sociales que impiden ser felices a través de múltiples ficciones fabricadas por la gran industria política y social y por los creadores de mitos y creencias, que inducen a acciones de no obedecer el derecho y al mal gobierno,

Al observar la naturaleza, el orbe, el cosmos, todo ese gran universo de vida es un gran cuadrante y complejo armonizador de leyes.  Y las leyes son armonía y equilibrio, orden, regulación, justicia. El hombre como parte de ese gran universo no se puede apartar ante una dimensión equilibrada para que pueda desarrollarse, para que pueda trascender con base a un principio transformador igualitario.


El proceso cosmos-social que nos aviene está transformando la conciencia humana. Las circunstancias actuales presentan un mundo social pasivo, sin potencial de cambio, mas no en lo tecnológico. Pero aun así nos compete reaccionar al tenor de la entropía que nos asiste dinamizando todos los campos del entorno humano. Conviene que la sociedad en evolución se informe del nuevo acontecer. Solo avanzan cosmológicamente quienes miran el nuevo horizonte humanista y la nueva filosofía de vida donde se alzan las categorías de los sintientes que nos están dando sentido del valor del amor y los sentimientos.

El hombre no puede quedarse en los caducos argumentos dogmáticos ya sociales, ya políticos, ya económicos o ya espirituales. El hombre actual debe dejar fluir el nuevo cosmos evolutivo para una nueva conciencia donde impere la justicia social, donde impere la dignidad, la verdad, la libertad y el trabajo. La dinámica de la transformación implica gestión interior que fije actos de servir al otro, que implique que lo que hagamos lo ejecutemos con compromiso, con respeto, con felicidad, con entrega y sentido de pertenencia, con respetar las diferencias buscando eliminar las desigualdades-

 Las ciencias avanzan gracias a esa cosmología universal y gracias a la cosmología humana, esa red de energía vital y cósmica. Por lo tanto, toda existencia funciona y debe funcionar armónicamente de manera consistente, lógica, racional, sin violencia, salvo cuando el hombre sale a desarticular esa armonía por razones de su perversidad, de su arrogancia, de su poder y su soberbia científica y de avaricia-

La cosmología es la fuente de la vida integral del hombre que fecunda a la filosofía de la vida, que es liberación interior y exterior, que anuncia un S.O.S. de vida social. Ella, la cosmología hunde sus raíces en el curso de la vida y la evolución histórica de la humanidad. Por la acción transformadora, el hombre busca darle sentido a su vida. A contrario sensu se embarcaría en un caos social al tenor el ejercicio diario de su acontecer que está lleno de bifurcaciones, entropías sociales y confusos dogmas.

Toda existencia es creación evolutiva de una arquitectura sabía que está por encima de todo y el hombre lo que hace es transformar, conservar, trascender con base a esas leyes que rigen la cosmología de su ser... Todo lo armónico llega al interior del hombre porque está dotado para ello. Filosofía, política, ciencia, religión, pensamiento, valores, virtudes, principios, amor, fe, inteligencia, libertad entran en equilibrio para conformar esa dinámica humana, esa condición humana que impulsa todo propósito democrático y creyente, por medio de una unidad del pueblo en asociaciones, movimientos sociales y otros entes

Desafortunadamente el hombre ha puesto en enfrentamiento las leyes generando conflictos, divisiones y contradicciones.  Las leyes lo único que pretenden es armonizar, equilibrar vida y naturaleza. Las leyes no pueden ser enemigas entre sí, pero el poder desarticulado del hombre está creando un monstruo legislativo que lo está destruyendo.  El hombre se mide en la medida que equilibra sus acciones, en la medida que aprende a mantener ese equilibrio, en la media que es un rebelde coherente, radical justo y social.

Cuando vivimos en equilibrio todo llega a nuestro corazón.  No hay espacios para el prejuicio. En una persona que equilibra sus emociones encapsula en ella la transparencia, la coherencia. Cuando nos enfrentamos a los hechos de la vida si no estamos ordenados no producimos buenos resultados. Vivimos actuando con egoísmo, con actitudes de amargura e ínfulas de grandeza sin comprender en que la fundamos, violándose los derechos humanos, atentando contra el desempleo, la pobreza y el orden.

El poder que no es armonía, embriaga, desequilibra, enturbia, acosa por el afán de tener más y más, de no saber compartir lo que poseemos, de no saber armonizar con los otros lo que adquirimos. El poder debe ser propio para los equilibrados, para los del espíritu del amor, para los que aman desinteresadamente, pues el poder es para servir, no para engañar, no para dividir e imponer, no para la inmoralidad política.

Los grandes desastres contemporáneos tienen su explicación en la entropía y los desórdenes afines a la gestión pública, La cosmología social no admite gobernanzas cerradas donde el gobernado se enceguece ante las realidades. Una filosofía social define la rebeldía, asume la resistencia contra el mal endémico del estado para dar rienda suelta a la revolución molecular portadora del espíritu liberador y el pensar libre-

Sabiamente el pensador Bertan Russell decía que “Todo lo que necesita el hombre es que no se envenene tanto con el poder “. El núcleo de la crisis es producto de las limitaciones que nos rige y de la deficiente manera de interpretación y practica de las leyes, como del poder. El proceso cosmológico permite conocer las diversas contradicciones que se anteponen a los intereses comunitarios por parte de tan diversas y voraces potencias, porque a no dudarlo un estado contradictorio nos asiste para llevar a cabo la voluntad del voto y con él, gran desastre humano de la decadencia de la administración pública.

. Cuando se abusa de la naturaleza, cuando el hombre se extrema sin control en el manejo de las leyes sociales, éstas reaccionan, con su comportamiento propio, porque está siendo aniquilada, maltratada, manipulada, oprimida. Si hay ausencia de modelos democráticos, dejemos que los muertos entierren a los suyos y vayamos por nuevos pensamientos libres hacia la transformación, aniquilando lo inservible, pero haciendo útil lo inútil para empezar de nuevo con nuevas luces, sin la sombra perversa de lo que destruye al país, pues el enemigo esta al interior de la gobernanza, que solo entiende ser acabado por vías radicales pues se ha incrustado cual parasito aferrado a todas las instituciones sociales para sus propósitos. 

La sociedad y el gobierno cuando se desproporciona en sus posturas, responsabilidades y procesos de desarrollo social genera crisis, desconcierto y enfrentamientos. Ser equilibrados es armonizar razón y corazón, dureza y suavidad, humildad con perdón. La entropía social es consecuencia de actos paranoicos bien estructurados por gobernantes y   políticos que con su poder arrogante impiden desarrollo creando ambientes intoxicados por la atrofia dominante, por el desarrollo de un capitalismo desigual.

El equilibrio es responsabilidad para evitar errores, ofensas y enfrentamientos y todo acto extremo que impida sensatez, ecuanimidad y justicia. Un proceso equilibrado ve el amor en toda dimensión, valora lo que se hace, da sentido al trabajo, fortalece los lazos familiares, políticos y sociales-El equilibrio se refleja en ecuaciones logarítmicas profundas y en reflexiones con base a esquemas de administración como el DOFA. Usando este mecanismo podemos realizar análisis de los actos pues nos permite ver cuáles son nuestras debilidades para fortalecerlas, cuales nuestras oportunidades para ponerlas al servicio comunitario, cuales las falencias para mejorar y cuales nuestras amenazas para contrarrestarlas.  Ejecutar este diagnóstico con sinceridad vamos en la ruta de un excelente balance personal, político y social y dinámica de cambio, haciendo de la vida el mejor estado de ciudadanía social y laboral-

Ir en procura de un nuevo ser y un nuevo régimen será posible en la medida que exista coherencia entre lo que se predica y se hace para que el deseo de trascender se convierta en el deseo de servir, de compartir, de dar apoyo con los recursos de una moral social que hoy se ha perdido en los agujeros negros de la conciencia nefasta en los atropellos laborales, tributarios, de libertad de expresión y de protesta.

Vivir cosmológicamente es ser auténticos, es estar despojados del maquillaje que cubre las distintas facetas con las que nos presentamos ante el mundo que no nos deja ver esas fantasías vanas que están impidiendo valorar lo bello de la vida como el hogar, la amistad, la naturaleza, la verdad, el trabajo honesto que da sentido y calidad de vida. El hombre se reconoce en su vida ante lo colectivo-
La cosmología hoy nos presenta múltiples apreciaciones de vida. Unos de esos procesos cosmológicos es la presencia del Jesús de la historia. No como un religioso, sino como un hombre en la historia que nos invita a entender el sentido de la vida- Jesús cosmológico hace un llamado a transformar la vida dentro del proceso social para amar y servir, para socializar la paz, para comprender al que sufre, para asistirlo.

Explorar la naturaleza es de la filosofía practica que nos lleva a conocer nuestro hábitat. No podemos permitir que el miedo y la violencia nos impulse a través de partidos e ideologías perversas. El hombre debe ser cuidadoso ante la libertad pues este valor es manipulable. La cosmología está siendo penetrada con gran furor a fin de corroer la libertad humana. Mitos diversos asumen verdades, creando ficciones para desviar la realidad, para crear fantasías de felicidad, mágicos gobiernos y plataformas tentadoras-
Estas reflexiones buscan abrir debates para repensar el orden actual agobiado por la globalización y los credos populistas, fundamentalistas neoliberales y por las categorías de ficciones democráticas contaminadas por un contrato social leonino, un contrato desigual que la resistencia y la rebeldía comunitaria enfrenta con persistencia, ante una gobernanza que no ofrece alternativas.

La unidad comunitaria es prioridad........ Dividid y reinaras no puede ser una plataforma como hoy se nos quiere mostrar al tenor de que disque somos un país de regiones, Un estado debe manejar al país como un todo, jamás por regiones, los diálogos son universales con los afectados. Esperemos que estos nuevos aires refresquen el sentido social y no mueran en conciencias emotivas, porque si algo necesita el mundo es solidaridad firme que no se deje enredar con propuestas amañadas, como los impulsos mágicos de proyectos de emprendimiento pues esas son las tácticas de la opresión.

Creamos en la fuerza y el espíritu de los jóvenes que, con su alegría, su capacidad y praxis permiten que los nuevos rumbos estén trazados con el sentido de un futuro democrático. Este proceder de juventud genera confianza y delirio de cambio. Porque que confianza podemos tener en un estado ciego, orgulloso, falto de criterio de gobierno, si ante el macabro asesinato de 18 niños donde crecían esperanzas, se ha tornado en el olvido y sin visos de gestión de justicia. Solo asoma una impunidad patética, alrededor de otros episodios macabros, donde todo apunta a que el problema del país es la catástrofe institucional donde cada estamento procede con violación y corrupción e impunidad de sus actos,

Venimos de devenir en devenir luchando con espíritu rebelde. Todo régimen nefasto tiene un fin y un fin con fin. Lo dice la voz de una comunidad que anima ardiente sus impulsos claros hacia una nueva nación, así los ilegales amos del poder quieran detenernos con sus balas asesinas de ejércitos sin moral y de estatutos propios de seguridad de un estado que se quiere aferrar por medio de una dictadura feroz.
En el proceso de transformación humana se consolidan acciones sociales que están enmarcadas en políticas para la gente, que no es otra cosa que el compromiso y la gestión del hombre con la sociedad siempre buscando caminos de interés común. La política es la acción que involucra al hombre para servir al pueblo, ´por el pueblo y con el pueblo, a fin de romper el sistema existente de corrupción e impunidad.

El hombre transcurre en un dialogo permanente consigo mismo y con todo su entorno. Este conversatorio nos conduce a asumir críticas en medio de un pensar libre que doblegue la insensatez humana. El diálogo es un no callarse, es una denuncia en medio de los procesos que desaten toda adversidad a fin de movernos como oposición responsable para hallar en consenso, el bien común con acuerdos sociales.

La dinámica transformadora propia del hombre es un imperativo social. Corregir las injusticas es el mayor gesto de ser justo. La fe es el gran espíritu que apoya las causas justas. Así, entendemos como una sociedad se libera de la mala administración pública, del abuso del poder, del estado fallido. Y esta liberación y abolición del orden que atropella al pueblo se lleva anarquizando mediante la resistencia, la rebeldía Basado en principios. La transformación la hacemos todos, desde lo más pequeño a lo más grande de la modernidad, con el conocimiento en toda su complejidad, en toda su realidad.

Toda transformación que impetra acciones para suprimir gobiernos e instituciones públicas contradictorias y llenas de ficciones no podrá causar más desorden, no causará desorganizaciones, pues aparecerá lo que está oculto. Así se empezaría a generar la nueva gobernanza. Pero también depende de la comunidad en un mundo que proclama radicales acciones, Los cambios hunden sus raíces en los evangelios que nos proporcionó nuevos tiempos, nuevos signos, un adviento de justicia y servicio, que desmorono las déspotas políticas y las confusas prácticas religiosas para establecer un nuevo orden. Un acuerdo nacional

La transformación se identifica con las condiciones de vida. No hay razones para decir que no nos podemos organizar en un nuevo régimen. Destruir lo social, lo político y las espiritualidades dañinas se hace enfrentándolo con estrategias de resistencia sin violencia., inspirados en una enseñanza tal, que formados y formadores sean una conciencia productiva, Cualquier filosofía moral encuadra y conduce a abolir toda organización fallida, estando al frente una sociedad civil resistente, rebelde y con propiedad legal para conseguir el bien común que se le viene negando.

Alguien dijo que en un sistema vacío no podemos alcanzar justicia social, ante un gobierno disfrazado se niega todo derecho, se ahonda el humanismo ante la desaparición de tantos compatriotas. La dinámica es el espacio rebelde que deja entrever el régimen. El dolor de patria nos destroza por dentro, cuando las instancias de los poderes no obvian los abscesos y se vuelven inmunes ante la falaz podredumbre de los mandatos que impiden un orden justo. Pero pueden más los retos y los paros de libertad radicalista.

Para concatenar estos pensamientos que mejor que recordar a Dante cuando  nos dice en su obra la Divina Comedia “ Dios es el amor que mueve el sol y las demás estrellas, lo que significa que las estrellas, los planetas, el universo  entero no están gobernados por una fuerza ciega sino por el amor, ellos no obedecen solo a las dinámicas de la materia y por lo tanto no hay que divinizar los elementos cósmicos, sino por el contrario, en todo y por encima de todo está una voluntad personal, el espíritu del arquitecto creador señalándose de otra parte… que los seres humanos no son esclavos de los elementos del cosmos, sino que son libres responsables, es decir, son capaces de relacionarse con la libertad creadora del creador, creador que está en el origen de todo y lo gobierna todo….
marsblawyer@gmail.com

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