sábado, 21 de diciembre de 2019

Freire sin conocerlo ya sabía quién era Bolsonaro.



Por Marcel Doubront:
Aunque desde hace muchas décadas los líderes de derecha se caracterizan por su visión discriminatoria con complejos de suprema cismo racial, cultural, económico, político, intelectual, uno no deja de perder la capacidad de asombro, no solo con la invasión de países petroleros en nombre de la libertad o como refiriera Obama: "A veces torcemos el brazo a otros países para que hagan lo que queremos”, hasta matar indígenas en Bolivia en nombre de la Biblia. Tales ejemplos no se distancian de un nefasto personaje que al parecer es el peor experimento del neoliberalismo como los es Jair Bolsonaro.



Este elemento aunque debe ser motivo de un profundo análisis de expertos, puede ser considerado como un fanático o un manipulador que en nombre de Dios promueve el odio racial y de géneros, llegando a decir refiriéndose a una diputada del Partido de los Trabajadores en un debate Parlamentario que “Ella no merece ser violada, porque ella es muy mala, porque ella es muy fea, no es de mi gusto, jamás la violaría Yo no soy violador, pero si fuera, no la iba a violar porque no lo merece.” Aunque no conforme con esto, de la misma manera promueve la matanza entre conciudadanos al referir “A través del voto, no va a cambiar nada en este país. Solo va a cambiar, desafortunadamente, cuando nos partamos en una guerra civil. Matando a unos 30.000.”  no obstante, lo más sorprendente es que sin saber definir que este sujeto es víctima de la bipolaridad o de una mentalidad maquiavélica afirma que “Dios primero me salvó la vida y luego me hizo ganar la elección”

Entre otras cosas que definen a Bolsonaro no solo está la célebre frase de que "Es una falacia decir que la Amazonia es patrimonio de la humanidad y es un error”, llamar a Greta Thunberg “mocosa”, indicarle a la Alta Comisionada de los Derechos Humanos para las Naciones Unidas Michelle Bachelet "Dice que Brasil pierde espacio democrático, pero olvida que su país no es Cuba gracias a aquellos que tuvieron el coraje de detener a la izquierda en 1973, entre estos comunistas su padre brigadier en ese momento" o  lo último para llamar la atención llamar a posiblemente uno de los Brasileros más conocidos y referenciados  como Paulo Freire “Energúmeno”

Definitivamente, Freire como que ya conocía a este personaje dejando en sus trabajos bibliográficos frases como:
“Para los opresores, el ser humano es sólo ellos. Los otros son “objetos, cosas”. Para ellos, sólo existe un derecho, su derecho a vivir en paz, frente al derecho a sobrevivir que tal vez ni siquiera reconocen, sino solamente admiten a los oprimidos.” Frase que claramente define el complejo supremacista de Bolsonaro donde afirma que es un ser escogido por dios para reordenar a Brasil, lo que claramente no le hace reconocer a otros sujetos por ello, se manifiesta en contra de un estado laico, la diversidad de genero la integración entre clases sociales y raciales como el respeto a la mujer.

En tal sentido, afirmo Freire que “Nadie puede ser auténticamente, prohibiendo que los otros sean.” Por lo cual, difiere de ese dogma de superioridad religiosa que insinúa que es una falacia el derecho a la vida de afrodescendientes, comunistas, artistas y homosexuales, en tal sentido, es contradictorio calificar a Brasil como un sistema democrático cuando el demos-kratos carece del reconocimiento a otros sujetos sociales por ello Freire también afirmo que “El sectarismo nada crea porque no ama” en correspondencia con lo expuesto de igual forma apunto “Hablar de democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar del humanismo y negar a los hombres es una mentira.”

Ahora bien, sabiendo Freire aseguraba  que  “Quien instaura el odio no son los odiados, sino los que odian primero” apunto varias claves en razón de transformar la humanidad entre ellas al referir que “Los oprimidos han de ser el ejemplo de sí mismos, en la lucha por su redención” ya denotaba que el mejor sistema de gobierno debe enmarcarse en la democracia participativa y protagónica sobre todo afirmando:  “Decirse comprometido con la liberación y no ser capaz de comulgar con el pueblo, a quien continúa considerando absolutamente ignorante, es un doloroso equívoco” claramente estas sabias palabras y hasta proféticas visionarán que mas temprano que tarde el narcicismo político de Bolsonaro y de gente como el  en Brasil y porque no decirlo en Latinoamérica se diluirán ante la edificación de una verdadera organización popular.

Afirmo esto, porque la nueva política del siglo XXI  no puede ser caracterizada por los dogmas y  aunque Freire apuntara de que  “Nuestra presencia en el mundo, que implica elección y decisión, no es una presencia neutra” de la misma manera, amerita una ideología del reencuentro en aras que desde la multidisciplinariedad pueda forjarse transdisciplina reamente la “P” mayúscula en la política, ya que como bien dijera Freire “Cuanto más se les imponga pasividad, tanto más ingenuamente tenderán a adaptarse al mundo en lugar de transformar.” En consonancia, “El liderazgo debe confiar en las potencialidades de las masas, a quienes no puede tratar como objetos de su acción.”

Ahora bien, en la pregunta del que hacer, Freire creía que el mejor canal para transformar la humanidad es la educación en razón de ello dijo que “la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar al mundo” no obstante, no puede ser una educación fragmentada de la realidad, por el contrario también afirmo que “La educación como práctica de la libertad, al contrario de aquella que es práctica de la dominación, implica la negación del hombre abstracto, aislado, suelto, desligado del mundo, así como la negación del mundo como una realidad ausente de los hombres” en tal sentido, como también deduce “La educación problematizadora se hace, así, un esfuerzo permanente a través del cual los hombres van percibiendo, críticamente, cómo están siendo en el mundo el que  y con el que están”

No puede ser un dato aislado y fragmentado de la realidad social y los sujetos sociales por esta razón, Freire planteo que “La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo.” Por ello determinaba que “No hay diálogo si no hay un profundo amor al mundo y a los hombres.” O en pocas palabras reconocimiento y entendimiento de estos y entre estos

En muchos planteamientos de forma, posiblemente no coincida con Freire no obstante el afirmar que “Como presencia en la historia y en el mundo, lucho esperanzadamente por los sueños, por la utopía, por la esperanza, con miras a una pedagogía crítica. Y mi lucha no es en vano.” y la su visión de que “El mundo no es, el mundo está siendo.” Es lo más parecido al temblar de indignación cuando se comete una injusticia en el mundo y eso me hace verlo como compañeros de una lucha en común.

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