sábado, 21 de diciembre de 2019

“Cambiemos” traicionó al pueblo argentino y pretendió hacerse oír en el Parlamento desconociendo la emergencia.



Por Norma  Estela Ferreyra:
Tras casi doce horas de debate, la Cámara alta convirtió en ley, el mega proyecto de emergencias enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso, con 41 votos a favor, 23 negativos y una abstención.

Así  fue el resultado, con un Peronismo Unido detrás de los Fernández, que hoy  derrotaron al establishment, como lo hicieron en las elecciones presidenciales, en la Primera vuelta.
No fue vencer a Macri ni a sus aliados de la UCR y la Coalición Cívica, que siempre fueron pobres mendigos de negociados  y de atornillarse a  cargos públicos, los que fueron logrando con el tiempo, desde la presidencia un Club de fútbol como Boca, en el caso de Macri, hasta cualquier otro cargo que la UCR fue acaparando, incluso,  con  las dictaduras militares. Y así, fueron traicionando a sus propios presidentes, porque noo los vimos  defender a Illia ni a Alfonsín, cuando fueron destituídos con maniobras políticas, al tal punto, que el  hijo  de este último presidente radical, desconoce hoy a ese partido tradiciónal y está disconforme con su incorporación en “Cambiemos”. Es que los Alfonsinistas se separaron ideológicamente, gracias a esos procedimientos de la UCR, cuyo odio al Peronismo obnubiló sus mentes y sus corazones. De allí que dichos dirigentes alfonsinistas, hoy están más cerca de Alberto Fernandez, que del obsoleto  y desubicado Mario Negri.


Pero no voy a dedicarme a hablar de ellos sino dell Poder Mundial de eje Occidental, que hoy trata de destituir a Donald Trump, porque les parece débil. Pues  aunque no lo crean, EEUU y sus aliados, quieren acelerar las guerras e invasiones a los países latinoamericanos, para destruir  todo lazo de unión entre ellos. Quieren un Cóndor 2, más rápido y sin contemplaciones. En definitiva, ansían obtener toda  materia prima que esté por debajo del suelo, sobre el suelo, el agua, la tierra con sus esclavos.

Por eso, Macri sigue atado a un pacto con ellos. ¿Saben por qué? Porque piensan repetir el derrocamiento del Peronismo antes de un año, y en materia de destrucción Macri rindió muy bien la materia. O sea, quieren un Bolivia 2 y luego seguirán con México. Aunque el orden de los factores, no les altera el producto, ni les hace temblar el pulso.
Pero,  los dejaremos?  Será que no hay un Belgrano o un Gúemes? Un San Martín o un Las Heras? ¿Acaso no tenemos historia?.
Claro que sí. Los Argentinos podemos evitarlo y no los dejaremos humillar.

Ya con Irigoyen, que era un gobierno de la UCR, creó la primera petrolera del mundo, que fue YPF. Y de inmediato, envió a Mosconi para alentar a los estados sudamericanos a que le sigan sus pasos y  nacionalicen su petróleo. No fueron a venderle una sucursal del petróleo Argentino, fueron a advertirles que eviten al Imperialismo extranjero. De modo que el  ADN de los argentinos, es ser antiimperialista.
 Uruguay,  Brasil y Mexico, nos siguieron y luego Bolivia. Nosotros fuimos a decirles que ellos eran propietarios de su petróleo.

San Martín había creado el Ejército de los Andes y se avocó a liberar Argentina, no buscó monarcas Ingleses que reemplacen a los Españoles, sino que  buscó también,  liberar a Chile y a Perú, mas nunca  apropiarse de ninguno de ellos. ¿Se imaginan a los ingleses haciendo lo que San Martín?  Los Argentinos somos libertadores. 

Ya vimos a Mariano Moreno en su Plan de Operaciones, que ya en  1810, creó  la primera fábrica de pólvora, municiones y  fusiles. Tuvimos el siglo pasado a  Juan Domingo Perón, quien fue independiente y transformó la Argentina en un país que se daba el lujo de ayudar a España y a otros países, sin pedir nada a nadie.

 Ser Argentino es tener un modelo de país con sostén empresario y ser genéticamente antiimperialista, con excepción de la UCR, hoy  tan desnaturalizada, que serían la vergüenza  de Irigoyen, Illia y Alfonsín.
Los peronistas desaparecieron por miles para salvarnos de la dictadura militar del primer Plan Cóndor, incluidos los dirigentes obreros, pero con un “Cordobazo” histórico los dejamos en la Cárcel. Y las Madres del la Plaza de Mayo, son nuestra  bandera que flamea en el mundo.            
No podrán con nosotros. Por eso, hoy estamos unidos y aunque no tengamos un pensamiento único, tenemos buenos sentimientos hacia los abuelos, los niños, los discapacitados, los pobres e indigentes, que necesitan de nuestra ayuda. Es el camino que nos señaló  Perón y Evita. No les podemos fallar. Y no lo haremos.

Por eso, hoy funcionó el Parlamento y las medidas serán, otra vez, un beneficio para“ los que menos tienen” y la solidaridad que predican los curas y los obispos, en Argentina se llama Peronismo.  Y por eso, tenemos historia y no seremos esclavos, aunque aún haya algunos muros por derribar, como aquellos gringos mestizos, que envenenan los campos y las frutas y verduras que comemos.

 Durante las locuciones en el Senado, Narda Lepes, una conocida nutrióloga dedicada a la cocina, hablo del hambre y dijo: “No se trata de llenar la panza de los hambreados, se trata de nutrirlos con verduras y frutas, tratando de que beban agua y no otras bebidas. Y es verdad, pero le faltó decir que, comiendo verdura envenenada con glifosato, tampoco se nutrirá sino que se enfermará. Hoy el cáncer ataca a  5 de cada 10 argentinos adultos y las enfermedades degenerativas crecen a pasos acelerados por la contaminación del medio ambiente y el suelo, con fumigaciones a las que nadie les puso límites.

Lo harán ahora? Tenemos que exigirlo. Hay formas de prohibirles  a los  magnates del campo  que sean ellos quienes  fumiguen. Hay formas de controlar, para saber cuánto veneno contienen las frutas, las verduras y la calidad de la carne o la leche. Hay que imitar a otros países con la publicación obligatoria pero en letra legible y con alertas sobre los ingredientes de todos los productos, disponiendo de lupas para sus clientes, encadenadas a los carritos. Eso sí se puede. Pues si no lo hacen, difícilmente podré volver a creer en algún político. Ojalá, así sea. Confiemos en ellos.

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